jueves, 15 de agosto de 2013

A quemarropa Albert Pla: «Mi droga favorita es pensar» / OCHO DE CADA DIEZ ESPAÑOLES SE OPONEN AL COPAGO SANITARIO,.

Albert Pla: «Mi droga favorita es pensar»TÍTULO;  A quemarropa Albert Pla: «Mi droga favorita es pensar» ,.

Él mismo es su peor pesadilla y no sabe cuál será su epitafio porque no morirá «nunca». Le cuesta perder los nervios, pero sigue teniendo ideas violentas contra políticos y banqueros,.

Dice Albert Pla (Sabadell, 1966) que, de saberse muchas cosas de su vida, habría pasado varias temporadas «en la cárcel». Casi mejor así. El artista catalán más inclasificable de los últimos tiempos nos sigue deleitando, en libertad, con su peculiar manera de... existir.
– A usted le han puesto todos los adjetivos posibles. Excéntrico, iluminado, irreverente... Hasta poeta lisérgico. Pero ¿cómo es Albert Pla?
– ¡Uy! No sé. No me hace falta definirme. ¿A usted sí?
– Solo en determinadas cuestiones, pero yo no soy el entrevistado. ¿Vestir con chándal por la calle solo tiene ventajas?
– Es bastante cómodo...
– En ‘La pandilla voladora’ participa con varios amigos como Tomasito, Muchachito Bombo Infierno, Canijo y Lichis. ¿Qué le falta a ese sueño?
– ¡Mujeres! (Risas) Solo le faltan mujeres...
– ¿Alguna, en concreto?
– (Piensa) Pues no... Además, empiezo después una gira con Bebe y con María del Mar Bonet.
– Es usted poco mitómano, ¿no?
– No, nada. Me gusta el trabajo de mucha gente, las canciones de muchos artistas. Y he trabajado con muchos grandes cuando he tenido la oportunidad.
– Se acerca al medio siglo de vida. ¿Qué ha aprendido?
– Mmmmm. Lichis dice que nada.
– ¿Y usted, qué dice?
– Que Lichis siempre tiene razón.
– En sus creaciones, ¿le visitan las musas o va usted a buscarlas?
– No, no. ¡Yo soy un muso en mí mismo! ¡Me retroalimento!
– Cataluña sin España, ¿qué es?
– ¿Por qué tiene que irse Cataluña de España o España de Cataluña? Es mejor que España pase a ser una provincia de Cataluña, no tenéis por qué iros. Con que habléis catalán... ¡No pasa nada!
– Y Barcelona capital...
– ¡Nooo! ¡¡Girona!! (Silencio) ¡¡Vamos a declarar la guerra a estos hijos de puta de Andorra!! (Silencio)
– ¿Sigue teniendo pensamientos violentos contra políticos y banqueros?
– Supongo que como todo el mundo, ni más ni menos.
– Denunciaba la burbuja inmobiliaria en sus letras hace más de diez años. ¿Se considera un visionario?
– No...
– Entonces hágame un vaticinio.
– (Risas) Esto acabará mal...
– Su mujer, Judit Farrés, actuó en pelota picada junto a usted. ¿Cómo acabó el espectáculo?
– Con dos hijos.
– ¿Cuándo fue la última vez que estuvo tentado de huir?
– (Piensa) Cuando actué con Judit en el escenario (risas).
– ¿Qué pondría en una pancarta?
– Tu vida es una puta mierda y lo sabes.
– ¿Una solución?
– Búscate la vida.
– Salió en televisión con el escudo del Madrid en la camiseta del Barça. ¿Qué le reportó aquello?
– Muchos ingresos. Sí. ¡Pagaron los dos equipos!
– No termino de creerme esto... ¿Cuál es su peor pesadilla?
– Yo.
– ¿Usa Spotify?
– El de Spotify vive muy bien. Es mejor que la gente se baje la música gratis, directamente, que dar dinero a Spotify, a Telefónica y no sé a quién cojones más.
– ¿Qué es lo más increíble que ha visto en la vida?
– Ahora mismo voy a comerme algo con una cosa en medio de un aspecto... Inexplicable.
– Entre Georgie Dann y King África, ¿con quién se queda para una canción del verano?
– No puedo decidirme...
– ¿Cuál fue su viaje más surrealista?
– Uffff... ¡Si se lo contara acabaría en la cárcel!
– Antonio Vega era un gran amigo suyo. ¿En qué sitio se recrea Albert Pla?
– Cantaba yo esa canción varias veces con Pascal Comelade. Qué gran canción... Voy a esperar a que se enfríe esta especie de mejunje que tengo delante para darme un bañito... y recrearme (risas).
– Usted es un ser tranquilo pero, ¿cuándo perdió los nervios?
– Me cuesta perderlos... Pero si le cuento la última vez que los perdí también me meterían en la cárcel...
– Aclaremos esto. ¿Cuántas veces habría acabado usted en la cárcel?
– Pues no sé, varias... ¿Cuánto le echan a los etarras más veteranos?
– No sé, depende...
– No, no le voy a dar pistas...
– ¿Qué le da miedo?
– Olvidarme de sacar los dos kilos de cocaína de la maleta y estar en la cola para entrar a Nueva York.
– Hablando de drogas, ¿cuál es su favorita?
– Pensar.
– ¿Y ya ha pensado en su epitafio?
– ¡Yo no me voy a morir nunca!

TÍTULO;  OCHO DE CADA DIEZ ESPAÑOLES SE OPONEN AL COPAGO SANITARIO,.
La Crónica (Guadalajara)

  1. Así, ocho de cada diez ciudadanos se oponen ampliamente a tener que pagar por acudir a la consulta del médico o a urgencias, según el ...
     

    Ocho de cada diez españoles se oponen al copago sanitario

    La valoración del sistema público de salud retrocede ligeramente por primera vez desde 2004, según el último barómetro ministerial


    Los españoles rechazan el copago sanitario en todas sus variantes.
    Así, ocho de cada diez ciudadanos se oponen ampliamente a tener que pagar por acudir a la consulta del médico o a urgencias, según el Barómetro Sanitario de 2012 publicado ayer por el Ministerio de Sanidad. También rechazan abrumadoramente (75,8%) aumentar el copago farmacéutico introducido por el Gobierno el año pasado. Ni siquiera están de acuerdo con que los pensionistas a partir de una determinada renta tengan que pagar una parte de sus fármacos. Sin embargo, el 67,5% de los españoles tampoco están dispuestos a que se eleven los impuestos para sufragar directamente el gasto sanitario, la otra posibilidad de financiar la sanidad pública.
    El barómetro muestra, además, cómo los recortes en la sanidad -7.000 millones de euros en 2012, año de la encuesta- empiezan a tener consecuencias en la atención de los ciudadanos y, por tanto, en la valoración que realizan del servicio. Aunque los encuestados dan un aprobado a la sanidad pública con un 6,57, la nota significa un retroceso de dos centésimas respecto a 2011. A pesar de tratarse de una pérdida exigua supone la primera disminución de la valoración desde 2004. De hecho, este descenso es más acusado al preguntar por el funcionamiento del sistema sanitario. Y es que el 70,6% de los españoles considera que funciona bien o muy bien. Una cifra que supone dos puntos y medio menos (73,1%) en comparación con el año anterior y más de tres puntos de caída respecto al máximo de 2010 (73,9%).
    Es decir, la percepción es positiva, pero claramente descendente.
    En cualquier caso, todas las áreas del sistema aprueban, aunque la más valorada es la atención primaria (7,3), seguida de los especialistas (6,83), la asistencia en los hospitales (6,79) y las urgencias (6,08).
    Entre los aspectos más valorados de la atención primaria se encuentran la cercanía de los centros (8,09) y la confianza que transmite el médico (7,8).
    Una vez más, la principal queja de los ciudadanos tiene que ver con las listas de espera tanto en atención primaria como en las consultas de los especialistas o en los ingresos hospitalarios. En concreto, los encuestados suspenden con un 4,9 el tiempo que tarda un médico en verle desde que pide la cita y apenas valoran con un 5,04 el tiempo que se tarda en realizar las pruebas diagnósticas. Además, un 58,8% de los encuestados asegura que nunca o casi nunca logra cita en su centro de salud para el mismo día. En concreto, la media se sitúa en los 3,57 días. El tiempo para acudir a un especialista es considerablemente mayor. El 48,4% de los españoles debe esperar entre uno y tres meses para lograr la cita, un 17,2% hasta seis meses y solo el 16,2% logran ser atendidos en los 15 días después de solicitarlo.
    Más conformes se muestran los españoles con el trato y la información transmitida por el médico (7,29) o el número de especialidades a las que tiene acceso (7,64) así como a los medios técnicos existentes en los centros (7,54). Resultados similares obtiene la valoración de los hospitales públicos, donde vuelve a suspender (4,84) el tiempo de espera para un ingreso no urgente.
    La mayoría de las personas que acudieron a urgencias por decisión propia -es decir, sin una indicación médica- (43%) se debió a la falta de coincidía con el horario del médico de cabecera y en segundo lugar (35,6%) porque consideraron que en el hospital había más medios para ser tratados.
    En medio de las protestas sobre la privatización de seis hospitales en la Comunidad de Madrid, los españoles dejan claro en el barómetro su preferencia por los centros públicos frente a los privados en todas las áreas sanitarias (atención primaria, asistencia especializada, hospital y urgencias). Además, los españoles consideran que la sanidad pública es superior a la privada respecto a la tecnología y medios de que dispone (66,9%), en la capacitación de los médicos (61%), de las enfermeras (60,2%) así como de la información y el trato que reciben los usuarios (49,5%).
    Por contra, consideran más ventajoso un centro privado por la rapidez en la atención (61,5%) -sin listas de espera- y el confort de las instalaciones (52,2%).

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