TÍTULO: TACONES FLAMENCOS PARA EL NOBEL ANA FANLO:

Foto de las buenas guitarras para el buen cante flamenco, etc.

A sus 12 añitos, la espigada Ana Fanlo Vicente está hecha un manojo de nervios y abrumada. No es para menos. La niña se ha ganado el ...

Apenas cabe en sí de alegría. A sus 12 añitos, la espigada Ana Fanlo Vicente está hecha un manojo de nervios y abrumada. No es para menos. La niña se ha ganado el derecho a participar en una ceremonia con la que jamás habría soñado: la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea, el próximo día 10, en Oslo. Un galardón no exento de polémica por la crisis que azota el viejo continente y las divisiones entre los ricos países del norte, liderados por Alemania, y los del sur, asolados por la austeridad. Ana compartirá escenario con los miembros del comité del célebre premio, los mandatarios de la UE, incluido el presidente de España, Mariano Rajoy, y los otros tres adolescentes (una italiana, otra polaca y un maltés) que presenciarán el ceremonioso y sobrio acto.

La noticia saltó ayer desde Bruselas cuando el Consejo Europeo divulgó el nombre de los cuatro ganadores de un concurso organizado en colaboración con el Foro Europeo de la Juventud sobre lo que para los jóvenes significa la paz en Europa. De 8 a 12 años debían expresarlo con un dibujo, y de 13 a 24, con texto. Entre los 1.173 dibujos presentados, el de Ana fue el que más gustó al jurado, presidido por el famoso dibujante de cómic Jean Van Hamme.

El instituto de Ana, el IES García Bernalt, se hacía eco de la noticia a los pocos minutos y lo anunciaba a los cuatro vientos por su potente megafonía. Su director, Leopoldo Gutiérrez, leyó, conmovido, una nota manuscrita de Ana en la que explicaba su trabajo, un dibujo sobre un mapa de Europa, de estilo antiguo, que contaba con numerosos engranajes movidos por la paloma de la paz y que acompañó de una frase: «Europa es una gran máquina perfecta cuyo elemento motriz es la paz y en la cual todos los 'engranajes' o países son fundamentales. Si falla uno, nos paramos todos. ¡Sigamos unidos!». Gutiérrez, muy afectado por otra noticia (la muerte el domingo, en accidente de tráfico en Guijuelo, de otro alumno de 2º de Bachillerato), pidió un aplauso para la pequeña. Y fue apoteósico. «Se escuchó en media ciudad», explica halagado.

A pesar de que Ana Fanlo lo sabía desde hacía tres días, (no podía hacerlo público por ser casi como un secreto de Estado europeo, comenta su madre, Teresa Vicente), ayer no podía disimular los nervios. «Bueno, es que lo hice prácticamente en un día porque cuando mi madre me informó del concurso, al día siguiente expiraba el plazo, me hubiera gustado tener más tiempo». Habla y se le siente con una madurez impropia de su edad. Quiere quitarle importancia y dice que nunca hubiera pensado en ganarlo «sobre todo, porque en Europa hay miles de jóvenes con mucho talento, a los que también quiero felicitar por su participación».

Humilde, sencilla y muy activa, le gusta construir máquinas, espiar microorganismos por el microscopio, montar a caballo, bailar flamenco y, claro, dibujar, una afición con la que ha conseguido varios premios nacionales de asociaciones benéficas y grandes hipermercados.

-Todos 10, bueno, la gimnasia se me da peor.

-Un 8.

Lo dice titubeando, como si le pesara tener una sombra en su expediente. Y no presume. Pero no puede ocultar su alegría por estrenar su traje de etiqueta, que ya tiene comprado.

Habla con calma y fluidez y no duda ni a la hora de planificar su futuro. Quiere estudiar ingeniería informática combinada con física (su padre es físico, y su madre, profesora de francés de la Escuela de Idiomas de Salamanca), vamos lo que haga falta con tal de trabajar en el mayor acelerador de partículas del mundo, el CERN (Laboratorio de Investigación de Física de Partículas) de Ginebra. Una cerebrito y un talento para exportar. Tal vez, una futura premio Nobel, que ahora se empeña en estudiar cómo Leonardo Da Vinci construía sus inventos. De momento, a Oslo con su madre, a descubrir nuevas emociones.

TÍTULO: Amparo Rivelles ACTRIZ ESPAÑOLA,.

María Amparo Rivelles y Ladrón de Guevara¹ (Madrid, 11 de febrero de 1925) es una actriz española de amplia trayectoria teatral y cinematográfica iniciada en 1939. Se convierte, junto con la actriz Aurora Bautista, en la principal figura femenina del cine español de la posguerra merced a las producciones de Cifesa.
Conocida como la "Reina de las telenovelas mexicanas", es en el país azteca donde logra enorme popularidad y elogios por sus trabajos para la televisión.² De vuelta a su país natal, protagoniza la adaptación de Los gozos y las sombras y es la primera actriz galardonada con el Premio Goya de la Academia de Cine por Hay que deshacer la casa (1986).
Hasta su retiro en 2006 interpreta obras de Jacinto Benavente, Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura, Jean Cocteau, Fernando de Rojas, Jean Giraudoux, Oscar Wilde y Alejandro Casona, entre otros.³ ⁴ .

Nace en Madrid en el seno de una familia con gran tradición en la escena. Hija de los actores Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, es hermana por parte de madre de Carlos Larrañaga y tía de Amparo Larrañaga y Luis Merlo.
Con catorce años se incorpora profesionalmente a la compañía teatral de su madre y un año después aparece en su primera película. Al comienzo de la década de 1940 firma un contrato en exclusiva con la productora Cifesa, interpretando papeles protagonistas en Alma de Dios, de Ignacio Farrés Iquino; Malvaloca, de Luis Marquina; Eloísa está debajo de un almendro, El Clavo y La fe, de Rafael Gil; Eugenia de Montijo, de José López Rubio o Alba de América, de Juan de Orduña, que la conducen rápidamente al éxito y el reconocimiento.⁵
Trabaja a la vez en teatro, donde en 1947 representa A puerta cerrada, de Jean-Paul Sartre, con dirección de Luis Escobar y junto a Lola Membrives y Guillermo Marín.
Rueda a las órdenes de Orson Welles en la versión española de Mister Arkadin (1955) y de Tulio Demicheli en La herida luminosa (1956).
Se traslada a América para trabajar en la televisión cubana y establece su residencia durante veinte años en México, donde hace teatro y rueda muchas películas y famosas telenovelas, éstas en compañía del actor mexicano Ernesto Alonso.⁶ Su regreso a España se produce en 1979 con la obra Salvar a los delfines, de Santiago Moncada, siendo ya considerada una de las actrices más prestigiosas del panorama español.⁷ ⁸
Su única nieta, residente en México, falleció en el verano de 1981 con sólo ocho años de edad víctima de lupus eritematoso.
Aunque potencia su carrera teatral, en 1986 consigue el primer Premio Goya a la mejor actriz por la película Hay que deshacer la casa, que rueda José Luis García Sánchez a partir de la obra de Sebastián Junyent que Amparo había representado en múltiples escenarios junto a Lola Cardona. Con Esquilache (1989), de Josefina Molina, obtiene una segunda nominación, esta vez como actriz de reparto.
Para televisión destaca su trabajo en las adaptaciones de dos clásicos literarios: Los gozos y las sombras (1982), con Eusebio Poncela, Charo López y Carlos Larrañaga en los demás papeles principales y La Regenta (1995), de Fernando Méndez-Leite.
En 1996 recibe el Premio Nacional de Teatro. En 2004 recibe por votación popular el IX Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, que concede por votación la Asociación de Amigos de los Teatros de España (Amite). También ha sido nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, siendo la primera actriz en recibir tal honor. A pesar de no haber vivido nunca en Valencia, se siente muy vinculada a esta ciudad, de la que es hija adoptiva, ya que en ella están sus orígenes.
Con el teatro como eje de su actividad profesional reciente, en 2004 anunció que la representación de La brisa de la vida, que encabezaba junto a Núria Espert, podría ser su última función, aunque también afirmó que «si encuentro algo que me ilusione, que me apetezca mucho, lo haré, pero si no, ésta puede ser una preciosa despedida».⁹ Dijo adiós al teatro en enero de 2006 tras una representación de La duda en Santander, misma ciudad de su debut en escena.¹⁰