TÍTULO; inspirando a los poetas
MujerdeElite
- Había amenazado y cumplió. «Estoy dispuesto a todo con tal de sacar dinero», advirtió Antonio Banderas. Y el sábado por la noche en la ...Había amenazado y cumplió. «Estoy dispuesto a todo con tal de sacar dinero», advirtió Antonio Banderas. Y el sábado por la noche en la cuarta edición de la Starlite Gala de Marbella el actor demostró que cuando dice todo... Echa el resto. Por supuesto no era dinero para él (que de eso anda 'sobrao') sino para las fundaciones benéficas Lágrimas y Favores, Cudeca, Cáritas y Niños en Alegría. Banderas cantó, bailó y hasta 'empeñó' el reloj por una buena causa (se lo compró Alejandro Sanz en la subasta benéfica) pero la que de verdad se llevó el gato al agua fue su mujer, Melanie Griffith, que con su 'spanish lengua de trapo' y su mezcla de picardía y candor se metió a los 500 invitados en el bolsillo al subir al escenario para recibir un reconocimiento a su labor humanitaria.Otro momento cumbre de la noche fue cuando Antonio Banderas y Alejandro Sanz cantaron a dúo el célebre 'Esta tarde vi llover'. Llover no, pero casi se pudo ver llorar de la emoción a Melanie Griffith, que siguió el bolero de Manzanero a pie de escenario, grabando embelesada en vídeo a su marido y ofreciendo al respetable una panorámica de su retaguardia (envuelta en un elegante Versace) de lo más sexy. Casi veinte años llevan juntos el malagueño y la norteamericana y siguen tan acaramelados como el primer día. O quizá más. «Nuestro secreto se llama amor y es muy difícil de describir, los poetas llevan siglos intentándolo», ha declarado Banderas. Lo cierto es que durante la cena del sábado la pareja dio muchos motivos de inspiración a los poetas.El prototipo de gafas Google, obsequio del famoso navegador para la gala benéfica, lo utilizó sobre todo Imanol Arias, que actúo de presentador junto con Anne Igartiburu. El catering corrió a cargo de los tres jueces de 'MasterChef' (Jordi, Samantha y Pepe) y de Juan Manuel Sánchez, ganador de la primera edición del concurso. La Starlite nació en 2010 sin ánimo de lucro (como el famoso instituto de Urdangarin, solo que en serio), se financia a través de sponsors y dedica el 100% de su recaudación a mejorar la educación, necesidades primarias y calidad de vida de comunidades, familias y niños sin recursos. El formato lo importó el 'padrino' Antonio Banderas directamente de Hollywood. Consiste en reunir a un montón de 'celebrities' en una fiesta llena de lujo y glamour con la indisimulada intención de rascarles el bolsillo. Es una oferta que muy pocos se permiten rechazar aunque la cena esté a 1.000 euros el cubierto. Los famosos no cobran por asistir, pero sí tienen los gastos de viaje y alojamiento pagados.A la llamada solidaria acudieron, entre otros, Sara Baras, que bailó no por bulerías sino por 'Banderas', según dijo; Miguel Bosé, Eugenia Martínez de Irujo, Paloma Cuevas y Enrique Ponce, que llegó tarde porque toreaba ese día en Huesca; Patricia Rato, Arancha del Sol, Laura Sánchez y David Ascanio. También Mariló Montero y Eva González que (¡maldición!) coincidieron en el modelito... Tuvo un papel estelar Marta Sánchez, que le cantó con mucho 'Monroe' un 'Happy birthday' a Banderas (53 agostos cumplía, y su Melanie 56 solo un día antes). Faltó la hija de la pareja, Stella del Carmen, que está de viaje «solidario» en las islas Fidji, o eso dijeron.Alejandro Sanz recibió el Premio Humanitario por sus labores solidarias y la modelo y embajadora de Unicef Valeria Mazza, el Premio Filantrópico por el programa 'Juntos contra el tétanos neonatal'. Galardones tal vez muy merecidos, pero que estarían mejor en manos de todas esas personas anónimas a las que no les ha premiado tanto la vida y que sin embargo se comportan como héroes compartiendo lo poco que tienen o empleando su escaso tiempo libre en labores de voluntariado. La fiesta terminó con Alejandro Sanz y Marta Sánchez cantando a dúo 'Corazón partío', mientras Antonio Carmona, Banderas, Melanie y Sara Baras bailaban sobre el escenario. Aunque la recaudación exacta se conocerá la semana que viene, se espera que esta edición de la Starlite supere ampliamente los 267.861 euros del año pasado. También se superaron con creces los Banderas en número de besos, carantoñas y arrumacos.TÍTULO; A QUEMARROPA, ME LLAMAN EL ÚLTIMO IT BOY, PABLO IBAÑEZ,.( EL HOMBRE DE NEGRO,.)Fuma en casa de Mercedes Milá, hace ?puenting? con hilo de coser y es capaz de encontrar a Wally en el estadio del Atleti. Pero solo si Pablo ...
«Me llaman ‘el último it boy’»
En el mar sería «un tiburón blanco» y en la playa luce este año «colorines que se ven a kilómetros». Boris Izaguirre aún le mira «bastante mal». Lógico: le quemó el pelo y criticó su ropa,.Fuma en casa de Mercedes Milá, hace ‘puenting’ con hilo de coser y es capaz de encontrar a Wally en el estadio del Atleti. Pero solo si Pablo Ibáñez (Madrid, 1971) actúa como el Hombre de Negro. Uno de los ‘bichos’ más sabios y simpáticos, pese a su fingida seriedad, de la comunidad de ‘El Hormiguero’.– Hombre de Negro suena a hombre malo de la UE...– ¡Somos muy distintos! Le voy a contar una anécdota. Estaba firmando libros y una señora me pidió que se lo dedicara a su cuñado: ¡Cristóbal Montoro! No era una broma. Le puse que los hombres de negro de la Troika no venían porque yo ya estaba aquí. La señora me dijo que no le iba a hacer gracia porque nada le hacía gracia...– En eso se parece usted a Montoro, entonces...– Sí, creo que es el único punto en común. Llevamos rollos distintos.– Y Pablo Ibáñez y el Hombre de Negro... ¿En qué se parecen?– Nos gusta vestir de negro y la acción... ¡Me hace usted hablar en tercera persona, como Aida Nízar!– ¿Para qué utilizaría sus superpoderes el Hombre de Negro?– Para acabar con el dolor de los niños. Soy presidente de honor de la Fundación Juegaterapia, que ayuda a niños con cáncer, y estoy muy comprometido con esto. Es una de las mejores cosas que tiene este oficio y, por supuesto, la fama.– Si usted es el héroe, ¿quién es el villano?– No quiero caer en la demagogia. Se tiende mucho a criticar sin saber.– ¿La paciencia es la madre de la ciencia?– Sí, sí... ¡Y la constancia! Y el padre es la creatividad.– ¿Qué no tolera?– El abuso de fuerza. Y la injusticia. Últimamente veo muchas.– ¿Qué vicios tiene?– Pocos. Me encantan los deportes de acción. Y en el mar.– ¿Qué animal marino sería?– Un tiburón... ¡blanco! (risas).– Una curiosidad. ¿Cuántas gafas tiene?– Como 40 ó 50. Muchísimas.– «Los escotes de las mujeres miran a los ojos del Hombre de Negro»... ¿No utilizará las gafas para disimular soberanos repasos?– Quién sabe... (risas)– Comparte diseñador (de abrigo) con Lady Gaga. ¿Se siente una estrella?– Cuando actúo, sí. En la calle soy una persona normal a la que la gente aprecia mucho, y eso me hace sentir muy bien. Pero nada más.– ¿Boris Izaguirre aún le mira mal?– Sí, bastante. ¡Con el aprecio que yo le tengo! Aparte de cuando le quemé el pelo, me miró muy mal un día que le dije que le sentaba mejor un mono de obrero que la ropa que traía. Nunca he sentido una mirada de odio más potente... (risas) ¡Fue mucho peor que quemarle el pelo!– Confiese. ¿De qué color son sus bañadores?– Pues tenía algunos negros, pero este año me he comprado unos de colorines que se ven a kilómetros.– «El Hombre de Negro no mata el gusanillo, lo tortura». ¿Un sabor clavado en la memoria?– Las albóndigas de mi madre. ¡Mataría una vaca con mis propias manos solo para comerlas!– ¿Nevera playera o chiringuito?– Chiringuito.– ¿Y qué se toma?– Me encantan los chopitos.– Perdón, ¿chupitos?– No, no... ¡chopitos! Los chupitos no me gustan.– Disculpe mi oído... No hay cosas imposibles sino personas incapaces... ¿De qué no es capaz el Hombre de Negro?– De hacer daño a alguien por causas injustificadas.– ¿Sí lo haría con motivo?– Sí...– ¿Qué haría desaparecer?– La deuda. Y el paro.– ¿Qué le asusta?– No temo nada más que al miedo.– ¿Cuándo se lanzó al vacío?– El fin de semana pasado. Me tiré por un acantilado de diez metros.– Se rumorea que el Hombre de Negro se comió un cubo de Rubik y lo cagó resuelto. ¿Hay algo que no entienda?– Muchas cosas. Lo que peor llevo son las grandes preguntas de la humanidad, del tipo ‘por qué estamos aquí’. ¡No tengo ni idea!– ¿Es usted un moderno?– A mí me llaman mis amigos ‘el último it boy’ (risas). Me gusta la moda, sí. Pero con mi propio estilo.– ¿Qué estado tiene en ‘WhatsApp’?– Nunca lo he cambiado, la verdad... Pero pondría ‘inquieto’.– ¿Un sueño por cumplir?– Viajar al espacio.– ¿Cómo se consigue la felicidad?– Haciendo felices a los demás.
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