En Elche hay mucha palmera, y desde la próxima temporada, mucho fútbol. Un cuarto de siglo después, el cuadro ilicitano celebra el ...foto,.
FUTBOL
«Lo normal es que siga en el Elche»
En Elche hay mucha palmera, y desde la próxima temporada,
mucho fútbol. Un cuarto de siglo después, el cuadro ilicitano celebra el
prematuro ascenso a Primera con un representante extremeño en primera
fila, David Generelo -Bienvenida, 11/08/1982-, quien finaliza contrato y
desea continuar en el club alicantino. Ayer fue renovado el técnico
Escribá y el siguiente paso son los pesos pesados del vestuario. Él,
capitán, es uno de ellos.
-No hace falta preguntarte por el estado de ánimo...
-Fenomenal, aunque llevo un par de semanitas que no paro,
entre actos, celebraciones, historias. Y muy contento. Ya he vivido
otros ascensos, como en Zaragoza, y es muy especial. Pero aquí hacía 25
años que no se subía. Elche es una ciudad muy futbolera, que vive mucho
su equipo y la gente se ha volcado.
-Para alguien que ya estuvo en lo más alto, regresar a Primera debe ser emocinante.
-Para nosotros es lo más grande. Cada equipo, con
independencia de la categoría en la que esté, se marca unos objetivos. Y
en el Elche estaba claro que era el ascenso. Llevo cuatro años aquí y
siempre lo hemos rozado y en esta temporada ha sido más que merecido.
-Y la próxima campaña, a vérselas con Messi, CR7 o Neymar.
-¡Sí! La gente de aquí lo va a disfrutar, pero nosotros
vamos a sufrir a este tipo de jugadores y equipos. Intentaremos
plantarles cara; sabemos que ante ellos tenemos mucho que ganar y poco
que perder. En los últimos años hemos visto experiencias positivas de
gente que asciende y consigue mantenerse.
-Cuanto más se sufre y se espera más se celebra un éxito. ¿Cómo está el ambiente en Elche?
-Es mucho tiempo sin ascender y la ciudad es muy futbolera.
Había cierta desesperación. Lo hablé en Navidad con mi primo (Juanma
Generelo) y le contaba que este año teníamos que conseguirlo. Al final
se hizo y fue una alegría tremenda. Los mayores porque pensaban que no
verían más al club en Primera y los jóvenes porque no lo han visto pero
los mayores les cuentan lo que llegó a ser. Al final, todos podrán verlo
de nuevo en Primera.
-En esta campaña se han superado problemas económicos pasados y decepciones por no ascender.
-Los problemas económicos son lógicos porque el fútbol es
reflejo de la economía del país. Siempre los hubo y el club cumplía como
podía. El ascenso será un colchón fantástico para el club, porque los
ingresos se multiplican. Recibirá una inyección económica importante.
Sobre las decepciones, en estos cuatro años siempre estuvimos en los
puestos de arriba; en uno ellos nos quedamos a un gol en la promoción.
Por eso ha sido una gran alegría.
«Buena disposición»
-Tu situación contractual con el Elche... ¿cómo está?, ¿seguirás?
-Acabo contrato ahora. En principio hay buena disposición
con el club para que continúe y yo quiero seguir, y más después de estar
cuatro años en Segunda peleando por el ascenso. Me hace mucha ilusión
estar en este proyecto tan importante.
-Cuando las dos partes quieren es más fácil llegar a un acuerdo...
-Sí, seguro que sí. Ya se ha renovado al entrenador y a partir de ahora irán perfilando la plantilla.
-¿Jugar en Primera te llevaría a apartar otras ofertas incluso superiores en el tiempo?
-Sí. Ya he hablado con mi representante y le he dicho que
lo primero que hay que hacer en sentarnos con el Elche y lo más normal
es que lleguemos a un acuerdo y siga. Ellos quieren y yo también.
-Además, eres su capitán, futbolista clave y encima uno de los favoritos de los aficionados. Eso cuenta mucho.
-Desde el primer momento que llegué fui muy bien recibido.
Se volcaron conmigo y me siento querido. Estoy muy involucrado en el
club y la ciudad. Será emocionante el proyecto en Primera. Apetece
participar en él pero también porque soy muy feliz allí.
-Fue prácticamente un ascenso televisado, no obtenido sobre
el césped sino viendo lo que hacía el Alcorcón por la pequeña pantalla.
-Quizá pierde algo de encanto, sí. La ventaja además erá
bastante amplia. No fue una explosión de júbilo como cuando ganas un
partido, pero a la gente le ha dado igual y cuando regresamos a casa nos
esperaron en la calle en masa. Esas imágenes no se me borrarán nunca.
-¿Pensando ya en las vacaciones?
-De momento seguimos aquí. Nos quedan dos partidos más y
hay que cumplir el expediente. Ya he hablado con los amigos y en cuanto
acabe la liga volveré al pueblo y luego me iré unos días fuera con mi
mujer para desconectar. Intentaré estar en Bienvenida lo más posible.
-¿Qué es eso de ser el futbolista 'más constructivo'?
-¡Jaja! Eso es un premio que me concedieron. Te puedes imaginar que lo concedía una constructora.
TÍTULO: TOREE O NO TOREE ME SIENTO TORERO, NO ES PROFESIÓN, ES UNA FORMA DE VIDA,.
—¿Cómo ha sido lo de cambiar de apoderado?
—Porque necesitaba dar un giro a mi carrera. Estaba un poco estancado y creí que ya no avanzaba. Tenía que cambiar de aire como fuera. Encontré a José María, que es un pedazo de profesional, vio mis posibilidades y me ofreció un proyecto muy interesante y estamos muy ilusionados y con muchísimas ganas.
—¿Cómo se define como torero?—Sobre todo, me considero un torero con mucha personalidad. Además, así también me ve la gente y es lo que me han dicho. Siempre he tenido una misma línea y nunca me he salido de ahí. Soy un torero de corte artista, clásico, pero a la vez con la suficiente técnica y suficiente seguridad como para cuajar al toro. Hasta ahora no se me ha visto prácticamente torear y espero que poco a poco vayan saliendo corridas y el público disfrute con mi toreo.
—¿Es muy frecuente que un torero tenga dos apoderados?—Yo a Carlos Gago no lo conocía y fue a través de José María, que es íntimo amigo suyo. Carlos fue novillero en los años 90 y luego empresario. Es una persona muy vinculada al mundo del toro y cuando hablé con él vi que tenía unas ideas muy parecidas a las mías, por no decir iguales. Enseguida conectamos y cerramos el apoderamiento.
—¿Le pesa ser miembro de una dinastía del mundo del toro? ¿Cree que se le exige más?—Por supuesto. La gente me mira de otra manera, cree que lo tengo más fácil. Se hacen comparaciones. Pero nunca me he quitado del medio. Soy un currante y nunca he dicho que no. Lo que ha salido he ido a aprovecharlo y lo habré hecho con mayor o menor preparación, pero siempre he estado ahí.
—En qué momento decidió dedicarse al toro y ser torero.—Al principio empezó como un juego, pero con el tiempo me dí cuenta de que tenía cualidades y me gustaba ponerme delante, aprender y desarrollar. Fue todo muy rápido y a los 21 años tomé la alternativa.
—En la provincia de Jaén sólo ha toreado en una ocasión en un festival en Linares. ¿Qué recuerda de aquella tarde?—Antes, de novillero, toreé con picadores en Jaén en un festival de figuras y conservo una foto muy bonita, porque salgo a hombros con un rabo en la mano y a mi lado las figuras andando. Fue algo entrañable. Era en el Festival contra el Cáncer que organiza Enrique Ponce, y torearon Espartaco, Curro Díaz, Javier Conde, Manzanares...
TÍTULO: LUIS FOLGADO DE TORRES NOVELA LA VIDA DE EL GIGANTE EXTREMEÑO,.
Entrevista al torero Santiago Ambel Posada,.
Santiago Ambel Posada,.foto
Se le considera un torero de arte y miembro de dinastías de toreros y ganaderos. En su trayectoria, como novillero, primero, y como matador de toros, después, ha cosechado éxitos y premios. No obstante, son escasas las corridas toreadas. En 2010 sumó ocho paseíllos, entre ellos Madrid, Badajoz y La Coruña. Ahora, Ambel Posada estrena como apoderado a José María Tejero, subalterno de Ponce, y Carlos Gago, dispuesto a demostrar que su nombre es digno del mejor cartel.
—¿Cómo ha sido lo de cambiar de apoderado?
—Porque necesitaba dar un giro a mi carrera. Estaba un poco estancado y creí que ya no avanzaba. Tenía que cambiar de aire como fuera. Encontré a José María, que es un pedazo de profesional, vio mis posibilidades y me ofreció un proyecto muy interesante y estamos muy ilusionados y con muchísimas ganas.
—¿Cómo se define como torero?—Sobre todo, me considero un torero con mucha personalidad. Además, así también me ve la gente y es lo que me han dicho. Siempre he tenido una misma línea y nunca me he salido de ahí. Soy un torero de corte artista, clásico, pero a la vez con la suficiente técnica y suficiente seguridad como para cuajar al toro. Hasta ahora no se me ha visto prácticamente torear y espero que poco a poco vayan saliendo corridas y el público disfrute con mi toreo.
—¿Es muy frecuente que un torero tenga dos apoderados?—Yo a Carlos Gago no lo conocía y fue a través de José María, que es íntimo amigo suyo. Carlos fue novillero en los años 90 y luego empresario. Es una persona muy vinculada al mundo del toro y cuando hablé con él vi que tenía unas ideas muy parecidas a las mías, por no decir iguales. Enseguida conectamos y cerramos el apoderamiento.
—¿Le pesa ser miembro de una dinastía del mundo del toro? ¿Cree que se le exige más?—Por supuesto. La gente me mira de otra manera, cree que lo tengo más fácil. Se hacen comparaciones. Pero nunca me he quitado del medio. Soy un currante y nunca he dicho que no. Lo que ha salido he ido a aprovecharlo y lo habré hecho con mayor o menor preparación, pero siempre he estado ahí.
—En qué momento decidió dedicarse al toro y ser torero.—Al principio empezó como un juego, pero con el tiempo me dí cuenta de que tenía cualidades y me gustaba ponerme delante, aprender y desarrollar. Fue todo muy rápido y a los 21 años tomé la alternativa.
—En la provincia de Jaén sólo ha toreado en una ocasión en un festival en Linares. ¿Qué recuerda de aquella tarde?—Antes, de novillero, toreé con picadores en Jaén en un festival de figuras y conservo una foto muy bonita, porque salgo a hombros con un rabo en la mano y a mi lado las figuras andando. Fue algo entrañable. Era en el Festival contra el Cáncer que organiza Enrique Ponce, y torearon Espartaco, Curro Díaz, Javier Conde, Manzanares...
TÍTULO: LUIS FOLGADO DE TORRES NOVELA LA VIDA DE EL GIGANTE EXTREMEÑO,.
La vida del gigante extremeño da origen a una intrigante novela
‘El hombre que compraba gigantes’ es el título del libro que ha escrito el extremeño Luis C. Folgado de Torres y en el que refleja la vida de otro extremeño el gigante Agustín Luengo Capilla, nacido en la localidad de Puebla de Alcocer
en 1849 y que se hizo famoso en la España de finales del siglo XIX al
pasearse por medio país en un circo y llegar a actuar ante el Rey Alfonso XII.
El esqueleto del gigante extremeño se conserva en el Museo Nacional de Antropología de Madrid como ya reflejó esta Lupa, y partiendo de ese hecho Luis C. Folgado ha novelado la vida de Agustín Capilla desde su infeliz infancia en Puebla de Alcocer, donde se mofaban de él por su estatura hasta su desdichado final a una edad bien joven, sin olvidar su paso por el circo de Marrafa, un avispado portugués que compró el gigante a sus padres a cambio de una ridícula suma de dinero y buenas viandas.
Con todo el apartado más inquietante del libro se detiene en el encuentro entre Agustín Luego y el catedrático de medicina Pedro González de Velasco, el comprador de gigantes del título. Fue en Madrid tras la actuación del gigante en el Salón Gasparini del Palacio Real ante un selecto público encabezado por el rey Alfonso XII y su prometida María de las Merdeces de Orleans. El doctor asombrado por la estatura del gigante extremeño y conocedor de que padecía la enfermedad de acromegalia decidió hacerle una propuesta que Agustín Luengo, tras una vida semioculto y semipreso en su pueblo natal y entre las carretas del circo, deslumbrado por las posiblidades de libertad que se abrían ante él no pudo rechazar.
El doctor Velasco le ofreció firmar un contrato comprándole su cuerpo por 3.000 pesetas de la época. En el documento se especificaba que el doctor le haría entrega de 1.500 pesetas en el mismo acto de la firma del documento de compraventa y el resto se le iría entregando poco a poco, a razón de 2,50 pesetas por día, que el propio gigante recogería en mano todos los días en la casa del doctor. Con la firma del documento Agustín creía haber recuperado libertad para hacer a su antojo y sobre todo buscar una mujer para casarse y tener hijos, uno de sus mayores deseos, pero en realidad estaba firmando casi su sentencia de muerte. El primer efecto práctico es que debía abandonar el circo ambulante en el que había vivido hasta entonces ya que debía residir en Madrid.
El autor Luis C. Folgado señala que la propuesta del doctor Velasco fue algo demoníaco que le cambió la vida al gigante, y en verdad fue así, como refleja el libro, porque en realidad supuso su muerte. ‘El hombre que compraba gigantes’ describe el final que le aguardaba al extremeño de Puebla de Alcocer que terminó con sus huesos en una urna de cristal de un museo donde todavía hoy en la España del siglo XXI se sigue exhibiendo. Junto a los huesos se puede ver el vaciado en yeso que hizo del cuerpo el doctor ya que su idea inicial era embalsamarlo para mostrarlo tal cual, pero al no poder por el estado de descomposición del cuerpo, hizo el molde.
El libro de Folgado de Torres permite adentrarse en la España de finales del XIX donde no existían apenas carreteras y donde se usaban daguerrotipos para hacer fotografías como la que inmortalizó al gigante con sus padres o con los invitados del rey Alfonso XII.
Aparte de sus huesos y el vaciado del cuerpo del museo de Madrid, la presencia de Agustín Luego está también en el museo etnográfico de su pueblo natal donde se conservan otros objetos del gigante como las botas que le regaló Alfonso XII, así como algunos calcetines y un gorro de color carmesí. En la página web del municipio aparece en el listado de personajes históricos, si bien su fecha de nacimiento no parece que esté reflejada correctamente ya que indica que nació en 1826, con lo que nunca había podido coincidir con el rey Alfonso XII nacido en 1857.
El esqueleto del gigante extremeño se conserva en el Museo Nacional de Antropología de Madrid como ya reflejó esta Lupa, y partiendo de ese hecho Luis C. Folgado ha novelado la vida de Agustín Capilla desde su infeliz infancia en Puebla de Alcocer, donde se mofaban de él por su estatura hasta su desdichado final a una edad bien joven, sin olvidar su paso por el circo de Marrafa, un avispado portugués que compró el gigante a sus padres a cambio de una ridícula suma de dinero y buenas viandas.
Con todo el apartado más inquietante del libro se detiene en el encuentro entre Agustín Luego y el catedrático de medicina Pedro González de Velasco, el comprador de gigantes del título. Fue en Madrid tras la actuación del gigante en el Salón Gasparini del Palacio Real ante un selecto público encabezado por el rey Alfonso XII y su prometida María de las Merdeces de Orleans. El doctor asombrado por la estatura del gigante extremeño y conocedor de que padecía la enfermedad de acromegalia decidió hacerle una propuesta que Agustín Luengo, tras una vida semioculto y semipreso en su pueblo natal y entre las carretas del circo, deslumbrado por las posiblidades de libertad que se abrían ante él no pudo rechazar.
El doctor Velasco le ofreció firmar un contrato comprándole su cuerpo por 3.000 pesetas de la época. En el documento se especificaba que el doctor le haría entrega de 1.500 pesetas en el mismo acto de la firma del documento de compraventa y el resto se le iría entregando poco a poco, a razón de 2,50 pesetas por día, que el propio gigante recogería en mano todos los días en la casa del doctor. Con la firma del documento Agustín creía haber recuperado libertad para hacer a su antojo y sobre todo buscar una mujer para casarse y tener hijos, uno de sus mayores deseos, pero en realidad estaba firmando casi su sentencia de muerte. El primer efecto práctico es que debía abandonar el circo ambulante en el que había vivido hasta entonces ya que debía residir en Madrid.
El autor Luis C. Folgado señala que la propuesta del doctor Velasco fue algo demoníaco que le cambió la vida al gigante, y en verdad fue así, como refleja el libro, porque en realidad supuso su muerte. ‘El hombre que compraba gigantes’ describe el final que le aguardaba al extremeño de Puebla de Alcocer que terminó con sus huesos en una urna de cristal de un museo donde todavía hoy en la España del siglo XXI se sigue exhibiendo. Junto a los huesos se puede ver el vaciado en yeso que hizo del cuerpo el doctor ya que su idea inicial era embalsamarlo para mostrarlo tal cual, pero al no poder por el estado de descomposición del cuerpo, hizo el molde.
El libro de Folgado de Torres permite adentrarse en la España de finales del XIX donde no existían apenas carreteras y donde se usaban daguerrotipos para hacer fotografías como la que inmortalizó al gigante con sus padres o con los invitados del rey Alfonso XII.
Aparte de sus huesos y el vaciado del cuerpo del museo de Madrid, la presencia de Agustín Luego está también en el museo etnográfico de su pueblo natal donde se conservan otros objetos del gigante como las botas que le regaló Alfonso XII, así como algunos calcetines y un gorro de color carmesí. En la página web del municipio aparece en el listado de personajes históricos, si bien su fecha de nacimiento no parece que esté reflejada correctamente ya que indica que nació en 1826, con lo que nunca había podido coincidir con el rey Alfonso XII nacido en 1857.
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