miércoles, 26 de diciembre de 2012

NOS VIERON HASTA EN NAMIBIA,/ LA PANTOJA Y TELECINCO DEL AMOR AL ODIO,.

¡Nos vieron hasta en Namibia!TÍTULO: NOS VIERON HASTA EN NAMIBIA:

Cincuenta y cinco parpadeos en 22 segundos son muchos, ¿no?-foto- Alfredo Pérez Rubalcaba tenía memorizado el discurso, pero le delataron los ...
Cincuenta y cinco parpadeos en 22 segundos son muchos, ¿no? Alfredo Pérez Rubalcaba tenía memorizado el discurso, pero le delataron los ojos. Mariano Rajoy llevaba notas... y la vitola de ganador. El entonces candidato del PP fue el primero en presentarse en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid el pasado 7 de noviembre de 2011. A las 21.02 horas, un minuto antes de lo acordado. Pie derecho sobre la acera, sonrisa a la prensa: 'Estoy bien'. Templado... ¿o no tanto? Porque hubo un refriegue de manos, un intento de coger el borde de la manga derecha de la camisa y de meter la mano en el bolsillo de la americana. Rubalcaba tampoco sabía muy bien qué hacer con las manos e hizo el amago ¡siete veces! de dejarla a buen recaudo en el bolsillo.
Éste es solo el primer capítulo del anecdotario que recoge el libro 'Debate del debate 2011 España', que ha publicado la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión, cuyo presidente, Manuel Campo Vidal, ejerció de moderador entre los dos principales candidatos a las últimas elecciones generales, celebradas el 20 de noviembre del año pasado, con victoria del PP.
Hasta ahora sabíamos que la contienda televisiva tuvo una audiencia de 12.005.000 espectadores y un 54,2% de 'share', el equivalente a llenar el Santiago Bernabeu o el Nou Camp 140 veces. Fue el segundo debate más visto tras el de Zapatero y Rajoy en 2008 (13 millones, 61,7%).
El precedente de todo esto fue el 'tú a tú' radiofónico entre Manuel Fraga (PP) y Fernando Morán (PSOE) en 1987, pero algunos, como Jordi Pujol, no se prestaron jamás. En EE UU, George Bush (padre) tampoco era partidario pero no le quedó más remedio ante el acoso del equipo de campaña de Bill Clinton, que le enviaba a un hombre disfrazado de pollo, símbolo de la cobardía.
Aznar, un minuto más
Aquí no hubo que recurrir a eso, pero sí llegar a pactos. Hasta un día antes los contendientes no decidieron si estarían de pie o sentados, así que se prepararon dos iluminaciones distintas (se usaron 18 cámaras de realización) y un decorador visitó las casas de Rajoy y Rubalcaba para asegurarse de que la silla tenía la altura adecuada. Se acordaron 100 minutos, 12 de publicidad y 14 turnos de palabra. Cada intervención, en torno a tres minutos, aunque Rubalcaba midió mal: en una le sobraron 7 segundos (en el debate entre González y Aznar en 1993, el candidato popular habló un minuto más).
Calculan los expertos que el debate no decanta más del 2% de los indecisos, pero por si acaso... Las palabras que más repitió Rubalcaba fueron 'programa' y 'sanidad' y Rajoy insistió con 'empleo' y 'España'. Veinte cadenas emitieron el debate, se acreditaron 650 periodistas de 80 medios y hubo 250 invitados en el plató. 300.000 personas lo siguieron por internet desde 150 países: 1.800 desde Londres, 1.500 desde Ciudad de México, 14 desde Filipinas, 10 desde Líbano, 8 desde Jamaica. ¡Y hasta desde Namibia!.
El debate multiplicó por 50 el tráfico de Twitter y se registraron 180.000 tuits por hora. Rajoy publicó una foto suya ultimando el discurso frente a un plato de jamón. Y no se le atragantó.


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