viernes, 30 de agosto de 2013

LA SEPTIMA, RECUERDOS, FINAL COPA EUROPA, 1997, JUVENTUS-0- REAL MADRID-1-/ RECUERDOS, FINAL COPA EUROPA, SAMPDORIA-0- BARCELONA-1- 1991-1992./ LA CHICA LLAMADA MERIAN Sentir,

TÍTULO:LA SEPTIMA, RECUERDOS, FINAL COPA EUROPA, 1997, JUVENTUS-0- REAL MADRID-1-,.

Final de la Liga de Campeones de la UEFA 1997-1998

La final de la Liga de Campeones de la UEFA 1997-98[1] se disputó el día 20 de mayo de 1998 en el Amsterdam Arena de Ámsterdam, Holanda. Fue la 43ra edición de la final de la competición y los equipos que la disputaron fueron el Real Madrid CF y la Juventus FC con resultado de 1-0 para los madridistas,[2] que lograron su ansiada séptima Copa de Europa tras 32 años desde la consecución de la sexta.

  32 años después, el conjunto blanco conquistó su séptima Copa de Europa, un título muy ansiado, cuya conquista se había convertido en casi ...


TÍTULO. RECUERDOS, FINAL COPA EUROPA, SAMPDORIA-0-BARCELONA-1- 1991-1992.

20 años de la Copa de Europa del Barça en Wembley

20 años de la Copa de Europa del Barça en Wembley
Imagen del equipo que ganó la primera Copa de Europa de la historia del Barcelona Archivo
Messi no había cumplido los 5 años y no recuerda qué hacía justo en el momento en que Ronald Koeman cambió la historia del Barça con su gol decisivo ante el Sampdoria. Iniesta era un poquito mayor (8) y ha retenido en su memoria las imágenes de aquel día aunque tampoco sabe dónde vio el partido exactamente. Sí fue más consciente de todo el eterno Xavi Hernández. Ya tenía 12 años y siguió el encuentro desde casa por televisión porque no le dejaron ir a Wembley, viaje triunfal que sí que hicieron sus hermanos. Pero todos ellos en cierta medida son hijos de aquel Barcelona pionero. Hijos de aquel espíritu del 92. Hijos de aquel año maravilloso para el Barça y para la ciudad donde se produjeron una catarata de acontecimientos felices que quedaron en la psique colectiva. Entonces no había una crisis galopante ni las primas de riesgo estaban en boga. Entonces se vivía en una burbuja mágica. En aquel contexto donde un cambio sucedía al otro de forma vertiginosa, el Barça conquistó su primera Copa de Europa, como el preludio perfecto de lo que luego serían unos Juegos Olímpicos sobresalientes.

20 años después La Vanguardia ha querido hacer un recorrido por los integrantes de aquel Barça. Tanto los que jugaron como los que no. Tanto los que estuvieron en el once, como los que salieron después, como los que lo vieron desde el palco. En 20 años el Barcelona ha sumado cuatro Champions, algo que parecía imposible. Wembley es el principio, el lugar donde todo un club se sintió grande de verdad y cogió impulso para ganar el futuro.

Aquella tarde-noche londinense había nervios en el césped, en la grada... y en el banquillo. "Estaba con Txiki, con Alexanko, con Goiko y con Carles Busquets. Era un banquillo distinto al del Camp Nou, que entonces estaba más hundido. Era un banquillo externo. Comenzó el partido, hubo una oportunidad de Vialli, luego algunas nuestras y aquello no se definía... Estábamos nerviosos y en tensión", se arranca Miquel Àngel Nadal. Repasando las alineaciones de aquel día su nombre debió salir. Se disponía a entrar en el campo cuando Koeman marcó el gol de su vida. Un gol que supuso que Nadal no jugara. Cambio de planes, Alexanko en escena y a mirar el final desde la barrera. "Yo quería participar, me moría de ganas por jugar ya desde el principio -relata Nadal-. Ya había hecho el calentamiento, ya estaba a punto de salir por un compañero. ¿Qué si me sabe mal no haber jugado? Uno siempre querría estar, pero en aquel momento pesó más la locura, la alegría, el instante del gol que el punto de decepción por no salir. El triunfo era demasiado importante como para no participar de aquella felicidad. Fue un orgullo estar allí en aquella catedral del fútbol. No había otro escenario mejor para lograr la primera".

Para Nadal era su primera temporada en el club. Para Alexanko, que era el capitán, la undécima. Recibió unas instrucciones muy claras en aquel momento en que el Barça ya ganaba. "En medio del estallido de alegría por el tanto de Koeman tanto Johan (Cruyff) como Charly me dijeron que reforzara la defensa, que aguantáramos, que de ahí hasta el final de la prórroga que, por favor, no pasara nada", argumenta Talín, el primer barcelonista en levantar una Copa de Europa. "No conté los escalones que había hasta llegar al palco de Wembley pero sí recuerdo la gran satisfacción que sentí cuando cogí la copa, cuando se la pasé al presidente y a los compañeros. Sentí felicidad sobre todo por la gente, por el alivio de que el club pudiera tener ese trofeo". Dos décadas después una réplica de la Copa de Europa sigue teniendo un lugar preferente en la vitrina donde Alexanko guarda los recuerdos de su época de jugador.

Antes que el capitán salió a jugar, como revulsivo, Jon Andoni Goikoetxea. El extremo, que en la temporada anterior había completado una temporada excepcional, tenía claro cuál era su cometido. "Me pidieron que hiciera lo que sabía hacer. Es decir que intentara el uno contra uno, que buscara el desborde y tirara centros", señala Goiko, que albergó la esperanza de ser titular hasta pocas horas antes del partido. "El once inicial nos lo comunicó en el hotel Johan hacia el mediodía, como hacía siempre. Como era un entrenador que solía sorprender, no sabías qué esperar, no le gustaba repetir muchas veces el mismo once", apunta el navarro. Para sorpresa la que se llevó el viernes anterior a la disputa del partido Julio Salinas. "Me llamó Cruyff y me dijo que me cuidara y no saliera mucho ese fin de semana porque iba a ser titular". Para entonces el vasco casi nunca jugaba y esa fue una cruyffada que a punto estuvo de salir redonda porque Julio bien pudo marcar. "Si mi bota no está en el Museu es porque el portero Pagliuca me paró mi ocasión".

Salinas jugó cuando una semana antes lo daba por imposible y otros, como Albert Ferrer, estuvieron en vilo hasta el final. El Chapi se había pasado media temporada lesionado, ya estaba recuperado, pero una gastroenteritis estuvo en un tris de dejarle fuera. Fue pisar el césped de Wembley y todos los dolores se le pasaron. Su misión era perseguir por todo el campo al hoy entrenador del Manchester City, Roberto Mancini, y cumplió.

La jugada del partido fue la falta a Eusebio que prepararon Bakero y Stoichkov y transformó Koeman. Mientras Bakero recuerda que no habían ensayado ese lanzamiento y que todo surgió de forma espontánea el búlgaro lo evoca de forma distinta. Según él estuvieron practicando acciones similares en la víspera del partido sobre el césped.

Un césped que no pisaron vestidos de corto para jugar el sancionado Guillermo Amor o por ejemplo Cristóbal Parralo, el canterano del Barça que después militó en el Espanyol, donde también llegó a ser director deportivo. Cristóbal vio el partido desde el palco codo con codo con Amor. "Pasamos más nervios y tensión que si hubiéramos estado en el campo. Siempre se pasa peor en la grada. Vivimos la noche a flor de piel, con intensidad. Después saltamos al campo, yo con traje, para hacernos las fotos, para participar de la fiesta. Era una locura colectiva". Los que no estaban en la convocatoria no sólo se perdieron el partido. También se perdieron, según Cristóbal, el momento en que Johan pronunciaba la frase legendaria de "salir y disfrutar". "Johan dijo aquello de salir y disfrutar pero allí no disfrutó nadie, salimos encorsetados", declaró a La Vanguardia hace un año Rexach.

El desafío era mayúsculo. Tenían que cambiar el mal fario de un club que necesitaba como agua de mayo ganar la Copa de Europa. "Por la calle nos decían, hay que ganar, no queremos vivir otra noche como la de Sevilla". Así abordaban a Koeman los aficionados en los días previos. Tras el partido fue la apoteosis. Bakero se dio cuenta de lo que habían hecho al pisar El Prat, al ver la ciudad colapsada y entregada. De aquellos cimientos vinieron dos décadas marcadas, sobre todo, por el éxito. Dos de las cuatro Champions del club han venido de Londres. La próxima temporada la final vuelve a ser en Wembley. Al Barça le encantaría regresar a su tierra prometida.


 TÍTULO: LA CHICA LLAMADA MERIAN. Sentir,
Sentir,
 Sentir,
sentir que tu mano es mi caricia,
sentir que tu sueño es mi deseo,
sentir que tu mirada es mi descanso,
sentir que tu nombre es mi canción,
sentir que tu boca es mi refugio,
sentir que tu alma es mi regalo.
Sentir que existes...
sentir que vivo para amarte.


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