TÍTULO: Una entre tres mil
JUNTOS 23 AÑOS
-foto-Julio Iglesias difunde a través de las redes sociales su amor por Miranda y desmiente con ello los rumores de crisis
Desoyendo su propio consejo (¡Hey!, no vayas presumiendo
por ahí...) Julio Iglesias se ha lanzado a alardear de su magnífica
relación conyugal. Al comienzo del verano se extendió el rumor de que él
y Miranda ya no vivían bajo el mismo techo y desde entonces el cantante
no ha parado de buscar la forma de desmentirlo. Primero fue ese
significativo saludo que le hizo a la madre de sus últimos cinco hijos
desde el escenario del concierto que ofreció a principios de agosto en
Marbella: «Esta noche es importantísima para mí porque mi mujer lo está
presenciando», dijo. Aquello por lo visto no le pareció suficiente, tal
vez porque no pudo dedicarle el concierto por entero a su señora ya que,
con gran sensibilidad y sentido de la oportunidad, se lo dedicó también
a las víctimas del accidente ferroviario de Santiago. Pero ahora Julio
vuelve con toda la artillería pesada de su romanticismo otoñal (el mes
que viene hará 70 años) y aprovechando que acaba de cumplir tres de
casado ha subido a su perfil de Facebook una almibarada estampa
matrimonial que dice «Tercer aniversario de boda. 23 años juntos» y
lleva una contundente dedicatoria: «Gracias por llenar mi vida con tanta
felicidad». Solo le ha faltado añadir una pequeña posdata: «Para que
luego hablen de crisis...»
Miro esa imagen de Julio y Miranda y pienso en el gran
ensayo que podría haber escrito sobre comunicación no verbal la
psicóloga Flora Davis, de haberse dedicado ella a las frivolidades a las
que yo me dedico... A falta de Flora, esta periodista realizó ayer un
experimento antropológico casero (sobre el querer y el dejarse querer)
con su sobrina de 17 años. ¿Qué ves en esta foto?, le pregunté a
bocajarro. «A dos que están bien entre ellos». Vale, ¿quién está en
primer plano? «Él». ¿Y quién abraza a quién? «Ella a él». ¿Él no la
abraza a ella? «No. Tiene los brazos cruzados». ¿A dónde mira ella? «A
él». ¿Y él? «No sé... A la nada». Como diría Rajoy, fin de la cita.
Está claro, Julio ha encontrado en Miranda a la mujer de su
vida: guapa, elegante, pero sobre todo entregada, tolerante, atenta,
discreta y encantada de mantenerse siempre en un segundo plano para
dejar brillar a la rutilante estrellona global que es su marido. Vamos,
el sueño de David Bisbal... (¿No tendrá Miranda por ahí una hermana o
prima de veintitantos para el almeriense?) Miranda es esa mujer que
jamás le dirá a Julio lo que Vesper le dijo a James Bond: «Coge el
siguiente ascensor porque en este no hay suficiente espacio para mí y
para tu ego». Tal vez la rubia holandesa no sea una entre un millón pero
puede estar segura de ser una entre tres mil, que son las mujeres que,
según la leyenda, ha 'conocido' el cantante en el sentido bíblico. Mucho
ha llovido desde que se enamoraron y es cierto que muy a menudo no han
compartido ni el mismo techo ni del mismo material, pues ella se ha
pasado años bajo la palapa playera de su dorado exilio caribeño. Sin
embargo, pese a tantos distanciamientos o quizás gracias a ellos, Julio
continúa unido a esta mujer que, como él mismo llegó a decir, no tenía
«la menor curiosidad por saber lo que es estar casada». Ahora ya lo
sabe. Estar casada con un famoso es... Que cada cierto tiempo se empeñen
en separarte.
TÍTULO: LA VUELTA SE ACUERDA DE EXTREMADURA,.
La Vuelta a España mira de nuevo a Extremadura siete años
después de su última visita. En su 68ª edición, que arrancó el sábado
desde una batea en Vilanova de Arousa y finalizará en Madrid el 15 de
septiembre, la ronda ciclista descontará por carreteras extremeñas 210
kilómetros de sus 3.358,9. Serán dos etapas llanas, diseñadas para
esprinters, los días 29 y 30 de agosto. Mañana, la sexta etapa partirá
de Guijuelo para recorrer 175 kilómetros hasta Cáceres y el viernes, en
la 7ª, el pelotón partirá desde Almendralejo para llegar a Mairena de
Aljarafe (205,9 kilómetros). En 67 años, la Vuelta ha pasado unas
cuantas veces por la región, recurriendo en 52 ocasiones para instalar
su meta y su salida a ciudades extremeñas: Cáceres y Badajoz
principalmente, además de Mérida, Almendralejo, Plasencia, Olivenza y
Montijo.
Pero Unipublic llevaba siete sin acordarse de este asfalto
caliente que nunca deja indiferentes a los ciclistas. Ya sea por su
climatología, cruel en pleno mes de agosto, o por sus puertos (Honduras,
Tornavacas y el 'extremeño' La Covatilla), aquí siempre ha habido
espectáculo. Esta vez, la organización ha elegido las llanuras de
Cáceres y el escenario monumental de su capital, así como las rectas
interminables de la Tierra de Barros camino de Andalucía.
Así que, salvo sorpresa o escapada, habrá volata, como hace
exactamente siete años en Cáceres, el 29 de agosto de 2006, cuando Erik
Zabel se impuso con el último empujón de manillar a Thor Hushovd y Jean
Patrick Nazon. En aquella etapa, la cuarta, Almendralejo ejerció de
kilómetro cero, como repetirá por quinta vez en su historia el próximo
viernes. Otro día de transición para la carrera, que finalizará en
Sevilla.
Desde la 1ª edición, en 1935
En casi siete décadas de Vuelta, Cáceres ha sido la ciudad
extremeña que más veces ha madrugado para ver salir al pelotón, ocho, y
que más metas habrá acogido, una docena (incluida la del próximo
jueves). La ciudad monumental fue salida y llegada en 1935 y 1936, los
dos primeros años de la carrera española. Y volvió a repetir en 1941 y
1945, tras los parones de la ronda provocados por la Guerra Civil y por
la II Guerra Mundial. Desde entonces, volvió a hacer el doblete en 1946,
1969 y 1981, y dio el banderazo de llegada en 1991, 1994, 2004 y 2006.
Hasta hoy.
Almendralejo, por su parte, ocupa el cuarto peldaño del
podium, por detrás de Badajoz (7 salidas y 6 metas, aunque fuera ciudad
de la Vuelta por última vez hace la friolera de 22 años) y de Mérida (4
salidas y 4 llegadas, las más 'recientes' también en 1991). Como hará en
esta ocasión el viernes día 30, la ciudad de la cordialidad dio la
salida de una etapa cuatro veces, en los años 1945, 1994, 1997 y 2006. Y
paró el crono en las ediciones de 1945, 1997 y 2006. Ese año la Vuelta a
España se quedó tres días en la región. Llegó de Córdoba hasta
Almendralejo en el 3ª etapa, recorrió en la 4ª 135 kilómetros hasta
Cáceres y partió en la 5ª desde Plasencia para coronar La Covatilla.
Quedan horas para que vuelva. Y, por la intención política declarada del
presidente de la Junta, José Antonio Monago, es probable que no deje de
visitarnos en las próximas ediciones.
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