jueves, 15 de agosto de 2013

La enseñanza y la maternidad son mi cruz y mi pasión, aunque compensan el esfuerzo,./ Las huellas del deporte -

TÍTULO: La enseñanza y la maternidad son mi cruz y mi pasión, aunque compensan el esfuerzo,.

«Este periodo de 'desaceleración' puede hacer que algunas regiones dejen de correr a la velocidad que lo hacían y, si sabemos aprovechar esa circunstancia, nos dará tiempo a acercarnos. Es cuestión de llegar a creer en nosotros mismos» ,.

-Para quien no le conozca, ¿usted es?
«La enseñanza y la maternidad son mi cruz y mi pasión, aunque compensan el esfuerzo»-Soy profesora a título principal. Además, soy madre a jornada completa. A la enseñanza llevo dedicados veinticinco años de mi vida y a la maternidad, dieciocho. Ambas actividades son mi cruz y mi pasión aunque, en general, las alegrías que me reportan compensan ampliamente los esfuerzos que conllevan.
-¿Cómo resumiría, brevemente, la época que nos toca vivir?
-Es una época en la que cada día está tan cargado de sucesos que podría aparecer en los libros de historia de nuestros nietos. Un momento con muchos más medios que fines y con tantas posibilidades que deberíamos aprender a pararnos para contemplar el inmenso potencial que tenemos ante nosotros antes de lanzarnos a utilizarlo.
-Será una época positiva porque.
-Habremos aprendido a valorar cosas que dábamos por hechas y que son más frágiles de lo que creíamos: la justicia, la libertad, los derechos adquiridos.
-O quizás será lo contrario porque.
-Habremos perdido demasiadas conquistas sociales que costaron mucho esfuerzo y que quizás algún día, como en el libro de Orwell, alguien negará que hubiésemos llegado a disfrutar.
-¿Cómo saldremos de esta en Extremadura? ¿Mejores, peores, más, menos, más lejos, más cerca.?
-Supongo que, en el fondo, este periodo de «desaceleración» puede hacer que algunas regiones dejen de correr a la velocidad que lo estaban haciendo y, si sabemos aprovechar esa circunstancia, nos dará tiempo a, si no alcanzarlas, al menos acercarnos. Es cuestión de llegar a creer en nosotros mismos.
-¿Comentar la actualidad supone un reto, un riesgo, un placer, un dolor.? ¿Por qué?
-Supone, por un lado, un pequeño desafío y, por otro, un privilegio. Sentarse cada semana ante el ordenador intentando contar algo de una manera amena para el mayor número de personas desde el respeto e, inevitablemente, el compromiso. Pero, sobre todo es un gusto cuando piensas en el posible lector que te concede unos minutos de su tiempo. Esto es algo que anima a la vez que impone bastante.
-¿Y hacerlo en el HOY implica.?
-En un mundo donde se emiten millones de opiniones por minuto, contar con una ventana en un periódico con el prestigio del diario HOY aporta un respaldo de seriedad y confianza, sin perder la cercanía que implica un medio local. Es como opinar para los amigos sin imponerles que te atiendan.
-Son muchas las veces que se muerde la lengua? ¿Con qué temas, personas o noticias de actualidad?
-En general siempre he opinado de todo y con completa libertad, respetando a los que piensan diferente, pero sin dejar de exponer lo que quiero. No suelo utilizar un lenguaje demasiado duro. Para la crítica prefiero la ironía. Solo una vez me retiraron un artículo. El tema, la Familia Real.
-¿Cuáles son sus temas fetiche, aquellos por los que irremediablemente siente más atracción o interés?
-Los cotidianos. Incluso cuando hablo de temas aparentemente lejanos, temas de otros países, científicos o específicos, procuro acercarlos a nosotros, convertirlos en esa pequeña intrahistoria que, al final, es la que a todos nos interesa.
-¿En quién piensa cuando escribe? ¿A qué perfil o prototipo de lector se dirige?
-No pienso en un perfil determinado. Escribo lo que a mí me gusta y doy por supuesto que habrá alguien a quien le parezca interesante. Hay temas y días en los que consigues llegar a más gente y otros en los que claramente las cosas no terminan de cuadrarte como esperabas.
-¿En quién se inspira? ¿Qué escritores o columnistas son sus referentes?
-Me inspiro en lo que tengo alrededor: alumnos, amigos, noticias, el señor con quien compartes la cola del súper... En cuanto al estilo, admiro, aunque me creo incapaz de imitar, a escritores como Juan José Millás, Elvira Lindo y, cómo no, a nuestra extremeña Pilar Galán.
-¿Recuerda alguna columna especial por su repercusión o consecuencias, fuesen positivas o no?
-Citaría dos, una negativa y otra positiva. La negativa fue aquella vez que escribí contra la intervención española en la guerra de Irak. Alguien mandó al periódico una columna, tomando como base la mía, escrita en un lenguaje poco correcto y con opiniones totalmente opuestas. Por error, a la semana siguiente apareció con mi foto y mi firma. Era cuestión de incoherencia y, sobre todo, de estilo. La positiva fue un artículo a modo de fábula que escribí dedicado a Esperanza Aguirre y su manía persecutoria contra los profesores. Un día, para mi sorpresa, la descubrí pululando por toda la Marea Verde madrileña, leyéndose en manifestaciones de docentes y hasta comentándose en algunos institutos.
-¿Qué se pierden los extremeños que no leen a los columnistas de HOY?
-Se pierden conocer más de cerca las cosas que preocupan a gente como ellos en su misma tierra. Hay gente muy buena en Extremadura escribiendo con la visión peculiar que da vivir en esta preciosa esquinita del mundo desde donde observar, sin las prisas de las grandes urbes, las cosas que pasan cada momento.
-¿En verano lee más de lo habitual? ¿Qué lee? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?
-Me gustaría decir que cada verano cumplo mis propósitos de lectura pero, aunque leo más de lo habitual, nunca consigo leer tanto como me propongo. Suelo releer algún clásico, reservo algún best-seller de amor y lujo para las horas de más pereza y me preparo algún tema serio, ensayo, historia, psicología. para compensar. Ahora, por ejemplo, acabo de releer 'Cien años de soledad' en un libro con las hojas sueltas que tengo desde los diecisiete años.
-¿Estas fechas son idóneas para.?
-Estar más con la familia y poner en orden todo lo que hemos arrinconado durante el invierno. Ya sea un cajón de papeles o una conversación pendiente con algún amigo. O enemigo.
-El curso que viene se ha propuesto.
-A estas alturas he dejado de proponerme cosas. No soporto tener, después, grandes cargos de conciencia.

TÍTULO; Las huellas del deporte -.

EXPOSICIÓN,.

Las huellas del deporte

Una exposición en el Museo del Traje repasa la historia de las zapatillas desde el principio del siglo XX hasta la actualidad,.
 
Unas simples botas montadas toscamente sobre unas pequeñas ruedas. He aquí unas rudimentarias zapatillas de hockey. Así se confeccionaron los primeros calzados deportivos a comienzos del siglo XX, cuando la creatividad y el ingenio primaban ante la ausencia de la sofisticación de la tecnología actual. Un tiempo en el que los ciclistas ascendían los Pirineos pedaleando con unos zapatos que bien podían usarse para pasear y los jugadores de tenis se desplazaban por la pista con un calzado recubierto con lona (tela ligera) como único avance técnico. Estas primigenias zapatillas deportivas y su evolución a lo largo de un siglo pueden contemplarse hasta el 22 de septiembre en la exposición gratuita 'Pisando metas: historia del calzado deportivo' en el Museo del Traje.
Las zapatillas son para cualquier deportista de hoy en día una herramienta fundamental para desarrollar su trabajo. Sin embargo, no siempre fue así. La muestra reúne una selección de 32 piezas de zapatos de competición cedidos por el Museo del Calzado de Elda que repasan la progresiva mejora de este elemento en las distintas disciplinas: boxeo, golf, rugby, remo, fútbol... Los visitantes pueden contemplar desde unas primitivas cuchillas para una zapatillas de patinaje sobre hielo de 1903 hasta las sofisticadas botas con las que la alpinista Edurne Pasaban coronó los 14 ochomiles. También destacan las zapatillas con las que Rafa Nadal disputó la final de Wimbledon en 2007 y el calzado usado por Severiano Ballesteros en diversos torneos,.

No hay comentarios:

Publicar un comentario