TÍTULO: REVISTA DOMINICAL.«Llegará el día en que tu jefe sabrá lo que estás pensando».
Un
español, el neurobiólogo Rafael Yuste (Madrid, 1963) lidera el equipo
científico impulsado por el presidente de EE UU, Barack Obama, ...
Un español, el neurobiólogo Rafael Yuste (Madrid, 1963)
lidera el equipo científico impulsado por el presidente de EE UU, Barack
Obama, para elaborar el mapa del cerebro. «En quince años», se
compromete, la ciencia podría dar un salto de gigante en el conocimiento
del principal órgano del cuerpo humano, el que rige el pensamiento. Sin
embargo, todo lo que se sabe sobre él a día de hoy se queda, según
reconoce, «a nivel de párvulos».
-¡Pues vaya miseria!
-El cerebro es quizás el trozo de materia más sofisticado
del Universo, pero la neurobiología es una ciencia reciente. Ni siquiera
tenemos la certeza de que las bases de nuestro edificio sean sólidas.
-¿Usamos solo la décima parte de nuestra capacidad intelectual?
-Eso es un bulo. Lo que sí sabemos es que cualquier parte
del cerebro está permanentemente activa. Es una máquina siempre
encendida.
-¿Usted cree que merece la pena sobrevivir a un infarto para vivir luego diez años con una demencia?
-El desarrollo de la medicina en otros campos, como las
enfermedades cardiovasculares y el cáncer, está poniendo en evidencia la
gran ignorancia que como médicos y científicos tenemos del cerebro.
Tratamos a estos pacientes muchas veces sin conocimiento de causa.
-Al cerebro no le vale con la clásica receta de dieta y ejercicio.
-No se sabe. Llevamos cien años estudiándolo neurona por
neurona, cuando los circuitos cerebrales tienen miles de millones.
Estamos ante un televisor y solo vemos un pixel de la pantalla. ¿Qué nos
pasa? Que no nos enteramos de la película. Queremos desarrollar
técnicas para ver la pantalla completa.
-¿En qué basa su esperanza en que lleguemos a conocer la cura del alzhéimer, la epilepsia...?
-En el momento en que podamos analizar una parte del
cerebro en su totalidad podremos empezar a armar una teoría general
sobre cómo funciona el cerebro. Ahora tenemos un coche de lujo que no
sabemos cómo funciona.
-¿Por qué no recordamos nada de nuestra infancia?
-Sabemos que hay un periodo crítico en el desarrollo de la
corteza cerebral, después del nacimiento, de muchísima plasticidad. En
ese momento, los humanos podemos aprender uno o más idiomas con
facilidad. Es posible que el cerebro sea en la infancia temprana tan
moldeable que ni siquiera permita acumular información.
-¿Existen diferencias entre el cerebro de un hombre y el de una mujer?
-Las hay, pero nos falta conocimiento para saber si son
realmente importantes. Tenemos un puzle de mil piezas, algunas difieren
entre el hombre y la mujer, pero no sabemos cómo encajan.
-¿Existirá algún día la manera de borrar recuerdos indeseables?
-No solo de borrar recuerdos, sino de leer la mente de las
personas y de los animales. No es magia. Dentro del cerebro hay neuronas
disparando información. Si logramos ver cómo disparan y descifrar los
disparos, podremos recrear la actividad mental de la persona que
tengamos delante. Podrán borrarse recuerdos, pero a mí me interesa
detener una crisis epiléptica.
-¿Quiere decir que mi jefe sabrá lo que estoy pensando?
-Parece ciencia ficción, pero eso llegará, más tarde, pero
llegará. El conocimiento del cerebro plantea un montón de problemas
éticos y sociales. Va a suponer un cambio completo en la cultura de la
Humanidad porque, por primera vez, nos vamos a entender por dentro.
Estamos ante una nueva tecnología que tendrá que ser supervisada desde
el principio por un comité ético, y el presidente Obama lo sabe.
TÍTULO; QUE TIEMPO TAL FELIZ, Alejandra Andrade:
Nuestras
calles se han quedado pequeñas para la periodista Alejandra Andrade
(Madrid, 1979). Tras entrenarse con Callejeros, la reportera ...
TELEVISIÓN
foto--Alejandra Andrade: «Dentro he pasado miedo»
La reportera denuncia en 'Encarcelados' (La Sexta) cómo malviven los reos españoles en prisiones de Latinoamérica
Nuestras calles se han quedado pequeñas para la periodista
Alejandra Andrade (Madrid, 1979). Tras entrenarse con 'Callejeros', la
reportera de 'Encarcelados' (los jueves, a las 22.30 horas, en La Sexta)
ha cruzado el 'charco' sin hacer escala en playas paradisiacas. Todo lo
contrario. Junto a su compañero Jalis de la Serna denuncia cómo
malviven los españoles en las prisiones latinoamericanas.
- ¿La cárcel más dura?
- En Brasil fuimos a una prisión de máxima seguridad donde
los presos van con un mono naranja, pasan 23 horas en la celda, se
desnudan antes de salir, no pueden mirar a la cara a los funcionarios...
Salí con mal cuerpo al ver la humillación que sufrían. Los españoles
que están recluidos allí están afectados psicológicamente y no tienen
contacto con España.
- En el programa denuncian casos de extorsión.
- Sobre todo les extorsionan sus compañeros. En Perú, había
un chico de 22 años a quien le llamaban 'Pollito'. Este chico se volvió
drogadicto en la cárcel porque tenía una depresión brutal. Allí se fía
la droga y cuando no tienes para pagar es cuando te dan palizas. A este
chico le habían torturado, le habían dado descargas eléctricas...
- ¿Cómo reaccionan los presos al ver la cámara?
- Al principio, cuando contactas con ellos, no quieren
salir. Pero cuando nos ven allí dentro cambian de opinión. Llevan sin
ver a un español mucho tiempo y lo reciben como un apoyo del país. En
Brasil había un señor que se puso a llorar cuando le abracé. Me dijo:
'Hace dos años que no me da un abrazo nadie'. Los que se oponen es
porque su familia no sabe que están presos en Latinoamérica.
- ¿Les han ayudado?
- Los informativos de La Sexta se pusieron en contacto con
el Ministerio de Exterior para preguntar por Paco, un preso de República
Dominicana al que visitamos. Está muy enfermo y no tiene medicinas.
Dijeron que le iban a ayudar, pero no ha habido ningún comunicado. Las
embajadas conocen la situación en la que están porque cada cierto tiempo
van a llevarles dinero. Nos encantaría que esta serie sirviera para que
los consulados ayudaran más a los españoles que están en situaciones
tan espantosas. Y también para que cambien de idea los que se plantean
ser mulas del narcotráfico. Pueden terminar así.
«Se vive mucha tensión»
- ¿Pensó: 'De aquí no salgo'?
- No, aunque he pasado miedo. En La Victoria, en República
Dominicana, me puse nerviosa porque desapareció una compañera durante
una hora y media. Luego apareció sana y salva. Normalmente hay ganas de
salir rapidito porque se vive mucha tensión. He grabado con camellos en
barrios como La Cañada Real y reconoces en sus miradas cuando dicen:
'Hasta aquí has llegado'. Pero allí, como es otro lenguaje, no terminas
de saber qué piensan.
- ¿Tuvo miedo por ser una mujer entre tantos hombres?
- En estas cárceles entran prostitutas, sus mujeres.
Nosotras llamamos la atención bastante al ser europeas, pero se han
comportado. Hubo algún grito y, sobre todo, miradas. Nunca me han
intentado tocar.
- ¿Cómo reacciona al descubrir que entrevista a un asesino?
- Los españoles están por tráfico de droga y con ellos te
sientes protegida. En Brasil estuvimos en un psiquiátrico penitenciario
donde vimos psicópatas, sociópatas... Había uno que había matado a sus
bebés a golpes, otra que quemó el carrito con su hijo dentro, un
violador de niños... Para un periodista son entrevistas brutales, pero
te afecta mucho personalmente.
- ¿Cómo llega usted a casa?
- Aún no me ha dado tiempo a asimilarlo. Cuando termine de
trabajar supongo que me dará el bajón. Además, tengo hijos y cuando
estoy en Madrid intento ser una madre normal para recuperar el tiempo
que he estado fuera de casa.
- ¿Su familia no pasa miedo cada vez que va al trabajo?
- No, porque no soy una inconsciente. Profesionalmente me
pareció súper interesante el programa, pero tengo hijos y no soy una
loquita. En las cárceles siempre íbamos con algo de seguridad y con
mucho cuidado. En Costa Rica queríamos ver a un español que estaba en un
módulo donde hubo problemas con los funcionarios la semana anterior.
Nos dijeron que para entrar teníamos que firmar una carta para
despojarles de responsabilidad si pasaba algo. No entramos, no me la
quería jugar.
- ¿Las cárceles son buenos correccionales?
- Este tipo de cárceles, no. No he entrado en las
españolas, pero algunos reincidentes nos comentaron que las de aquí son
hoteles de cinco estrellas. No creo que la cárcel sea buena para nadie y
menos si no se respetan los derechos humanos. No sirve para nada esta
jungla en la que te sueltan para que se salve el que pueda.
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