TÍTULO: «Esto es internet, competir todos contra todos»
TÍTULO: EL EXPLORADOR DEL HIELO,.
El explorador del hielo
El primer explorador polar fue el español Gabriel de Castilla, que en el siglo XVII descubrió la Antártida. Luego llegaron el noruego Roald ...foto,.
El primer explorador polar fue el español Gabriel de
Castilla, que en el siglo XVII descubrió la Antártida. Luego llegaron el
noruego Roald Amundsen, el británico Robert Falcon Scott y el irlandés
Ernest Shackleton, que pelearon por poner sus respectivas banderas en
los casquetes polares. Ahora, en pleno siglo XXI, le toca el turno al
explorador y aventurero madrileño Ramón Larramendi, el primero en
recorrer la Antártida en un Catamarán Polar y habitual en las
expediciones que recorren el Polo Norte. Pretende poner a España a la
cabeza de la investigación del continente helado perfeccionando su
vehículo para explorar la Antártida Oriental, «la zona más desconocida y
remota».
Larramendi, que vive a caballo entre Groenlandia y Madrid,
está preparando su nueva aventura en compañía de otras cuatro personas.
Esta semana visitó España para participar en una conferencia en la
National Geographic Store, donde trazó las pinceladas de una aventura en
unos territorios helados que tanto le atraen, porque «son la última
región salvaje de la tierra. La última gran frontera virgen de un
planeta que está totalmente masificado. Se trata de lo más parecido a un
viaje a otro planeta, pero dentro de nuestro planeta».
Pese a las numerosas expediciones realizadas a la Antártida
todavía queda territorio virgen por visitar, porque «aquello es tan
enorme, tan inabarcable, que podemos decir que no he hecho nada más que
empezar a hacer cosas». Es precisamente en el continente helado donde
quiere realizar «la circunvalación de la Antártida Oriental, quizás la
zona más desconocida y remota».
Es la llamada 'zona de inaccesibilidad', en la que el
aventurero utilizará de nuevo su invento, el Catamarán Polar, una
especie de trineo propulsado por velas de diferentes tamaños, en función
de la fuerza de los vientos. «Para ello he realizado distintas
expediciones con el fin de dar al vehículo un desarrollo técnico
superior, con mejores prestaciones y mayor eficiencia», detalla. En este
viaje, el Catamarán Polar contará con un arsenal de 20 velas, frente a
las 12 que empleó en la Expedición Acciona Antártida 2011, en la que
recorrió en 34 días más de 3.500 kilómetros, con parada en el Polo Sur.
El nuevo Catamarán Polar tendrá unos 13 metros de largo,
por cuatro metros de ancho. Su vela mayor tendrá 150 metros cuadrados.
Según explica Larramendi, la clave de su invento «es su extrema
simplicidad». «Estamos mejorando las prestaciones para poder arrastrar
hasta cuatro toneladas de carga y permita viajar en él a seis personas,
que pueda llevar muestras de nieve, las placas solares suficientes para
generar un kilovatio de potencia y que realmente, más allá de ser un
vehículo de aventura, sirva para realizar un programa de investigación
con instrumental complejo».
Con esta próxima expedición -que inicialmente podría partir
el 25 de octubre- Ramón Larramendi quiere «demostrar el potencial que
el Catamarán Polar tiene como vehículo de investigación científica». «Mi
sueño es que España, a partir de este medio de locomoción, pudiera
realizar un proyecto de investigación en la parte más remota de la
Antártida», destaca.
Las zonas más seguras
Este aventurero sabe los problemas que existen para viajar a
los casquetes helados del planeta, por lo que creó Tierras Polares, una
empresa para hacer turismo en estos recónditos lugares. Está dirigida a
personas que «quieren conocer otro mundo y desconectarse del nuestro,
porque un viaje polar es un viaje de desconexión, a otra inmersión, a
otra realidad mucho más en contacto con la naturaleza, un poco con la
esencia de nosotros mismos», matiza.
Larramendi minimiza los riesgos de las bajas temperaturas,
los deshielos o los osos blancos porque considera que «es más peligroso
pisar el trópico», porque los casquetes polares «son las zonas más
seguras del mundo». Además, «no tienen ningún tipo de enfermedades». En
sus continuos viajes por ambos polos constata «cómo va cambiando el
clima». «He vuelto hace unos días de Groenlandia, tras realizar una
expedición por la banquisa -la corteza de hielo- del Mar Helado y cada
año es más pequeña».
TÍTULO: PANCHO VILLA CABALGA EN VIÑETAS,.
La figura de Pancho Villa cabalga en México entre la historia y el mito. El Centauro del Norte, como también se le conoce, está ...
La figura de Pancho Villa cabalga en México entre la
historia y el mito. El Centauro del Norte, como también se le conoce,
está inextricablemente asociado a la insurrección mexicana. Con la
intención de ofrecer una visión épica de aquella revolución que comenzó
en 1910, el escritor Paco Ignacio Taibo II y el dibujante Héctor de la
Garza Batorzki, 'Eko', han unido esfuerzos para ilustrar uno de los
episodios más relevantes de aquella sublevación. En la novela gráfica
'Pancho Villa y la toma de Zacatecas' (Sexto Piso), se narra la batalla
en que los revolucionarios vencieron a las tropas que luchaban al lado
del dictador Victoriano Huertas. Taibo II aduce que en junio de 1914 las
huestes villistas «rompieron el espinazo» a las fuerzas federales e
infligieron una derrota al poder instituido de la que no se recuperó
jamás. Taibo se deshace en elogios ante los grabados de Eko, quien ha
hecho un «trabajo magistral».
Los dibujos del diseñador beben del expresionismo alemán de
Otto Dix, de la estética de los socialistas estadounidenses de la
segunda década del siglo pasado y los artistas del Taller de la Gráfica
Popular mexicana, que se decantaban por la monumentalidad. Eko apuesta
por el blanco y negro para ilustrar aquel hito de la revolución, y lo
hace con un lenguaje radical acorde con la dureza de las rebeliones. Por
añadidura, el negro es el color de los desastres de la guerra de Goya,
con sus víctimas despedazadas y portadoras de horribles mutilaciones.
«Si estamos hablando de injusticias, de gente sin posibilidades de salir
de un sistema de explotación cruel que se decidieron por una lucha
armada, no voy a ponerme a idealizarlo con colores como si fuera un
cuento de hadas», dice el artista, cuya obra se ha publicado Estados
Unidos, Francia, Alemania y México.
En el empeño de contar la toma de Zacatecas, una contienda
en la que se desplegaron unos 37.000 combatientes y murieron 7.000
hombres, el escritor no ofreció un guión cerrado, sino que propuso
textos a partir de los cuales fueron surgiendo los dibujos de Eko.
Los 60 trenes que aparejaron los amotinados para conquistar
la plaza despedían un intenso humo negro. Todo un turbión que ascendía
en medio del llano. Los revolucionarios no disponían de carbón y
tuvieron que recurrir a leña verde para alimentar las calderas de las
locomotoras, que arrojaban una oscura e imponente humareda. Esa imagen
fue la espoleta que disparó la imaginación de Eko y que contribuyó
decisivamente al desarrollo del cómic.
Sobre Pancho Villa se han difundido muchas leyendas y
medias verdades. Unos lo pintan como un borracho contumaz (Taibo
sostiene que era abstemio), otros como un vulgar cuatrero, y hay quien
le atribuye incluso haber pactado con el diablo cuando era joven. Según
el escritor, autor de una voluminosa biografía sobre el personaje, solo
los desinformados sostienen que Villa era un mero ladrón. «Es un hombre
que sale del bajo fondo y en el que se resumen los agravios que sufre la
sociedad campesina del norte: hermanas violadas, patrones que matan el
ganado de los pobres, abusos permanentes.». Es cierto que en el general
anidaba la venganza contra los autores de todos aquellos atropellos y
horrores, pero la revolución le redimió, dio sentido a su vida y le hizo
abanderar las reivindicaciones de los parias de su país.
Fundador de escuelas
Lo que no era este tipo desmesurado y arbitrario, que
comandó la División del Norte en la toma de Zacatecas, era un alma
cándida. No le temblaba el puso al expropiar el ganado, nacionalizar
haciendas y ejecutar capataces. «Tenía una extraordinaria sensibilidad
hacia el pueblo. Como gobernador militar de Chihahua, fundó en 30 días
de gobierno 50 escuelas, muchas más de las que había en la región»,
arguye Taibo.
Al cabo de un siglo, ¿se pueden extraer lecciones de
aquellos hechos? En opinión de Héctor de la Garza, sí. «Hoy tenemos más
paciencia que antes, creo que en el pasado la gente era más valiente.
Hoy tenemos verdaderos criminales en los bancos, en las finanzas, son el
terrorismo del siglo XXI: derriban gobiernos, acaban con países
enteros, violan la democracia y nos piden aguantar por el dogma del
capitalismo. Por menos en Zacatecas volaron en pedazos el Palacio de
Gobierno y fusilaron a los banqueros», asevera Héctor de la Garza.
Zacatecas era una encrucijada ferroviaria, un enclave
minero y una ciudad sumida en una cañada rodeada de cerros. «El acceso a
Zacatecas no fue nada fácil y estratégicamente fue quizá la batalla más
complicada que Villa realizó en su vida», aclara el guionista del
cómic.
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