Pantallas gigantes de televisión, rótulos estridentes,
neones imposibles… Caminar por Tokio debe de ser una experiencia
excitante para todos los sentidos. Y también agotadora, sobre todo para
la vista. En una ciudad en la que la publicidad busca su hueco, por
pequeño que sea, casi en cada rincón, resulta cada vez más complicado
llamar la atención del viandante. Y la capital de Japón no es
precisamente un lugar despoblado.
Entre tanto mensaje de bullicio, colores estridentes y
exclamaciones, una agencia parece haber dado con la clave para acabar
con el despiste del tokiota medio: la respuesta estaba en las chicas. La
compañía Wit paga a jóvenes japonesas hasta 75 euros diarios por
exhibir todo tipo de anuncios en una parte muy concreta de su anatomía,
los muslos. De esta forma, se aseguran de que el japonés detiene su
mirada en el ir y venir de esta cartelería viva y oscilante. «Es un
lugar perfecto para poner anuncios, porque los chicos están deseosos de
mirar a las chicas», reconoce el director ejecutivo de Wit, Hidenori
Atsumi.
Y la medida parece estar funcionando. Hasta el momento son
más de 3.000 las mujeres que se han ofrecido a llevar estos tatuajes de
quita y pon para productos y logos de compañías. Para optar a ser
chica-publicidad, las candidatas deben tener al menos 18 años y contar
con un mínimo de veinte amigos en una red social.
Una de estas jóvenes es Miho Matsumoto, que dice sentirse
muy cómoda con esta nueva estrategia publicitaria. «Jamás lo haría si
tuviera que colocarme los mensajes en el vientre o en otras zonas que me
da vergüenza exponer en público, pero si es en mis muslos regordetes,
¿cuál es el problema?», se pregunta entre risas en un reportaje para la
cadena de televisión ITV.
Sorprendentemente, la empresa no impone una forma de vestir
concreta pero sí aconseja. Wit sugiere a las jovencitas faldas cortas y
medias altas, una estética que en Japón causa furor y que deja al
descubierto la zona sexy en la que la compañía quiere insertar la
publicidad. De momento la estrategia parece estar surtiendo efecto. La
banda de punk-rock californiana Green Day ya ha aparecido dibujada en
algunos de estos muslos y el oso de 'Ted', la comedia que dirigió el
ácido Seth MacFarlane, creador de 'Padre de Familia', parece aún más
gamberro sobre las carnes firmes de estas jovencitas.
En todo caso, no es la primera vez que se usa el cuerpo
humano como soporte publicitario. En 2005, una joven estadounidense se
tatuó -y éste sí era permanente- la dirección de una página web en la
frente por poco más de 7.500 euros. ¿Llegará la moda a España? El tiempo
dirá.
TÍTULO; HAY UNA COSA QUETE QUIERO DECIR CON CARLOS MOYA,.
Carlos Moyá y Mónica Molina visitan 'Hay una cosa que te quiero decir'
El plató de 'Hay una cosa que te quiero decir, programa de Telecinco presentado por Jorge Javier Vázquez, recibirá la visita del...
El plató de 'Hay una cosa que te quiero decir,
programa de Telecinco presentado por Jorge Javier Vázquez, recibirá la
visita del tenista Carlos Moyá y la cantante Mónica Molina, a partir de
las 22.15 horas de este miércoles.
Carlos Moyá acudirá al plató del programa con el objetivo de
sorprender a Cristina y Deirdrea, dos jóvenes tenistas que sufren una
discapacidad intelectual, cuyo entrenador de tenis, Pau, quiere
trasladarles un mensaje de apoyo por todo el esfuerzo y sacrificio que
demuestran practicando este deporte a pesar de la enfermedad que ambas
padecen.
Por su parte, Mónica Molina será cómplice del emotivo mensaje de
ánimo que Estrella y Antonio le quieren transmitir a su sobrino Alexis,
fan incondicional de la artista madrileña, que atraviesa una mala racha
después de perder su trabajo hace casi dos años y de romper con su
pareja. Con la ayuda de la cantante, su familia desea que el joven salga
del mal momento que vive y pueda seguir adelante.
Entre las historias que integrarán esta nueva edición del programa
se encuentra también la de Cristian, un joven que quiere encontrar a su
madre y saber qué es lo que pasó para que desapareciera sin darle
ninguna explicación cuando tenía nueve años.
Por último, Óscar visitará el plató de 'Hay una cosa que te quiero
decir' en busca de su padre para saber por qué tras separarse de su
madre hace casi 40 años no ha sabido nada de él.
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