viernes, 30 de noviembre de 2012

Sociedad «Atrévase con el cebiche. Lo puede preparar en casa» ,._/ «Ahora solo existe Antonio Orozco»

Su imperio nació hace 20 años en un pequeño restaurante de Lima. Hoy ya son 40 en 13 países. Formado en París, Gastón Acurio es en estos momentos uno de los cinco mejores chefs del mundo y, gracias a él, la gastronomía peruana está de moda en todo el planeta. Cercano, educado y jovial, acaba de celebrar que aquel primer restaurante ha sido nombrado el mejor de Latinoamérica.
-A este paso va a ser el peruano más famoso del mundo.
-Ése es Mario Vargas Llosa (risas). Y también están Mario Testino, el gran fotógrafo de moda, y el tenor de ópera Juan Diego Flores...
-¿Aspira a serlo?
-¿Yo? Ojalá que no... (silencio) El ser humano tiene que estar en una constante batalla contra la vanidad. Afecta a tu ánimo, a tu trabajo, a tu capacidad creativa... La vanidad es muy limitante.
-Sus restaurantes se llaman Astrid&Gastón. ¿El nombre de su mujer delante por galantería o porque se lo merece más que usted?
-Se lo merece y con creces. Astrid tenía 21 años cuando inauguramos el restaurante. Estaba en un país al que había llegado por amor (ella es alemana). Se tuvo que parar en la puerta del local ante una clientela acostumbrada a sentirse más importante que otros.
-Cobra 55 euros por un menú degustación de 8 platos sin bebida.
-Y tenemos otro de 21 platos a 100 euros. Creo que es el más barato del Top 50 de 'Restaurant'. Y eso no sé si es bueno o malo (risas).
- Usted es el 'Rey del cebiche'.
- El cebiche es el pequeño arte de convertir la Naturaleza en un mundo cítrico y picante, pero al mismo tiempo refrescante. Usted lo puede preparar en casa. Atrévase. Puede usar besugo, lubina y merluza, pero también chicharro o anchoa. ¿Tiene lima? ¿Cebolla roja? ¿Ajo y guindilla? Pues listo.
-¿La gastronomía es capaz de cambiar un país? Dicen que es el motor del cambio que vive Perú.
-Lo que cambia un país es el ánimo. La gastronomía no puede hacerlo por sí sola, pero sí puede inspirar, dar ejemplo, unir y, a partir de ahí, mostrar unos principios y valores al resto de actividades económicas.
-Lo que está claro es que la cocina peruana es ahora una referencia mundial.
-Eso es el resultado de un plan que se ideó hace diez años y que tenía como objetivo hacer que nuestra cocina sirviera de vehículo para promover el Perú y sus productos, para atraer turismo e inversiones y para darle a nuestro pueblo seguridad y confianza. Queríamos, en el buen sentido y muy dulcemente, intentar peruanizar el mundo.
- Su padre, Gastón Acurio Velarde, llegó a ministro. ¿Quién ha hecho más por su país: usted o él?
- A mi padre le tocó ser político en la época más dura del Perú. Varios de sus amigos fueron asesinados por Sendero Luminoso. Cada mañana salía de casa con la posibilidad de que no regresar por la noche. No quiso tener escolta. Y lo que siempre nos inculcó fue que teníamos la suerte de ser hijos afortunados del Perú y teníamos la obligación de devolver al país lo que habíamos recibido.
-Algunos dicen que usted es el próximo presidente del Perú.
-Eso son fantasías de algunos medios... y quizás las pesadillas de algunos políticos, pero la realidad es que eso no sucederá nunca.
-¿Cuál es el último restaurante en el que ha pagado una cena?
-Intento pagar en todos porque parte del placer de ir a comer a un lugar es sentir que te lo has ganado trabajando. Pero se me hace difícil. Casi siempre me invitan. 



Eran más de 15.000 aspirantes y solo han quedado 130. Arrancan las audiciones a ciegas de ?La Voz? (hoy, a las 22.15 horas, en Telecinco).
 

«Ahora solo existe Antonio Orozco»TELEVISIÓN

«Ahora solo existe Antonio Orozco»

Jesús Vázquez y los 'coaches' de La Voz, que vuelve esta noche a Telecinco, pasan página tras la marcha de Melendi,.
 Eran más de 15.000 aspirantes y solo han quedado 130. Arrancan las audiciones a ciegas de ‘La Voz’ (hoy, a las 22.15 horas, en Telecinco) y los ‘coaches’ tendrán que afinar el oído para encontrar a las nuevas promesas musicales de España. Jesús Vázquez (Ferrol, 1965) dirigirá «la orquesta», pero sin dejarse ver mucho. Le toca «un discreto segundo plano» y acompañará a los familiares de los concursantes mientras pasan el trago.
–El año pasado batieron récords. ¿Podrán igualar el resultado?
– Es nuestro sueño y nuestro objetivo, para eso llevamos muchos meses trabajando. Queremos que el programa vuelva a enamorar, a ilusionar y a emocionar.
–¿Usted también se emociona?
– Sí, hay momentos en los que se me han saltado las lágrimas, como el año pasado, pero intentaré que no se vea. No me gusta que salgan salvo casos excepcionales. Espero que quiten esas imágenes.
–¿Cómo se defiende Antonio Orozco, el nuevo, en las audiciones a ciegas?
– ¡Muy bien! Creo que ha sido la plaza más difícil en la que ha actuado. Es una persona extremadamente tímida, pero ha sido muy valiente y se ha lanzado. Al principio estaba muy nervioso y le dimos calorcito, como diría Rosario. Luego hicimos que se ganara su sillón. El tío ha peleado y se ha destapado como un animal televisivo.
–¿Se nota la baja de Melendi?
– Soy de los que no miran atrás ni para coger carrerilla. Lo pasado, pasado está, y fue como fue. Todos tenemos un gran recuerdo de esa primera edición del concurso, pero miramos al futuro y ahora solo existe Antonio Orozco.
–¿Le sorprende que Melendi vaya a participar ahora en un ‘reality’ de TVE?
–No hago comentarios sobre eso, no es asunto mío. Eso tendrá que explicarlo él.
–¿Este año los ‘coaches’ de ‘La Voz’ serán más duros?
–Lo han tenido más complicado, o eso es lo que dicen, porque el nivel de los aspirantes es muy alto. Los que se presentan al programa me parecen maravillosos y me los llevaría a todos, pero son los ‘coaches’ quienes tienen que elegir.
–Con Rafa, España se convirtió al ‘heavy’.
– Me encantó que ganara porque demuestra que aquí no hay nada preconcebido ni gana el más comercial, sino el que la gente quiere. Supongo que entre los que le votaron había gente como yo, que no son ‘heavies' pero que creían que debía ganar.
"Soy el paño de lágrimas"
–En las audiciones está con los familiares. ¿Qué le dicen?
– La habitación de las familias es la explosión de las emociones, nadie sabe lo que se vive allí. Yo estoy para todo: de paño de lágrimas, para compartir la euforia, para recibir el primer abrazo o la primera bronca, porque algunas veces también se enfadan. Esa es mi función en esta parte del programa y lo hago encantado.
–Hubo gente que criticó que tuviera un papel tan secundario...
–Es el papel que tengo que tener. No tengo ningún delirio de nada que no sea hacer mi trabajo. Tengo mi ego más que satisfecho desde hace muchos años y no me preocupan esos temas. Comienzo con las familias y en el plató voy teniendo un papel mayor. Soy el que dirige la orquesta, pero siempre en un discreto segundo plano.
–En ‘¡Mira quién salta!’ se tiró a la piscina. ¿Aquí cantará?
– Estuve a punto de hacer un guiño, pero no me atreví. Lo hablamos el año pasado y lo rechacé porque no quería tener más presión; este año lo hará otra persona. No quiero desvelar la sorpresa porque es muy graciosa. A mí me da respeto, no es lo mío. Pero no quita que un día me atreva.
–Las audiciones duran minuto y medio. ¿Qué es capaz de hacer usted en ese tiempo?
– Muchas cosas, pero cantar no. Dame un tema y puedo hablar horas sin que la gente se aburra.

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