sábado, 23 de marzo de 2013

EL HORÓSCOPO KEIRA KNIGTHLEY,. / SALUD, NOSOTROS, AMARSE HASTA EL FINAL,.

TÍTULO: EL HORÓSCOPO KEIRA KNIGTHLEY,.

Keira Christina Knightley (n. Teddington, Londres, Inglaterra; 26 de marzo de 1985) es una modelo y actriz británica de cine y televisión nominada al premio Óscar y conocida por los papeles de Elizabeth Swann en Piratas del Caribe, Elizabeth "Lizzy" Bennet en Orgullo y prejuicio y como Cecilia Tallis en Atonement.

Nació en Londres, Reino Unido, el 26 de marzo de 1985. Es hija de la dramaturga Sharman MacDonald y del actor Will Knightley. Tiene un hermano llamado Caleb, que se dedica al mundo de la música.
Keira supo desde pequeña que quería ser actriz. Con tan sólo 3 años les pedía a sus padres que contrataran a algún representante artístico, ya que ella quería triunfar en la televisión.
Sus padres estuvieron de acuerdo en su elección, pero siempre fueron muy estrictos en cuanto a su educación.
Desde los seis apareció en programas de televisión, debutando en la pantalla grande con el personaje de Natasha Jordan en la película británica Dos mujeres (1994), dirigida por Moira Armstrong.
Fue elegida como la actriz de películas más glamurosa por la revista Glamour en 2004, y en 2007 la mujer más bella de Gran Bretaña, según la encuesta de la cadena televisiva ITN. Ha sido portada de prestigiosas revistas como Vogue, Elle, Vanity Fair o Cosmopolitan, que la han incluido en numerosas ocasiones entre las mejor vestidas.
Keira ocupa el segundo lugar en la lista de los británicos menores de treinta años más ricos, con una fortuna estimada de 30 millones de libras. En el podio le acompañan los también actores Daniel Radcliffe, Emma Watson y Robert Pattinson.

 Comienzo de su carrera artística

Poco después de cumplir los 17 años de edad la actriz británica abandona sus estudios para centrarse en su carrera cinematográfica. La carencia de estudios universitarios lleva a la actriz a leer y estudiar fuera de su actividad profesional hoy en día, a pesar de su dislexia, que padece desde sus 6 años. En una entrevista en la revista británica Tatler[1] la actriz realiza una declaración diciendo:
Soy, completamente, una inculta. No ir a la universidad me ha dado una fuerza increíble (para aprender cosas), pues eso te deja un ligero resentimiento.[2]

 Carrera

 Cine y televisión

Fotografía de Keira Knightley en el Festival Internacional de Cine de Toronto de 2005.
Keira, quien sufrió de dislexia, dio sus primeros pasos dentro del mundo de la interpretación en el colegio y en producciones juveniles. Su primera aparición en Hollywood fue en el año 1999 interpretando a Sabé, la encargada de suplantar a la reina Padmé Naberrie Amidala (Natalie Portman) en Star Wars Episode I: The Phantom Menace, de George Lucas.
Consiguió su primer papel como protagonista en 2001, cuando interpretó a la hija de Robin Hood en la película para televisión Princess of Thieves, producida por Walt Disney. Durante ese año también apareció en The Hole y en una adaptación para televisión de la película Doctor Zhivago. Se dio a conocer gracias a su papel co-protagonista en la comedia social británica Quiero ser como Beckham, en el año 2002.
Saltó al estrellato al participar en 2003 en Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, de Gore Verbinski, en el papel de Elizabeth Swann. Compartía protagonismo con Johnny Depp y Orlando Bloom. La película entró en la lista de las películas más taquilleras de la historia y convirtió a Keira en una hit-girl.
Luego participó en la comedia romántica británica Love Actually (2003). Su siguiente película fue El rey Arturo, del año 2004, en la que interpretaba a Ginebra. Para este papel tuvo que tomar lecciones de lucha e hípica.
En 2005 se estrenaron tres películas suyas. La primera fue The Jacket, un thriller protagonizado por Adrien Brody y que fue calificada por la crítica como poco original y desastrosa. La siguiente fue Domino, de Tony Scott, una película de acción basada en la vida de la cazarrecompensas Domino Harvey, que fue otro fracaso para la crítica, la cual insinuaba que Keira no era más que una cara bonita.
Sin embargo, todo cambió con el estreno de Orgullo y prejuicio, una adaptación de la novela de Jane Austen. Su papel como Elizabeth Bennet supuso una reconciliación con los críticos y le valió una nominación a los Globos de Oro y otra a los premios Óscar.
En 2006 y 2007 se estrenaron la segunda y tercera parte de Piratas del Caribe. También participó en Seda, una adaptación de la novela de Alessandro Baricco. Con Expiación, en la que trabajó con James McAvoy, volvió a conseguir una nominación a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Actriz Dramática y otra a los premios BAFTA.
A mediados de 2007 se estrenó En el límite del amor (The Edge of Love), una película sobre la vida del poeta galés Dylan Thomas. En ella, Keira trabajó con Cillian Murphy, Matthew Rhys y Sienna Miller, con la que comparte una gran amistad. En 2008 trabajó en La duquesa, una película basada en la biografía de Georgiana Cavendish, la controvertida duquesa de Devonshire.
Tras un tiempo alejada del mundo cinematográfico, Keira volvió en 2010 con tres películas, Never Let Me Go, basada en la novela de Kazuo Ishiguro; Last Night, con Eva Mendes y Sam Worthington y London Boulevard con Colin Farrell.
En 2011 se estrenó la película A Dangerous Method, de David Cronenberg, en la que comparte cartel con Viggo Mortensen, Michael Fassbender y Vincent Cassel. Basada en los estudios y la vida de Carl Gustav Jung y Sigmund Freud, Keira interpreta a Sabina Spielrein, amante y paciente de Jung y posteriormente psicoanalista.
En 2012, volvió a la comedia compartiendo protagonismo con Steve Carrell en Seeking a friend for the end of the world.
En el otoño de 2011 comenzó a rodarse la adaptación de la novela de León Tolstói Anna Karénina, de Joe Wright, con Keira en el papel principal, volviendo así al rol de protagonista. La película se estrenó el 7 de septiembre de 2012.
En mayo de 2012 substituyó a Scarlett Johansson como protagonista de Can a Song Save Your Live?, que cuenta la historia de una joven cantante que se traslada hasta Nueva York en busca del éxito. Compartirá escena con Mark Ruffalo y Hailee Steinfeld.
En 2013, podremos verla una vez más en la gran pantalla de la mano de Kenneth Brannagh y compartiendo escena con Chris Pine en la película Jack Ryan: Moscow; en la que interpreta a la mujer del espía.
Se rumorea que podría ser la protagonista de Untouched, que se centra en la figura de Effie Gray, esposa del famoso crítico de arte John Ruskin.

Teatro

Knightley debutó en teatro en el West End, participando en The Misanthrope, una versión adaptada por Martin Crimp de la comedia de Molière. La obra se realizó en el Comedy Theatre de Londres en diciembre de 2009. Las críticas sobre su papel como Jennifer fueron, en general, positivas. Consiguió una nominación a los Laurence Olivier Awards, como Mejor Actriz Secundaria. También recibió una nominación al Evening Standard Award nomination (Natasha Richardson Award) como Mejor Actriz.
El 22 de enero de 2011 estrenó The Children's Hour, en la que interpreta a Karen Wright. La obra estuvo en el Comedy Theatre hasta el 7 de mayo de 2011.

 Imagen de Chanel

Keira Knightley firmó en el 2007 un contrato de 1 000 000 £ para ser la nueva imagen del perfume de Chanel Coco Mademoiselle, sustituyendo a la modelo británica Kate Moss, quien fue la imagen del perfume durante 7 años.
En septiembre de 2010 rodó en París un nuevo anuncio para la marca junto al actor argentino Alberto Ammann, el cual se estrenó el 21 de marzo de 2011.

 Vida personal

Keira Knightley en los premios BAFTA (2008).
Keira vive actualmente en Mayfair, en el centro de Londres.
Fue pareja del actor Jamie Dornan, desde el 2003 hasta el 2005. Luego tuvo una relación con el actor inglés Rupert Friend, a quien conoció durante el rodaje de Orgullo y prejuicio (2005) y con quien rompió en diciembre de 2010. Actualmente está comprometida con el vocalista de Klaxons, James Righton.
Es aficionada del club de fútbol inglés West Ham United. Ha conseguido ser portada de prestigiosas revistas y ha trabajado al lado de grandes actores como Johnny Depp, Viggo Mortensen o Colin Firth[cita requerida].
Su delgadez ha creado rumores de una posible anorexia, pero la actriz ha declarado que jamás ha padecido dicha enfermedad e incluso llegó a demandar al Daily Mail por afirmar lo contrario.
A los 22 años, pensó seriamente en retirarse del mundo de la actuación, idea que desecharía gracias a su amiga Carey Mulligan.
El 27 de marzo de 2011, acudió a los Jameson Empire Awards, donde recibió el Empire Hero Award de manos de James McAvoy.

 Labor humanitaria

Keira es la cara de la campaña de Amnistía Internacional a favor de los derechos humanos.
En 2006, Keira subastó el vestido exclusivo de Vera Wang que llevó en los Oscar, donando los beneficios obtenidos a Oxfam Internacional.
Participó en 2007 en una serie animada llamada Robbie the Reindeer, poniendo voz a uno de los personajes. Los ingresos de esta producción se donaron a Comic Relief. En 2004 realizó un viaje de beneficencia a Etiopía, junto a un grupo de personas entre las que se encontraba Richard Curtis, director de Love Actually.
En abril de 2009, apareció en un anuncio en contra de la violencia doméstica, dirigido por Joe Wright e impulsado por Women's Aid, un grupo de ayuda a mujeres y niños. El video generó cierta controversia debido a su crudeza. Algunos colectivos lo consideraron demasiado violento y otros lo apoyaron, por su manera realista de mostrar lo que es la violencia de género.
En noviembre de 2010, Knightley se convirtió en embajadora de La Fundación SMA, una organización benéfica del Reino Unido que financia la investigación médica de la Atrofia Muscular Espinal en niños.
En 2011, Keira participó en un sketch para el Red Nose Day 2011 (Comic Relief), en el que también trabajaron, entre otros, el primer ministro británico Gordon Brown, Tom Felton, Rupert Grint, Rio Ferdinand, Paul McCartney, George Michael y James Corden.
En 2012 participó en la campaña de UNICEF Soccer Aid. Para ello viajó a Chad el día de su cumpleaños y realizó un diario de viaje con el fin de mostrar la situación de los niños de Chad y ayudar a recaudar fondos para la causa,.

TÍTULO:  SALUD, NOSOTROS, AMARSE HASTA EL FINAL,.

El secreto del amor por la pareja es el mismo que el que sentimos por la vida: pedir lo que pueden ofrecer y no empeñarse en conseguir lo ...
 

Amarse hasta el final

  • El secreto del amor por la pareja es el mismo que el que sentimos por la vida: pedir lo que pueden ofrecer y no empeñarse en conseguir lo imposible.

Cómo se vive el amor en la vejez? ¿Tiene en cuenta el imaginario social otros intereses para ellos que el de ejercer de abuelos? ¿Acaso no necesitan tiempo para alimentar su amor de pareja? ¿Dónde colocan su energía psíquica los mayores?
Inés, que había ido a ver la película “Amor”, de Haneke, acabó con el corazón sobrecogido. Trata de una pareja de octogenarios en la que él, a partir de que ella cae enferma, ha de ocuparse de su cuidado. El desamparo en el que se encuentran impacta emocionalmente, pero también el amor que se tienen y la manera en que se enfrentan a lo inevitable. Al salir del cine, Inés cogió la mano de Daniel y suspiró. Ninguno habló durante un buen rato.

La película invita a reflexionar sobre la vejez y el final de la vida, sobre cómo nos gustaría vivir esa etapa, cada vez más larga. A ella le parecía que mostraba el lado más cruel del envejecimiento; le dolía la historia al pensar que tarde o temprano ella también podría encontrarse en alguna de las dos situaciones: como incapacitada o como cuidadora. ¿Qué haría entonces? Por la noche, frente al televisor, volvió a coger la mano de su marido y se acurrucó a su lado. Amor era esto para ella, estar así, haciéndose compañía, sintiéndose bien juntos, compartiendo gustos y disgustos, sin exigencias, con tolerancia y comprensión, respetando el espacio del otro. Antes de dormir escribió en un cuaderno en el que anotaba pensamientos e ideas: “Durante la juventud creemos amar; sin embargo, solo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor”.

El deseo de vivir 

Inés tiene 70 años y Daniel 75. Se encuentran bien de salud, se cuidan y rescatan tiempo para pasarlo bien juntos y por separado. Todo esto ha sido una conquista, pues pasaron por una crisis de pareja que casi les lleva a una separación. La superaron y salieron reforzados. El amor que se tenían pudo más que lo que les separaba. Han sabido organizar su vida tras su jubilación, tienen amigos, viajan, dedican tiempo a sus hijos y nietos, pero les han dejado claro que ellos siguen teniendo una vida social y personal y no siempre están libres.

Inés había acudido a una psicoterapia y sabía que para seguir amándole solo tenía que aceptar que Daniel le daba todo lo que podía. Aunque en ocasiones no era lo que ella necesitaba, sí le daba lo fundamental. Ella también se sentía bien cuando le ayudaba, aunque suponía que le fallaba a veces. Aceptarse mutuamente con fallos y carencias, pero reconociendo lo que el otro te puede dar, valorando lo que se tiene y dejando de añorar lo que no es posible, era una buena fórmula para mantener la relación. El amor a otro siempre nos invita a vivir.

Cuando tenemos personas, trabajo, proyectos donde colocar nuestra libido e intercambiamos con los otros nuestros intereses, disfrutamos y nos enriquecemos. Cuando comienza el envejecimiento, una persona que se conoce y sabe lo que quiere tiene que aprender a mirarse como alguien que puede aportar mucho todavía. Freud señalaba el envejecimiento psíquico como la tendencia a retirar la libido de los objetos de amor.

El amor en la vejez es más habitual de lo que se piensa. Brota allá donde los ancianos se reúnen, sea en residencias o centros de día. Pero con frecuencia, lo ocultan por miedo a la respuesta familiar. Algunos hijos no aceptan que sus padres se enamoren de otro, porque prefieren mantenerlos solo como padre o madre; no quieren reconocerlos como hombre y mujer. Suponen que están ahí para seguir cuidándoles. Estaríamos hablando de hijos infantiles y egoístas. Las personas mayores que se enamoran de nuevo o que mantienen y defienden su espacio de pareja, lejos de perjudicar a sus hijos, les están transmitiendo su deseo de vivir, lo que siempre, y en cualquier caso, es un síntoma de salud.


Mayores indómitos 


La posibilidad de vivir bien esta época depende mucho de cómo se hayan elaborado, a lo largo de la vida, los vínculos con las personas queridas y, sobre todo, con los padres. También depende de cómo hayamos afrontado las crisis. Si en las relaciones vividas predominan los sentimientos de amor, cuidado y protección, se podrán superar con éxito los cambios que acaecen durante la vejez. Por el contrario, si las relaciones se fundamentan en odio y agresividad, el envejecimiento se vivirá con recelo hacia los demás; no hay sitio para querer a otro ni quererse a uno mismo. Entonces, aparecen esos ancianos protestones y agrios junto a los que cuesta permanecer sin sentirse incómodo. O esas mujeres pesarosas y quejicas que consiguen que todo gire alrededor de ellas y les molesta que los más jóvenes disfruten, porque ellas no consiguieron hacerlo nunca.

Inés está abierta a registrar sus deseos y a defenderlos, lo que nos hace sospechar que ha tenido una infancia en la que ha podido elaborar la relación con sus padres y ha alcanzado una madurez que le ha permitido sentirse bien con ella misma. Escucha lo que desea y se siente con derecho a conseguirlo. Ha aprendido que la sexualidad femenina es amplia y compleja, que se alimenta fundamentalmente de amor y se construye durante toda la vida. Después de haber elaborado los conflictos que ha tenido en sus 40 años junto a Daniel, puede seguir disfrutando del amor por él y por la vida, porque le pide a los dos aquello que pueden darle y no se empeña en conseguir lo imposible.

A menudo, hay algo en muchas personas mayores que podemos calificar de indómito. El psicoanalista Erik Erikson lo llamaba “la identidad existencial”, que es una integración del pasado, del presente y del futuro en la vejez. Trasciende al sujeto y subraya la presencia de lazos entre generaciones.

¿Qué podemos hacer?
La sabiduría y la integridad son procesos activos que duran toda la vida. Una condición para vivir plenamente y para que nuestro envejecimiento sea feliz consiste en establecer lo antes posible una amplia gama de actividades gratificantes, de forma que cuando comience esta nueva etapa de nuestra vida sea posible ejercitar variadas alternativas que proporcionen satisfacción y una continuación de la autoestima. 
  • Crear otra forma de mirar la vejez, aceptando sus limitaciones, pero valorando las opciones que presenta, como disponer de más tiempo para realizar cosas que no pudimos hacer antes, aficiones, viajes...
  • Cuidar nuestro cuerpo, para poder disfrutar mejor de nuestro tiempo.
¿Qué nos pasa?
  • El apego a las personas que amamos y a lo que nos gusta mantiene nuestro interés por la vida. Esto evita el envejecimiento psíquico y nos procura un bienestar en la tercera edad porque enriquece a la persona en los intercambios con los otros.
  • El envejecimiento corporal es ineludible, no así el psíquico. 
  • Durante la vejez es conveniente que acumulemos toda la experiencia previa y nos apoyemos en ella, manteniendo alerta la conciencia y la creatividad con un nuevo talante. Esto permitirá estar abiertos a mantener los lazos amorosos que más nos gratifiquen: pareja, hijos, amigos, nietos.

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