Y al final... Novak Djokovic

Novak Djokovic, tras su victoria ante Del Potro en la Central de Wimbledon.

El serbio, finalista tras la semifinal más larga de la historia del torneo pese a los problemas de rodilla del argentino (7-5, 4-6, 7-6, 6-7, 6-3).

Fue el mejor partido del torneo. Una semifinal deslumbrante, la más larga de la historia de la competición. Un partido plagado de alternativas, un auténtico lujo en la calurosa y soleada tarde londinense. Novak Djokovic se impuso a Juan Martín del Potro por 7-5, 4-6, 7-6 (2), 6-7 (3) y 6-3 después de cuatro horas y 43 minutos. Jugará el domingo su décima final del Grand Slam ante el vencedor del encuentro entre Andy Murray y Jerzy Janowicz. Será la segunda en Wimbledon, donde se llevó el título en 2011. [Narración y estadísticas]
El precedente de los Juegos Olímpicos de 2012 no resultó baladí. Del Potro, derrotado en ocho de los once enfrentamientos con Djokovic, había ganado el único entre ambos sobre hierba, en la lucha por el bronce. Era, pues, el número uno del mundo, frente a un tenista en plena resurrección, para bien del tenis, que obviamente agradece jugadores de esta categoría. Todo parecía casi escrito tras el tercer parcial, resuelto por Djokovic en el desempate. Más aún, rompió en el séptimo juego del cuarto, tomando carrerilla hacia el encuentro definitivo. Pero el argentino, irreductible, quebró de inmediato y volvió a llevar la resolución al 'tie-break'. Se atrevió incluso con dos pelotas de partido, 6-4 abajo, antes de aprovechar su primera pelota para igualar a dos sets.

La mejor versión del argentino

Fue un Del Potro voraz, decidido a cazar la oportunidad en su primera semifinal de un 'grande' desde el Abierto de Estados Unidos de 2009, donde obtuvo el que hasta ahora su único título del Grand Slam. Los problemas físicos han atenuado su progresión, esos daños que tampoco le han abandonado a lo largo de la presente edición de Wimbledon. Quién más y quien menos ha llegado con alguna rémora a esta fase definitiva. En su caso, la rodilla derecha. Pero lejos de cualquier atisbo de rendición, de buscar excusas ante una confrontación de semejante dificultad, el jugador de Tandil volvió a demostrar su extraordinario potencial.
Poco importaba que fuera atendido en su espalda en cada tregua del último parcial, que las fuerzas parecieran abandonarle. Frente a las dificultades con el servicio, donde hubo de afrontar hasta 13 pelotas de ruptura, esgrimió el poder de su brutal derecha. Tuvo la posibilidad de quebrar en el quinto juego del último set, pero 'Nole' salió del trance con un primer saque y un revés paralelo. Y se enfrentó a un hipotético 4-2 adverso, frustrado por un ‘drive’ de su rival a la red. Las amenazas se sucedían. Hasta que el balcánico logró su objetivo en el octavo 'game'. Servía para ganar. Y esta vez no iba a dejar pasar el tren. Culminó el éxito con un revés paralelo, toda una paradoja cuando había sido abandonado por su mejor golpe.

TÍTULO: CINE | La película de la semana

Aquel ritmillo de la UCD

'Ilusión', el estreno del momento, es casi clandestino, retrata la muy rumbosa Transición española y tiene formato de musical. Mola, ¿eh?

Si la duda de semanas anteriores era entre, por ejemplo, 'El hombre de acero' o 'Ilusión'; la de ésta, que nadie se engañe, es entre 'Star trek' y, otra vez, 'Ilusión'. Es más, la duda será siempre, y durante todo lo que dure el año, entre la desesperación y, por supuesto, la ilusión. Hablamos de la película (que no de la crisis) y hasta del estado de ánimo de un sujeto llamado Daniel Castro. Los dos, el sujeto y el ánimo, pasaron hace ya unos meses por el festival de Málaga y ahora, y sin previo aviso, se anuncian en la Cineteca de Matadero y otras salas de cine invisibles (o casi). Nadie dijo que fuera fácil mantener la ilusión.