Rembrandt Harmenszoon van Rijn fue un pintor y grabador holandés. La
historia del arte le considera uno de los mayores maestros barrocos de
la pintura y el grabado, siendo con seguridad el artista más importante
de la historia de Holanda. Lucas Vidal: "En el cole fui un desastre... ¡pero una beca cambió mi vida!"
Fernando Goitia -
XL Semanal
Soy compositor y nací en Madrid hace 29
años. Vivo en Los Ángeles y he compuesto más de diez bandas sonoras; la
última, la del taquillazo Fast & Furious 6. Hace ocho años superé
un cáncer.
XLSemanal. ¿Es usted un Nadal, un Fernando Alonso de la música?
Lucas Vidal. Sí, sí, mi abuelo fundó Hispavox y con tres años yo ya tenía profe particular de piano. Si me portaba mal, como castigo me prohibían tocar.
XL. ¿Era empollón?
L.V. ¡Qué va!, en el colegio fui un desastre total. Mis pobres padres... Era muy creativo, eso sí, me encantaba hacer cosas con música y vídeo.
XL. O sea, que el sistema educativo casi le arruina la vida...
L.V. Pues sí, por suerte, viendo esa inquietud, con 15 años me apuntaron a un curso de verano en el Berklee College of Music, en Boston. Luego conseguí una beca allí y eso cambió mi vida.
XL. ¿Había visto alguna de la saga Fast & Furious antes de trabajar en ese filme?
L.V. Sí. Siempre me han gustado.
XL. Y los coches, ¿también le gustan?
L.V. Si vieras el mío no lo preguntarías [se ríe]. ¡No lo quieren ni los ladrones!
XL. Para ser de formación clásica, ha hecho toda una oda a la electrónica...
L.V. Es que me flipa. Me lo pasé en grande. Hay que jugar con el ruido de motores, persecuciones...
XL. ¿Lo miran raro por esa inclinación?
L.V. Mira, para los de la clásica soy un bicho raro y para los del dance tengo pinta de pipiolo-empollón-pardillo [se ríe]. Yo hago de todo. Ahora, por ejemplo, una obertura para el Walt Disney Concert Hall, en Los Ángeles.
XL. ¿Superar un cáncer con 21 años le ha ayudado a ser tan optimista?
L.V. Sí. Me resituó. Me dije: «Ahora, me voy a comer el mundo». Las cosas siempre te pasan por alguna razón.
XL. ¿Es usted un cerebro fugado?
L.V. Creo en el dicho «el que la sigue la consigue». Hay que darlo todo y buscar el trabajo allí donde esté. Aunque yo también hago mucho cine español.
XL. ¿Le puso, al final, música a Jobs, la película sobre el fundador de Apple?
L.V. No, se retrasó y empecé con esta.
XL. ¿Y a qué sonaría Steve Jobs?
L.V. Lo imagino con sonidos repetitivos, algo muy minimalista.
XL. ¿Le han dicho, por cierto, que tiene un aire a Ashton Kutcher?
L.V. Hasta me han confundido con él [se ríe]. El día que lo conocí, de hecho, fue raro. Me dije: «Hostia, sí que nos parecemos». Él debió de pensar: «Este feo debe de creer que se parece a mí» [se ríe].
XL. ¿Algún día soñó con irse de gira, en plan banda de rock and roll?
L.V. No, no, déjate. Tiene que ser agotador. Aunque, bueno, seguro que se liga muchísimo [se ríe].
Su Desayuno de Domingo es tostadas de bimbo con mermelada, un zumo de naranja y un vaso de café con leche,.etc,.
Lucas Vidal. Sí, sí, mi abuelo fundó Hispavox y con tres años yo ya tenía profe particular de piano. Si me portaba mal, como castigo me prohibían tocar.
XL. ¿Era empollón?
L.V. ¡Qué va!, en el colegio fui un desastre total. Mis pobres padres... Era muy creativo, eso sí, me encantaba hacer cosas con música y vídeo.
XL. O sea, que el sistema educativo casi le arruina la vida...
L.V. Pues sí, por suerte, viendo esa inquietud, con 15 años me apuntaron a un curso de verano en el Berklee College of Music, en Boston. Luego conseguí una beca allí y eso cambió mi vida.
XL. ¿Había visto alguna de la saga Fast & Furious antes de trabajar en ese filme?
L.V. Sí. Siempre me han gustado.
XL. Y los coches, ¿también le gustan?
L.V. Si vieras el mío no lo preguntarías [se ríe]. ¡No lo quieren ni los ladrones!
XL. Para ser de formación clásica, ha hecho toda una oda a la electrónica...
L.V. Es que me flipa. Me lo pasé en grande. Hay que jugar con el ruido de motores, persecuciones...
XL. ¿Lo miran raro por esa inclinación?
L.V. Mira, para los de la clásica soy un bicho raro y para los del dance tengo pinta de pipiolo-empollón-pardillo [se ríe]. Yo hago de todo. Ahora, por ejemplo, una obertura para el Walt Disney Concert Hall, en Los Ángeles.
XL. ¿Superar un cáncer con 21 años le ha ayudado a ser tan optimista?
L.V. Sí. Me resituó. Me dije: «Ahora, me voy a comer el mundo». Las cosas siempre te pasan por alguna razón.
XL. ¿Es usted un cerebro fugado?
L.V. Creo en el dicho «el que la sigue la consigue». Hay que darlo todo y buscar el trabajo allí donde esté. Aunque yo también hago mucho cine español.
XL. ¿Le puso, al final, música a Jobs, la película sobre el fundador de Apple?
L.V. No, se retrasó y empecé con esta.
XL. ¿Y a qué sonaría Steve Jobs?
L.V. Lo imagino con sonidos repetitivos, algo muy minimalista.
XL. ¿Le han dicho, por cierto, que tiene un aire a Ashton Kutcher?
L.V. Hasta me han confundido con él [se ríe]. El día que lo conocí, de hecho, fue raro. Me dije: «Hostia, sí que nos parecemos». Él debió de pensar: «Este feo debe de creer que se parece a mí» [se ríe].
XL. ¿Algún día soñó con irse de gira, en plan banda de rock and roll?
L.V. No, no, déjate. Tiene que ser agotador. Aunque, bueno, seguro que se liga muchísimo [se ríe].
Su Desayuno de Domingo es tostadas de bimbo con mermelada, un zumo de naranja y un vaso de café con leche,.etc,.
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