domingo, 21 de julio de 2013

Pussy Riot golpean de nuevo. / El 'irreality' de Tamara

TÍTULO; Pussy Riot golpean de nuevo.

 - A lo mejor Vladímir Putin creía que, con meter entre rejas a un par de integrantes de Pussy Riot, ya se había librado de este incómodo ...
Pussy Riot golpean de nuevo
A lo mejor Vladímir Putin creía que, con meter entre rejas a un par de integrantes de Pussy Riot, ya se había librado de este incómodo comando punk, dedicado a vocear al mundo entero las vergüenzas del país. Pero los pasamontañas de colores eléctricos han vuelto a aparecer, y esta vez lo han hecho en una enloquecida 'tournée' por explotaciones petrolíferas: en el vídeo difundido por el colectivo esta semana, vemos a las activistas sacudiendo mazazos a un oleoducto, tocando en lo alto de una unidad de bombeo -esas maquinarias de extracción que cabecean de forma incesante, como agachándose para picotear el suelo-, desplegando una pancarta en una gasolinera y, en fin, embadurnando de crudo los retratos de señores muy importantes. En la letra de la canción, aprovechan para comparar a Putin con un ayatolá y entonan versos como «alimaña homófoba, vete de la Historia», que quizá no entren en las antologías de poesía rusa, pero desde luego tienen su sentido de la oportunidad, justo cuando se han aprobado las leyes contra la «propaganda» homosexual. «Solo Putin y sus amigos han visto los 200.000 millones de dólares de ingresos fiscales por el gas y el petróleo que hubo el año pasado», han criticado Pussy Riot, siempre dispuestas a asestar otro golpe.
 
El 'irreality' de Tamara TÍTULO; El 'irreality' de Tamara

T amara en un reality? ¡Pero si no pisa la realidad!, exclamarán algunos. Y puede que tengan razón. Sin embargo, lo uno no quita lo otro.
 
T amara en un reality? ¡Pero si no pisa la realidad!, exclamarán algunos. Y puede que tengan razón. Sin embargo, lo uno no quita lo otro. Se puede vivir en las nubes y triunfar como personaje de la tele. Es más, cuanto más fuera de este mundo mejor para cosechar altos índices de audiencia. Hoy para arrasar en los medios hay que tener lengua propia (Carmen Lomana), planeta propio (Carlos Jesús) y filosofía propia (Mario Vaquerizo). Tamara tiene todo eso y mucho más. Habla raro sin necesidad de ser hija de Julio Iglesias, vive en 'Los mundos de Yupi' (o mejor dicho, de 'yuppie') y ha encontrado en la religión católica la fórmula más eficaz para alcanzar la paz interior, cuando lo normal sería que hubiera abrazado el budismo, el tai-chi o el yoga Bikram como hacen casi todos los famosos. Es cierto que a simple vista Tamara puede resultar tan obvia como esos carteles instalados en las carreteras comarcales mexicanas que advierten: 'Este camino no es de alta velocidad'. Pero no me dirán que esa misma obviedad no roza el surrealismo... Algo surreal, friki e imprevisible habrán intuido los productores televisivos en esta chica para animarse a invertir en ella.
Ahora la singular existencia de la hija que Isabel Preysler tuvo con el marqués de Griñón va a disponer de show televisivo propio en el canal Cosmopolitan. Como el de 'Alaska y Mario', pero en 'fisno'. Eso sí, ¿Tamara y quién? ¿Tamara y su gato de angora? ¿Tamara y su chihuahua caniche? ¿Tamara y su inseparable bolso de Hermès? ¿Tamara y la Biblia? No. Tamara y su gente. Sus gentes, que diría el 'tito' Julio. Es decir, los amigos que, o sea, salen con ella y, o sea, habitualmente la acompañan. Ignoro qué sintonía le van a adjudicar a esta serie, pero deberían pensar en la de 'El Hombre y la Tierra' porque, tal como está España, Tamara y los suyos (niños ricos en un país que no para de empobrecerse) pertenecen sin duda a una de las especies ibéricas con mayor riesgo total de extinción.
El día a día de Tamara Falcó, con sus viajes y sus cosas (desde rezar el rosario a conceder exclusivas) será la heterogénea materia místico-frívola de la que va a estar hecho el guión. Y no crean, es rico y diverso el universo de esta joven porque con un padre bodeguero, una madre reina de corazones, un padrastro ex ministro de Economía y un hermano estrella mundial del pop melódico se puede decir que tiene cubiertos todos los frentes... Por ejemplo, yo no me perdería ese capítulo en el que Tamara (¡tiembla, Punset!) debatiera con 'tito' Miguel (Boyer) sobre la existencia de Dios. Ella ha contado más de una vez que su padrastro es «más ateo que ateo» y que la intentó educar (sin éxito, como después se ha visto) en el agnosticismo. O ese otro (¡tiembla Gran Reserva!) en el que la protagonista visite el pago vitivinícola de su padre biológico, el encantador Carlos Falcó, y comente con él las vicisitudes familiares... Por no hablar de una sesión de confidencias con su madre (¡Temblad todas las demás cadenas!) en la que por fin Isabel Preysler desvele sus secretos de seducción... Pero no caerá esa breva. Me temo que al final todo se va a reducir a moda, 'glamour', risitas... Y alguna que otra novena.

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