sábado, 23 de marzo de 2013

MUJERES EN PRIMERA LÍNEA NATALIE NOUGAYRÉDE,./ QUIERO FOTOGRAFIAR A PACO DE LUCIA DIEGO GALLARDO FOTÓGRAFO FLAMENCO,./ LÁGRIMAS POR BEBO VALDÉS,.

TÍTULO: MUJERES EN PRIMERA LÍNEA NATALIE NOUGAYRÉDE,.

  1. Natalie Nougayrède, nueva directora de Le Monde El nombramiento de la reportera ha sido respaldado por casi el 80% de los redactores del ...
     
    MEDIOS | La primera mujer

    Natalie Nougayrède, primera mujer al frente de 'Le Monde'

    Natalie Nougayrède, nueva directora de 'Le Monde'. FOTO,.
    La periodista Natalie Nougayrède ha sido refrendada por la redacción de 'Le Monde' como nueva directora del vespertino, que por primera vez en sus casi 70 años de historia tendrá una mujer al frente. La reportera obtuvo el respaldo de casi el 80% de los redactores del periódico, muy por encima del 60% necesario para ser confirmada en el puesto.
    Con anterioridad había sido seleccionada por las instancias directivas de 'Le Monde', a propuesta de los tres principales accionistas, los empresarios Pierre Bergé, Xavier Niel y Matthieu Pigasse.
    Nougayrède, de 46 años, sucede al frente del diario a Erik Izraelewicz, fallecido de forma repentina el pasado 27 de noviembre.
    Fue durante años corresponsal de 'Le Monde' en Moscú, donde adquirió una gran experiencia en esa zona del mundo, lo que le sirvió para ganar en prestigioso premio Albert Londres por su cobertura de la guerra de Chechenia en 2005.
    Tras pasar por el diario 'Libération', la periodista integró en 1996 la redacción del vespertino, donde se ha forjado una reputación de periodista sin concesiones.
    En 2008 publicó un perfil del entonces ministro galo de Exteriores Bernard Kouchner, lo que le valió el rechazo de éste a acreditarla como periodista diplomática.
     
    TÍTULO:  QUIERO FOTOGRAFIAR A PACO DE LUCIA DIEGO GALLARDO FOTÓGRAFO FLAMENCO,.
     

    Quiero fotografiar a Paco de Lucía» ... Diego Gallardo Fotógrafo flamenco ... Es necesario abrir los sentidos, y en el caso de Diego Gallardo ...
     
    Es difícil captar un sonido, un sentimiento e imprimirlo en papel. Difícil, porque elegir 'ese instante' que resuma todo lo que uno está viviendo y sintiendo, delante de un cantaor/a es pura intuición. No hay un clímax, no hay un medidor de emociones. El flamenco, imprevisible, te sorprende y así debe ser. Uno tiene que vivir este arte en 'carne viva' porque solo así, puedes sentir cada momento, cada nota.
    Es necesario abrir los sentidos, y en el caso de Diego Gallardo (Campanario, 1977), también el objetivo. Es uno de los pocos profesionales, que se dedica a fotografiar artistas relacionados con el mundo del flamenco. Sus trabajos cantan, bailan, palmean, y llevan el compás a pesar de permanecer inmóviles. Expresivas, muy expresivas y sobre todo 'auténticas'.
    No es solo una salida profesional, que también, (de hecho realiza su primera exposición con esta temática en Madrid en mayo), sino pura afición, porque para fotografiar lo que uno está sintiendo tiene que conocer los palos, a los artistas, e incluso el local y aficionados que le acompañan. Solo así, puede captar el arte y conseguir lo imposible: que la imagen pueda transmitir lo mismo que el propio espectáculo en vivo.
    -¿Como se capta el duende?
    -Uff, es difícil. Tiene que darse la situación propicia en primer lugar, para que haya duende, que se vea un poco o que me llegue a mí al menos, porque antes de todo soy aficionado al flamenco. Se tiene que dar la conexión entre artista, público y conmigo mismo también. En este caso, para que trate de sacar lo que a mí me puede sugerir en ese momento.
    Es capaz la fotografía de captarlo todo?, ¿puede recoger toda una 'noche memorable'?
    -Creo que sí, que se puede. Ahí reside la esencia de la fotografía: en que alguien que no haya estado en ese evento pueda sentir, lo que se ha vivido en ese momento. En que la fotografía sea capaz de transmitir sensaciones, que es de lo que se trata..
    -¿Es equiparable una fotografía a la presencia física de un evento de estas características?
    -Depende de la fotografía, y también del evento y es como todo. La fotografía es un arte y depende de la predisposición con la que vayas a verla, así te sugiere y te llega. Se puede dar el caso de que a través de fotografías, que hemos comentado entre profesionales de esta materia, de algunos artistas a los que no hemos visto actuar, sí nos han llegado a transmitir todo ese evento. Y es verdad que 'te dice', que uno puede llegar a imaginar como podía haber sido todo ello. Es un modo de expresar sentimientos y generar la facultad de poder crear, imaginar, que es de lo que se trata.
    -¿Cuando decidió aparcar el oído en el flamenco y agudizar la vista?
    -El oído no lo he aparcado ni pretendo hacerlo. Para hacer este tipo de fotografía te tiene que gustar el flamenco. Lo primero, el respeto que hay que sentir hacia el artista que está arriba y al flamenco en sí, y después, producto de ello, vendrá la fotografía. Yo no me he apartado nunca, si me llega, si me sugiere..., quizás por eso la fotografía que yo hago es más bien artística, no es una fotografía de las que hacen de toda la vida, como Pepe Lamarca que hacía mas retratos, incluso retratos de estudio, o Paco Sánchez que también hace fotografía de eventos. Yo voy buscando más el detalle. Eso es en lo que llevo dos años hasta ahora trabajando.
    -Los madrileños tienen una cita con usted en un mes aproximadamente...
    -Desde hace dos años no exponía. La última muestra fue en Sevilla, Cáceres y Badajoz, pero con una temática más generalizada. Se combinaban las tres variantes: cante, toque y baile, y mezclábamos artistas consagrados con noveles en esto del flamenco. La última de Sevilla la realicé junto a mi compañero y amigo Paco Lega. En la exposición en Madrid (a partir del 10 de mayo en Pinto (Madrid), en el Teatro Francisco Rabal) quienes la visiten van a encontrar una serie titulada 'Flamencuras'. Es diferente porque está basada en el detalle del baile, cante y del toque, incluso más quizás, que en el propio artista en cuestión. El que alguien pueda ver una fotografía y reconozca rápidamente que está relacionada con el mundo del flamenco, es mi objetivo. La muestra va dirigida a iniciados y aficionados por igual. Abre la exposición unas palabras que me dedica Paco Zambrano, y al que públicamente quiero agradecerle el detalle, porque desde el primer momento en el que se lo comenté no tardó ni veinticuatro horas en escribirme, y volver a reescribirme de nuevo hasta que él se sintió plenamente a gusto con la exposición. Yo solo le dije: «Paco, lo que a ti te sugiera» y ha surgido un texto precioso lleno de sentimiento, que sirve de preludio a 'Flamencuras'. Esta de Madrid, no será la única exposición prevista. Estoy pendiente de cerrar en la capital alguna más y en Portugal.
    -¿Qué cree que es lo único que no podría captar una cámara en el flamenco?
    -Bueno, quiero responderle pensando en primer lugar, en qué me gustaría a mí, a día de hoy, poder captar en el mundo del flamenco..., ¡ufff!, directamente y claramente, a Paco de Lucía.
    -Se ha anunciado que visita el López de Ayala...
    -¡No sabía nada! Yo estaba haciendo gestiones para poder acceder a él en los conciertos que tiene en Marbella y Barcelona, pero de Badajoz no sabía nada, ¡qué notición!. A mí siempre me ha maravillado su expresividad, ¡pero cualquier cosa de él, es pura magia!, con independencia del flamenco o no, es un músico de primera linea, que ha sido y es capaz de, a través de la guitarra transmitir todo, de llegar a todo el mundo, porque no solo ha sido en nuestro arte que está en la cúspide, si no sus incursiones en el blues, en el jazz..., está considerado un músico de primera línea.

    TÍTULO: LÁGRIMAS POR BEBO VALDÉS,.
     
    Sin él probablemente esta película no existiría». Fernando Trueba se rendía ante una de las figuras más importantes de la música cubana del siglo XX, Bebo Valdés, a la hora de recoger el Goya a mejor película de animación de 2011 por 'Chico & Rita'. Una cinta, empeño personal de Trueba y de Javier Mariscal, para contar la pasión de una isla por su música, hija de los ritmos africanos, caribeños y estadounidenses. Una música de fusión que ayer perdió a uno de sus máximos exponentes. Dionisio Ramón Emilio Valdés, Bebo para el mundo, fallecía en Estocolmo, a los 94 años y envuelto en la nebulosa del alzhéimer. Allí había vuelto hace un par de semanas, dejando su casa en la localidad malagueña de Benalmádena, para estar al cuidado de sus hijos ante su empeoramiento.
    En el país nórdico, tan alejado de su Quivicán natal (1918) encontró acomodo Bebo Valdés cuando salió huyendo de los barbudos de Fidel Castro. En Estocolmo halló cobijo en un hotel cuyo piano acaricio durante tres décadas antes de que Trueba lo rescatara y el mundo se pasmara de nuevo con el vertiginoso movimiento de sus dedos por las teclas negras y blancas de su compañero inseparable. A los siete años, Bebo comenzó sus escarceos al piano mientras cantaba y tocaba las maracas. Con 18 años dejó su pueblo, entró en el conservatorio mientras se ganaba la vida como pinche en un restaurante.
    Líder de orquesta y compositor, comenzó su carrera en salas de fiestas en los años cuarenta. Como pianista y arreglista de Ernesto Lecuona y Rita Montaner, Bebo jugó un papel crucial en el desarrollo del mambo y el filin durante los años cincuenta, antes de alumbrar su propio ritmo, el batanga. El productor Norman Granz grabó con Bebo en 1952 en La Habana la primera descarga cubana (jam session).
    Tras la revolución, Bebo abandonó Cuba y desapareció para el gran público en 1960. Redescubierto gracias al disco 'Bebo Rides Again' (1994), invitado por Paquito D'Rivera, y el documental de Fernando Trueba 'Calle 54' (2000), con 76 años comenzó una nueva carrera. Se reencontró con Cachao, jugueteó con el flamenco en 'Lágrimas Negras' (2003) gracias a Diego el Cigala y con su hijo -en 'La Comparsa'-. Llegaron luego 'El arte del sabor' (2000) con Cachao y Patato, 'Juntos para siempre' (2008), su primer disco a dúo con su hijo Chucho, y la banda sonora de 'Chico & Rita' (2010). Valdés compuso todas las canciones y participó con Estrella Morente en el tema central de la película, el bolero 'Lily'.
    Saga
    A lo largo de su carrera, el pianista cubano firmó 171 obras y acaparó un sinfín de galardones, entre ellos cinco premios de la Música, seis Goya o siete Grammy. «Su obra ha trascendido e influido en todas las generaciones posteriores», dijo el también pianista Chucho Valdés, que dio su primeros pasos al piano delante de Cachao, otro mito de la música cubana. «Mi primer recuerdo es Bebo al piano de casa y mi madre Pilar cantando», explicó Chucho, que tiene 249 obras registradas, ocho premio Grammy y que ha ganado el premio Nacional de Música de Cuba y de la Música en España.
    Entre los últimos reconocimientos el nombramiento junto a su hijo Chucho como doctor 'honoris causa' de la Berklee College of Music de Boston, una de las más prestigiosas instituciones musicales del mundo. Un honor compartido con Paco de Lucía, David Bowie, Sting, Phil Collins, Aretha Franklin, Chick Corea, Dizzy Gillespie, B.B. King, Quincy Jones, Paul Simon, Pat Metheny, Herbie Hancock, George Benson, Rubén Blades, Juan Luis Guerra, o Duke Ellington.
    Ahora la saga de los Valdés continuará con Julián, hijo de Chucho. «Es un músico en potencia. Hemos tocado a seis manos ya», se felicitaban el año pasado.

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