Manteniendo a papá
En
los tiempos que corren, muchos padres de familia echan cuentas para
llegar a final de mes. Cuando no son los zapatos del pequeño, ...
Sociedad
Manteniendo a papá
Un niño británico de sólo nueve años funda su tercera empresa dedicada a la venta de chuches
En los tiempos que corren, muchos padres de familia echan
cuentas para llegar a final de mes. Cuando no son los zapatos del
pequeño, es una avería del coche o los libros del curso que viene de los
niños. Algunos padres, pero no muchos, viven la situación contraria. Al
estar en paro son los hijos los que les mantienen. Pero de esta
tipología también hay pocas familias dado el alto desempleo que existe
entre los jóvenes. El hecho es que ni los hijos se emancipan de sus
retoños, ni los padres se emancipan de sus progenitores. En el Reino
Unido van más allá. La noticia que recoge el diario Daily Mail ha dado
la vuelta al mundo. Un niño de tan solo nueve años acaba de fundar su
tercera empresa.
El pequeño emprendedor se llama Henry Patterson y en lugar
de dedicarse a destrozar coches de juguete, videoconsolas o balones de
reglamento se dedica a darle a la materia gris para idear como ganarse
unos pequiques. Superdotado, hiperactivo, este niño no puede parar, dado
que hace dos años tuvo su primera genial idea, que se sepa, para
fabricar 'mierda'. Sí, tal y como se llamaba vulgarmente en tierra de
garbanzos al estiércol destinado a fertilizar campos, jardines y
maceteros.
Henry tenía siete años y se dedicaba a embolsar el abono y
venderlo a un euro aproximadamente, según el cambio. «Comencé a tener
ideas de negocio a los cinco años, empecé vendiendo estiércol y me
encantaba, aunque olía un poco mal», explica el chaval al rotativo
londinense.
Como el asunto del estiércol atufaba la casa de sus padres,
el niño optó por algo menos oloroso. Creó una tienda en internet para
comprar y vender objetos de segunda mano a través del portal eBay. Al
parecer, pese a tener que compatibilizar el negocio con la escuela, la
tienda de cosas usadas le terminó aburriendo y optó por cerrarla.
Ahora acaba de inaugurar su tercera empresa, en esta
ocasión dedicada a la venta de chuches. Y como su mente no descansa le
ha dado el nombre de 'No antes del te', lema que aquí sería 'no antes de
comer', una frase que a buen seguro está cansado de escuchar en casa o a
la puerta de su cole, el Swanbourne House Schoolm, cuando alguien abre
una bolsa de caramelos o chocolatinas. El niño también ha desarrollado
el logo de su empresa.
Su padre, que trabaja como ejecutivo de publicidad, le ha
echado una mano desarrollando lo que será el plan de negocio. Por el
momento ya tiene más de un centenar de encargos y en su primera semana
ha roto los esquemas paternos y ha superado los objetivos de ventas
previstos para el primer mes de funcionamiento, unos 10 euros.
Ha editado unas tarjetas de visita en las que figura como
'director creativo' de su propia firma. Según comenta, «mis amigos no se
creían que había montado una tienda de caramelos, pero no creo que se
sorprendieran demasiado porque ya sabían que antes había tenido otros
dos negocios».
TÍTULO; EL HORMIGUERO JULIA OTERO,.
El reencuentro de Julia Otero y Pablo Motos en ‘El Hormiguero’
- La periodista dio a Pablo Motos su primera oportunidad en la radio a nivel nacional.
- Julia Otero fue la invitada de anoche en El Hormiguero.
Hasta ahí todo normal. Aunque el programa tenía una aureola especial,
pues Otero es la persona que dio la primera gran oportunidad mediática a
Pablo Motos. Fue su descubridora en la radio a nivel nacional.
Eran los años noventa y Otero dirigía La Radio de Julia, el magazine de tarde de Onda Cero. Para muchos oyentes, el primer segmento del espacio es inolvidable. Se trata de La Hora Tremolina, una sección en la que todo podía suceder y que realizaba un reflejo empático de nuestra sociedad, con sus grandezas y sus miserias, con sus delirios y sus rarezas, donde era fácil sentirse identificado.
Ahí, en ese apartado del formato, destacaba la voz de Pablo Motos que, a través de su ácida ironía y su incansable curiosidad, siempre daba en la diana de la radiografía social más lúcida.
Otero, gracias a La Radio de Julia, revolucionó una parcela de las tardes radiofónicas con talento, ingenio y una profesionalidad cómplice que huyó de clichés obsoletos (y engolados) para implantar, en nuestros transistores, un ritmo sobre todo más natural, espontaneo, curioso, comprometido y que, además, no tenía miedo a ‘mojarse’ con sensatez.
De hecho, este programa, La Radio de Julia, fue un espacio que sirvió a una generación para descubrir la radio. Una radio que hacía magazines de tarde entretenidos sin necesidad de caer en la frivolidad más rosa o amarilla.
Anoche, de nuevo, Julia Otero y Pablo Motos se reencontraron. Ahora, Julia Otero presenta Julia en la Onda en las tardes de Onda Cero, mientras que Pablo Motos ya se ha ganado el título de referente en el entretenimiento televisivo. El Hormiguero ha triunfado dentro y fuera de nuestras fronteras.
Pero, ayer, ahí estaban, Otero y Motos demostrando que su complicidad sigue intacta y que en un access prime time se puede hablar con naturalidad y sin demasiadas corazas. Incluso hasta comentar, con una valiosa transparencia, la entrevista previa que, en el mismo canal, se terminaba de realizar a José María Aznar. Porque en la televisión privada también ‘existe vida inteligente’.
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