TÍTULO; Carlos Slim mueve ficha,.
El septuagenario mexicano Carlos Slim, inversor en más de 200 empresas y poseedor del patrimonio más abultado del globo terráqueo, .
Carlos Slim mueve ficha
El magnate mexicano, el hombre más rico del planeta, desconecta jugando al dominó en una aldea gallega
El septuagenario mexicano Carlos Slim, inversor en más de
200 empresas y poseedor del patrimonio más abultado del globo
terráqueo, ha hecho estos días su particular agosto en Galicia.
Propietario de una fortuna de casi infinitos ceros -73.000 millones de
dólares-, ha escogido para pasar un largo fin de semana el bar Moncho de
Avión, en Ourense. Un lugar reservado para la tertulia, que se
promociona por el buen vino y su especialidad culinaria: las carnes a la
brasa.
Allí, en la humilde tasca de suelo de terrazo, mesas de
rústico roble y sillas de asiento de paja, pudo enfrentarse el magnate
mexicano a una operación con 28 fichas rectangulares, las del dominó,
acompañado por su buen amigo y anfitrión, Olegario Vázquez Raña, hijo de
emigrantes de este municipio gallego y titular de un 'holding' de
sanidad, comunicación, turismo y finanzas en el país azteca.
Slim aterrizó el jueves en el aeropuerto vigués de Peinador
y desde allí se dirigió en Rolls Royce a la mansión de Vázquez Raña,
donde éste celebraba el cumpleaños de su mujer, Ángeles Aldir. Ayer se
fueron a la tasca, donde Carlos Slim, según 'Forbes' el hombre más rico
del mundo, pidió una tónica y se detuvo a comprar un helado de la marca
Frigo. «¿Éste es nuevo, no?», preguntó señalando uno de los que ofrecía
la carta.
Poco después de mediodía acudió a la misa, coincidiendo con
las fiestas patronales. A la salida se había corrido ya la voz de la
llegada de tan insigne visitante y muchos vecinos pidieron retratarse
con el magnate, que todo amabilidad y paciencia se prestó a ello sin
escabullirse. Posteriormente caminó junto a los demás en la procesión en
honor de san Roque, acompañado por el arzobispo mexicano Norberto
Rivera y su amigo Olegario.
Con pantalón blanco de hilo y camisa desabrochada, Slim
aparentaba ser cualquier cosa menos un inversor despiadado. Pese a su
enorme riqueza, este hombre aficionado al béisbol, el fútbol americano,
la música en vivo, pilotar coches y, desde hace unos años, los libros de
economía e historia, se mostraba campechano y cordial al tomar posición
ante la mesa de juego. Junto a él, su amigo Vázquez Raña, su
compatriota Miguel Rincón, dueño del mayor emporio papelero de México,
y, como marca la tradición, el notario del pueblo, Daniel Goñi, en
representación de las fuerzas vivas locales. Si a los auténticos
tiburones de las finanzas no les gusta perder ni al dominó, Slim no dio
la más mínima muestra de poseer la agresividad del escualo. Con una
sonrisa perenne en el rostro, animaba afablemente a los periodistas
apostados a la puerta del negocio hostelero a que contemplaran sus
estrategias y maniobras para vencer: «Pasad, pasad».
Mientras las fichas se iban alineando sobre la mesa, Carlos
Slim, atento a la jugada, no bajaba la vista ni para dar un sorbo. Era
un parroquiano más.
TÍTULO; NO ESTOY ASOCIADO CON EL EXITO,.
El
actor Kiefer Sutherland (Londres, 1966) regresa a la pequeña pantalla
con la serie Touch (martes a las 22.30 horas en Cuatro), convertido ...
El actor Kiefer Sutherland (Londres, 1966) regresa a la
pequeña pantalla con la serie 'Touch' (martes a las 22.30 horas en
Cuatro), convertido en un padre que trata de descifrar los mensajes de
su hijo autista.
- ¿Qué le llevó a cambiar después de tantos años trabajando en la serie '24'?
- La única respuesta que se me ocurre es el guion. Estaba
interpretando una obra de teatro en Nueva York e iba a rodar una
película. Acababa de terminar '24' y no tenía pensado regresar a la
televisión porque exigía un gran compromiso. Pero, cuando me ofrecieron
'Touch' y me dijeron que solo eran trece episodios al año, ni me lo
pensé. Es una gran serie, basada en una idea muy original. El mensaje de
'Touch' es bellísimo y la intimidad que conseguimos retratar entre
Martin Balman y su hijo es algo que no se ha visto hasta ahora en la
televisión.
- ¿Le inspira lo espiritual?
- Cuando quieres ser comercial, la palabra 'espiritual' es
muy peligrosa. Hay gente que va a describir 'Touch' como espiritual. Yo,
personalmente, elegiría otro término. Uno siempre escucha la frase:
'Ese tipo estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado'. O todo lo
contrario: 'Estaba en el peor lugar, en el peor momento' . La serie
habla de esas coincidencias, convive con la idea de que todo ocurre por
una razón. Todo lo que hacemos tiene una consecuencia y esa consecuencia
afecta en cadena a mucha gente. Jugamos con la idea del destino y de
las emociones creando una dinámica sensacional entre un padre y un hijo
autista.
- ¿Cuál es el secreto para trabajar con niños?
- Tratarlos con respeto en todo momento sin dejar de
decirles quién es el jefe. Mi hijo en la ficción es un chico
sensacional, increíble. Fue el primero con el que hice la prueba de los
veinticinco que seleccionaron inicialmente para el papel. Aunque todos
eran maravillosos, hubo algo especial en él que me llamó la atención
desde el primer momento.
- ¿Es consciente de que Jack Bauer, su personaje en '24', le va a acompañar durante el resto de su vida profesional?
- Sí. Para bien o para mal. Soy consciente del efecto que ha tenido sobre el público.
- ¿Y sobre usted?
-Una de las razones por las que Bauer se parece a mí es
porque ninguno de los dos va a estar nunca asociado con el éxito. Ahora
estoy entregado a 'Touch', pero pienso en mi personaje de la misma forma
que pensaba en Bauer cuando rodaba '24', un ochenta por ciento del día
me parece fantástico y un veinte por ciento solo regular.
«Querría ser más alto»
- ¿Ha llegado a convertirse en el actor en que quería?
- Todavía estoy averiguando quién quiero ser. ¡Nunca conseguí ser tan alto como deseaba! (risas)
- Fuera de la pantalla ha creado un sello que produce discos a muchos grupos.
- Sí. Es una pequeña compañía discográfica con la que
produzco a grupos de música independientes. Cuando empezamos lo hicimos
de una forma inocente, grabando a los amigos que nos gustaban,
alquilando un estudio. Pero poco a poco nos hemos convertido en una
entidad productora de gran envergadura. El cine y la música son negocios
muy difíciles a los que la piratería está matando. Antes grupos como
Fleetwood Mac o Led Zeppelin podían permitirse el lujo de publicar cinco
o seis álbumes hasta encontrar su camino. Los pobres chavales de hoy en
día tienen que triunfar con tres canciones o acaban perdidos en el
limbo porque nadie los reconoce. Es terrible. Espero que pronto
lleguemos a una revolución musical porque la necesitamos. El mundo de la
música se sustenta con las giras porque es el único contexto en el que
pueden sobrevivir.
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