TÍTULO:TOROS,.
Enrique Ponce foto, el niño prodigio del toreo que se convirtió en figura para la historia,.
La plaza de toros de Valencia, que estos días acoge la
Feria de Fallas, ha sido testigo de la alternativa de numerosos
matadores de toros. Uno de ellos, aún en activo, ha pasado a la historia
por lidiar más de 4.000 morlacos a lo largo de su carrera, indultar
unos 40 ejemplares, abrir las puertas grandes de los cosos más exigentes
de España, Francia e Hispanoamérica y torear durante diez temporadas
consecutivas más de cien corridas.
El nombre de ese diestro es Enrique Ponce, Medalla de
Bellas Artes en activo, miembro de la Real Academia de Córdoba y torero
para la historia. Se doctoró en Valencia el 16 de marzo de 1990 -ayer se
cumplieron 23 años de su alternativa- de manos de José Miguel Arroyo
'Joselito' y con Miguel Báez 'Litri' como testigo, con reses de Moura y
un sobrero de Puerta Hermanos.
Para conmemorar la efeméride, esta semana se ha publicado
la biografía del matador 'Enrique Ponce, un torero para la historia' (La
Esfera de los Libros) un trabajo conjunto del espada valenciano y del
escritor Andrés Amorós, catedrático de Literatura Española y autor de
más de 150 obras por las que ha recibido el premio Nacional de Ensayo,
Nacional de Crítica Literaria y Fastenrath de la Real Academia Española y
Letras Valencianas, entre otros.
Andrés Amorós participó hace unos años en un coloquio en el
que también intervenía Enrique Ponce. El diestro habló, sobre todo, de
su concepto de la tauromaquia y un aficionado que se encontraba entre el
público le dijo que debería escribir sobre ello, a lo que el de Chiva
contestó «bueno, si me ayuda Andrés Amorós lo hago».
El escritor ha seguido de cerca la trayectoria del espada,
pero además se ha documentado muy bien, basando sus textos en extractos
de crónicas realizadas a lo largo de la carrera del matador. Además,
Ponce se implicó mucho con la obra y ha participado, de manera que sus
comentarios están escritos en letra cursiva, para diferenciarlos de los
de Andrés Amorós.
«Sobre Enrique Ponce se han escrito muchos libros pero
tanto el torero como yo queríamos que este fuese el definitivo de su
trayectoria en el que se narrase ampliamente su concepto del toreo»,
explica Amorós en una entrevista concedida a HOY. Se incluye igualmente
un apartado que recoge la opinión del diestro de temas variados de
actualidad como la familia, política o la educación de los hijos. Por
último, numerosos amigos y admiradores del diestro han querido aportar
su testimonio y opiniones sobre Ponce, por lo que han colaborado
cantantes como Julio Iglesias o la cantaora Estrella Morente, el artista
Fernando Botero o matadores de toros de la talla de José María
Manzanares (padre) o Paco Ojeda.
El resultado es un libro de 400 páginas con más de cien
fotografías, muy documentado y que incluye, como broche de oro, un
prólogo del Nobel de Literatura en 2010 Mario Vargas Llosa.
El abuelo Leandro
Desde pequeño, el abuelo de Enrique Ponce, Leandro Martínez
-que el pasado jueves cumplió 100 años de edad- inculcó a su nieto la
pasión por la fiesta y con ocho años le llevó a torear su primera
becerra.
Con diez años actuó en público por primera vez, en un
festival benéfico celebrado en su localidad natal, Chiva. Ese mismo año,
en 1981, se inscribió en la Escuela Taurina de Valencia. En su
comunidad las oportunidades eran más escasas, principalmente al no haber
ganaderías de bravo en la zona, por lo que decidió marchar a Jaén para
torear.
«Enrique Ponce fue un niño prodigio del toreo. Litri padre
le vio torear de pequeño y vaticinó que llegaría a ser una figura del
toreo», argumenta Andrés Amorós, que recuerda que algunos novilleros que
torean muy bien no llegan a ser figuras, pero en el caso del valenciano
sí sucedió así, pues siempre tuvo claro lo que quería hacer y siguió
para ello el camino recto.
La decisión de marcharse de Valencia y fijar su domicilio
en Jaén fue fundamental en su trayectoria, pero también muy compleja
para su familia, pues aún era pequeño. «Enrique Ponce solía decir que,
al igual que otros chicos se trasladan a Estados Unidos con una beca
para estudiar, él viajaba a Jaén para prepararse como torero», asevera
el autor de la biografía.
En la localidad jienense de Castellar de Santiesteban lidió
un festival en el que conoció a Juan Ruiz Palomares, quien comenzó a
dirigir su carrera, algo que continúa haciendo en la actualidad. Junto a
él debuta de luces en Baeza, el 10 de agosto de 1986, y se preparó para
torear con los del castoreño, algo que sucedió por primera vez en
Castellón, el 9 de marzo de 1988, con novillos de la ganadería extremeña
de Herederos de Bernardino Píriz.
La figura de Juan Ruiz Palomares ha sido determinante en la
trayectoria del espada. La clave es que su relación siempre ha sido
cordial y afectuosa. «No era una persona a la que respaldase una gran
casa de apoderados o una importante empresa, pero acogió a Enrique Ponce
como un padre en el terreno profesional y taurino. Se entienden muy
bien y es por ello por lo que sigue siendo su apoderado, acompañado por
Victoriano Valencia», indica Andrés Amorós.
Al igual que sucede con su apoderado, el matador mantiene
la misma cuadrilla, ha habido algunos años, pero durante los de máximo
esplendor se mantuvieron los mismos hombres logrando una gran
compenetración entre todos ellos.
Según reflexiona Andrés Amorós, esto se debe al carácter de
Enrique Ponce, una persona muy equilibrada, seria y con una trayectoria
firme, segura y serena. Siempre en la misma dirección. Una forma de ser
que le ha llevado a ser maduro pese a lo rápido que llegaron los
primeros triunfos.
Lideró el escalafón de novilleros con picadores la
temporada de 1989, lidiando un total de 59 festejos, por lo que la
siguiente campaña la alternativa se marcó como objetivo principal.
El doctorado tuvo lugar el 16 de marzo de 1990 en Valencia,
con José Miguel Arroyo 'Joselito' de padrino y Miguel Báez 'Litri' de
testigo, ante reses del hierro de Moura, aunque el ejemplar de la
alternativa fue de la ganadería de Puerta Hermanos. Su nombre era
'Talentoso'. Tras un parón, estoqueó en solitario -pues sus compañeros
se cayeron del cartel- seis ejemplares a los que cortó tres orejas en
julio de ese mismo año, dejando una buena impresión que le valió más de
20 contratos y su confirmación en la plaza de toros de Las Ventas, en
Madrid.
A lo largo de 1991 se anunció en corridas de los
denominados 'encastes duros' como la de Celestino Cuadri, que lidió en
Madrid. De esa misma plaza saldría a hombros un año después en la
corrida de la Beneficencia, con toros de Samuel Flores. Y es que, 1992
fue un gran año para Enrique Ponce, en el que logró indultar a un astado
de Jandilla en la plaza de 'La Condomina', en Murcia, de nombre
'Bienvenido'.
Entre 1992 y 2001 toreó más de cien corridas por temporada,
llegando a las 120 en el año 1995. En ese tiempo se sucedieron los
triunfos, los indultos y también las apuestas fuertes, como la de
estoquear en solitario un encierro de Victorino Martín en Valencia, algo
que sucedió en 1995.
De Enrique Ponce, la crítica destaca la regularidad a lo
largo de toda su carrera y el conocimiento innato del comportamiento del
toro, algo que le ha llevado a indultar más de 40 astados.
«Las cifras de Enrique Ponce no tienen comparación con las
de ningún otro matador a lo largo de la historia de la tauromaquia.
Ningún torero ha toreado tantas corridas, ha indultado tantos toros y ha
abierto las puertas grandes de todas las plazas del mundo alternando
con todos los compañeros, lidiando todos los encastes y sin poder
inconvenientes a las retransmisiones televisivas», apunta el crítico
taurino y escritor valenciano.
Andrés Amorós estima que hay una parte que el torero puede
aprender, de la técnica y el comportamiento del animal, pero hay otra
que es instintiva y natural. Que se tiene o no se tiene. «Corrochano
contaba que la primera vez que Joselito 'El Gallo' se puso delante de
una becerra adivinó por qué lado iba mejor y lo hizo con mayor celeridad
que su hermano Rafael. Yo he podido comprobar la importancia de la
intuición en el toreo al ver a Luis Miguel Domínguez, que observaba al
toro de salida y conocía sus condiciones», explica.
El autor de la biografía considera que Enrique Ponce ha
sabido conjugar la facilidad para ver los toros con una estética que se
ha acentuado a lo largo de los años. «Durante cierto tiempo la gente
decía que no tenía suficiente valor, pero ha pasado por cornadas muy
graves», indica Amorós haciendo referencia a la sufrida el 23 de junio
de 2002 en León, con toros de Zalduendo y junto a Paco Ojeda, Morante de
la Puebla y 'El Juli'.
Logró una oreja del primero de su lote y las dos y el rabo
del segundo, después de ser herido al entrar a matar. Según el parte
facultativo el diestro presentaba «politraumatismo frontal y torácico
derecho, con fractura de tres costillas». Fueron momentos duros en los
que se llegó a temer por su vida, según ha recordado el diestro en su
biografía, pero su mujer tomó la decisión de trasladarle a Madrid para
ser atendido por un cirujano torácico.
Difícil facilidad
«La principal virtud es la de hacer fácil lo difícil, sabe
lidiar a los toros más complicados y esa sensación de facilidad produce
que el espectador poco experto no aprecie suficientemente lo que está
haciendo. Y eso es algo que dicen hasta los profesionales, porque puede a
todos los astados con una facilidad que no es más que una cualidad
extraordinaria reservada a los más grandes», apostilla Andrés Amorós.
Enrique Ponce lleva ya 23 años del alternativa culminando
sus campañas en la parte alta del escalafón, algo que ha sucedido en
pocas ocasiones. «No es frecuente mantenerse tantas temporadas en la
primera fila sin decadencia, toreando en España pero también en América y
habiendo estoqueado a lo largo de su vida 49 astados de Victorino
Martín, lidiando Miura, Santa Coloma o Atanasio, entre otros, y estando
en Madrid, Sevilla, Bilbao o México», enumera el valenciano Andrés
Amorós, que considera que hasta que no se retire no se apreciará su
mérito y valor.
Tras casi un cuarto de siglo de trayectoria como matador de
toros, la pregunta es obligada. ¿Piensa Enrique Ponce en la retirada de
los ruedos?. El biógrafo del diestro reconoce que han hablado de ello
en varias ocasiones pero que realmente ni siquiera el propio Ponce sabe
cuando se retirará. Asegura que una cuestión fundamental a la hora de
plantearse el adiós son sus hijas, Paloma y Bianca, pues cuando pasa
largas temporadas toreando, cada vez tiene más ganas de regresar a casa
para estar con ellas.
«Sin embargo entrena duramente, se encierra tres o cuatro
horas al día en su casa para tentar vacas y no muestra cansancio. Se
encuentra en plena forma, disfrutando y no hay día en el que no le
apetezca torear. ¿Cómo se va a retirar si se encuentra bien? Si notase
que no está bien se lo plantearía pero ahora mismo se encuentra centrado
en depurar sobre todo la parte estética. Lo que no se le puede pedir a
estas alturas de su carrera es que haga gestos o hazañas que podría
hacer un matador que acabe de tomar la alternativa», relata Andrés
Amorós.
Cultura
El libro contiene amplia información taurina pero también
hay un apartado para conocer a la persona y no solo al torero. De
Enrique Ponce destaca su vida ordenada, con una vida familiar junto a su
mujer Paloma Cuevas y sus hijas Paloma y Bianca. Aunque interrumpió sus
estudios pronto para centrarse en el toro, Amorós resalta su
inteligencia fuera de lo común y su interés por la cultura.
Le gusta disfrutar de una visita al Museo del Prado,
relajarse viajando y pasar el tiempo junto a sus amigos, entre los que
se encuentra el pintor Fernando Botero -al que ha regalado recientemente
un traje de luces-, la cantaora Estrella morente o el premio Nobel de
Literatura Mario Vargas Llosa, autor del prólogo del libro.
Ha sido el primer matador de toros elegido miembro de la
Real Academia de Córdoba y en su discurso inaugural habló de la
importancia del arte de la tauromaquia. Se interesa por conocer y
profundizar en la historia de la fiesta y siempre que puede pide a sus
amigos que le relaten faenas de diestros a los que por edad no pudo ver.
«Sus amigos resaltan que tiene muchas habilidades y que
todo lo que se propone le sale bien. Caza, juega al fútbol e incluso
canta boleros. El humorista César Cadaval decía que ojalá y nunca le
diese por contar chistes porque si no le quitaría el puesto», asevera
Amorós, que ha entrevistado también al cincuenta por ciento del dúo 'Los
Morancos'.
Tras más de dos años de trabajo, la biografía de Enrique
Ponce escrita por Andrés Amorós fue presentada el pasado viernes en
Valencia. Una obra que busca ser la definitiva de la historia del
diestro, de un torero para la historia del que aún parece que queda
mucho por contar.
TÍTULO: la fao insta a comer insectos para luchar contra el hambre,.
Gastronomía & Cía
Un informe de esta entidad asegura que son nutritivos, variados, económicos y hasta deliciosos.Sociedad / nueva campaña
La FAO insta a comer insectos para luchar contra el hambre
Un informe de esta entidad asegura que son nutritivos, variados, económicos y «hasta deliciosos»
'Comer insectos' es la original campaña lanzada este lunes por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), tras descubrir a través de un importante estudio que los insectos son nutritivos, variados, económicos y "hasta deliciosos".La entidad de Naciones Unidas, liderada por el brasileño José Graziano da Silva, sostiene que los insectos son "un recurso desperdiciado", ya que son una fuente importante y fácilmente accesible de alimentos nutritivos, ricos en proteínas, que se encuentra en los bosques.Según el nuevo estudio presentado por la FAO durante la Conferencia Internacional sobre los Bosques para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, que se celebra en la sede central de Roma, los insectos forman parte de las dietas tradicionales de al menos 2.000 millones de personas."La recolección y cría de insectos pueden generar empleos e ingresos en efectivo, hasta ahora sobre todo a nivel familiar, pero también potencialmente a nivel industrial", sostiene la entidad especializada en agricultura y alimentación. El estudio calcula que existen cerca de un millón de especies conocidas de insectos, el organismo más clasificado del planeta.La investigación de la FAO fue realizada en colaboración con la Universidad de Wageningen (Países Bajos) y estableció que los seres humanos consumen en el mundo más de 1.900 especies de insectos.Entre los más consumidos figuran los escarabajos (31%), las orugas (18%), abejas, avispas y hormigas (14%), saltamontes, langostas y grillos (13%), indica la entidad."Muchos insectos son ricos en proteínas y grasas buenas y tienen un elevado contenido en calcio, hierro y zinc", subraya el estudio."No estamos diciendo a la gente que debe comer bichos", advirtió Eva Muller, directora de la División de Economía, Políticas y Productos Forestales de la FAO, y coautora del informe 'Insectos comestibles: perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y alimentación para el ganado'."Lo que decimos es que los insectos son sólo uno de los recursos que brindan los bosques, y que se puede explotar su potencial como alimento, y sobre todo, como pienso", explicó Muller.Criar insectos de forma sostenible puede ayudar a evitar la sobreexplotación forestal y si la producción estuviera más automatizada, se podrían bajar los costes a un nivel en el que la industria se beneficiaría de la sustitución de harina de pescado, por ejemplo, con harina de insectos en la alimentación del ganado. La ventaja sería un aumento del suministro de pescado para el consumo humano, explicó la FAO.Los expertos consideran que debido a que son de sangre fría, los insectos no utilizan energía alimentaria para mantener la temperatura corporal, producen una reducida cantidad de emisiones como metano, amoníaco, gases de efecto invernadero -que originan el calentamiento climático- y de estiércol, todo lo cual contamina el medio ambiente.Incluso pueden ser utilizados para descomponer los desechos, observan los estudiosos, al pedir "políticas adecuadas" y mayores estudios.La FAO subraya que si bien existen leyes que a menudo prohíben utilizar insectos en los alimentos para el consumo humano, "un número creciente de tiendas de alimentos y restaurantes novedosos han surgido en los países desarrollados" con esos bichos."El sector privado está dispuesto a invertir en la cría de insectos. Tenemos grandes oportunidades por delante", sostiene Paul Vantomme, uno de los autores del informe, quien considera clave un marco jurídico para el desarrollo de ese nuevo y prometedor sector.
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