TÍTULO; ¡Qué tiempo tan feliz! estrena una nueva sección: “Yo soy...Nino Bravo”,.
Este sábado, a partir de las 18.30h
¡Qué tiempo tan feliz! estrena una nueva sección: “Yo soy...Nino Bravo”
El sábado 21 de septiembre, ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ estrena la sección ‘Yo soy…’, en la que tres voces anónimas imitarán, una vez al mes, a un conocido cantante y competirán por hacerlo lo mejor posible. En el debut de la sección, los participantes tendrán que emular a Nino Bravo.
En 'Yo soy Nino Bravo', tres aspirantes interpretarán
tres de las míticas canciones del artista valenciano: 'América', 'Libre'
y 'Te quiero'. Jose María Iñigo -experto musical que conocía muy bien a Nino Bravo-, el locutor radiofónico Fernandisco -en calidad de crítico musical y gran conocedor de la vida y la música de Nino Bravo-, Elena Bianco -quien fuera amiga íntimo del cantante-, y un familiar de Nino Bravo -que mantendremos en sorpresa hasta el sábado-, serán los encargados de juzgar a los tres concursantes.
El espectador será testigo de cómo se han preparado los aspirantes para
transformarse en Nino Bravo, cómo han preparado sus voces,
interpretación, caracterización… y, finalmente, del espectacular
resultado sobre el escenario. Además, una mujer muy conocida, gran cantante, vinculada a una familia de artistas muy importantes, y asidua de las revistas del corazón, también se convertirá en el famoso artista. TÍTULO: LOS PENCOS DE FROILAN,.
Los 'pencos' de Froilán-foto
El pésimo rendimiento escolar del
nieto mayor de los Reyes obliga a 'Pipe' a formar parte del grupo de
alumnos con problemas de aprendizaje
Froilán ha vuelto a dar otro disgusto a la Familia Real
pero, en esta ocasión, nada ha tenido que ver con ese carácter inquieto
del que dio muestras desde su más tierna infancia, sino con su -escaso-
rendimiento escolar.
El nieto mayor de los Reyes de España, con quince años,
estudia 3º de Secundaria, después de repetir 2º y a pesar de haber
vuelto a suspender, lo que le obliga a formar parte del grupo de
diversificación curricular. Quiere esto decir que, junto a otros alumnos
con problemas de aprendizaje, seguirá un programa distinto al resto de
sus compañeros, con materias adaptadas que permitirán que finalmente
todos ellos puedan graduarse en la ESO.
Las malas notas de Froilán -'Pipe, para los amigos'-,
llevan años provocando dolores de cabeza a sus padres, que han probado
de todo para intentar encarrilar al chico, que quedó muy afectado por su
«cese temporal de la convivencia». Lo intentaron primero sacándole del
colegio San Patricio, en Madrid, y matriculándole en uno de los más
prestigiosos internados británicos, en Sussex, con un coste por curso de
24.000 euros. La experiencia no debió de resultar excesivamente
provechosa pues al año siguiente, en 2011, volvía a la capital para
matricularse en el colegio Santa María del Pilar, mucho más asequible:
330 euros al mes, incluidas actividades extraescolares.
Su progresión, si es que la hubo, se cortó en 2012 al
producirse el sonado accidente con la escopeta mientras pasaba unos días
en Soria con su padre, Jaime de Marichalar. A este desgraciado hecho,
susto y hospitalización incluidos, se achacó que el chaval acabara
repitiendo curso.
Ya recuperado del tiro en el pie, Froilán afrontó este
último año escolar en el mismo centro. No debió de quedar muy satisfecha
su madre, la infanta Elena, con los resultados, pues en verano le
castigó a trabajar como monitor voluntario para niños en la Fundación
Carmen Pardo-Valcarce, con jornadas de ocho horas diarias durante el mes
de julio. Es fácil imaginar que su familia no ha escatimado medios ni
refuerzos educativos pero, de momento, Froilán está más interesado en el
deporte -se le dan bien el fútbol, el baloncesto y la vela- que en los
libros.
En su caso, a la preocupación por los suspensos se suma la
derivada de su comportamiento. Es cierto que los medios se han encargado
de amplificar cada uno de los incidentes que ha protagonizado, algunos
de los cuales no pasan de meras anécdotas, hasta ofrecer de él la imagen
de un muchacho rebelde. Probablemente tampoco ha ayudado su fobia a los
fotógrafos, a quienes se ha enfrentado en numerosas ocasiones.
Sin duda, el episodio que ha hallado más eco es el de su
pelea de este verano con su primo Pablo, hijo de Iñaki Urdangarin y la
infanta Cristina, a quien supuestamente propinó un cabezazo y amenazó
con ensartar con el palo de un pincho moruno para impedirle participar
en una merendola. La otra versión del asunto, menos conocida, cuenta que
Froilán, con mano para la repostería, estaba preparando unos brownies, y
que su primo les echó mano antes siquiera de que estuviesen listos, con
lo que todo queda en una defensa -vehemente, eso sí-, de su trabajo.
A veces todo depende de cómo se cuenten las cosas.
¿Recuerdan aquella patada que, vestido de paje, le dio a una de las
niñas del cortejo de Letizia en la boda de los Príncipes? Pues también
podría haberse dicho que Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de
Marichalar y de Borbón atacó a Victoria López de Quesada y Borbón Dos
Sicilias. Vamos, todo un conflicto diplomático.
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