domingo, 22 de septiembre de 2013

EL BUENO DE GLEN,./ EMPORIO ALONSO,.

TÍTULO; EL BUENO DE GLEN,.

De pequeños siempre nos decían que las buenas acciones acaban teniendo su recompensa, pero rara vez sucedía que ese premio llegase ,.foto,

El bueno de Glen

Una colecta por internet ya ha recaudado más de 100.000 dólares para el mendigo de Boston que se encontró una mochila llena de dinero y la entregó a la Policía

De pequeños siempre nos decían que las buenas acciones acaban teniendo su recompensa, pero rara vez sucedía que ese premio llegase rapidito y en forma más o menos disfrutable. También en el caso de Glen James, el mendigo de Boston que entregó a la Policía una mochila repleta de dólares que acababa de encontrar, la cosa podría haberse quedado en un reconfortante sentimiento de dignidad moral, pero la Policía de la ciudad estadounidense decidió organizarle una ceremonia pública de reconocimiento. Y, de ahí, se ha pasado por sorpresa a una retribución como es debido, de esas que echábamos de menos en las vagas promesas de nuestra infancia: una suscripción abierta a través de internet ha ido acumulando donaciones hasta rebasar ayer la frontera de los 100.000 dólares, unos 74.000 euros. Y la cifra sigue subiendo.
El sábado pasado, Glen estaba sentado delante de una tienda de ropa en el centro comercial de South Bay, a las afueras de Boston. A pocos metros, alguien se dejó olvidada una mochila negra que contenía 2.400 dólares en metálico y casi 40.000 en cheques de viaje, una suma importante que, en manos de un hombre que lleva más de cinco años sin hogar, equivalía a una fortuna. Glen buscó a unos policías y les entregó la bolsa, que no tardó mucho en llegar a su despistado propietario, un estudiante chino de visita en la ciudad. Fue fácil confirmar su identidad, porque en la mochila también estaba su pasaporte.
Las autoridades pensaron que Glen merecía, al menos, un elogio oficial y un elegante diploma. El lunes por la tarde, en la sede central de la Policía bostoniana, nuestro protagonista escuchaba, azorado pero contento, un pequeño discurso sobre su «extraordinaria muestra de carácter y honestidad». Los periodistas también querían escucharle a él, pero se quedaron con las ganas: «Yo hablo poco, porque tartamudeo», explicó el homenajeado, que prefirió repartir un breve escrito en el que relataba algunas circunstancias de su biografía. Durante trece años, estuvo trabajando como archivero en los juzgados, pero tuvo problemas con sus jefes y acabó sin empleo y viviendo en la calle. Pasa las noches en un albergue para indigentes, se alimenta gracias a «la bendición» de los bonos de comida y sufre la enfermedad de Ménière, un trastorno del oído interno que le provoca graves vértigos y le complica la búsqueda de un nuevo empleo.
«Aunque necesitase dinero desesperadamente, no me habría quedado ni siquiera un centavo de lo que encontré. Soy extremadamente religioso y Dios siempre ha cuidado muy bien de mí», explicaba en el papel. También manifestaba su agradecimiento a quienes alguna vez han depositado monedas en su platillo -«es muy agradable llevar algo de dinero»- e incluso personalizaba ese sentimiento en el veterano concejal y candidato a alcalde Charles Yancey: «Me ha dejado un total de siete dólares», precisó, con las cuentas muy claras. Tras la ceremonia, cuando Glen salía del edificio con su diploma enmarcado, todo el personal de oficina se levantó tras sus mesas para aplaudirle.
Que no le roben
La historia, reproducida en decenas de medios estadounidenses, conmovió a un joven que vive a 900 kilómetros de Boston y jamás ha puesto el pie en esa ciudad. Esa misma tarde del lunes, el virginiano Ethan Whittington decidió promover una colecta a través de la página de internet Gofundme para premiar a Glen con algo más que buenas palabras. «Demostremos que todavía queda esperanza y humanidad en nuestra gran nación», argumentaba. Su idea era reunir doscientos o trescientos dólares y hacerlos llegar al buen hombre, para alegrarle un poco el mes, pero la cosa pronto superó todas las expectativas. A primera hora de la tarde de ayer, la recaudación estaba ya por encima de 100.000 dólares y seguía creciendo a ritmo vivo. Mientras tanto, a través del correo electrónico, Ethan Whittington recibía decenas de ofertas para mejorar la vida de Glen: puestos de trabajo, comida, muebles, ropa, cuidado dental gratuito, ordenadores...
El promotor de la iniciativa tiene que plantearse ahora cómo gestionar la entrega de ese dineral y también la mejor manera de ayudar al bueno de Glen a administrarlo. «No quiero que esto se convierta en una historia negativa dentro de un par de semanas, que alguien le robe o algo por el estilo -ha declarado al 'Boston Globe'-. No voy a darle un montón de dinero y decirle 'ahí te quedas'».

 TÍTULO,. EMPORIO ALONSO,.
Aunque les cueste creerlo, en Fernando Alonso (Oviedo, julio de 1981) las consecuencias de la crisis saltan a la vista. Hace un par de ...
 

Gente

Emporio Alonso-foto,.

El deportista español mejor pagado colecciona coches de Fórmula-1 y posee un entramado empresarial que gestiona desde su imagen pública a inversiones inmobiliarias. Ahora negocia también la compra de un equipo ciclista, el Euskaltel

Aunque les cueste creerlo, en Fernando Alonso (Oviedo, julio de 1981) las consecuencias de la crisis saltan a la vista. Hace un par de temporadas, apenas había un espacio libre en su mono de competición, colonizado hasta el cogote por logotipos, marcas, letras, símbolos y figurines. En ésta, apenas dos anunciantes -las gafas Oackley y los relojes Viceroy- campean, junto a los espónsores oficiales, en el buzo del bicampeón de la Fórmula 1.
Así y todo, el piloto asturiano se ha convertido esta temporada en el deportista español mejor pagado, con unos ingresos de 22,4 millones de euros. Esa cantidad proviene de su contrato con Ferrari, por el que recibe 21 millones de euros netos, y del millón y medio con que sus patrocinadores pagan tanto el uso de su imagen pública como la presencia de Alonso en los actos promocionales de la compañía, que se tarifan por horas y cuyo horario se cumple de manera escrupulosa. Hasta el punto de que no es infrecuente verle salir corriendo de algún acontecimiento o comida mientras señala el reloj con el índice y comenta que les ha 'regalado' tiempo de más.
Según 'Forbes', algo así como la revista que toma la temperatura a las grandes fortunas del mundo, Alonso ocupa el puesto decimonoveno entre los deportistas mejor pagados del planeta, lista que encabeza, un año más, el golfista Tiger Woods (58,4 millones), seguido del tenista Roger Federer (53,5). Cristiano Ronaldo (32,9) aparece en novena posición mientras que la primera mujer, la tenista Maria Sharapova (21,7), se encuentra en el puesto 22. El único piloto que hace sombra a Alonso es Lewis Hamilton (con 20,6 millones) en el puesto 26.
Desde que en 2001 ingresó en la escudería Minardi para romper todos los registros conocidos entre los pilotos noveles, Fernando Alonso no ha dejado de darle a la manivela de los ingresos. El asturiano es impermeable hasta la exageración en todo lo que tiene que ver con su vida privada. Así que imaginen el celo con que defiende sus finanzas, como si trataran de adelantarle por dentro en la mismísima Parabólica de Monza. «Hablar de dinero siempre es contraproducente», subraya Luis García Abad, representante del piloto.
Como suele ser habitual en estas fortunas, Fernando Alonso diversifica sus inversiones entre productos financieros con garantía de capital, que proporcionan intereses reducidos, pero otorgan seguridad, e inversiones inmobiliarias y actividades empresariales con socios experimentados en el mundo de los negocios.
Al margen de esas inversiones, Alonso dispone de dos grandes conglomerados para atender sus asuntos. Por un lado, Gespuam S. L., que inició sus operaciones el 21 de abril de 2004, cuando Alonso cumplía su segunda temporada en Renault, equipo con el que alcanzó el cuarto puesto del Mundial de Fórmula 1. En esa sociedad, propietaria del dominio www.fernandoalonso.com, aparece como apoderado el padre del piloto, José Luis Alonso Fernández, y como socia única su madre, Ana María Díaz Martínez.
¿Los objetivos de Gespuam? Un cajón de sastre donde cabe todo, desde la gestión de páginas web a la representación de deportistas profesionales o artistas, pasando por «la gestión y dirección de participaciones en los negocios de otras entidades» y finalizando con la «adquisición, venta, tenencia, arrendamiento y gestión de todo tipo de inmuebles». Una sociedad instrumental, en suma, hecha a la medida de los intereses mercantiles del ferrarista.
Todo se compra y se vende
Gespuam registró en 2010 unas pérdidas de 213.061 euros, según algunas informaciones. En el anterior ejercicio, el saldo contable fue también negativo en 57.465 euros, cifras ambas que contrastan con los 431.755 euros de beneficio de la sociedad en 2008, cuando su volumen de facturación rebasó el millón de euros, en concreto 1.005.246 euros.
La otra sociedad ligada al emporio Alonso es DAF 5 Management SL, también constituida en Asturias y que declara como objeto social «la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia», y en la que vuelven a aparecer los padres del piloto, esta vez como como responsables solidarios. DAF 5 se ocuparía en la práctica de gestionar los derechos de imagen, de gestar y comercializar productos de mercadería así como del asesoramiento integral y el management del piloto. En 2009 cerró con un beneficio de 976.242,43 euros y de 834.998,88 euros en 2010. En los últimos años sus reservas por ganancias acumuladas llegaban a 4,13 millones de euros, aunque su actividad se ha ralentizado.
Lo que está fuera de toda duda es que Fernando Alonso ha amasado una fortuna con cada 'pole position'. Es, además, el único piloto que comparte con todo su 'staff' (y eso incluye hasta al último mono) los premios en metálico que consigue en los circuitos. También puede vérsele en el 'paddock' entreteniendo al respetable con trucos de magia.
No es de extrañar entonces que un simple movimiento de su varita mágica, una simple llamada suya en pleno naufragio del equipo ciclista Euskaltel, pintara una sonrisa en el entramado del equipo naranja. Alonso, se dijo, respondía de la operación de compra de la licencia con 17 millones de euros de su patrimonio personal. Un paso al frente que, con los días, ha desembocado en una negociación en toda regla, que una cosa es la afición y dar pedales con Samuel Sánchez y otra bien distinta, hacer el bobo.
El sueño del museo
La operación ha sacado a la luz el tirón del apellido Alonso: digno de un motor de 800 caballos como el que equipa su Ferrari F-138. El día en que se anunció que Alonso se ligaría a Euskaltel, nada menos que 168.000 nuevos internautas visitaron por primera vez la página web del piloto. Alonso es mucho más que un nombre.
El asturiano, hijo de una empleada de El Corte Inglés y de un trabajador de una fábrica de explosivos en la Asturias 'dinamitera' que regentó luego una pista de karts y vivía en un cuarto sin ascensor, siempre ha dicho que quería invertir su dinero en una escuela de pilotaje, en un equipo ciclista y en un restaurante.
No se sabe si entre sus inversiones figura alguna relacionada con la gastronomía y los manteles, pero lo del equipo ciclista va viento en popa y el circuito de karts, también. De hecho, el nombre de Alonso pasará a la historia del Principado de la mano del complejo que se levanta en el municipio de Llanera. Allí, junto a la pista que él mismo ha diseñado, se exhibirán los once 'Fórmulas 1' que Alonso, el 'Nano', ha utilizado en sus años de piloto en la cumbre y que ahora tiene en naves industriales cerca de Oviedo. Algunos han sido un 'regalo' de las escuderías, otros, fruto de un ajuste en las condiciones de contratación... es decir, rebajo mi ficha medio millón de euros y, al final de temporada, me quedo con el coche. El último lo compró hace nada su 'papi' a precio de oro. Le faltaba el McLaren del malhadado 2007 de donde salió por la puerta falsa. Ya lo tiene.

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