Espacio urbano de íntima belleza en él se halla sedimentada la historia y el germen del desarrollo de Zafra. Situada en el centro del casco histórico, su denominación hace referencia a lo reducido de sus dimensiones, y aunque tal calificativo ha coexistido con el de Pequeña, el de Chica ha sido el que finalmente ha pervivido.
En su regazo encontraron el marco adecuado aquellos pobladores que bajo el dominio musulmán comerciaban con productos de la época, vecinos que siguieron ejerciendo su oficio una vez que el solar pasó a manos cristianas, allá por el año 1.241. Los recién llegados y los ya existentes, optaron cómo fórmula más conveniente para sus intereses el permanecer juntos. Esta convivencia entre judíos, moros y cristianos, se articuló sobre la base de la tolerancia y el rechazo a actitudes endogámicas y excluyentes; fruto de ello, fue el enriquecimiento de su bagaje cultural al intercambiar sus distintas maneras de entender el espíritu y la materia.
Pero la vida de los seres humanos solo acontece al aire libre, necesitan lugares donde guarecer su vida y su hacienda. Nuestros antecesores, también lo consideraron pertinente, para ello levantaron edificios que hoy todavía podemos apreciar. Se sirvieron de la técnica del arte mudéjar y de los materiales por él utilizados : el ladrillo y la cal ; el resultado: Construcciones sencillas y equilibradas, que permiten una contemplación serena y sin estridencias. Todo este conjunto de edificios que van surgiendo no produjo la regularidad actual de la plaza, esta es consecuencia de las continuas transformaciones que sufre el entramado urbano y, en concreto, para el caso que nos ocupa, el traslado de la antigua parroquia existente en lo que hoy es la Plaza Grande a su ubicación actual. Este trueque en dicho establecimiento religioso es el que incide en la configuración definitiva de su fisonomía.
¿Qué ha motivado este continuo progreso material?. El comercio. Efectivamente, la actividad comercial parece que pronto encontró acomodo en este lugar. En un primer momento, los productos que se podían adquirir eran los provenientes del ámbito musulmán; posteriormente, la llegada de las huestes cristianas hicieron converger nuevos productos que ensancharon la oferta. Ahora bien, esta incipiente actividad mercantil estaba sometida a la fragilidad de los tiempos y cualquier obstáculo que surgiera podía dar al traste con tanta afanosidad; por ello, es necesario resaltar un acontecimiento que conllevó la tranquilidad a los que aquí moraba, aunque en un principio contó con alguna oposición, nos estamos refiriendo a la donación real la familia Suárez de Figueroa de los lugares de Feria, Zafra y la Parra, en el año 1.394.
Esta merced real, origen de la Casa de Feria, deparó nuevas concesiones a la villa de Zafra como la de poder celebrar una Feria, por San Juan, a partir del año 1.935, y otra por San Miguel, en la centuria siguiente. Los nuevos detonadores del poder vieron en el desarrollo del comercio en Zafra un frente de riqueza que era necesario preservar, pergeñaron y consiguieron toda una serie de privilegios que afianzaron a su villa como un foco de atracción económica y antesala de la Sevilla oceánica.
TÍTULO; EL HÉROE DE DORMUND PORTILLO; REAL MADRID:
Javier Portillo, héroe en Borussia Dortmund hace casi una década
El ex delantero del Real Madrid recuerda esa noche mágica y habla sobre el partido de los blancos ante el campeón alemán.
Javier Portillo, ex futbolista del Real Madrid, está en la memoria de muchos madridistas por el gol que logró en la Liga de Campeones 2002-03 contra el Borussia Dortmund, que supuso el empate ante el conjunto alemán.
"Hay cosas en la carrera deportiva de un futbolista que no se olvidan y ese gol es una de ellas porque fue un momento muy bonito y un gol que permitió al Real Madrid clasificarse para la siguiente fase de la Liga de Campeones",
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