jueves, 18 de julio de 2013

LAS BATALLAS DE, EL LEON DE HEARAT,./ OTRO BOLLITO GEORGE

TÍTULO; LAS BATALLAS DE, EL LEON DE HEARAT,.

He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente no le das mucha
importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.
Aleluya…
Bueno, tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleja, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla de su cocina.
Rompió tu trono, y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.
Aleluya…
Cariño ya he estado aquí antes.
He visto ésta habitación y he caminado sobre éste suelo.
Solía vivir solo antes de conocerte.
He visto tu bandera sobre el arco de mármol,
pero el amor no es una marcha victoriosa.
Es un frío y roto aleluya.
Aleluya…
Bueno, hubo un tiempo en que me dejabas saber
que era lo que realmente sucedía allá abajo.
Pero ahora nunca me lo enseñas.
Pero recuerda cuando me uní a tí,
cuando la paloma blanca volaba también,
y cuando cada suspiero que dibujábamos era un aleluya.
Aleluya…
Bueno, quizá haya un dios allá arriba.
Pero todo lo que he aprendido sobre el amor
fue cómo dispararle a alguien que ha desenfundado más rápido.
No es un lamento que oigas por la noche.
No es nadie que haya visto la luz.
Es un frio y roto aleluya.
Aleluya…

TÍTULO;  OTRO BOLLITO GEORGE

La Cosa Rosa

¿Otro bollito, George?

¿Otro bollito, George?Tras romper con George Clooney, Stacy Keibler se ha dado a la comida. No la culpen. Peor habría sido darse a la bebida. El tiempo que no .
Tras romper con George Clooney, Stacy Keibler se ha dado a la comida. No la culpen. Peor habría sido darse a la bebida. El tiempo que no pierde con el actor (porque con Clooney, como novia, se pierde el tiempo, está demostrado) lo invierte ahora esta chica en promocionar un concurso de la tele americana denominado 'Supermarket Superstar'. O sea, 'Superestrella del supermercado'. Y lo curioso es que como estrellona del híper Stacy no desdice en absoluto. La suya es una belleza estándar y multiusos que le permite dar el pego lo mismo como presentadora de televisión que como animadora de un equipo de baloncesto o como camarera (sobre patines) de una hamburguesería. Todo lo que admita una faldilla diminuta que invite a contemplar sus interminables piernas o requiera de una sonrisa de ortodoncia indesmayable le sienta a Keibler como un guante.
Donde no la veo yo es en la lucha libre, y eso que ese fue su antiguo oficio... Dice mucho de ella como persona que no haya echado mano de sus habilidades pugilísticas para dejarle a su exnovio la mandíbula todavía más cuadrada de lo que ya la tiene. Me refiero a ese momento en el que, después de dos años de cargar con el actor y (lo que es más pesado) con su ego, Stacy cometió la osadía de plantearle ir un poco más allá en la relación y no sé, pues casarnos, tener niños... En fin, lo que la gente normal denomina formar una familia. Pero la pobre se encontró con que él (parece que lo estoy viendo) con esa sonrisa al bies que domina como nadie y arqueando una ceja a lo Sobera (solo que en más fotogénico), le respondió lacónica y fríamente: «Querida, ya sabes lo que opino yo al respecto». ¿Se acuerdan de Clark Gable en su papel de Rhett Butler diciéndole a Scarlett O'Hara, 'Francamente, querida, me importa un pimiento'? Pues más o menos así.
Ahora Stacy ha confesado a la prensa que intenta mantener la mente ocupada para no pensar en su separación. Y como mejor comer pasteles que comerse el coco, se entretiene presentando una especie de Masterchef a la americana. O sea, en plan industrial. Allí los aspirantes compiten por lograr vender sus recetas caseras a una importante cadena de supermercados. El que gana acaba teniendo su propia marca en los estantes del híper, tal vez junto a las salsas de Paul Newman... Pero, claro, eso de ayudar a que las salsas de otros se codeen con las de Newman, cuando tú misma te has codeado (y mucho más) con Clooney en persona... Es como bajar de nivel. En su reaparición ante los medios la exluchadora ha exhibido una sonrisa tan perenne que parecía pintada y ha declarado que sigue siendo buena amiga de George, «porque entre nosotros no pasó nada realmente dramático». No, ni pasará. A sus 52 años recién cumplidos, Clooney es un caballero, un magnífico acompañante de señoras, quizá hasta un estupendo amante (aunque esto habría que comprobarlo), pero no acaba de enamorarse en serio. No sé si porque en el fondo (de armario) es 'gay' como sostienen algunos o porque es un compulsivo degustador de bombones... Que al hombre le gusta demasiado la 'bollería industrial' y por eso sus romances caducan siempre a los dos años.

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