lunes, 15 de julio de 2013

CONOCER, CONSUMO, HISTORIA, EL POLLO UN TRIUNFADOR AL DESNUDO,./ ENTREVISTA ANA DIOSADO, NO HA NACIDO QUIEN ME PONGA FIRME,.

TÍTULO; CONOCER, CONSUMO, HISTORIA, EL POLLO UN TRIUNFADOR AL DESNUDO,.

El pollo un triunfador... al desnudo
Con 22 gramos de proteína, 110 calorías y apenas un gramo de grasa por cada 100 de carne, al pollo no hay dieta que se le resista. Añada a .


El pollo un triunfador... al desnudo

El pollo será la carne que más consumiremos los españoles en los próximos cuatro años. Por si fuera poco, en verano se multiplica su consumo. Le contamos las razones. Y, aunque estamos en época de 'vacas flacas', el motivo no es solo el precio...
Con 22 gramos de proteína, 110 calorías y apenas un gramo de grasa por cada 100 de carne, al pollo no hay dieta que se le resista. Añada a eso que se cocina fácil en múltiples y sabrosas recetas y se entiende que las ventas de pollo florezcan con la llegada del calor. Hasta cinco veces más.
¿Qué ha ocurrido para que una carne reservada a banquetes y gente con posibles hace apenas sesenta años esté hoy más presente que los garbanzos en las mesas españolas? En un intento de comprender la revolución del pollo, algunos esgrimen todo tipo de hipótesis: que se emplean hormonas y antibióticos para el engorde de las aves; que los pollos viven hacinados en jaulas y se los sobrealimenta con piensos de dudosa composición; que son producto de técnicas de ingeniería genética...
«Nada de eso es cierto, entre otros motivos porque no hace ninguna falta aplicar esos métodos», explica Ricardo Cepero Briz, profesor de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza y especialista en avicultura. «El broiler, tipo de pollo que se utiliza hoy en la cría intensiva, es un animal seleccionado durante 50 años a partir de estirpes concretas. Ese crecimiento espectacular que ha democratizado el consumo de pollo se ha logrado seleccionando los mejores: escogiendo cada vez el gallo y la gallina que más rápidamente crecían. La heredabilidad es tan alta (del 50 por ciento) que a los tres o cuatro años ya tienes mejoras notables en crecimiento. Por otro lado, los pollos de carne no viven en jaulas, sino en camas de paja, viruta o cáscara de arroz, con una densidad máxima marcada por la legislación, de entre 10 y 16 pollos por metro cuadrado (según sean pollos ecológicos o de cría intensiva)».
Respecto a los antibióticos promotores de crecimiento, los cuatro últimos fueron definitivamente prohibidos por la legislación europea en enero de 2006. «Otra cosa son los que se prescriben con receta veterinaria para animales con enfermedades declaradas, pero incluso estos se están restringiendo tanto que a veces resulta difícil curar a los animales, que también tienen derecho a ser curados», señala José Carlos Terraz, presidente de la Asociación Profesional para la Avicultura Alternativa (AviAlter). «Si no se detectan luego en la carne, es porque tienen un periodo de retirada previa al consumo, para garantizar que los antibióticos sean eliminados y no se superen los límites legales de residuos. La preocupación por el uso de antibióticos en ganado está poco justificada en la UE, que tiene las normas más exigentes del mundo. El problema ¡y la gran hipocresía! es el insuficiente control de los productos importados, a mucho menor coste y precio, de países donde se usan productos prohibidos en Europa incluso desde hace 40 años».
Pero tampoco es que la vida del pollo europeo sea idílica. Asociaciones que defienden el bienestar de los animales, como Eurogroup for Animals, con sede en Bruselas, llevan años denunciando que la selección y sistema de cría han terminado cobrándose su precio en la salud y bienestar de estas aves. «Una alta proporción de broilers tienen problemas en las patas, insuficiencia cardiaca o ascitis debido a la presión fisiológica que supone su rápido crecimiento», señalan. Reconocen que las directivas de la UE marcan unas normas mínimas, pero denuncian fallos en su aplicación y más aún en su penalización si se incumplen, por lo que reclaman una nueva legislación. Democrático sí que es el pollo, que con 90 millones de toneladas producidas en el mundo concentra el 30 por ciento de la producción de carne a nivel mundial y lleva siglos inspirando recetas en los cinco continentes.
No hay duda de que hay pollo para todos, pero ¿tiene la carne de pollo de hoy el mismo sabor, la textura y el valor gastronómico que la que comían nuestros bisabuelos? La creciente tendencia del consumo hacia lo natural explica por qué la venta de pollos de cría extensiva, como los camperos y los ecológicos de engorde lento, con salida al exterior y más espacio por animal, se mantenga e incluso crezca en esta época de crisis, a pesar de su precio más alto. Pero las diferencias de producción siguen siendo enormes: hoy se crían en España 600 millones de pollos broiler al año, frente a unos 30 millones de pollos de cría extensiva (con salida al exterior), que incluyen apenas 110.000 pollos ecológicos. Estos deben cumplir las normas de la UE para alimentos con etiqueta de ecológico, que, entre otros aspectos, prohíben la presencia en los piensos de alimentos transgénicos e ingredientes cultivados con pesticidas y abonos químicos.
«Este es un sector enorme», declara Ángel Martín, secretario general de Propollo, la patronal española del sector avícola de carne de pollo. «Dentro de la UE somos la segunda potencia, con el 12 por ciento de la producción. En España se sacrifican entre 10,5 millones y 11,5 millones de pollos por semana en 150 mataderos. Y las cifras van a seguir aumentando. Todos los datos señalan que el pollo es la carne del futuro: tiene buen precio, es rica en nutrientes, se digiere bien y la cría de pollo de carne es más coste efectiva y contamina menos que la de otros tipos de animales que se crían para carne».
«El pollo será la carne más consumida por los españoles en los próximos cuatro años», según un estudio del Grupo de Investigación Merk@do. Según el investigador principal del trabajo, el profesor Carlos Chamorro, «esto se explica tanto por la actual situación de crisis económica como por la imagen de seguridad alimentaria del pollo frente a otros productos». Alarmas como la de las vacas locas nunca se han producido con el pollo, ni siquiera con la gripe aviar, que no llegó a tener repercusiones en Europa.
Los informes de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) avalan sus palabras: más del 99 por ciento de todos los pollos vendidos en nuestro país no alcanzan los niveles máximos de residuos. «En los 30 años que llevo conociendo este sector, los niveles de hormonas en el pollo dan cero cada año», destaca Cepero. «Tanto es así que se ha pensado en retirar esa analítica. Si se sigue haciendo, es solo por el principio de precaución». Incluso hay estudios que avalan los beneficios para la salud de la ingesta de pollo. Comer mucho en la adolescencia reduce el riesgo de cáncer intestinal, según divulgó en julio la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Se ha comprobado que los adolescentes que comen pollo de forma regular tienen un 20 por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer intestinal y un 50 menos de riesgo de llegar a padecer cáncer de recto cuando llegan a adultos. Además, el estudio señala que el consumo de pollo parece reducir el desarrollo de pólipos intestinales.
Quizá por eso el sector, que se siente reforzado, está trabajando para realizar cambios interesantes orientados hacia lo natural. Por ejemplo, se han empezado a utilizar extractos y aceites de orégano, tomillo, romero, canela e incluso polifenoles de cítricos, por sus acciones antimicrobianas y antioxidantes, como alternativa a los antibióticos y otros fármacos. «La industria tiene muy claro que un pollo sano, bien alimentado y al mejor precio posible es la apuesta destacable del futuro explica Cepero. No solo estoy de acuerdo con eso, sino que, en mi opinión, en lo tocante al pollo, cualquier tiempo pasado fue peor».
El milagro del pollo barato
1. ¿Qué tipo de pollo comemos? El pollo que comemos mayoritariamente es del tipo broiler, el de cría intensiva. Son pollos creados para obtener carne que se sacrifican a los dos meses; o sea, que pese a su gran tamaño son pollitos. Se considera que pasan a ser gallos o gallinas cuando tienen cinco meses. Pocos broiler llegan a cumplirlos.
2. ¿El pienso los hace amarillos? El 60 por ciento del pienso son cereales: trigo, cebada y maíz. Se cree que el color amarillo del pollo se debe al maíz que come, pero no es así: hay razas que siempre tendrán la piel blanca, aunque ingieran grandes cantidades de este.
3. ¿Con qué rapidez se reproducen? La clave del negocio del pollo son los tiempos. Una gallina de carne produce 160 o 170 huevos al año. Las gallinas nacidas de esos huevos ya están poniendo huevos a los seis meses. En un año se reúnen más de dos generaciones de pollos; y en menos de cinco años, una familia original de un gallo y diez gallinas da lugar a ¡50 millones de pollos!
4. ¿Cuánta proteína tienen? Los broiler han evolucionado hasta convertirse en un sistema productivo capaz de convertir el pienso en proteína de carne con enorme eficacia: 1,7 kilos de pienso producen un kilo de carne de pollo. En comparación, son necesarios siete kilos de alimento para producir un kilo de carne de vacuno.
5. ¿Qué pollo quiero? Si quiere buen precio con alto valor nutricional: el pollo de cría intensiva. Si quiere gastronomía a precio razonable: el crecido en libertad. Si le preocupa la ecología (y puede pagar tres veces más): el criado sin sustancias de síntesis química.
6. ¿Son engendros genéticos? Lo que permite mantener el precio a lo largo de los años es su crecimiento. Un pollito de apenas 40 gramos al nacer en mes y medio ya pesa 2,7 kilos. El siglo pasado se necesitaban más de tres meses para lo mismo. Esto se ha conseguido seleccionando genéticamente estirpes concretas. Así, el 24 por ciento del pollo actual es pechuga.
7. ¿Cuál es el mejor? Disponer de más espacio por pollo, crecer más lentamente y con acceso a zonas con vegetación junto con piensos a base de cereales y soja produce pollos de sabor más intenso. Sacrificándolos a las 12 semanas, se obtiene la carne de pollo de mayor calidad.
8. ¿Y delicatesen? Un poco más de 12 semanas y se tendría carne de gallo con músculos más rojos y fibrosos y menos grasa infiltrada, que necesita guisos más largos. En el escalón más alto estarían los capones, pollos castrados mediante cirugía.


TÍTULO; ENTREVISTA ANA DIOSADO, NO HA NACIDO QUIEN ME PONGA FIRME,.


  1. Ana Diosdado: "No ha nacido quien me ponga firme"

    Ana diosdado acaba de cumplir 75 años, pero no quiere que la consideren de ... A.D. Sí, siempre he tenido alrededor gente que me ha querido mucho... y ... Ahora sigue habiendo algunas 
    entrevistas que no me gustan nada.
     
     Ana diosdado acaba de cumplir 75 años, pero no quiere que la consideren de otra época. Por eso vive llena de proyectos. ¿El más inmediato? Una obra de teatro muy actual, en la que analiza la problemática de los jóvenes a través de la figura de un rapero. En cartera, la vida de Margarita Xirgu que fue su madrina de bautismo y una novela sobre el mariscal Gilles de Rais, lugarteniente de Juana de Arco. Nos citamos en los jardines del Museo Sorolla, en Madrid, con esta gran dama de la escena a quien le hubiera divertido hacer el papel de Clark Gable en Lo que el viento se llevó y que se considera una mujer invisible: «Cuando entro en una cafetería, no me atienden si no voy con alguien». Acude puntual a nuestro encuentro con un cocker canela que responde al nombre de Flip, con porte de mujer razonable, sensata, calma, equilibrada, sosegada... «¡Solo en apariencia! asegura. Y muy sensata no he sido nunca, pero he tenido sentido común». Este año, la Fundación Autor de la SGAE le ha concedido el Max de Honor a toda una vida.
    XLSemanal. ¡Enhorabuena por este premio!
    Ana Diosdado. Muchas gracias; ha sido muy bonito.
    XL. ¿Le han dado mucho cariño a lo largo de su vida?
    A.D. Sí, siempre he tenido alrededor gente que me ha querido mucho... y otra que no ;sonríe;. También tengo enemigos, o más bien gente que te pone la zancadilla. Y alguna me han puesto.XL. ¿Cómo se encuentra? A.D. Pues depende del día.
    XL. Hace tres años tuvo un cáncer de pecho, después le descubrieron una leucemia...
    A.D. [Me interrumpe]. Después, no; lo tuve todo a la vez. Cuando me detectaron el cáncer de pecho, el equipo de hematólogos vio que tenía también leucemia; y esta la sigo teniendo. La mía es crónica y muy difícil de curar. Es una enfermedad que te deja con muy pocas defensas.
    XL. Supongo que asusta escuchar un diagnóstico así.
    A.D. Yo no me asusto con casi nada. Cuando me dijeron que había que operar rápido, me pareció bien. La palabra 'cáncer' no me produjo ninguna impresión. A mí, las palabras no bastan para asustarme.
    XL. ¿Vivía sola?
    A.D. Sí, desde que me separé de Carlos Larrañaga, vivo sola.
    XL. Pero siempre con perros.
    A.D. Siempre. He tenido uno detrás de otro. Mi padre era muy perrero y he salido a él. Siempre les pongo nombre de personajes de alguna obra de teatro o de alguna novela mía.
    XL. Suele hablar de su padre, Enrique Diosdado, con cariño. Incluso recuerda de forma traumática que, tras el divorcio de sus padres, usted se tuvo que venir con su madre de Argentina a España y separarse de él.
    A.D. Es que fue muy traumático. No recuerdo nada de mi infancia, no tengo recuerdos de los ocho años de mi vida en Argentina. Supongo que es una defensa. De hecho, no he vuelto a Argentina.
    XL. Sorprende que no le quede ningún recuerdo.
    A.D. Muy pocos, poquísimos. Sí recuerdo que mi padre me decía que, cuando conociera mi país España, me iba a encantar... Pero cuando llegué a Barcelona me llevé una decepción enorme. Era tristísima. Yo venía de Buenos Aires, la ciudad de la luz, y en Barcelona todavía había racionamientos, restricciones de luz y de agua...
    XL. Usted se enamoró de un hombre interesante, culto, guapo... pero un donjuán. Lo sorprendente es que una mujer de sus características llegase a aceptar ciertas cosas que eran de dominio público.
    A.D. Las aceptas cuando estás muy enamorada, y yo lo estaba. Pero no era boba, es que él tenía permiso [sonríe].
    XL. Pero hay cosas que a una mujer no le gusta compartir.
    A.D. Ya sé que es una frase hecha, pero para mí la lealtad está por encima de la fidelidad.
    XL. Entonces, ¿qué es lo que hizo saltar por los aires 20 años de matrimonio?
    A.D. La falta de enamoramiento, porque el enamoramiento es breve. Hay parejas que van evolucionando y cada cierto tiempo se vuelven a enamorar. Son cosas muy difíciles de explicar porque no tienen argumentos, son situaciones anímicas y maneras de ser.
    XL. ¿Qué tenía Carlos Larrañaga que casi todas sus exparejas hablan bien de él?
    A.D. Bueno, hay de todo [sonríe], pero era un hombre encantador. Yo lo sigo queriendo mucho.
    XL. Tras separarse, ¿la soledad no se le echa encima?
    A.D. No, me gusta mucho; después de separarme, no he querido vivir con nadie. Te lo voy a explicar: hay gente a la que le gusta mucho defender su interior... y esa soy yo.
    XL. ¿Por eso dice que le gustan muy poco las entrevistas?
    A.D. Eso lo decía antes porque era muy tímida. Ahora sigue habiendo algunas entrevistas que no me gustan nada. Esta sí me gusta, y no es por 'darte coba' [sonríe]. Tampoco lo paso muy bien en los actos públicos, que siguen sin gustarme.
    XL. En su etapa como presidenta de la SGAE tuvo que acudir a muchos y cuenta que no lo pasó muy bien, que se sintió un poco 'Miss Cuenca'.
    A.D. No era un cargo ejecutivo, estaba muy claro en los estatutos, pero yo pensé que podría proponer cosas... Y no. Recuerdo que Gutiérrez Aragón, que había sido el primer presidente, me decía: «A ti no te va a pasar lo mismo que a mí, porque a ti te quieren mucho». Pero me pasó: fui 'Miss Cuenca' [sonríe]. Después, a José Luis Borau le fue aún peor.
    XL. A Borau le explotaron las denuncias sobre la gestión en la SGAE y usted defendió a Teddy Bautista.
    A.D. Cuando pasó todo aquello, yo ya no estaba y me alegro.Este asunto todavía está sub iúdice y a mí no me gusta hacer juicios paralelos. Y, respecto a Teddy, él es muy trabajador y muy inteligente.
    XL. Desde la barrera ya, ¿cómo contempla tantas instituciones tocadas por la corrupción?
    A.D. Pues así: todo, patas arriba. Hay corrupción a todos los niveles: desde lo más pequeño a lo más grande. Unos malversan, otros defraudan, otros no pagan impuestos, otros piratean, otros se lo llevan calentito... La gente no ve mal la piratería, porque es lo que flota: el más listo no paga. Hay que recuperar los valores: VA-LO-RES.
    XL. En su momento fue una mujer rompedora, se atrevió a cuestionar antes que otros una sociedad machista, llena de prejuicios que estaba anclada en...
    A.D. No me anticipé a nada, viví lo que me tocaba vivir entonces, y con el tiempo ves que la sociedad sigue necesitada de muchas rupturas [sonríe].
    XL. A principios de los ochenta, en Anillos de oro reflejó los problemas que planteaba el divorcio, recién estrenado en España...
    A.D. Treinta años después, algunos de aquellos problemas sobre el divorcio o el aborto... siguen más vigentes que nunca. Tenemos un serio problema.
    XL. ¿Cree que la Iglesia se ha abierto poco en estas cuestiones?
    A.D. La Iglesia, no; algunos fulanitos de la Iglesia. Algunos se han olvidado de la doctrina, se han olvidado del fundador; al que usan y manipulan, pero al que no hacen ningún caso.
    XL. Usted siempre ha defendido a Alberto Ruiz-Gallardón...
    A.D. [Me interrumpe]. ¡Qué cambiazo!, ¿no? Claro que era muy defensora. Hemos tenido conversaciones muy largas y ahora no lo reconozco. Yo no creo que piense las cosas que dice a no ser que le hayan hecho un lavado de cerebro, y eso es muy difícil a ciertas edades. ¡Es la política!, yo quiero ser esto, yo quiero ser ministro... Él no era así.
    XL. La crisis nos ha llevado a una regresión importante en el estado del bienestar.
    A.D. Más que regresión, los entendidos dicen que estamos viviendo una involución, y eso es más peligroso y da más susto. Espero que sea un trayecto corto porque me preocupa ver que muchos jóvenes desconocen cuestiones de cultura general que antes las sabías sin necesidad de haberlas estudiado. María Dolores Pradera, con mucha gracia, lo define como «incultura general». Ahora, te dicen: «Es que yo no había nacido». Esto me desespera. Yo tampoco había nacido cuando las Termópilas, pero sé de qué se trata.
    XL. Tienen razones para estar desmotivados: ven un futuro negro, a sus padres sin trabajo...
    A.D. Pero antes, pese a todo, queríamos ser cualquier cosa: capitán de barco, ¡lo que se pudiera! Ahora no saben lo que quieren o no quieren ser nada concreto. ¿Qué vida van a tener si no quieren ser nada? Es muy preocupante porque eso, sobre todo, es ignorancia.
    XL. Con lo poco que le gusta la prensa del corazón y las críticas que ha hecho a determinados programas, sorprendió verla una noche en Sálvame de luxe.
    A.D. Fui porque me fiaba de Jorge Javier. Sabía que con él podía ir tranquila porque es muy buen amigo y muy fan. Cada uno habla de la feria según le va en ella y a mí Jorge Javier me ha demostrado que me respeta, me admira y me tiene cariño. De hecho, ya he ido dos veces a sus programas.
    XL. Aun para dar caña, siempre habla tranquila, con sosiego...
    A.D. Eso es solo una apariencia falsa provocada por la timidez de antaño [se ríe]. Continúo con muchas ganas de protestar por todo aquello que no me gusta, aunque no grite.
    XL. ¿Qué futuro le ve a las movilizaciones de los 'indignados'?
    A.D. Vamos a ver, vivimos con mucho entusiasmo la idea de la aldea global: estos han tomado la Puerta del Sol con pancartas y tiendas de campaña, y nosotros vamos a hacer lo mismo, y aquellos también van a hacer lo mismo... Y cuando ya están las plazas de muchas ciudades llenas de pancartas y de gente, ¿qué? ¿Es solo un testimonio? ¿Qué paso hay que dar ahora? Este asamblearismo no es democracia, es falta de formación. No quiero ser irrespetuosa con esta gente, pero ¿y ahora qué? Ya se ha testimoniado la protesta... ¿y?
    XL. ¿Tendrían que dar el paso a la política?
    A.D. Claro, pero luego tendríamos que saber a quién votamos, ¿no? Que ni siquiera lo sabemos ahora. ¡Qué decepción! Yo oía a la gente decir: «Vamos a votar al PP para castigar al PSOE». ¡Hombre, no! No se puede votar en contra, hay que votar porque confías; siempre a favor de lo que sea, de lo que te parezca mejor. Lo contrario es falta de cultura. Pero, pese a todo, soy estúpidamente optimista y, aunque seguramente haya mucha manipulación detrás de casi todo, estoy casi segura de que esto que ocurre tenía que pasar para poder seguir adelante.
    XL. Un par de curiosidades de hemeroteca. Ha dicho: «Estoy loca, lo sé; y lo sé porque me conozco bien».
    A.D. Ja, ja, ja, no recuerdo cuándo lo he dicho, pero es verdad; sí, sí, no hay más que verme.
    XL. Tampoco se considera una mujer sociable; es más, dice ser bastante antipática.
    A.D. Es que lo uno lleva a lo otro, ¿no? Me hubiera gustado mucho ser simpática de natural, pero cansa mucho.
    XL. Amelia de la Torre, su segunda madre, le dijo un día: «No aprendas nada de la casa porque, cuando lo sepas hacer, te pedirán que lo hagas». Dicho lo cual sorprende que sepa y le guste hacer ganchillo y petit point.
    A.D. Pues todo eso es verdad [se ríe]. Me he hecho manteles con puntilla gruesa y es un relax. Hacer este tipo de labores tiene también su parte creativa, estás pendiente de cambiar de hilo cuando tienes que hacer una florecita de otro color... Me distrae y me relaja mucho.
    XL. Una última pregunta, ¿a usted quién la pone firme?
    A.D. [Se lo piensa unos segundos]. Mmmmm, ¡pues no caigo! Creo que no ha nacido quien; y, si ha nacido, está muy calladito [sonríe].
    Privadísimo
    Nació en Buenos Aires el 21 de mayo de 1938. Es hija de Enrique Diosdado, actor y director, que al enviudar se volvió a casar con la actriz Amelia de la Torre, a quien Ana considera su madre.
    De la mano de Margarita Xirgu, su madrina, trabajó en Mariana Pineda cuando solo tenía cinco años.
    Estudió en el Liceo Francés y empezó Filosofía y Letras.
    Con 24 años fue finalista del premio Planeta (En cualquier lugar, no importa cuándo, de 1962). Premio Mayte de Teatro, con Olvida los tambores.
    En 1979 se casó en Lourdes con Carlos Larrañaga. En 1987 repitió boda en Toledo. Su matrimonio duró 20 años.


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