lunes, 2 de septiembre de 2013

QUERIA CANTAR LA HISTORIA HONESTAMENTE ASHTON KUTCHER,. /APROBADO PARA LA COMEDIA CASTUA,.

TÍTULO; QUERIA CANTAR LA HISTORIA HONESTAMENTE ASHTON KUTCHER,.

Ser Steve Jobs, un proceso "doloroso" para Ashton Kutcher

El actor de 35 años cambió su dieta a una de consumo exclusivo de frutas y estudió al visionario de Apple para lograr el papel en 'jOBS'










Algunos críticos han reconocido el parecido que tiene Ashton Kutcher (d) con Steve Jobs (Getty Images).
Lo más importante
  • Ashton Kutcher cambió su dieta y aprendió los gestos de Steve Jobs para la cinta biográfica 'jOBS'
  • El actor de 35 años dijo que estaba preocupado por apegarse fielmente a la vida del fundador de Apple
  • El estreno de la cinta ha sido reprogramado, y los productores han enfrentado varias críticas sobre su contenido

Temas relacionados





(CNN) — Matthew McConaughey perdió 18.1 kilogramos para la filmación de Dallas Buyers Club de diciembre, y Matt Damon se ejercitó durante cuatro horas al día para definir sus músculos para Elysium.
Mientras tanto, Ashton Kutcher quería hacer tan bien el papel del ícono de la innovación Steve Jobs, que incluso fue llevado al hospital.
El actor de 35 años se convirtió en fruitarian (las personas que se alimenta solo de frutos) mientras filmaba la película biográfica de Steve Jobs, jOBS, en un intento por “entender algo de su disciplina”, explicó Kutcher a CNN.
Tomó un libro de Arnold Ehret que alguna vez leyó Jobs llamado Muscusless Diet Healing System y comenzó a comer solo frutas, y perdió entre siete y ocho kilogramos en el proceso, de acuerdo con el director de jOBS, Joshua Michael Stern.
“(Jobs) realmente era un hombre disciplinado en muchas formas, alrededor de su trabajo, su vida, sus relaciones y sus productos”, dijo Kutcher.
“Y parte de hacer la dieta era solo para intentar entender eso. No me gustó mucho. Al final, fue realmente doloroso. Pero realmente valió la pena, porque creo que gané un nivel de empatía hacia ese tipo de disciplina y enfoque sin la cual no creo que hubiera podido interpretar el papel.”
jOBS, que se estrenará en Estados Unidos este viernes, sigue el ascenso de Steve Jobs desde que dejó la universidad hasta que se convirtió en un creador globalmente influyente y contará la fundación de Apple junto con Steve Wozniak (interpretado por Josh Gad).
Como una de las estrellas más conocedoras de la tecnología en Hollywood, Kutcher inicialmente estaba nervioso de interpretar a alguien a quien llama su “héroe”.
“Lo admiro, y admiro su trabajo”, dijo Kutcher a CNN. “Lo más aterrador para mí fue que quería… que las personas vieran mi interpretación de él y la vieran como una interpretación que lo honraba y era honesta sobre algunos de los defectos que tenía. Esa fue realmente una tarea intimidante”.
Por supuesto, Kutcher obtuvo el papel con una ventaja genética: el actor, quien también protagoniza Two and a Half Men de CBS, comparte un parecido con el difunto Jobs, quien murió en octubre de 2011.
Pero de acuerdo con el director Stern, Kutcher no intentó depender solo de su aspecto.
“Ashton entró a la primera reunión ya canalizando a Steve Jobs”, dijo a CNN. “Tenía los gestos, estudió cientos de horas. Sabía desde esa primera reunión que necesitaba llevar evidencia de que podía interpretar el papel”.
La inmersión total de Kutcher en el personaje fue tan completa que Stern se alejó del actor con un nuevo respeto. “Estudió al hombre. Vivió en su piel todos los días, lo que no era el lugar más fácil para vivir, y realmente lo respeto bastante. Dio todo lo que tenía, y más que nada sabía que este papel era importante para él. Y cuando algo es importante para ti, sin importar lo que hagas, vas a dar todo lo que tienes”.
A pesar de esos esfuerzos, jOBS enfrentó críticas antes de su fecha de estreno, de la elección de Kutcher hacia abajo.
La película biográfica originalmente estaba programada para abril, pero fue retrasada a agosto, según reportes, para que el estudio pudiera darle un mayor impulso de mercadotecnia. Hasta ahora, las reseñas han sido mezcladas, y luego están aquellos que cuestionan su momento.
Kutcher dice que cuando recibió el guion, que ya era una obra en progreso cuando Jobs murió, tenía esa “preocupación inmediata”.
“Sabía que había algunas personas que eran cercanas a él y no querían que se hiciera una película tan pronto”, dijo, pero debido a que “tengo amigos que realmente lo conocieron, sentí que… al menos podía proteger su legado de alguna forma al interpretar (el papel), y sabía que me dedicaría a hacerlo lo mejor que pudiera”.
Cuando haces un impacto tan grande en el mundo como el que hizo Steve Jobs, esa historia eventualmente se contará, sin importar lo que pase. “Prefería contarla antes de que los relatos sobre él crecieran y mientras podíamos contar una historia honesta”, continuó Kutcher.
“Muchas veces, alguien muere y de repente las historias se convierten en estos relatos ficticios de lo que ocurrió. Creo que esta película es tan cercana a la verdad que pudimos encontrar.”
En los Premios Teen Choice de este año, Kutcher se dirigió a la joven multitud en un momento motivacional al estilo Jobs. Le dijo a los fanáticos “lo sexy es lo inteligente”, “las oportunidades se ven mucho como un trabajo” y cerró su discurso al decir, “construye una vida, no vivas una”.
Carolyn Sung y Jane Caffrey colaboraron en este reporte,.

TÍTULO; APROBADO PARA LA COMEDIA CASTUA,.

 
Abanicos por aquí y por allá. Aunque prometía ser una noche más fresca, lo cierto es que ni el calor se quiso perder la primera de las dos representaciones extremeñas que este año dan forma a la 59 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico. El estreno de la comedia castúa estuvo arropado por las risas de los 2.250 espectadores que no se lo quisieron perder, convirtiendo la cita en la que más afluencia de público ha tenido hasta la fecha.
'Tesmoforias' de Aristófanes, con la pluma y dirección de Esteve Ferrer y Juan Capote, no defraudó, y alcanzó el principal objetivo de la comedia, conseguir que los espectadores disfrutaran de la noche.
Poco antes de que el reloj marcara las once, la oscuridad se hizo en el Teatro Romano al tiempo que la voz del narrador invocaba las primeras palabras, en una Cavea Lateral subido a uno de los arcos. Algunos despistados no sabían ni a donde mirar, hasta que Juanjo Llorens, iluminador con sello de premio Max, dirigió un foco al recóndito lugar donde estaba sentado el extremeño José Lucía.
Pocos segundos después, todo el elenco de actores y figurantes, se encontraban en el escenario en una especie de toma falsa planeada. Así hasta en tres ocasiones los actores hacían como que se confundían, rompiendo esa magia del que se siente enfrente de una proyección de imágenes en vivo cuando acude al teatro. Aprovechando esos cortes de ficción, se presentan algunos actores e incluso productores de la obra, Ana Trinidad, en silla de ruedas por su lesión y Fermín Núñez. El narrador explica la festividad anual donde las mujeres podían opinar, criticar e incluso juzgar a quienes entendían culpables de algún delito. La diosa Ceres tiene su momento a modo Mártir Santa Eulalia con saeta incluida.
El ritmo frenético, en el que un despiste puede costarle al espectador segundos de cero entendimiento, sumado a que las intervenciones de los actores se producen en diferentes zonas del escenario y graderío, aquello parecía una casa de locos. Un enredo de los pies a la cabeza, una comedia que requería la atención constante de los espectadores. Un reloj montado a la perfección, y como resultado, en menos de diez minutos de obra, el público en varias ocasiones le dedicó aplausos entre risas y carcajadas. La comedia estaba calando como hace años que no lo hacía.
Mujeres de armas tomar
El narrador pronuncia las palabras claves que dan comienzo a la función y antes de abandonar el escenario presenta a los personajes que se hacen con el escenario romano. Eurípides y su suegro Mnsíloco. El autor trágico, el gran ausente en las representaciones que llevan su firma aunque no por eso menos nombrado en presentaciones de obra, en las 'Tesmoforias' de Aristófanes se convierte en personaje.
Y lo hace bajo la pluma de su principal rival de la época, que le pone en un serio apuro, por la imagen desmedida de las mujeres que dibuja en sus obras trágicas. Ellas planean vengarse del que las retrata como mata niños, infieles y salvajes. Y el autor junto a su suegro planea salvar su pellejo.
El afeminado poeta Agatón, personaje clave, hace su entrada estelar que a muchos les recordó a la famosa caravana pacense de palomos cojos, con canción incluida, que en el estreno se entendió a medias por un fallo en el micrófono del poeta. Aunque no por eso consiguieron menos carcajadas del público. Que Agatón se negara a interceder por Eurípides desencadena la transformación en mujer del suegro, que sin beberlo ni comerlo, acaba sin pelo y con peluca.
Antes de que las mujeres tomen la asamblea, sucede una de las escenas añadidas por Copete y Ferrer, el largo enfrentamiento dialéctico entre Aristófanes y Eurípides, que no se sabe quien acaba venciendo a quien, pero que muestra la rivalidad de ambos autores y la lupa con la que ellos describen la realidad.
Los cortes en las intervenciones son constantes, con la presencia de diferentes personajes que aportan agilidad y cortan la pesadez de algunas escenas. Un recurso repetido en varios momentos que desencadena auténticas carcajadas. Una locura.
Llega el turno de las mujeres, del coro de seis con voz, nombre y personalidad. Se hacen con el escenario y comienza su particular trama contra el autor teatral, que a su juicio, tan mal las retrata. Dan rienda suelta a la asamblea. Una asamblea divertida, con sus puntos pero quizás demasiado dilatada.
La emoción cobró forma en las figuras de las mujeres retratadas por el autor griego. Medea, Elena y Hécuba, no faltaron a la cita con Aristófanes y los extremeños, cortando por minutos la comedia. Tampoco faltó la presencia de algunas diosas, y algunos guiños al presente, que tanto gustan.
Como era de esperar, descubren al suegro disfrazado de mujer que intenta ayudar a Eurípides, quien se convierte en el centro de la tortura. El padre de la tragedia griega recurre a varios dioses, para intentar salvar a Mnsíloco.
Asumir y comprometerse con que nunca más volverá a retratar de esa forma tan desleal a las mujeres es la única solución para el enredo. Así finaliza la obra, sin un cierre como tal, de esos que dejan las tragedias, pero suficiente para que el público se pusiera en pie y durante minutos dedicarán aplausos y vítores a los actores. La música inundó el escenario con la canción de Agatón del comienzo de la obra, y los actores cantando de nuevo se despidieron entre carcajadas de los espectadores. Una buena velada, con su más y sus menos, pero agradable.
Las pegas
Aunque el fin que mueve y da sentido a la comedia tiene que ver directamente con la reacción del público, que reírse se rió, lo cierto es que el montaje tuvo fallos destacables y también subsanables para el resto de funciones.
El sonido en algún momento que otro, estaba descontrolado. Pequeñeces en ocasiones poco perceptibles y que en esta parte el público señaló como principal pega del espectáculo. El texto se hacía complicado de entender alguna que otra vez y caótico en otras. Acentuaba el enredo, pero dispersaba la atención de los presentes que no sabían de qué hablaban los actores.
Una de arena siempre viene de la mano de una de cal, o al menos eso es lo justo. Aunque hubo fallos, no deslució la interpretación de los actores. Cada uno, en su momento y con cada papel, estuvo sublime.
Y eso que era un proyecto complicado, diecisiete actores y más de veinte personajes. Algunos de ellos como José Lucía, hasta ocho y José Luis Martínez, seis. Jesús Martín Rafael, lo mismo se metía en la piel del más afeminado poeta, como del más burdo de los arqueros. Todos sabían diferentes. Las mujeres, unas más emeritenses que otras, una muda que habla cuando quiere, una coja en silla de ruedas que tartamudea cuando se enfada, otra que tiene mucho que decir y a la velocidad que lo suelta, medio te enteras.
Cada una singular, y bárbaras en sus intervenciones. Marta Calvó, clavó la Medea de tres minutos, que a muchos les supo a tragedia desmedida. Lo mismo que la Hécuba de Piedad Gallardo, con guiños incluidos a Concha Velasco. Ana Trinidad, en silla de ruedas poniendo voz a otra grande de la tragedia, Fedra; Paca Velardiez, una asidua en esta cita y Beli Cienfuegos, de Atenas Centro, completaban el coro de mujeres.
Mención aparte merece Pablo Viña, que en comedia funciona de maravilla, junto a Fermín Núñez, que se convirtió en un convincente Eurípides de carne y hueso.
Sin duda, una elección más que acertada por parte del director, Esteve Ferrer, que ya en la presentación de la obra dejaba claro que corrió «para coger a los mejores actores». Una elección que consiguió cuajar la comedia en el Teatro Romano, lo que supone siempre una apuesta arriesgada, complicada y con una responsabilidad implícita que pocas veces sabe a gloria. Aún así, el día del estreno la comedia que presentaron les devolvió el mejor de los regalos cuando una obra de este tipo se lleva a escena y no es otro que la risa del público.
Jacin Marchena Mendo, de Cáceres, la describe como muy divertida y sobre todo, entretenida. «Me ha gustado mucho cómo han mezclado el humor actual con lo clásico». Francisco de Mora, de Alicante, aunque la considera un poco larga, reconoce que se lo ha pasado bien. «Era la primera vez que venía y me he sorprendido por la cantidad de público, ver esto lleno emociona».
Larga al principio, aunque después engancha. Así la describe Felisa Núñez de Oliva de Mérida. También señala que los problemas de sonido le impidieron entender parte de la obra. Aún así, «cuando te enganchas es muy divertida».
Una buena elección de actores, como también darle el protagonismo que se merece a la grandiosidad del Teatro Romano que lució como pocas veces. Un homenaje a las obras que dieron forma a las primeras ediciones. Con caballos, burro y gallina. Con vestuario lleno de túnicas y colorido. Con guiños al presente, al pasado y a la ciudad que dio gloria al escenario romano. Una cita muy especial, cargada de risas que dejan un sabor de Extremadura y de su calidad de actores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario