EN LA BASE de la desesperación actual (esta desesperación densa, destructiva, que adopta cada vez más el rostro de la depresión, de las ideas fijas y de los ataques de pánico) se encuentra una pérdida total del carácter diverso de la condición temporal. Si nuestro tiempo, el tiempo de nuestra vida, lo empleamos solo en el consumo, en las posesiones materiales, en el hecho de estar continuamente distraídos por reclamos que nos definen por el mero hecho de la posesión; y si, mientras, la vida irrumpe de repente en esta rutina con sus distintas facetas (la de la enfermedad, la de lo imprevisto, la de la muerte), nos vemos víctimas de una dolorosa perplejidad. No sabemos cómo hacer frente a lo que se nos viene encima porque hemos perdido la capacidad de reflexionar sobre el sentido de nuestra existencia y sobre sus complejidades.
HACE APENAS unos días, me encontraba yo hablando con una amiga. Y esta me contaba que su marido y ella habían tomado la decisión de apagar todos los aparatos electrónicos que hay en su casa un día a la semana. Nada de ordenador, nada de televisión, nada de videojuegos y nada de Wii u otras consolas. “Y los niños, ¿cómo han reaccionado?”, le pregunté con cierto miedo. “Ellos están encantados, no ven la hora de que llegue el sábado para hacer cosas todos juntos. Jugamos al Monopoly, a las cartas, nos inventamos pasatiempos increíbles. En cuanto termina un sábado, están deseando que llegue el siguiente”.
SIEMPRE HE CREÍDO que uno de los grandes problemas que tienen las relaciones actuales entre padres e hijos es el poco tiempo que pasan juntos. No me refiero a las horas que transcurren en los centros comerciales o, de manera pasiva, delante de la televisión. Estoy hablando del tiempo que se emplea en hacer algo verdaderamente en común. Del tiempo que un padre o una madre y sus hijos utilizan para jugar, para inventar, para emplear las manos en un proyecto.
SOLO ESTE TIEMPO “dedicado” nos permite construir una relación auténtica y profunda con nuestros hijos y dejarles en herencia una verdadera memoria compartida. Porque esos sábados y esos domingos destinados al puro placer de estar juntos quedarán para siempre, como un oasis de paz, en sus recuerdos. Serán para ellos un oasis de gratitud por la dedicación exclusiva de sus padres en esos momentos privilegiados. Y, lo que es casi más importante, ese tiempo empleado en familia les capacitará para, a su vez, saber proponerles un espacio compartido a sus propios hijos. “¿Te acuerdas de nuestras partidas de Monopoly?”. “¿Recuerdas cuando papá se empeñaba en hacer origami y al final arrugaba todo el papel y lo tiraba a la basura mientras los demás nos reíamos?”. Y es que educar quiere decir, entre otras cosas, facilitar a nuestros hijos unos recuerdos excepcionales.
P. D.: Para lograr estos recuerdos hace falta saber detener el tiempo, vivirlo con ellos no solo como consumo pasivo, sino como una construcción compartida de esos preciosos momentos. Es la única manera de que nuestros hijos sean capaces, algún día, de afrontar los desafíos de la vida.
TÍTULO: QUÉ HAY DE NUEVO--MAGIA BAJO LA CARPA,.
El circo se reinventa: versiones acrobáticas del 'Moonwalk', payasos aeronáuticos o malabarismos digitales... Aprovecha estas vacaciones ...
Magia bajo la carpa
- El circo se reinventa: versiones acrobáticas del 'Moonwalk', payasos aeronáuticos o malabarismos digitales... Aprovecha estas vacaciones para disfrutar como un niño.
Circo Gran Fele
Toda carpa nos invita a un viaje en el tiempo... y el show 'Dulce cuento de miedo', más aún. Ambientado en el año 1900, nos propone una trama llena de sombras tenebrosas, persecuciones, emoción y risas. El villano (¿o no?) es un monstruo llamado Butoni. En Valencia, desde el 19 de diciembre (www.circogranfele.com).
Eoloh!
Los creadores de “The Hole” se acercan al público familiar con este montaje con ecos del Circo del Sol. Un aeropuerto trasladado a un universo mágico es la excusa para el espectáculo: normas de seguridad en cama elástica y payasos (¡horror!) encargados del despegue. Salamanca, del 26 al 30; Santander, 3 y 4 de enero; y Bilbao, el 6 y 7 (www.eoloh.com).
Cirque du Soleil
A la espera de que “Kooza” aterrice en Madrid el 1 de marzo, nos visita el show “Alegría”(Barcelona del 26 de diciembre al 6 de enero; Tenerife, desde el 13 de enero) y “Michael Jackson, the immortal world tour” (del 26 al 30 de diciembre, en Madrid), que reinterpreta, en clave circense, las coreografías del rey del pop (cirquedusoleil.com).
Circo de los horrores
La ilusión y la música tienen su lado oscuro. Y 'Manicomio' se sumerge en él sin red de seguridad. Ambientado en un hospital mental del siglo XIX, el show es rico en equilibristas desequilibrados, magos fuera de la realidad y malabaristas inestables. En Madrid, hasta el 6 de enero (www.circodeloshorrores.com).
Y además...
Navidades en el Price. El circo estable de Madrid despliega sus encantos. Acróbatas chinos y malabares digitales (en la foto) (www.teatrocircoprice.es).
Acrobacias con mucho arte. En vacaciones, los guías de las visitas familiares al Museo Reina Sofía (Madrid) serán artistas circenses (www.museoreinasofia.es).
Circo Raluy. 101 años ha cumplido esta veterana y tradicional compañía. En Barcelona, hasta el 20 de enero (www.raluy.com).
Toda carpa nos invita a un viaje en el tiempo... y el show 'Dulce cuento de miedo', más aún. Ambientado en el año 1900, nos propone una trama llena de sombras tenebrosas, persecuciones, emoción y risas. El villano (¿o no?) es un monstruo llamado Butoni. En Valencia, desde el 19 de diciembre (www.circogranfele.com).
Eoloh!
Los creadores de “The Hole” se acercan al público familiar con este montaje con ecos del Circo del Sol. Un aeropuerto trasladado a un universo mágico es la excusa para el espectáculo: normas de seguridad en cama elástica y payasos (¡horror!) encargados del despegue. Salamanca, del 26 al 30; Santander, 3 y 4 de enero; y Bilbao, el 6 y 7 (www.eoloh.com).
Cirque du Soleil
A la espera de que “Kooza” aterrice en Madrid el 1 de marzo, nos visita el show “Alegría”(Barcelona del 26 de diciembre al 6 de enero; Tenerife, desde el 13 de enero) y “Michael Jackson, the immortal world tour” (del 26 al 30 de diciembre, en Madrid), que reinterpreta, en clave circense, las coreografías del rey del pop (cirquedusoleil.com).
Circo de los horrores
La ilusión y la música tienen su lado oscuro. Y 'Manicomio' se sumerge en él sin red de seguridad. Ambientado en un hospital mental del siglo XIX, el show es rico en equilibristas desequilibrados, magos fuera de la realidad y malabaristas inestables. En Madrid, hasta el 6 de enero (www.circodeloshorrores.com).
Y además...
Navidades en el Price. El circo estable de Madrid despliega sus encantos. Acróbatas chinos y malabares digitales (en la foto) (www.teatrocircoprice.es).
Acrobacias con mucho arte. En vacaciones, los guías de las visitas familiares al Museo Reina Sofía (Madrid) serán artistas circenses (www.museoreinasofia.es).
Circo Raluy. 101 años ha cumplido esta veterana y tradicional compañía. En Barcelona, hasta el 20 de enero (www.raluy.com).
No hay comentarios:
Publicar un comentario