Además de la inversión económica, es una inversión emocional y bonita para mi futuro». Lo dijo Rafa Nadal-foto- hace unos días en Cozumel, ..
Además de la inversión económica, es una inversión emocional y bonita
para mi futuro». Lo dijo Rafa Nadal hace unos días en Cozumel, la isla mexicana
donde va a invertir nada más y nada menos que 10,6 millones de euros (14
millones de dólares) en un complejo hotelero. Más razones: porque «es bonito
invertir en el lugar donde realmente uno se siente bien», porque «me apasiona la
naturaleza y el mar y este es un paraíso natural», salvando las distancias,
suponemos, con su querida Menorca.
El mejor tenista de todos los tiempos en tierra batida se ha
embarcado en un ambicioso proyecto hostelero que dirije el grupo AM Resort y su
anterior propietario, el empresario Alejandro Zozaya. Su inversión contribuirá a
renovar el hotel Secret Aura, uno de los más emblemáticos de la isla caribeña, y
a financiar el Sunscape Sabor Cozumel que, a partir de mediados de abril,
ofrecerá lujo y naturaleza a clientes con alto poder adquisitivo. Allí, en
Cozumel, frente a la playa del Carmen, lugar privilegiado, arriban una media
diaria de ocho grandes cruceros. Y cerca, en la exclusiva Playa Nueva Romana, en
la República Dominica, el menorquín ha comprado también una parcela para
construirse una casa. Está claro que el ganador de 11 títulos de Grand Slam
cambiará en un futuro el Mediterráneo por las cálidas aguas del Caribe.
Mansión victoriana
Su rival, Andy Murray, actual número 3 del mundo, ha optado por
invertir en Escocia, su tierra natal. De momento, ha desembolsado 2 millones de
euros (1,8 millones de libras) en la compra de una espléndida mansión victoriana
llamada Cromlix House, levantada en 1874 y situada cerca de Dunblane, en el
centro de esa autonomía. En este caso, a las razones económicas, se suman las
sentimentales. Cerca de la construcción que ha sido hotel de cuatro estrellas
hasta el pasado año, nació el ganador de la medalla de oro de los Juegos
Olímpicos de Londres 2012, y allí se casó su hermano hace tres años. Lagos con
truchas, prados y 20 hectáreas de bosque. «Espero convertirlo en negocio de
éxito y así asegurar su futuro», dijo Murray, de 25 años. Y el suyo,
también.
TÍTULO: LA CARA Y LA CRUZ EN OLIVENZA,.
La
cara y la cruz. El día y la noche. El yin y el yang o, lo que es lo mismo,
el ganado de la matinal del domingo en Olivenza y el de la,.
La cara y la cruz. El día y la noche. El yin y el yang o, lo que es
lo mismo, el ganado de la matinal del domingo en Olivenza y el de la vespertina.
Dos conceptos antagónicos. Y es que, si los novillos de 'El Freixo' encandilaron
a los aficionados por su buena presentación y juego, los toros de Zalduendo se
convirtieron en protagonistas por su mala presencia y comportamiento, que
deslucieron una tarde en la que las tres figuras que se anunciaban poco pudieron
hacer con ellos (y no porque no lo intentaran).
Como dato anecdótico y objetivo, alguno de los toros que se
estoquearon por la tarde pesaron menos que los novillos de la matinal. De ellos
pudieron disfrutar los cuatro actuantes, pero especialmente José Garrido y
Posada de Maravillas, que salieron a hombros, el último tras indultar a
'Corremantas' el ejemplar de 'El Freixo' herrado con el número 39, de 460 kilos
de peso al que instrumentó una gran faena en la que tuvieron un especial
protagonismo los naturales, de bella factura. El mayoral, José Manuel Mendez,
también abandonó el coso por la puerta grande.
Quien sabe si hubiese podido acompañarles Miguel Ángel Silva, que
cortó una oreja a su primero y no pudo hacer nada con el segundo de su lote, que
se pegó un fuerte golpe en un burladero y pareció quedase sin fuerzas. No le
respondían los cuartos traseros y no tuvo opciones el segedano. También podría
haber triunfado Lama de Góngora, de no haber fallado con los aceros en el que
cerró plaza, pues también paseó un apéndice del primer ejemplar que lidió.
Se unieron en Olivenza cuatro novilleros con ganas de triunfar y ocho
novillos que embestían y transmitían a los tendidos, y regalaron a la afición
una faena memorable, de las que crean interés por la fiesta y de las que ayudan
a reconciliarse con el toreo. Por varias razones, entre ellas el ansia de
triunfo que derrocharon los actuantes y sobre todo, la oportunidad de disfrutar
de un soplo de aire fresco.
De todos ellos se pueden resaltar aspectos positivos y los
aficionados recordarán las faenas durante mucho tiempo. Sin embargo, pocas cosas
pueden destacarse del festejo vespertino. Morante, Manzanares y Talavante se
vieron las caras con un encierro de Zalduendo sin opciones, que hizo aburrida la
tarde y en el que tan solo hubo pinceladas de calidad.
Lo que también hubo fue protestas del público con respecto a los
toros. Tantas que el presidente devolvió a los corrales al segundo de Morante,
un ejemplar manso, pero que no presentaba ninguna cojera o descoordinación de
sus cuartos traseros. Simplemente adolecía de falta de casta y raza.
Lástima que una tarde de tanta expectación terminase con tanta
decepción, como se la llevaron también los aficionados que compraron su entrada
y no pudieron acomodarse en sus asientos. Quizás sea necesario algún tipo de
control para evitar que se formen largas colas a la hora de acceder al coso y
llegar a los asientos.
Los que sí pudieron acomodarse fueron los profesionales que se
acercaron ayer a Olivenza, sobre todo matadores de toros como 'El Juli' (en su
debut como ganadero en novillada picada) que recibió el brindis de Lama de
Góngora o Antonio Ferrera y Raúl Gracia 'El Tato', a los que José Garrido brindó
su primer novillo.
También Ferrera se llevó el brindis del que abrió plaza, de Miguel
Ángel Silva. Estuvo en el coso Ambel Posada, al que su hermano brindó el novillo
con el que debutaba con los del castoreño. Además le acompañaban Antonio Posada
y Luis Álvarez, que disfrutaron de su toreo desde el callejón.
Otros matadores que no quisieron perderse la cita fueron Roberto
Domínguez, acompañado por la presentadora de televisión, Elena Sánchez, Diego
Silveti, Javier Solís, Israel Lancho o Curro Vázquez. Igualmente novilleros como
Tulio Salguero, Tomás Campos o Jesús Díez apoyaron a sus compañeros desde el
tendido, junto a muchos alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz, a la que
pertenecían tres de los cuatro actuantes.
Debut... como apoderado
No solo hubo debut en la matinal. En el festejo vespertino debutaba
como apoderado de Morante de la Puebla, Antonio Barrera, que estuvo arropando a
su torero todo el festejo. Al igual que lo hicieron Toño Matilla con José María
Manzanares -también presenció la corrida el padre del matador- o Manuel Martínez
con Alejandro Talavante, quien por cierto se resguardó del frío oliventino
usando guantes de lana.
Repitió en la plaza el cantante Manolo García, aunque en esta ocasión
no se llevó ninguno de los brindis. No estuvo la tarde para muchas
dedicatorias...
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