TÍTULO: Charlie Sheen: "Nunca me describiría como una estrella"
Charlie Sheen-foto. vuelve a una serie tras su despido de 'Dos hombres y medio'. En 'Anger Management' (Paramount) se mete en la piel de un terapeuta que se enfrenta a sus demonios
Hollywood se alimenta de todo tipo de personajes incluidos aquellos que triunfan a pesar de liderar su vida por el camino de la autodestrucción. Charlie Sheen pertenece a ese grupo donde el éxito y los escándalos se reparten por igual. Protagonista durante años de la serie 'Dos hombres y medio', de la que fue despedido, Sheen regresa a la pequeña pantalla en Paramount Comedy (22.00 horas) con 'Anger Management', una sitcom basada en la película 'Ejecutivo agresivo' (2003). De nuevo Sheen se inspira en su vida para crear un personaje aunque esta vez no es el paciente sino el medico a cargo de la terapia. El actor adelanta su intención de despedirse de la televisión con esta comedia de ficción.
- La serie tiene todo tipo de críticas, buenas y malas, ¿le molesta la opinión de los críticos?
- No leo nada de lo que escriben sobre mí, lo que quiero es que el público disfrute y se divierta.
- ¿No le molestan los ataques?
- Mis hijos no me aman menos por lo que digan de mí los críticos. Y son ellos los que me importan.
- En la serie interpreta a un terapeuta, ¿cómo se inspiró para crear el personaje?
- Soy creyente de la terapia. He invertido mucho tiempo en la psicoterapia para controlar mi temperamento.
- Se le anuncia como la estrella perfecta para las sitcoms. ¿Cree que tiene un poder especial para atraer a la audiencia?
- Es un gran halago, pero nunca me describiría a mí mismo como una estrella. Entiendo bien el formato de las sitcoms. He crecido viéndolas e interpretándolas.
- Dice que ha invertido tiempo en sus problemas de temperamento. ¿Qué viene después de perder los nervios, el deseo de venganza, la paz mental...?
- Después de la tempestad viene la calma, pero lo importante es ser consistente y no perder los estribos. Estamos hablando de una serie de televisión dedicada a controlar los nervios. No te voy a negar que me inspiré en mi comportamiento físico después de pasar diez años sometido a terapia.
- ¿Es esta serie una dulce venganza contra los que le echaron?
- ¡Demonios sí! Esa fue la chispa que me hizo llevar esta antorcha. Una absoluta victoria y me siento muy orgulloso de ella.
- ¿Qué dice de su salida de 'Dos hombres y medio'?
- Si lo piensas, no me echaron me cambiaron, eso es realmente lo que ocurrió. Aprendí la lección de que no hay que lavar la ropa sucia en público. Fue una falta de respeto dejar que la mierda saliera por todos los sitios.
- ¿Su personaje en 'Anger Management' tiene pensado no entrar en ciertos detalles de su pasado?
-Estoy abierto a cualquier cosa que se cruce en nuestro camino, pero no voy a decirle a un guionista lo que debe o no escribir.
- ¿Es su ultima serie en la televisión? ¿piensa retirarse?
- Si. Hay muchas otras cosas que quiero hacer en la vida. Me voy a convertir en crítico de televisión. Estoy incluso considerando convertirme en ojeador de béisboll, viajando alrededor del mundo en busca de un nuevo bateador. Esa es una de mis fantasías...
- Usted tiene sangre latina...
- Sí, tengo sangre española. Soy un Estévez.
- ¿Cuándo se enfadó por última vez?
- Hace una semana. Con el Ipad. Lo tiré y se quedó pegado a la pared de manera perfecta. Entendí que puedes utilizarlo como un arma y la mejor noticia para Apple es que funcionó perfectamente.
- La serie tiene todo tipo de críticas, buenas y malas, ¿le molesta la opinión de los críticos?
- No leo nada de lo que escriben sobre mí, lo que quiero es que el público disfrute y se divierta.
- ¿No le molestan los ataques?
- Mis hijos no me aman menos por lo que digan de mí los críticos. Y son ellos los que me importan.
- En la serie interpreta a un terapeuta, ¿cómo se inspiró para crear el personaje?
- Soy creyente de la terapia. He invertido mucho tiempo en la psicoterapia para controlar mi temperamento.
- Se le anuncia como la estrella perfecta para las sitcoms. ¿Cree que tiene un poder especial para atraer a la audiencia?
- Es un gran halago, pero nunca me describiría a mí mismo como una estrella. Entiendo bien el formato de las sitcoms. He crecido viéndolas e interpretándolas.
- Dice que ha invertido tiempo en sus problemas de temperamento. ¿Qué viene después de perder los nervios, el deseo de venganza, la paz mental...?
- Después de la tempestad viene la calma, pero lo importante es ser consistente y no perder los estribos. Estamos hablando de una serie de televisión dedicada a controlar los nervios. No te voy a negar que me inspiré en mi comportamiento físico después de pasar diez años sometido a terapia.
- ¿Es esta serie una dulce venganza contra los que le echaron?
- ¡Demonios sí! Esa fue la chispa que me hizo llevar esta antorcha. Una absoluta victoria y me siento muy orgulloso de ella.
- ¿Qué dice de su salida de 'Dos hombres y medio'?
- Si lo piensas, no me echaron me cambiaron, eso es realmente lo que ocurrió. Aprendí la lección de que no hay que lavar la ropa sucia en público. Fue una falta de respeto dejar que la mierda saliera por todos los sitios.
- ¿Su personaje en 'Anger Management' tiene pensado no entrar en ciertos detalles de su pasado?
-Estoy abierto a cualquier cosa que se cruce en nuestro camino, pero no voy a decirle a un guionista lo que debe o no escribir.
- ¿Es su ultima serie en la televisión? ¿piensa retirarse?
- Si. Hay muchas otras cosas que quiero hacer en la vida. Me voy a convertir en crítico de televisión. Estoy incluso considerando convertirme en ojeador de béisboll, viajando alrededor del mundo en busca de un nuevo bateador. Esa es una de mis fantasías...
- Usted tiene sangre latina...
- Sí, tengo sangre española. Soy un Estévez.
- ¿Cuándo se enfadó por última vez?
- Hace una semana. Con el Ipad. Lo tiré y se quedó pegado a la pared de manera perfecta. Entendí que puedes utilizarlo como un arma y la mejor noticia para Apple es que funcionó perfectamente.
TÍTULO: Los deberes pendientes del Prestige :
Los deberes pendientes del Prestige La marea negra del Prestige cumple diez años. Una década desde que los cientos de miles de ...
La marea negra del Prestige cumple diez años. Una década desde que los cientos de miles de voluntarios ataviados con monos blanco realizaran una ímproba tarea de limpieza. De que el chapapote acabase con miles de peces y aves marinas. De que cientos de pescadores de todo el Cantábrico vieran arruinado su trabajo sin poder faenar mientras aparecían miles de aves y peces muertos. De los 'hilillos' de plastilina y el 'Nunca Mais'. En esta década había muchos deberes por hacer. Y no se hicieron. Los ecologistas denuncian el incumplimiento de las medidas de prevención que evitarían otra catástrofe. La «impunidad» de los políticos a la espera de un juicio todavía no celebrado -comienza el próximo martes-. Y la falta de un plan para limpiar las zonas todavía cubiertas de fuel en el fondo marino.
«Hubo un accidente, pero decisiones políticas agravaron la catástrofe», explica Teo Oberhuber, responsable de Ecologistas en Acción. Desde esta asociación recuerdan que la medida fue la peor que se pudo tomar. El Prestige se hundió a 28 millas de la costa de Finisterre el 13 de noviembre de 2002 vertiendo 77.000 toneladas de fuel. «Cuanto más lejos fuera el vertido, a más costa afecta», explicó Oberhuber. El responsable de esta decisión fue el entonces director general de Marina Mercante, José Luis López Sors, el único político que se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio que comenzará el próximo martes. Los ecologistas denunciaron la «impunidad» del resto de políticos que gestionaron la crisis. Sobre todo en contraposición con lo ocurrido en el caso del naufragio del petrolero Erika en 1999 frente a las costas francesas.
Sors se enfrenta a una condena máxima de cinco años de prisión por un delito de contaminación. Los otros tres acusados son miembros de la tripulación del Prestige: el capitán del barco, el jefe de máquinas y el primer oficial. Se enfrentan a doce años de cárcel por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. El macro-juicio que se celebrará en la Audiencia Provincial de La Coruña está programado para siete meses. El retraso se debe en gran parte a que solo en la fase de instrucción participaron nueve magistrados distintos. Y es que todas las cifras son mareantes. Se han personado 2.000 acusaciones, el sumario consta de 190 tomos y 270.000 folios, acudirán 98 peritos y 135 testigos. El Estado español está presente como acusación, contra los tripulantes del buque, y como responsable subsidiario.
Ecologistas en Acción alerta de que no se han sentado las bases legales para evitar un nuevo vertido. El tráfico de petroleros monocasco prosigue. Al igual que las banderas de conveniencia, lo que dificulta identificar a los verdaderos responsables en caso de una catástrofe. Por ejemplo, el Prestige era propiedad de una sociedad con sede en Liberia, tenía bandera de Bahamas y la mercancía que transportaba pertenecía a una sociedad comercial registrada en Gibraltar.
PROBLEMAS DE SALUD
Además, los miembros de la entidad mostraron su preocupación por los recientes estudios que señalan un aumento del riesgo de padecer cáncer de los voluntarios que limpiaron el chapapote. Durante estos trabajos inhalaron una mezcla de productos químicos derivados del fuel que provocaron problemas respiratorios y, según nuevas investigaciones, elevadas tasas de alteraciones cromosómicas. «En la maleta solo llevábamos las ganas de ayudar», explicó Oberhuber, quien recordó que las mascarillas que les repartieron durante la primera semana eran ineficaces.
Los ecologistas también denunciaron la falta de limpieza de muchas zonas del litoral cantábrico afectado sin que ningún gobierno haya elaborado un plan para corregirlo. «Todavía hay mucho chapapote enterrado en arenales y fondos marinos», aseguró Oberhuber, quien reconoció que diez años después siguen sin conocerse todas las consecuencias medioambientales del vertido. De hecho, gran parte de las 90.000 toneladas de residuos recuperadas (la mitad de ellas eran tierra) siguen sin tratarse. En la planta coruñesa de As Somozas se almacenan 10.000 de ellas a la espera de que alguna administración subvencione su tratamiento.
Para recordar los diez años del desastre, desde Ecologistas en Acción han preparado varias campañas. Por ejemplo, en Facebook han creado el evento 'Yo limpié chapapote'. "» El objetivo es que los voluntarios que acudieron a limpiar la costa intercambien experiencias, opiniones o compartan fotos», explica Nerea Ramírez, responsable de la iniciativa. Además, el 16 de noviembre celebrarán un encuentro de voluntarios en Madrid.
MENOS TRÁMITES PARA UNA AUTORIZACIÓN AMBIENTAL
El Gobierno aprobó el anteproyecto de reforma de la ley de prevención y control integrado de la contaminación con el objetivo de agilizar los trámites de autorización ambiental que afectará a 6.100 industrias. «El objetivo es eliminar las trabas burocráticas y ampliar las limitaciones de contaminación al suelo y subsuelo», explicó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría en el Consejo de Ministros.
Una de las medidas de simplificación administrativa es la supresión del deber de renovación de la autorización. Hasta ahora el titular, transcurridos ocho años desde su otorgamiento, debía solicitar su renovación al órgano competente con una antelación mínima de diez meses antes del vencimiento del plazo. Además, el plazo del procedimiento desde que se pedía abrir el establecimiento hasta que se otorgaba la autorización pasará de los 18 meses de media a nueve, por lo que se reduce a la mitad.
La legislación, que cumple es una transposición de una directiva europea sobre emisiones industriales, abarca no solo la contaminación en la atmósfera y al agua sino también al suelo y al subsuelo, es decir, a a las aguas subterráneas. Todas las autorizaciones existentes deberán adecuarse antes del 7 de enero de 2014 a la nueva directiva.
«Hubo un accidente, pero decisiones políticas agravaron la catástrofe», explica Teo Oberhuber, responsable de Ecologistas en Acción. Desde esta asociación recuerdan que la medida fue la peor que se pudo tomar. El Prestige se hundió a 28 millas de la costa de Finisterre el 13 de noviembre de 2002 vertiendo 77.000 toneladas de fuel. «Cuanto más lejos fuera el vertido, a más costa afecta», explicó Oberhuber. El responsable de esta decisión fue el entonces director general de Marina Mercante, José Luis López Sors, el único político que se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio que comenzará el próximo martes. Los ecologistas denunciaron la «impunidad» del resto de políticos que gestionaron la crisis. Sobre todo en contraposición con lo ocurrido en el caso del naufragio del petrolero Erika en 1999 frente a las costas francesas.
Sors se enfrenta a una condena máxima de cinco años de prisión por un delito de contaminación. Los otros tres acusados son miembros de la tripulación del Prestige: el capitán del barco, el jefe de máquinas y el primer oficial. Se enfrentan a doce años de cárcel por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. El macro-juicio que se celebrará en la Audiencia Provincial de La Coruña está programado para siete meses. El retraso se debe en gran parte a que solo en la fase de instrucción participaron nueve magistrados distintos. Y es que todas las cifras son mareantes. Se han personado 2.000 acusaciones, el sumario consta de 190 tomos y 270.000 folios, acudirán 98 peritos y 135 testigos. El Estado español está presente como acusación, contra los tripulantes del buque, y como responsable subsidiario.
Ecologistas en Acción alerta de que no se han sentado las bases legales para evitar un nuevo vertido. El tráfico de petroleros monocasco prosigue. Al igual que las banderas de conveniencia, lo que dificulta identificar a los verdaderos responsables en caso de una catástrofe. Por ejemplo, el Prestige era propiedad de una sociedad con sede en Liberia, tenía bandera de Bahamas y la mercancía que transportaba pertenecía a una sociedad comercial registrada en Gibraltar.
PROBLEMAS DE SALUD
Además, los miembros de la entidad mostraron su preocupación por los recientes estudios que señalan un aumento del riesgo de padecer cáncer de los voluntarios que limpiaron el chapapote. Durante estos trabajos inhalaron una mezcla de productos químicos derivados del fuel que provocaron problemas respiratorios y, según nuevas investigaciones, elevadas tasas de alteraciones cromosómicas. «En la maleta solo llevábamos las ganas de ayudar», explicó Oberhuber, quien recordó que las mascarillas que les repartieron durante la primera semana eran ineficaces.
Los ecologistas también denunciaron la falta de limpieza de muchas zonas del litoral cantábrico afectado sin que ningún gobierno haya elaborado un plan para corregirlo. «Todavía hay mucho chapapote enterrado en arenales y fondos marinos», aseguró Oberhuber, quien reconoció que diez años después siguen sin conocerse todas las consecuencias medioambientales del vertido. De hecho, gran parte de las 90.000 toneladas de residuos recuperadas (la mitad de ellas eran tierra) siguen sin tratarse. En la planta coruñesa de As Somozas se almacenan 10.000 de ellas a la espera de que alguna administración subvencione su tratamiento.
Para recordar los diez años del desastre, desde Ecologistas en Acción han preparado varias campañas. Por ejemplo, en Facebook han creado el evento 'Yo limpié chapapote'. "» El objetivo es que los voluntarios que acudieron a limpiar la costa intercambien experiencias, opiniones o compartan fotos», explica Nerea Ramírez, responsable de la iniciativa. Además, el 16 de noviembre celebrarán un encuentro de voluntarios en Madrid.
MENOS TRÁMITES PARA UNA AUTORIZACIÓN AMBIENTAL
El Gobierno aprobó el anteproyecto de reforma de la ley de prevención y control integrado de la contaminación con el objetivo de agilizar los trámites de autorización ambiental que afectará a 6.100 industrias. «El objetivo es eliminar las trabas burocráticas y ampliar las limitaciones de contaminación al suelo y subsuelo», explicó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría en el Consejo de Ministros.
Una de las medidas de simplificación administrativa es la supresión del deber de renovación de la autorización. Hasta ahora el titular, transcurridos ocho años desde su otorgamiento, debía solicitar su renovación al órgano competente con una antelación mínima de diez meses antes del vencimiento del plazo. Además, el plazo del procedimiento desde que se pedía abrir el establecimiento hasta que se otorgaba la autorización pasará de los 18 meses de media a nueve, por lo que se reduce a la mitad.
La legislación, que cumple es una transposición de una directiva europea sobre emisiones industriales, abarca no solo la contaminación en la atmósfera y al agua sino también al suelo y al subsuelo, es decir, a a las aguas subterráneas. Todas las autorizaciones existentes deberán adecuarse antes del 7 de enero de 2014 a la nueva directiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario