viernes, 19 de julio de 2013

Vamos a ser el farolillo rojo de Europa»./ LOS EDIFICIOS ESPAÑOLES SON LOS MENOS EFICIENTES DE TODA ESPAÑA,./

«TÍTULO; Vamos a ser el farolillo rojo de Europa».

 - Ángel Viñas (Madrid, 1941) fue el primer historiador del postfranquismo en entrar en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Era el ...
Ángel Viñas (Madrid, 1941) fue el primer historiador del postfranquismo en entrar en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Era el año 1976 y allí encontró Viñas un tesoro de legajos que le sirvieron, a él y a todos los que siguieron su camino, para crear la edad de oro de la historiografía española. Tal era su amor por los papeles que en 1982, convertido en asesor del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, impulsó la nueva norma que permitió la liberalización de multitud de archivos con un plazo de carencia de 25 años.
«El argumento estaba muy claro», cuenta Viñas; «la diplomacia española no tenía por qué tener bajo secreto las miserias del franquismo». Aquellos papeles fueron la base de multitud de artículos, tesis y libros que ofrecieron luz sobre la Historia contemporánea de España. «Eso es la Historia», cuenta con pasión Viñas. «Una cámara oscura en la que entra una persona, el historiador, con una linterna para intentar poner luz sobre un punto».
Con medidas como esta, España logró ponerse a la cabeza de Europa en el campo de los archivos, cuenta este prestigioso escritor, autor de una brillante trilogía de la Segunda República, entre decenas de obras más. Pero de ser punteros en el continente España puede pasar a convertirse en el «farolillo rojo, incluso peor que Rusia». La última decisión del Ministerio de Defensa, que impide desbloquear la liberalización de 10.000 documentos, ha indignado a Ángel Viñas, uno de los 300 historiadores que han mostrado su enfado a través de una carta. El grupo ha enviado una misiva al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que reclaman una rectificación y recuerdan que los documentos son «un patrimonio documental de gran interés para los historiadores».
El proceso del cierre de los archivos ha atravesado varias etapas. En 2011, con Carmen Chacón como ministra de Defensa, el Ministerio dio luz verde a que se hicieran públicos estos miles de papeles por «no constituir riesgo alguno para la seguridad del Estado». Pero el cambio de Gobierno supuso un freno para la aspiración de los historiadores. El departamento de Pedro Morenés ha decidido mantener bajo llave los documentos, alegando que pueden «dañar la relación de España con terceros países». ¿De verdad pueden hacerlo? «En absoluto», responde sin pestañear Viñas desde Bruselas, donde reside actualmente. «¿A quién puede perjudicar que se conozca cuáles eran los planes defensivos de España durante la Segunda Guerra Mundial o qué buques fueron tomados por la escuadra de bloqueo en la Guerra Civil?», se pregunta Viñas, que no necesita ni responderse antes de afirmar que la decisión es «arbitraria y antidemocrática».
El historiador considera que el criterio adoptado por Morenés, contrario al de Chacón, solo puede deberse a un «pique» entre los ministros. «Solo se me ocurre pensar que Morenés haya dicho: '¿Quién es Chacón para decirme a mí lo que tengo que hacer?'». Y es que la decisión de desclasificar en bloque los documentos se asentó sobre las opiniones de un grupo de investigadores, convocados por la exministra en el año 2010 con el objetivo de separar el grano de la paja, es decir, los archivos realmente secretos («en el franquismo, a cualquier papel se le ponía el sello de secreto») de aquellos que podían ver la luz sin comprometer en ningún caso la seguridad nacional. «Yo no sé, en cambio, si Morenés ha reunido a otro grupo de historiadores para tomar la decisión contraria», relata, con bastante ironía, el autor de 'La República en guerra: Contra Franco, Hitler, Mussolini y la hostilidad británica'.
El argumento del «miedo» es lo único que le sirve a Viñas para intentar encontrar una explicación a por qué no se publicarán tantos documentos. «¿Tiene este Gobierno miedo al franquismo? ¿Temen que aparezca algún documento que comprometa a algún miembro del Ejecutivo o del Ejército? No creo, pero no puede ser otra cosa, porque el argumento de que quedarán dañadas las relaciones con otros países es sencillamente inverosímil», continúa Viñas, que sonríe al recordar sus conversaciones con colegas extranjeros sobre este asunto: «Nos dicen que estamos locos, que esto no ocurre en ningún sitio».
¿Y a partir de ahora, qué? Los historiadores reconocen que no son un grupo de presión como otros. «Yo, desde luego, no me voy a ir a las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores con una pancarta para protestar», bromea el historiador. Su pataleta, más sútil, se refleja en sus obras. «Solo puedo cabrearme interiormente y exteriormente, dejar constancia de lo ocurrido. Cuando encontramos problemas de acceso a los archivos, lo dejamos escrito. Eso es lo que va a ocurrir, que pondremos negro sobre blanco lo ocurrido».

TÍTULO;  LOS EDIFICIOS ESPAÑOLES SON LOS MENOS EFICIENTES DE TODA ESPAÑA,.

 Los edificios españoles son los menos eficientes de toda Europa

Ayer concluyó, en la Escuela de Ingenierías Industriales, el curso internacional de verano Hacia el consumo eficiente de la energía eléctrica, ...
Los edificios españoles son los menos eficientes de toda Europa 
Ayer concluyó, en la Escuela de Ingenierías Industriales, el curso internacional de verano 'Hacia el consumo eficiente de la energía eléctrica', que durante cuatro días ofreció a los alumnos temas que son generadores de oportunidades profesionales.
En la última jornada, Alberto Horrillo, presentó su visión sobre la calificación energética de edificios. Esta ley, que está en vigor desde 2007, presenta desde el pasado junio la aplicabilidad a edificios ya existentes, «esto significa que una persona que tiene un piso o un local comercial y lo quiere vender, o alquilar, deberá tener un certificado acreditativo de las características energéticas del edificio. Es similar a lo utilizado por los electrodomésticos, cuanto más cerca de la A está, menos consume», explicó Horrillo.
Durante su presentación, el experto indicó que los edificios españoles son los menos eficientes de toda Europa, «se gasta mucho dinero en importar el 80 por ciento de la energía, y mucha de ella se la llevan edificios con deficiencias estructurales».
La evaluación de la situación en nuestro país no fue mucho más positiva. «Desde siempre se ha invertido mucho en obras nuevas, y la gran mayoría de esos edificios no fueron pensados como edificios eficientes. Pues ahora que esas construcciones deben ser adaptadas a la nueva normativa, la remodelación de las mismas puede ser una buena opción para generar empleo y reactivar a muchas empresas. Hay que mejorar lo que ya tenemos porque el concepto de eficiencia energética es no tirar el dinero a la basura», expuso Horrillo.
Un ejemplo sencillo de esto son las típicas ventanas correderas de aluminio, «eso es una autopista para el calor, una pared de 10 metros cuadrados pierde el mismo calor que esa ventana», aseguró el ponente, que agregó que si también se instala un panel fotovoltaico, a partir de los cuatro o cinco años, además de no desperdiciar energía, se ganaría dinero.
Por último, Horrillo dio un paso más indicando que «si el panel, la ventana y demás elementos que se usen son fabricados en España se cumple un doble objetivo. Y si esto lo hiciese mucha gente, a largo plazo hasta se dejaría de importar tanto crudo».


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