Trato de controlar mi propia violencia. Es la más temo,.
Ricardo Darín: "Trato de controlar mi propia violencia. Es la que más temo"
El actor está enfadado. nfadado de escuchar mentiras sobre su
vida, e que tergiversen sus palabras y de estar en el centro de la polémica. La
última: Cuando cuestionó el origen de la fortuna de Cristina Kirchner, la
presidenta de su país. De todo ello hablamos con él cuando estrena en españa su
película "Tesis sobre un asesinato".
Ha venido a España a promocionar su última película, Tesis sobre un
asesinato, de la que es protagonista. Su personaje es un abogado de
prestigio que imparte un máster sobre criminología cuando se produce un
asesinato en la misma puerta de la universidad en la que se encuentra dando la
primera clase a sus alumnos. Y ahí empieza la investigación. Ricardo Darín
(Buenos Aires, 1957) aguanta como nadie los primeros planos y seduce rotundo con
su mirada azul, y la historia es ágil, está bien contada y mantiene momentos de
inquietante suspense.
XLSemanal. Su película Tesis sobre un asesinato se basa
principalmente en la importancia de los detalles. Así empieza su
argumento.
Ricardo Darín. Yo soy muy detallista. Muy detallista
[recalca]. Un detalle te puede revelar la personalidad de alguien mucho mejor
que lo que declara. A veces, por un detalle, te das cuenta de que en el discurso
que te están soltando algo no encaja.
XL. El 5 de abril se estrena en España. ¿Cómo le fue el estreno en
Argentina?
R.D. En Argentina aún está en cartel. El estreno fue
fantástico. Pero lo que a mí me gusta es ir de incógnito, verla en una salita,
sentarme y palpitar con la gente. Todavía no he podido hacerlo, pero, ahora,
cuando vuelva, lo haré. El día del estreno siempre es una mierda.
XL. ¡Hombre, no será para tanto!
R.D. Sí, sí, siempre es así; esta vez, además, fue tremendo.
Coincidió con todo un rollo montado por una expresión en voz alta que me permití
el atrevimiento de expresar y eso generó toda una ola de comentarios.
XL. [Se refiere a una entrevista en la que dijo que habría que
investigar el enriquecimiento de la presidenta argentina]. ¿Tergiversaron sus
palabras?
R.D. No, sintetizaron lo que dije. Mi reclamo era: «Yo
quiero saber por qué todos los que tienen acceso al poder, de la noche a la
mañana, no pueden declarar cómo fue su incremento patrimonial».
XL. Se ha escrito que el matrimonio Kirchner empezó a amasar su
fortuna a través de un despacho que montaron para ejecutar los desahucios de
quienes no podían pagar la hipoteca en tiempos de crisis. Feo, ¿no?
R.D. Es un espanto, porque la crueldad con la que se
ejecutan viviendas sin importar las historias y vidas que hay detrás de todo eso
es muy perversa. Todo forma parte del mismo sistema. No sé si esas cosas que se
dicen sobre su historia son ciertas. No estoy seguro.
XL. En época de crisis, la corrupción clama aún más al
cielo.
R.D. Cuando la torta era grande, todo el mundo se callaba,
pero cuando es pequeña... En mi país había una frase que a mí me paraba los
pelos de la nuca y que se decía con absoluta soltura: «Bueno, roban pero hacen».
Y con eso se terminaba la discusión. Nos estamos acostumbrando a que sea normal
lo que es común, y común no es lo mismo que normal. Nos hemos acostumbrado a
vivir con naturalidad la corrupción, es espeluznante.
XL. A la presidenta le ha sentado mal que cuestionara su fortuna,
pero a mí me ha parecido igual o más grave el resto de sus declaraciones:
«Argentina es un país niño donde la gente espera que papá Estado le diga por
dónde tiene que ir [...]. Que al que discrepa se lo considera enemigo, pero no
enemigo al que batir, sino enemigo al que eliminar [...]. Que hay caza de brujas
con el que disiente, al que lo llaman 'apátrida'».
R.D. Es verdad que esta parte no ha levantado polvareda. Eso
demuestra el nivel intelectual en el que nos estamos moviendo. Cuando digo
«enemigo al que eliminar», no me refiero a una eliminación necesariamente
física, aunque tampoco me sorprendería demasiado.
XL. Reconocerá que en su país se puede discrepar bastante poco en voz
alta.
R.D. Debo reconocer que no me ha pasado nada y que hay quien
se ha cagado en mí y quien me ha defendido.
XL. Federico Luppi lo ha llamado «pelotudo».
R.D. No lo tomé tan mal como muchos hubieran pretendido
porque lo conozco hace muchos años y sé exactamente lo que me quiso decir:
«Nene, estás metiendo el dedo en un ventilador y no estás preparado para eso».
La mía fue una reacción visceral que ha sido manipulada tanto de un lado como
del otro. Eso demuestra que Luppi tenía razón.
XL. En España, muchos actores e intelectuales toman partido y los
políticos les piden apoyo.
R.D. Me parece muy bien que hagan una declaración de
principios, forma parte de los derechos; pero nos olvidamos de los que, a lo
largo de la historia, tuvieron que exiliarse por haberse pronunciado. El que
exige que la gente declare sus principios olvida eso con mucha facilidad.
XL. ¿Nunca ha apoyado a un partido político?
R.D. No, porque a veces, cuando escucho a un político decir
algo con lo que estoy de acuerdo, veo que luego hace o dice otras cosas con las
que ya no estoy tan de acuerdo.
XL. Volviendo a su presidenta. Las relaciones entre España y
Argentina se han visto deterioradas tras la decisión de expropiar en el modo que
lo hizo la compañía Repsol YPF.
R.D. También en este caso ha habido una manipulación de la
información y se han llevado las cosas al punto de hacernos creer que se trataba
de un enfrentamiento entre países, y nos estamos olvidando de que es una
cuestión de empresas. La pregunta que yo haría y sé que con esto me gano el odio
de muchos españoles, a los que les pido que me perdonen es: ¿Repsol es una
empresa absolutamente española? ¿No pasó lo mismo con España y Rusia años
atrás?
XL. ¡Nada que ver! Pero es que, además, ninguna empresa de esas
dimensiones tiene dinero de un solo país y en cualquier caso, cuando se
expropia, se paga el valor real de la empresa.
R.D. Hay momentos en los que determinados grupos o
administradores, por llamarlos de una forma perfumada, advierten que han
existido irregularidades muy grandes en las que no se puede volver atrás y toman
una decisión abrupta. Yo no estoy de acuerdo con la forma en la que se tomó.
Hubo una gran crispación porque se tenía que haber hecho de forma más amable,
democrática y civilizada.
XL. Vayamos a cuestiones más amables. Después de que le concedieran
la nacionalidad española, ¿se siente español?
R.D. Fue un honor que me concedieran la nacionalidad en un
país en el que siempre me han tratado con mucho cariño y en el que siempre me
han hecho sentir como en mi casa.
XL. Con tal motivo ha jurado fidelidad al rey y obediencia a nuestra
Constitución.
R.D. El rey ha estado muy bien conmigo, por supuesto, y
espero que sus problemas se arreglen con brevedad; pero yo creo que básicamente
lo que he jurado es obediencia al pueblo español.
XL. Ha dicho: «Yo caigo bien a los españoles porque no saben nada de
mí».
R.D. Exacto [sonríe]. No tienen conciencia de mi pasado.
XL. ¿Ha sido un pájaro de cuentas?
R.D. [Se ríe]. Más o menos y de eso aquí no saben nada.
XL. De usted sabemos que fue mal estudiante, que hacía 'novillos',
que repitió tres veces el tercer curso... Sin embargo, en su haber tiene que fue
elegido tres años consecutivos mejor compañero de clase.
R.D. Me gustaba mucho la calle, sí. No me quiero justificar,
pero a mí me tocó en Secundaria una época en la que la ebullición política en
Argentina era muy fuerte. Y lo de ser elegido mejor compañero me llenó siempre
de orgullo.
XL. También fue un niño que se enamoró perdidamente de su profesora
de francés.
R.D. ¡Oh, madame Suzanne! Tuve una gran crisis cuando me
enteré de que estaba embarazada... ¡Y de que no era mío!, ja, ja, ja.
XL. Su padre murió hace 25 años y asegura que habla con él y que lo
condiciona mucho.
R.D. Yo hablo con él, sí; pero él no me contesta, claro. Si
lo hiciera, me cagaría de miedo [se ríe]. Sé lo que me diría en cada caso, él es
mi control. Se murió antes de tiempo, todos los padres se mueren siempre antes
de tiempo. Nunca estamos preparados para eso.
XL. Dice que no se lleva bien con la Iglesia.
R.D. No me llevo bien con casi ninguna institución; y con
las religiosas, menos.
XL. ¿Le preocupa quién va a ser el próximo papa?
R.D. No me importa nada. No entiendo ese negocio. Comprendo
la fe de las personas, pero las jerarquías religiosas no me van.
XL. Protestando por la incertidumbre de su trabajo, ha dicho: «Si el
actor tuviera tetas, esto sería otra cosa».
R.D. Ja, ja, ja... Esa no es una opinión machista. Yo soy
uno de los tipos más femeninos que conozco. Pero ante las evidencias hay que
rendirse. Hay chicas que luciéndose con una buena sudadera apretadita consiguen
abrirse camino.
XL. Lo está estropeando aún más.
R.D. Pero es así y a mí no me parece mal [más risas]. Luego,
si tienen talento y capacidad, triunfarán. A los chicos les cuesta más. Estoy
quedando hipermachista, ¿no?
XL. Solo le falta decir que las mujeres consiguen los contratos en la
cama...
R.D. ¡No, no, no! No me refería a la cama. Hablo de
lucirse...
XL. Su mujer, Florencia, desciende de españoles, ¿no es
así?
R.D. Es argentina, pero desciende de catalanes y ejerce
mucho de catalana. Es de esas personas que no te abren fácilmente la puerta,
pero, si te la abre, no te la cierra más.
XL. He visto en un programa argentino de televisión a una jovencita
que aseguraba que Florencia le había dado un botellazo mientras hablaba con
usted en un boliche ('bar'). La joven enseñaba los moratones y los golpes. ¿Es
muy celosa su mujer, pese a tener diez años menos que usted?
R.D. ¡Noooo! Aquello no fue por celos. Florencia es muy
brillante y sabe leer las cosas que yo no leo. La tía esta estaba dándole
vueltas para provocar algún escándalo y yo ni me enteré. Pero Florencia ya la
tenía escaneada y la veía venir. Cuando la tía se me tiró encima, Florencia fue
a decirle que se retirase y la tía montó un escándalo... Pero ni le pegó ni
nada. Fue una hijaputez de su parte. Florencia es cero celosa, los celos no
están dentro de su composición cromosómica.
XL. Se separaron durante casi dos años y luego volvieron a estar
juntos. ¿Se puede volver sin hacer preguntas sobre lo vivido cada uno por su
lado?
R.D. Nosotros no nos las hicimos entonces. Ahora, después de
un tiempo, sí nos contamos cosas... y es divertido.
XL. Tras el reencuentro, ¿cree que su matrimonio ya es para toda la
vida?
R.D. Yo creo que sí. Aunque no me gusta decir que algo es
para toda la vida, no me interesan ese tipo de promesas; suenan más a libreto
que a honestidad. Nosotros la pasamos bien todos los días y, cuando la pasamos
mal, también la pasamos juntos. La vida es eso: movimiento permanente.
XL. Lleva 24 años casado y asegura que ella le tiene bien calado,
pero que usted sigue intentando conocerla mejor.
R.D. Es que ella es inescrutable. Yo soy mucho más fácil de
conocer que ella porque yo soy más primario. Ella es un cerebro, es muy difícil
conocerla a fondo. ¡Es tremenda!
XL. ¿Se han dicho muchas mentiras sobre usted en los
medios?
R.D. Sí, mienten con una desfachatez terrible. Hay gente que
cuenta lo que otros le han contado sin saber la fuente ni preocuparse por
comprobar si es verdad. Son capaces de enterrar a un tío y de arruinarle su
familia y su casa, pero eso no les interesa ni les importa. Y eso genera una
violencia tremenda. Yo trato de tener control sobre mi violencia porque es la
que más temo; temo mucho más mi propia violencia interna que la de fuera. Y es
que hay cosas que me sublevan, que me dan vuelta.
XL. ¿Qué es lo peor que se ha contado de Ricardo Darín sin ser
cierto?
R.D. Viendo la televisión con mi mujer y mis niños, he
escuchado a un periodista decir que yo había formado parte de una orgía donde
había drogas... sin saber yo ni de qué estaban hablando. Y eso, delante de tu
familia, hay que escucharlo y hay que estar ahí...
XL. ¿Y prefiere no contestar?
R.D. Generalmente no lo hago porque ellos mismos se
reabsorben como los granos, hay que dejarlos.
XL. Dice que quiere ser 'viejito' para decir lo que le plazca. ¿Se
muerde mucho la lengua?
R.D. Cada vez menos [se ríe]. Me gusta esa cosa de la
ancianidad, cuando nada te importa demasiado y te permites el lujo de decir lo
que te apetece. Me parece fabuloso y yo voy camino de eso. Voy a ser uno de esos
viejos insoportables al que van a invitar a los programas para que diga
barbaridades.
Privadísimo
El mejor truco para seducir: ¡No intentarlo! Hay que dejar
que las cosas fluyan on naturalidad, porque el que hace fuerza para seducir es
un gilipollas.
El mejor truco para seducirme: La frescura. La espontaneidad
y la sencillez me pueden dar vuelta a la muñeca.
Mi 'hobby': Juego mucho al póker. Antes lo hacía en mesas,
pero como ahora no tengo ganas de salir de casa lo hago por Internet. En casa es
donde mejor estoy. Viene mucha gente y hemos creado un microclima estupendo.
TÍTULO: A FONDO SEIS ESPAÑOLES EN LA LÍNEA DE FUEGO,.
E stamos jodidos, muy jodidos». El 25 de agosto los disparos de un
Ak47 rompieron la piña formada por los 18 guardias civiles de la POMLT (equipos
policiales de adiestramiento y enlace) en Qala i Nao. Los oficiales José María
Galera y Abraham Leoncio Bravo, y su intérprete, Attaolah Taefi, fueron abatidos
por un policía afgano. Era una mañana más de un día cualquiera y los oficiales
españoles se disponían a realizar un examen a 47 reclutas locales que esperaban
su turno sentados a la sombra. Su misión es formarles, adiestrarles. Poco antes
de las nueve, el asesino, que se había ganado la confianza de los agentes tras
seis meses de convivencia, empuñó el arma y les disparó desde menos de cinco
metros. Directo a la diana. Instantes después inició una huida abriéndose paso a
tiro limpio y fue abatido. Los dos oficiales y el intérprete fueron evacuados
inmediatamente al hospital de la base Ruy González de Clavijo, pero los médicos
no pudieron hacer nada por salvar sus vidas.
J.M. llegó al lugar de los hechos pocos minutos después y no salió
del interior del complejo en 48 horas, dos días de máxima tensión en los que la
más o menos tranquila localidad de Qala i Nao se transformó en un campo de
batalla contra las fuerzas españolas. «Los reclutas estaban en estado de shock,
no reaccionaron después de los disparos», recuerda J.M. No fueron mejores los
días posteriores para el sargento F.L., que acompañó los cuerpos de sus
compañeros hasta España. «La noche anterior estaba de patrulla y eso me salvó.
Yo era la persona que tenía que estar en el examen», recuerda con el gesto muy
serio. Cualquiera de ellos podía haber sido la víctima de Gholam Saghi, un joven
de 25 años, casado y padre de dos hijos, con tres años de experiencia en la
Policía. Conducía el coche del capitán Bashir Amat Saberi, el mando responsable
del entrenamiento de los futuros agentes afganos y una de las personas más
cercanas a los guardias civiles. Fue el primero en acercarse hasta la base para
dar el pésame a los españoles y lamentar «la traición» de su hombre. «Era muy
buena persona, disciplinado y querido por todos. Estaba trabajando duro para
completar su formación y había empezado en la escuela nocturna. No me explico
qué le pudo ocurrir, pero lo descubriré. Me traicionó».
El asesinato se produjo en pleno relevo. Los dos oficiales
fallecidos estaban a punto de volver a sus hogares. El capitán G.G. y el cabo
J.G. aterrizaron en Qala i Nao una semana después de la muerte de sus
compañeros. Llegaron sin «la confianza que genera el roce diario con los
reclutas» y por ello «adoptamos más precauciones».
La Guardia Civil mantiene un dispositivo de 35 agentes repartidos
en Kabul, Herat, Mazar e Sharif y Qala i Nao. La mayor parte realiza tareas de
adiestramiento, pero también ejerce como policía militar. Los veteranos
describen de forma muy gráfica a los alumnos de estas atípicas clases: «el
prototipo de policía afgano es una persona que viene de un entorno rural, es
analfabeto y no tiene vocación. Sólo aceptan el trabajo por motivos económicos».
Higiene personal y escritura
Los profesionales de la Guardia Civil deben adaptar sus
conocimientos y manuales a la realidad afgana. «Hacemos cosas muy básicas, desde
enseñar a formar hasta higiene personal o reglas de comportamiento cívico para
el trato con el ciudadano. Hay que quitarse de la cabeza la idea que tenemos de
un policía en Occidente, esto es algo muy diferente», describe el sargento F.L.
Dado el alto índice de analfabetismo, «lo primero y más importante es que al
menos aprendan a leer y escribir». En esta tarea se han implicado algunos de los
miembros del equipo, que a título personal dan clases de nuestra lengua a los
interesados.
El problema de fondo es que la comunidad internacional no tiene
tiempo: tras nueve años de despliegue en Afganistán urge a los distintos países
a reforzar el número de instructores con el fin de tener listas las fuerzas de
seguridad afganas cuanto antes y de esta manera poder cederles el testigo. La
Casa Blanca tiene marcado en su calendario el mes de julio de 2011 para iniciar
el repliegue de sus tropas y en el seno de la misión internacional la opinión
más extendida es que cuando se marchen los estadounidenses, se irán todos
detrás.
Mientras las agendas cada día apremian más, en la base de Qala i
Nao las cosas nunca han vuelto a ser iguales desde el 25 de agosto. El agente
J.M. y el sargento F.L. no dejan de pensar en Gholam Saghi, el asesino. «Pasamos
más de cinco meses juntos y tuvimos mucho trato. Nunca observamos una actitud
negativa, era una persona que quería compartir su tiempo con nosotros y que
hacía muchas preguntas». Por si hay dudas, F.L. quiere dejar muy claro que «no
falló el protocolo de seguridad». Apenas 72 horas después del ataque, los
guardias civiles volvieron a encontrarse cara a cara con los chavales que
adiestraban. No hubo ningún gesto especial. Nada. «Ellos están acostumbrados a
vivir con la muerte, este país lleva tres décadas de guerra», lamenta el
sargento.
Las dependencias del Instituto Armado dentro de la base Ruy
González de Clavijo están próximas a las de los intérpretes. La pérdida de
Attaolah Taefi, conocido como Atta, hundió a sus compañeros, que compartieron
duelo y llanto con los guardias civiles. Es el segundo intérprete en perder la
vida en la misión española en Afganistán. El primero, Mosavi en Herat, murió en
septiembre de 2007 al explotar un artefacto al paso del convoy donde viajaba. En
este atentado fallecieron también los soldados de la brigada paracaidista Germán
Pérez Burgos y Stalin Mera Vera. Otros tres hombres resultaron gravemente
heridos.
El anillo de hierro
Si Qala i Nao es la línea del frente militar, Kabul es la primera
línea del frente policial. La capital es el objetivo número uno de la
insurgencia, consciente de que cada golpe en la ciudad más importante del país
tiene una gran repercusión internacional. Cuatro españoles, dos guardias civiles
y dos miembros de la Policía Nacional trabajan allí en la misión de la Unión
Europea para la formación de la Policía afgana (EUPOL). Supervisan cada día
sobre el terreno el trabajo de los agentes locales en los 25 puestos de control
de Kabul. Es el denominado Ring of Steel (anillo de hierro).
«A diferencia de Qala i Nao, aquí no damos clases de tiro, estamos
enfocados en la formación de una policía de proximidad, amigo del ciudadano»,
aclara B.P.S., agente de la Policía Nacional «Yo creo que es igual de peligroso
o más porque estamos en plena calle expuestos a cualquier peligro», tercia el
sargento primero de la Guardia Civil R.G. Los asesinatos están demasiado
presentes en su día a día, donde la desconfianza con los compañeros locales es
absoluta: «Como se ha demostrado en varias ocasiones, son fácilmente
presionables por la insurgencia que puede secuestrar a familiares o plantear
cualquier otro tipo de amenaza para lograr su colaboración. Sólo nos fiamos de
los agentes internacionales que trabajan con nosotros. Con los afganos es una
pura relación de respeto, nada más».
Sus misiones duran un año, prorrogable. En estos momentos controlan
a los 850 afganos que se encargan de la protección de la capital. «Esto es mucho
más peligroso que el País Vasco de los años más duros porque nos enfrentamos a
la posibilidad de una acción suicida. Salimos cada día, pero procuramos no estar
más de quince minutos en cada puesto de control para prevenir ataques», destaca
el oficial B.P.S.
El personal español desplegado en Afganistán forma parte de los
cuerpos de élite de la Guardia Civil. El Grupo de Acción Rápida (GAR), el Centro
de Adiestramiento Especial (CAE) o la Compañía de Acción Exterior (CRAEX) envían
a sus hombres mejor preparados a cumplir una misión a la que todos vienen de
forma voluntaria y después de un exigente proceso de selección. Los dos
oficiales asesinados estaban destinados en la Unidad de Acción Rural (UAR) con
base en Logroño, en el Centro de Adiestramiento Especial. Tras seis meses en su
primera misión internacional, el próximo miércoles debían volver a casa estos
«excelentes mandos y personas con los que daba gusto trabajar». Pero un asesino
acabó con sus vidas y sepultó en unos segundos la confianza y el trabajo de
largos y duros años de trabajo de la misión española en Qala i Nao.
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