He disfrutado como nunca sobre el escenario. Ha sido una
experiencia increíble que me va a acompañar siempre, aunque ahora lo que
más tengo son ganas de coger la cama. Sé que va a sonar a tópicazo,
pero yo no concibo nuestro puesto como una mala posición», decía
Raquel del Rosario, foto--cantante de
El Sueño de Morfeo, pocos minutos después de concluir su participación en el
Festival de Eurovisión 2013,
saldada con un rotundo fracaso. La representación española quedó en
penúltima posición, solo por delante de la musical Irlanda, merced a los
8 ridículos puntos concedidos por Albania (6) e Italia (2). La danesa
Emmelie de Forest se alzó con el primer puesto tras sumar nada menos que 276 votos con su pegadizo tema
‘Only teardrops’.
«El final no ha sido muy dulce, pero hemos pasado una semana increíble en Malmö. Seguro – señaló Juan Luis Suárez a los invitados al plató de La 1– que otro año encontraréis la receta para ganar».
Los músicos declararon que regresarían al concurso el año
próximo, sin dudarlo un instante, «probablemente con la lección mejor
aprendida», señalaron. Raquel del Rosario destacó que había vivido su
actuación como la «más natural» que recuerda, hasta el punto de
atreverse a realizar cosas sobre el escenario que no estaban previstas
en el guion. «Puede que no fuese la canción apropiada, puede que no lo
fuese la escenografía», reconocieron los representantes hispanos.
La líder del grupo sufrió problemas de voz en el exigente
inicio del tema que representaba a España y, pese a que pudo
solventarlos a lo largo de su actuación, ese comienzo con mal pie lastró
sobremanera la percepción de los votantes europeos. «No hay que hacer
dramas de esto. Fueron tres minutos mágicos. Se nos puso la piel de
gallina al entrar en la pasarela», resaltaba David Feito, el tercer integrante del grupo asturiano.
«Te queremos, guapetona»
Tal vez el momento más emotivo de la gala para la cantante
canaria de El Sueño de Morfeo, que actuó descalza y vestida de amarillo,
fueron las lágrimas tras oír el mensaje de ánimo que le hizo llegar por
televisión su yaya Consuelo. «Estoy deseando que disfrutes; eres una
española muy grande y el mundo espera mucho de tí. Te queremos,
guapetona. Sirves para estar en cualquier sitio de esta España tan
querida», dijo la mujer, vestida de negro de pies a cabeza, y con un
dulce deje canario en la voz.
Al batacazo clasificatorio, TVE debe sumar un bajonazo en las cifras de audiencia. El Festival de Eurovisión congregó en torno a las pantallas a 5,3 millones de espectadores, lo que supone un ‘share’ del
33,1%. Aún así, La 1 perdió más de un millón de telespectadores
respecto a la gala del año anterior, cuando 6,5 millones de personas
(43%) siguieron el certamen.
Según datos de TVE, un total de 16 millones de personas vieron en algún momento Eurovisión’2013, lo que lo convirtió en el programa más visto del sábado. El ‘minuto de oro’ se produjo a las 23.51 minutos (última votación y triunfo de Dinamarca) con 6,9 millones de televidentes.
TÍTULO: EL ÚLTIMO COPISTA DE LA BIBLIA,.
Unos
500 bolígrafos Micron y 2.400 papeles de acuarela son los materiales
que ha utilizado el estadounidense Phillip Patterson-foto-, de 63 años, .
Unos
500 bolígrafos Micron y 2.400 papeles de acuarela son los materiales
que ha utilizado el estadounidense Phillip Patterson, de 63 años, para
copiar la Biblia ¡a mano! Con una caligrafía limpia y clara, este
diseñador de interiores jubilado de Philmont (estado de Nueva York) ha
escrito las 788.000 palabras de la traducción anglosajona de esta
sagrada escritura, la Biblia de King James, datada en 1611. Una tarea
que le ha mantenido ocupado durante cuatro años y que se ha alargado más
de lo previsto por sus problemas de salud, a causa del sida y la anemia
que padece.
Frente a la ventana de su habitación, Patterson instaló un
escritorio donde pasaba entre seis y ocho horas diarias, aunque también
hubo jornadas de dieciocho. «Suelo trabajar hasta que ya no puedo
permanecer despierto. Me voy a la cama, cierro los ojos y me siento
increíblemente sereno», explica a la agencia Associated Press. En 2007,
decidió convertirse en copista «para aprender cosas sobre este libro
sagrado, no como una búsqueda espiritual», revelaba este hombre que
nunca se ha considerado «particularmente religioso». Pero ha aprendido a
ser más paciente, confiado y cariñoso con esta labor.
«Escribir la Biblia a mano es una forma de preservar un
documento que no acepta mi estilo de vida. Tengo sida. A lo largo de mi
vida tuve novios y novias alternativamente», ha comentado a la cadena
británica BBC. Y fue un amigo quien le animó a empezar la hazaña. «Al
día siguiente me puse a investigar plumas, lápices y papel y nunca miré
hacia atrás», dijo.
Dos años tardó en copiar los libros del Pentateuco y
establecer su ‘modus operandi’. Con regla y lápiz trazaba las líneas
sobre las que debía escribir y que más tarde borraba. Después, con la
mano derecha escribía cuidadosamente mientras se guiaba con la izquierda
por la Biblia. «No había contado con el hecho de que iba a llegar a ser
hermoso», dijo Patterson, cuyo texto favorito es el Libro de Ruth, un
relato anónimo sobre la lealtad familiar.
Ante una parroquia de 125 fieles expectantes, hace dos
semanas, escribió los últimos versos del Apocalipsis en la Iglesia
presbiteriana de San Pedro, en el neoyorquino pueblo de Spencertown. Y
con un «Amén» rezado a coro entre todos los presentes se dio por
concluida esta ceremonia en la que Patterson donaba sus volúmenes.
«Realmente voy a extrañar la escritura», comentó nada más darse cuenta
de que su cometido había finalizado. «Mis dedos están bien, sin callos»,
mostraba orgulloso. Ahora, esta Biblia espera pacientemente el último
mandato del amanuense: que sea encuadernada.
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