Por fortuna, todo ha quedado en un susto. El matador de toros Emilio de Justo se recupera estos días del percance que sufrió el pasado ...
El diestro de Torrejoncillo fue operado el martes de una herida interna de 15 centímetros en la cara posterior del muslo derecho,.
Por fortuna, todo ha quedado en un susto. El matador de
toros Emilio de Justo se recupera estos días del percance que sufrió el
pasado domingo en un tentadero. Aunque el astado no le causó ninguna
herida externa, la hinchazón de la zona hizo que se preocupase y
consultase con un especialista, que le indicó que se trataba de una
cornada interna que necesitaba intervención quirúrgica.
El diestro natural de Torrejoncillo estaba tentando en la
ganadería de María del Carmen Valiente a su primera vaca, una utrera
con mucha fuerza, que le sorprendió sin tiempo para reaccionar. La res
le tiró un derrote y le hirió, aunque siguió toreando pese al dolor
intenso y la quemazón que comenzó a sentir tras el percance.
Cuando terminó de tentar, observó que no tenía ninguna
herida visible, pero al paso de dos días notó como la zona se inflamaba y
se puso en manos del cirujano placentino Emilio Sánchez Barrado, al que
agradece su atención. «Me dijo que tenía bastante destrozo interno y
que tenía que abrir para operar», cuenta Emilio de Justo.
La herida, en la cara posterior del muslo derecho, tenía
15 centímetros y afectaba al músculo, por lo que fue intervenido para
curar y suturar. «La cornada ha sido limpia», aseveró el torero, que no
necesitó ingreso hospitalario y se recupera ahora en su domicilio, donde
deberá permanecer una semana de reposo antes de volver a entrenar y a
torear.
«Me han puesto un drenaje y me han mandado antibióticos y
calmantes para el dolor, porque es un poco molesto, sobre todo para
andar», relata el cacereño que ya solo piensa en su recuperación para
volver a torear.
Emilio de Justo es un diestro que suele hacer temporada
americana tanto en el invierno como en el verano español. Acude a cosos
de Colombia o Perú, entre otros, en los meses de diciembre, enero, julio
o agosto y sus actuaciones se cuentan por triunfos.
De momento, está en conversaciones para hacer el paseíllo
en los próximos meses en Colombia y Venezuela y aguarda con ilusión la
temporada española de 2013, pues tiene proyectos muy interesantes.
TÍTULO: LAS NUCLEARES ESPAÑOLAS. EN LA ENCRUCIJADA:
La seguridad de las centrales nucleares es como la de los automóviles, está siempre en un proceso de mejora continúa. Pero tras el accidente ...
El accidente de Fukushima obliga a las eléctricas a gastar cientos de millones en mejoras de seguridad de las plantas hasta el 2016,.
La seguridad de las centrales nucleares es como la de los
automóviles, está siempre en un proceso de mejora continúa. Pero tras
el accidente de la instalación japonesa de Fukushima, en marzo del 2011,
se produjo un antes y un después. Una nueva ola antinuclear recorrió el
mundo y la Unión Europea emprendió una campaña para redoblar la
protección de sus plantas ante posibles amenazas naturales o
terroristas.
En España, las seis centrales en funcionamiento tienen
hasta el 2016 para ampliar los planes de emergencia y reforzar parte de
su equipamiento para estos casos extremos. Estas exigencias proceden de
los llamados test de estrés realizados durante el 2011 y el 2012 en 132
reactores ubicados en 14 países de las UE, además de 15 reactores en
Ucrania y cinco en Suiza.
En el caso español, el informe reconoce los avances
logrados, como la prevención de inundaciones, pero sugiere que las
plantas deberían tener unos planes específicos para terremotos,
temporales, tsunamis o ataques terroristas aéreos.
Esto incluye sistemas de ventilación en el recinto del
reactor, mecanismos para prevenir explosiones de hidrógeno u otros
combustibles gaseosos y cuadros de suministro eléctrico alternativos en
caso de apagarse el reactor.
Solo la planta de Trillo (Guadalajara) cumple alguna de
las recomendaciones, por lo que ésta y las demás instalaciones deberán
hacer millonarias inversiones en los próximos cuatro años para alcanzar
los estándares europeos. Nada menos que entre 30 y 200 millones de euros
por cada reactor. Y si en España hay ocho en activo (siete si cierra
Garoña, como todo parece indicar) la orquilla asciende a entre 210 y
1.400 millones hasta el 2016.
En este punto se abre un debate sobre el futuro del
sector nuclear español. Primero, por la incertidumbre de las eléctricas
sobre la viabilidad del modelo, dada las importantes inversiones que se
tienen que realizar en los próximos años. Segundo, por la poca confianza
que les inspira el pago al déficit tarifario eléctrico, una factura del
Gobierno que asciende a 24.000 millones. Y en tercer lugar, por la
previsión del Ministerio de Industria de aprobar un nuevo impuesto para
el sector energético. Un gravamen que los expertos dan por hecho que
encarecerá la electricidad de origen atómico en torno al 5% de media.
Panorama sombrío
Con este sombrío horizonte, agravado por las ulteriores
consecuencias del accidente de Fukushima, el replanteamiento del modelo
nuclear nacional está servido.
Se trata de una industria con centrales nucleares
antiguas, que generan el 18% de la electricidad consumida (en Francia
alcanza el 70%), que son caras (el sector privado solo invierte en ella
si tiene un fuerte apoyo público, según los expertos) y sucias, ya que
se necesita un alto consumo de agua que no tiene resuelta la gestión de
residuos y genera respuesta entre las organizaciones ecologistas.
En España se van a invertir 1.000 millones en un almacén
temporal centralizado en Villar de Cañas (Cuenca) para que la factura de
enviar determinados materiales radiactivos a Francia, por ejemplo, «no
nos cueste un ojo de la cara», aseguró la presidenta del Consejo de
Seguridad Nuclear, Carmen Martínez Ten, en una jornada sobre las pruebas
de resistencia de las centrales celebrada ayer en Madrid.
Martínez Ten fue tajante y señaló que las compañías deben
realizar «cueste lo que cueste» modificaciones de diseño e inversiones
«muy costosas» en seguridad, pese a que las seis centrales (Ascó y
Almaraz tienen dos reactores) cumplen las especificaciones de la UE.
El Consejo de Seguridad Nuclear va a presentar, antes del
31 de diciembre, el plan de acción a Bruslas y en el primer trimestre
del 2013 habrá una reunión para hacer un seguimiento de implantación de
estas medidas. Por último, la presidenta recordó que España aprobó en
mayo del 2011 una nueva normativa que incrementa las polizas en casos de
accidentes nucleares a 1.200 millones por cada central.
No hay comentarios:
Publicar un comentario