PERFIL MARÍA ANTONIA TRUJILLO. La exministra que más pía. juan domingo fernández. Desde que no ocupa cargos públicos, la profesora titular de la Uex .
En febrero de 2006 su ministerio puso en marcha, junto con el Consejo de la Juventud de España, un portal de Internet (www.kelifinder.com) que costó ¡¡¡¡ 140.000 euros !!!! para ayudar a los jóvenes a emanciparse y encontrar vivienda. El proyecto contó con una campaña publicitaria en la que se regalaban 10.000 zapatillas con las que "andar por toda la ciudad" en busca de vivienda.
- A principios de noviembre de2005, un grupo de gitanos
asaltó un bloque de viviendas en Jun (Granada) expulsando por la fuerza
a sus legítimos propietarios. Los “okupas” entraron en los pisos
exhibiendo como justificación los recortes de prensa sobre la
expropiación de las vivienda desocupadas que preparaba la ocurrente
ministra Trujillo.
- María Antonia Trujillo,
que propuso "soluciones habitacionales" de entre 25 y 30 metros
cuadrados, posee una casa en Cáceres diez veces mayor. Se trata de un
chalé de 3 plantas con una superficie construida de 303 metros
cuadrados, rodeada de un pequeño jardín de 500 metros cuadrados, situado
en "La Sierrilla", la urbanizaci.on más lujosa y ostentosa de Cáceres,
con piscina, restaurante e instalaciones deportivas. La compró en 1996
por 63.000 € (10.500.000 pts) ¿No esta mal de precio, verdad?
Actualmente, un chalé con las características del de Trujillo está
valorado en 600.000 euros, un precio al alcance de muy pocos ciudadanos
extremeños.
- Entre las instalaciones del club,
se encuentra un edificio de 839 metros cuadrados (33 minipisos), que
aloja la zona de juegos de interior, el restaurante- cafetería y el
gimnasio, en el que varios profesores ofrecen clases de gimnasia de
mantenimiento y aerobic. La parcela del complejo en el que se encuentra
la piscina (con zona de niños) y las canchas deportivas tiene más de
4.000 metros cuadrados (160 minipisos).
- La
vivienda en la que la ministra se alojaba en Madrid, propiedad del
Estado, tenia 280 metros cuadrados (equivalente a 11 de los minipisos
que a ella le parecen tan bien para los jóvenes españoles)
-
Tras anunciar que los españoles deberíamos vivir en mini-pisos de 25
metros cuadrados para solucionarle a ella el problema de la vivienda, y
según publicó El Mundo, la "menestra Apretujillo" se construyó un
despacho (no una vivienda) de nada menos que 77 metros cuadrados. Aunque
la factura total asciende a bastante más, sólo en muebles de diseño se
gastaron casi 37.000 euros –5.000 de ellos en alguien que los
escogiera–. Con todo, después resultó que la mayoría de estas piezas no
eran del gusto de la ministra, por lo que fueron recolocadas entre sus
colaboradores. Para que se lograra la atmósfera ‘zen’ requerida por la
Ministra, ordenó arrancar los paneles de madera de nogal de las paredes y
sustituirlos por madera de abedul, mucho más clara.
-
En abril de 2005, la "menestra de Infra-Vivienda" tuvo una feliz idea:
que las VPO tuvieran 25 metros cuadrados. "La Truquillo" quería imponer
así la moda zulo.
- Las 90.000 "soluciones habitacionales" que prometió la ministra Trujillo han resultado un fracaso.
-
Tras anunciar que se suspendía la información estadística sobre el
mercado de la vivienda que habitualmente suministra el Gobierno,
Trujillo recibió una avalancha de críticas que la acusaban de querer
ocultar y manipular ciertos datos. Ante el alud de críticas, la
"menestra" no tuvo más remedio que volver a rectificar y seguir dando
los datos estadísticos.
- En octubre de 2004, a
Trujillo se le fue (dimitió) el subsecretario Javier Mauleón, quien
estaba llamado a ser su número dos aportando la experiencia que le
otorgaban sus años en el Ministerio de Obras Públicas socialista de
principios de los 80. Incompatibilidad de caracteres.
-
A finales de agosto de 2004 saltó el "escándalo del mosquito de la
ministra Trujillo". Entonces se dio a conocer que unos días antes (el 5
de agosto) un helicóptero del Centro de Urgencias y Emergencias 112 de
Extremadura se desplazó hasta Peraleda de Zaucejo, en Badajoz, para
administrar un simple urbasón a la ministra, a la que le había picado un
mosquito. En una entrevista posterior (enero de 2005) al diario HOY,
la "menestra" dejó bien claro cómo funcionaba el servicio de salud de
Extremadura de la mano de su compañero Juan Carlos Rodríguez Ibarra. La
ministra no se cortó un pelo al decir que "primero acudí al médico del
pueblo, que no había médico; segundo, me dirigí al centro de salud, que
estaba a 25 kilómetros, y el médico estaba a otros 25 kilómetros”.
-
La Ministra Trujillo se atreve con todo, hasta calificar como
“irresponsables” a aquellos que consideraban que existía una "burbuja
inmobiliaria".
- La Ministra no se cortó un
pelo en exponer públicamente su receta para resolver el problema de la
vivienda: subir el precio del módulo de las Viviendas de Protección
Oficial (VPO).
- En noviembre de 2004, Trujillo
se saltó la Ley a la torera y decidió ceder suelo en Madrid
directamente a los ayuntamientos, pese a que la legalidad le obligaba a
ceder ese suelo a la Comunidad de Madrid. El hecho de que Esperanza
Aguirre fuera la Presidenta de la Comunidad fue el motivo por el que
Trujillo mostró, una vez más, su sectarismo.
-
María Antonia Trujillo indicó en el Congreso que la intención de
Ejecutivo era aumentar las ayudas directas en detrimento de las
desgravaciones para la adquisición de viviendas. Al día siguiente (tras
un tirón de orejas de Pedro Solbes, que calificó como "solución
simplista" estas ayudas directas) corrigió sus propias palabras al decir
que sólo se trataba de un pensamiento.
- ZP
se comprometió antes de las elecciones de 2004 a que su Gobierno
construiría 180.000 viviendas protegidas al año. La flamante ministra de
Vivienda, María Antonia Trujillo, le enmendó la plana después diciendo
que no se construirían 180.000 viviendas, sino que se harían 180.000
“actuaciones” o "soluciones habitacionales" en materia de vivienda.
Total, que nos quedamos sin las 180.000 viviendas prometidas.
-
Junto al resto de "ministras cuota" de ZP, también posó, al poco de
constituirse el Gobierno, para la revista de moda "Vogue" vestida con
trajes de super-lujo. El "book" de las "ministras modelos" cosechó todo
tipo de críticas por parte de colectivos feministas, que censuraron que
las ministras estuviesen más preocupadas de su promoción personal y de
figurar en los papeles que en luchar verdaderamente para mejorar la
situación de las mujeres.
-En Julio de 2007
faltando unos meses para la celebración de las elecciones de 2008 ZP
cesó a esta notable incompetente situandola su partido para no apartarla
del pesebre, como diputadas en estos comicios , dese donde está
missing, algo preferible a que abra la boca o actue.
TÍTULO: EL HORÓSCOPO JULIA ROBERTS;
SOY JULIA, DE GEORGIA",
se presenta Julia Roberts mientras tiende la mano e inquiere el nombre
de su interlocutora, Beatrice Sartoni. "¡Qué casualidad, Beatrice se
llama también mi abuela!", dice cálidamente mostrando su legendaria
sonrisa enorme. Con una nueva seguridad, sin titubeos, con humor y algo
de fatiga en el muy anguloso rostro, la actriz -que cubre su delgadez
con punto en gris acero de Max Azria y accesorios de plateados collares
indios- recibe a la prensa en el suntuoso hotel Waldorf-Astoria de Nueva
York, donde lleva alojada tres días, lejos de su apartamento secreto de
Union Square al que llama "hogar".
En su recién estrenada faceta de productora, Roberts se ha implicado a
fondo en la promoción de Quédate a mi lado, un drama familiar que la
empareja con Susan Sarandon. A sus 31 años, nueve después de su
consagración por Pretty Woman, y mientras ha conseguido erigirse, por
segunda vez en un lustro, en "la actriz mejor pagada de Hollywood"
(2.500 millones de pesetas por Runaway Bride), habla de sus conquistas
personales, desinterés por el dinero, nueva vida y los tres hombres
-Lyle Lovett, Benjamin Bratt y Richard Gere- que ahora la presiden,
convirtiéndola en "una mujer feliz sin vergüenza de serlo".
Pregunta.-Este año, se cumplen nueve de Pretty Woman. En casi una década
ha triunfado, se ha casado, divorciado, desaparecido, regresado...
¿Cuál es su balance?
Respuesta.-El reto ha sido sobrevivir estos 10 años: ése es el balance (Carcajada). Bueno, en serio, ahora me siento una mujer madura y plena, de lo que estoy disfrutando. Adoro recordar mis 20 años y la década que siguió. Hice películas maravillosas, aprendí, conocí gente estupenda y llevé una vida llena de bendiciones. Lo único que lamento es que dejé de leer tanto como antes, pero estoy recuperando lo perdido. En términos generales, me siento muy afortunada por todo lo que me ha ocurrido.
P.-Nadie sale intacta de tantas experiencias. ¿Hasta qué grado la han cambiado?
R.-No he cambiado mucho. Ha cambiado mi vida, pero yo, no. Soy la misma actriz, y me motivan las mismas cosas que el día que rodé la primera escena de Mystic Pizza. Desde entonces, y hasta hoy, sigo trabajando igual de duro y con idéntica autoexigencia. El éxito lo asimilo como antes. Y lo evalúo ahora igual que al principio. Quizá, los cambios se han producido más en lo personal, un área en la que he logrado hasta optimizar lo negativo.
P.-¿Quiere hablar de ello?
R.-¿Por qué no? En lo personal, ahora sé más cosas de la vida. Mi vocabulario se ha ampliado, mis aptitudes para la observación se han agudizado. Íntimamente, espero haber mejorado como actriz en estos 10 años, porque he podido añadir más experiencias vitales a mis trabajos de interpretación. Pero, la pasión y el hambre por el trabajo son las mismas.
P.-¿A qué experiencias vitales se refiere?
R.-A todas y a asumir plenamente todo lo que he hecho, dicho y decidido. A estar presente en cada uno de mis actos, porque participar es mi filosofía personal. Acepto las cosas malas igual que las buenas. Tengo una buena vida, llena de calidad y contenido. Según cumplo años, asumo mejor las elecciones que he realizado. Llevo una vida privilegiada, y me he creado, también, la mía propia, una vida pequeña e íntima y estoy orgullosa de haberlo logrado. Nadie conoce mi intimidad verdadera, ¡es el secreto mejor guardado de Nueva York! (Risas). Soy muy feliz sin avergonzarme de ello.
P.-Ahora estrena Quédate a mi lado, un drama que aborda la muerte, el compromiso sentimental y las relaciones familiares. ¿Fue una película dura de rodar?
R.-No, en absoluto. Se trata de un proyecto que Susan Sarandon y yo buscamos para hacer juntas. No es algo que haya llegado de forma impuesta. Es una historia que habla al corazón de todos los que la vean, porque el sufrimiento y el dolor aparecen siempre en nuestras vidas. El dolor puede llegar de un divorcio, de padres que no se entienden, de enfermedades... Yo quería hacer una película que hablara de todo esto de una forma realista.
P.-¿Qué nuevas virtudes ha descubierto en sí misma a través de su trabajo de productora?
R.-¡Que tengo muchísima más paciencia de la que creía tener! Mire, producir es un trabajo terriblemente tedioso para el que se necesitan toneladas de paciencia. Asumí una responsabilidad enorme en cuanto a la creación de la estructura de la historia y los personajes durante la escritura del guión. Después, en el plató, me limité a ser actriz y a hacer un buen trabajo.
P.-En el que tenía enfrente a Susan Sarandon.
R.-Somos amigas íntimas y trabajamos duro durante la preproducción. Pero, de repente, en el plató, me dije "¡mierda, no es mi amiga Susan, es esa formidable actriz ganadora del Oscar!". Tragué saliva y decidí intentar impresionarla. Digamos que sufrí un maravilloso sentimiento de pánico. (Risas)
P.-¿Se identifica con su personaje, Isabel, que debe decidir entre su carrera y la familia?
R.-No me identifico con los personajes que hago. Pero, puedo parecerme a Isabel en que, como ella, tengo una fuerte sensibilidad hacia la independencia. Soy muy autosuficiente, afortunadamente, y también, muy competitiva en términos de mi carrera. Y disfruto enormemente de mi trabajo. Ahí acaba mi parecido con ella.
P.-¿Se ve como madre?
R.-La película no me ha hecho pensar en ello. Pero, sí, en el futuro me veo como la madre de alguien. Como una buena madre.
P.-¿Cómo es ser una buena madre?
R.-Alguien que comparte el amor y las risas con sus niños. Ése sería el punto de partida.
P.-La película habla de que la batalla que siguen librando las mujeres en la sociedad se desarrolla en el ámbito de la familia.
R.-Creo que lo mismo les ocurre también a los hombres. Especialmente ahora a los hombres, porque los grandes cambios operados en la situación de la mujer, con todas las conquistas de este siglo, ha hecho mover sus posiciones y sumergirles en un cierto grado de desorientación. Aunque todavía no tengo hijos, creo firmemente que crear y mantener familias sólidas es el gran reto de nuestros días para todo ser humano.
P.-En la película, el personaje de Sarandon ironiza acerca de su belleza, sugiriendo que es demasiado dentona para ser guapa. Como productora, ¿no quiso cambiar la frase?
R.-(Risas) ¡Cambié la frase! Porque se aludía a mi pelo, y me parecía un comentario banal, algo estúpido y sin intención. Preferí que me criticase por algo con lo que se me identifica y es mi enoooooorme maxilar. (Risas) Mire, soy una Roberts y todos los Roberts somos dentones y conocidos por nuestra quijada. En mi familia, no lo consideramos un insulto.
P.-Está mucho más delgada, ¿sigue alguna dieta?
R.-Hago la gimnasia normal para mantenerme, pero mi gran descubrimiento ha sido el yoga. Pero, tomado como ejercicio, porque no quiero cambiar mi vida, sino mi... trasero. (Carcajada) Tengo el cuerpo que me merezco... aunque podría tratarlo mejor. Me pongo morada de cookies, queso y pasta italiana. Soy como una vaca, me podría pasar rumiando el día entero.
P.-Cumplir 30 años ha incrementado su belleza.
R.-Gracias, pero la belleza me parece un tema superficial. No creo que sea la belleza física lo que hace a una persona atractiva. Pero, acepto la etiqueta, ya que son los demás quienes me la cuelgan.
Respuesta.-El reto ha sido sobrevivir estos 10 años: ése es el balance (Carcajada). Bueno, en serio, ahora me siento una mujer madura y plena, de lo que estoy disfrutando. Adoro recordar mis 20 años y la década que siguió. Hice películas maravillosas, aprendí, conocí gente estupenda y llevé una vida llena de bendiciones. Lo único que lamento es que dejé de leer tanto como antes, pero estoy recuperando lo perdido. En términos generales, me siento muy afortunada por todo lo que me ha ocurrido.
P.-Nadie sale intacta de tantas experiencias. ¿Hasta qué grado la han cambiado?
R.-No he cambiado mucho. Ha cambiado mi vida, pero yo, no. Soy la misma actriz, y me motivan las mismas cosas que el día que rodé la primera escena de Mystic Pizza. Desde entonces, y hasta hoy, sigo trabajando igual de duro y con idéntica autoexigencia. El éxito lo asimilo como antes. Y lo evalúo ahora igual que al principio. Quizá, los cambios se han producido más en lo personal, un área en la que he logrado hasta optimizar lo negativo.
P.-¿Quiere hablar de ello?
R.-¿Por qué no? En lo personal, ahora sé más cosas de la vida. Mi vocabulario se ha ampliado, mis aptitudes para la observación se han agudizado. Íntimamente, espero haber mejorado como actriz en estos 10 años, porque he podido añadir más experiencias vitales a mis trabajos de interpretación. Pero, la pasión y el hambre por el trabajo son las mismas.
P.-¿A qué experiencias vitales se refiere?
R.-A todas y a asumir plenamente todo lo que he hecho, dicho y decidido. A estar presente en cada uno de mis actos, porque participar es mi filosofía personal. Acepto las cosas malas igual que las buenas. Tengo una buena vida, llena de calidad y contenido. Según cumplo años, asumo mejor las elecciones que he realizado. Llevo una vida privilegiada, y me he creado, también, la mía propia, una vida pequeña e íntima y estoy orgullosa de haberlo logrado. Nadie conoce mi intimidad verdadera, ¡es el secreto mejor guardado de Nueva York! (Risas). Soy muy feliz sin avergonzarme de ello.
P.-Ahora estrena Quédate a mi lado, un drama que aborda la muerte, el compromiso sentimental y las relaciones familiares. ¿Fue una película dura de rodar?
R.-No, en absoluto. Se trata de un proyecto que Susan Sarandon y yo buscamos para hacer juntas. No es algo que haya llegado de forma impuesta. Es una historia que habla al corazón de todos los que la vean, porque el sufrimiento y el dolor aparecen siempre en nuestras vidas. El dolor puede llegar de un divorcio, de padres que no se entienden, de enfermedades... Yo quería hacer una película que hablara de todo esto de una forma realista.
P.-¿Qué nuevas virtudes ha descubierto en sí misma a través de su trabajo de productora?
R.-¡Que tengo muchísima más paciencia de la que creía tener! Mire, producir es un trabajo terriblemente tedioso para el que se necesitan toneladas de paciencia. Asumí una responsabilidad enorme en cuanto a la creación de la estructura de la historia y los personajes durante la escritura del guión. Después, en el plató, me limité a ser actriz y a hacer un buen trabajo.
P.-En el que tenía enfrente a Susan Sarandon.
R.-Somos amigas íntimas y trabajamos duro durante la preproducción. Pero, de repente, en el plató, me dije "¡mierda, no es mi amiga Susan, es esa formidable actriz ganadora del Oscar!". Tragué saliva y decidí intentar impresionarla. Digamos que sufrí un maravilloso sentimiento de pánico. (Risas)
P.-¿Se identifica con su personaje, Isabel, que debe decidir entre su carrera y la familia?
R.-No me identifico con los personajes que hago. Pero, puedo parecerme a Isabel en que, como ella, tengo una fuerte sensibilidad hacia la independencia. Soy muy autosuficiente, afortunadamente, y también, muy competitiva en términos de mi carrera. Y disfruto enormemente de mi trabajo. Ahí acaba mi parecido con ella.
P.-¿Se ve como madre?
R.-La película no me ha hecho pensar en ello. Pero, sí, en el futuro me veo como la madre de alguien. Como una buena madre.
P.-¿Cómo es ser una buena madre?
R.-Alguien que comparte el amor y las risas con sus niños. Ése sería el punto de partida.
P.-La película habla de que la batalla que siguen librando las mujeres en la sociedad se desarrolla en el ámbito de la familia.
R.-Creo que lo mismo les ocurre también a los hombres. Especialmente ahora a los hombres, porque los grandes cambios operados en la situación de la mujer, con todas las conquistas de este siglo, ha hecho mover sus posiciones y sumergirles en un cierto grado de desorientación. Aunque todavía no tengo hijos, creo firmemente que crear y mantener familias sólidas es el gran reto de nuestros días para todo ser humano.
P.-En la película, el personaje de Sarandon ironiza acerca de su belleza, sugiriendo que es demasiado dentona para ser guapa. Como productora, ¿no quiso cambiar la frase?
R.-(Risas) ¡Cambié la frase! Porque se aludía a mi pelo, y me parecía un comentario banal, algo estúpido y sin intención. Preferí que me criticase por algo con lo que se me identifica y es mi enoooooorme maxilar. (Risas) Mire, soy una Roberts y todos los Roberts somos dentones y conocidos por nuestra quijada. En mi familia, no lo consideramos un insulto.
P.-Está mucho más delgada, ¿sigue alguna dieta?
R.-Hago la gimnasia normal para mantenerme, pero mi gran descubrimiento ha sido el yoga. Pero, tomado como ejercicio, porque no quiero cambiar mi vida, sino mi... trasero. (Carcajada) Tengo el cuerpo que me merezco... aunque podría tratarlo mejor. Me pongo morada de cookies, queso y pasta italiana. Soy como una vaca, me podría pasar rumiando el día entero.
P.-Cumplir 30 años ha incrementado su belleza.
R.-Gracias, pero la belleza me parece un tema superficial. No creo que sea la belleza física lo que hace a una persona atractiva. Pero, acepto la etiqueta, ya que son los demás quienes me la cuelgan.
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