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«El ciclismo necesita gente como Alonso»

Samuel Sánchez vio nacer y crecer al Euskaltel, su único equipo. Desde la primavera le ha visto morir. Lenta agonía. Y ahora, cuando ya desfilaba el funeral, asiste a su resurrección, eso sí, con otra personalidad, fuerte, la de Fernano Alonso, piloto con vocación ciclista. Justo al revés que Samuel, ciclista con vocación de piloto. Eso les une. Y Asturias. Durante el día de descanso, en un rincón del hotel Palafox, un cinco estrellas en el corazón de Zaragoza, Samuel habla de eso, de la pena por la despedida y la ilusión por unirse a «Fernando».

-En esta Vuelta está cerca de los mejores, pero lejos del podio.

-Bueno, no es un drama. Doy el cien por cien y llego hasta donde llego. Mira, es como lo que le pasa a Fernando (Alonso), que da el cien por cien y no consigue ganar). Pero el que la sigue la consigue y hay que intentarlo. Quedan etapas.

-A Alonso le falla el coche, que no llega a la altura del Red Bull. ¿Y a usted?

-No lo sé. Me he preparado como siempre, incluso mejor. Quizá, simplemente, es que los demás son mejores y no llego a ese nivel.

-¿Se está haciendo viejo?

-No. Con 35 años no se puede decir que soy viejo. Los años van pasando pero también me dan experiencia. Horner, con casi 42 años, tiene la Vuelta al alcance. Si falla Nibali, es el primero en la lista para coger el maillot rojo de líder.

-Queda una semana, con tres finales en alto, dos de ellos en Asturias. ¿Supone un extra de motivación?

-Sí. Es un plus, sobre todo después de ver lo bien que estuvo el Euskaltel en la etapa de Formigal. Vamos líderes por equipos. Que una escuadra como la nuestra sea líder en una gran vuelta es extraordinario. Le damos mucha importancia a esa clasificación. Ahora nos quedan cinco días y queremos despedir al equipo con un podio en Madrid.

-Y ganar una etapa en Asturias.

-Eso lo redondearía. Es difícil. Hay cinco ciclistas que están por encima de mí. Ganarles sería una sorpresa. Todavía no soy capaz de estar con ellos.

-El Euskaltel, como tal, desaparece, pero parte de la plantilla seguirá con el nuevo equipo creado por Alonso. ¿Cómo vive este cambio?

-Todo esto pasa factura. Hemos vivido situaciones dispares. Del ahogo puro por la desaparición del equipo, de pensar en dejar la bici, a la aparición de un salvador como Fernando, que le va a dar un aire nuevo al equipo y al ciclismo en general. El Euskaltel cierra una etapa y ahora viene Fernando con un equipo que va a ser totalmente diferente. Habrá un año de transición, pero todo será distinto.

-¿Qué siente al ver que desaparece el Euskaltel?

-Pena, mucha pena. Este equipo es mi vida. Desde niño he crecido a la sombra de Miguel Madariaga. Este año que él ya no está le he he echado mucho de menos, muchísimo. A Miguel le tengo que estar muy agradecido. Y también a Euskaltel, que deja el ciclismo después de muchos años en este deporte. Hay que darles las gracias. Pero sientes pena porque ves que esta familia se va a disgregar y no va a ser lo que era. Es como cuando llevas casado veinte años y, de repente, te separas. Hasta que no te ubicas, pues cuesta.

-Alonso ya quiso crear un equipo hace cuatro años. ¿Comentó con usted esa posibilidad?

-No. Sé que le gusta el ciclismo. Siempre dice que de no haber sido piloto habría sido ciclista...

-Al revés que usted.

-Bueno, yo iba a para piloto de motos y tuve que coger una bici porque mi padre no tenía medios económicos. Fernando está a tiempo para ser ciclista, ja, ja. Mira Horner con casi 42 años.

-Ahora, Alonso será el patrón.

-Fernando ha visto que era la oportunidad, que somos un equipo serio. Solo nos queda darle la bienvenida.

-¿Revolucionará Alonso el ciclismo?

-Me gustaría pensar que sí. No hay que perder la esencia ni la épica, pero hay que evolucionar. El ciclismo necesita gente como Fernando, capaz de atraer patrocinadores globales. Eso es lo que hace falta.

-¿Le sorprendió que comprara el Euskaltel?

-Sí, nadie lo esperaba. Ha sido un boom mediático. Él es un número uno en su mundo. Ha tenido un eco enorme. Gracias a él, el ciclismo español no quedará como un solar.

-¿Alonso le ha consultado algo?

-No. Estamos a la espera. Alonso y su gente no están centrados en los que tenemos contrato. Lo cumpliremos y punto. Es el resto lo que queda por hacer. Nosotros nos enteramos por lo que se lee en la prensa.

-¿Cómo construiría usted el nuevo equipo?

- No lo sé... No es mi función. Sé que Fernando lo va a hacer desde la humildad, respetando lo que ya hay y haciendo una transición lenta y llevadera. Fernando sabe que salió de una familia humilde. Como yo. Eso lo tenemos metido dentro. Trabajará desde la humildad para que este proyecto sea serio.

-¿Cree entonces que conservará parte de la estructura y luego hará fichajes para crear un gran equipo?

-Seguro. Con dinero se pueden hacer muchas cosas. Mira el Sky y el Omega. Mira el Madrid y el Barça. Con un gran presupuesto habrá un gran equipo, no solo de ciclistas, sino también de medios. Se podrá contar con lo último en nutrición, bicicletas, preparación, ropa...

- Dicen que la sede del equipo estará en Asturias.

-Eso son todo habladurías, rumores. Aún no hay nada confirmado.

- Supondría un impulso para el ciclismo asturiano.

-Para el ciclismo en general. Los niños quieren ser como Messi, como Iniesta, como Alonso. Lo malo era que el Euskaltel desapareciera y el ciclismo español se quedara solo con el Movistar. Los niños necesitan referencias.

-¿Pedalea a menudo con Alonso?

- Pues llevo tiempo sin coincidir con él. O estamos de viaje o no cuadran los calendarios.

- ¿Tiene tanto nivel ciclista como dicen?

- Anda mucho. Nos sigue en un entrenamiento de tres horas a más de treinta kilómetros por hora de media sin ningún problema. Y más que va a andar, ja, ja. Cuando sale con nosotros se le nota que es muy competitivo. Lo lleva dentro. Como todos los deportistas de élite.

- ¿Les ataca?

- No, hombre, eso no.