sábado, 6 de octubre de 2012

EL MERCADO MÁS COLORIDO,./ MERCADOS MUNICIPALES DE PAMPLONA. Área de Comercio, Turismo e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona,./ LAS CALAVERAS DE WAMBA;

TÍTULO: EL MERCADO MÁS COLORIDO:

El mercado de abastos es pura esencia, viene del zoco árabe, que a su vez viene del antiguo mercado romano. Es el lugar donde se ...
El mercado de abastos es pura esencia, viene del zoco árabe, que a su vez viene del antiguo mercado romano. Es el lugar donde se establecen relaciones humanas muy fuertes».
Así define el pintor extremeño Vito Cano lo que para él es un mercado de abastos, un lugar que, a su juicio, «da mucho juego». Quizás por ello decidió tomar este tema como fuente de inspiración para uno de sus cuadros, uno de esos que tiene fotografiados y que se pueden ver en su página web.
Por eso, cuando unos técnicos del Área de Desarrollo del Ayuntamiento de Almendralejo vieron este cuadro, automáticamente comprendieron que la pintura tenía vida, era puro realismo y qué mejor idea que la de unir ese arte pictórico con la vida misma. Fue así como propusieron al equipo de gobierno almendralejense la idea de encargar un mural, de grandes dimensiones, al artista local, pero de dilatado prestigio nacional, para el nuevo mercado de abastos de Las Mercedes.
Y obtuvieron su visto bueno, porque el nuevo mercado, inaugurado hace apenas un mes es pura innovación, puro cambio, supone el futuro con respecto al viejo edificio de 1929 en el que se encontraba antes el mercado de abastos de Almendralejo. Y para transmitir esa idea, la pintura mural de Vito Cano venía como anillo al dedo.
En noviembre
Así es como este artista universal se ha puesto manos a la obra pintando las paredes de este edificio, en una obra que le llevará más de tres meses y medio. «Quiero acabarla para mediados de noviembre», confesó el pintor, al que se le puede ver subido en un andamio y lleno de brochas.
«El mercado es símbolo de esa relación tan fuerte que hay entre el hombre y la naturaleza», señaló Vito Cano, que aclaró que con esa pintura lo que trata es de plasmar que lo que se vende en un mercado son «nuestros productos». Por eso, la pintura plasma con una cenefa todos los productos que se pueden adquirir. «Todo el mundo sabe que las verduras y las hortalizas que allí se venden se cultivan en nuestras huertas, igual que el pollo o la ternera, viene de granjas de aquí al lado. Es lo que le diferencia con el supermercado».
Así resumía el artista esta obra pictórica de grandes dimensiones, a la que, por otra parte, ya está acostumbrado, porque también es suyo el mural que decora el hall de entrada al hospital comarcal Tierra de Barros de Almendralejo, en el que se pueden ver los pueblos que componen la comarca.
«Quería tener una obra mía en el mercado, por eso acepté el encargo de este trabajo, que será financiado con fondos europeos, a pesar de que mi sueldo va a ser muy módico», aseveró.

TÍTULO: MERCADOS MUNICIPALES DE PAMPLONA. Área de Comercio, Turismo e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona:

Actividad: Venta de productos frescos de alimentación en los más de 100 puestos repartidos en los mercados de Santo Domingo, Ensanche y Ermitagaña,.
Los mercados municipales de Pamplona tienen una amplia oferta de productos de alimentación fresca con una excelente relación precio calidad. Promocionan la alimentación saludable y la gastronomía local a través de múltiples actividades a lo largo del año: charlas de nutrición, demostraciones de producto, jornadas gastronómicas, visitas guiadas para escolares, etc.
El Mercado de Santo Domingo-foto-, construido desde el año 1876 cuenta con 45 puestos. Horario: lunes a sábado de 8:00 h. a 14:00 h. Viernes y víspera de festivos de 16:30 h. a 19:30 h. Tel 948 221858.
El Mercado del II Ensanche, construido desde el año 1949 cuenta con 65 puestos. Horario: lunes a jueves: de 08:30 a 14:30 horas; viernes y víspera de fiesta: de 08:30 a 15:00 y de 17:00 a 20:00 horas; sábado, de 08:30 a 15:00 horas. En mayo y junio los jueves apertura por las tardes de 17:30 a 20:30. Tel. 948 303635.
El Mercado de Ermitagaña, fue construido en 1982 y reformado en 1999, cuenta con 8 puestos. Horario: lunes a viernes de 09:00 h. a 14:00 h. y de 17:00 h. a 20:00 h.; Sábados de 09:00 h. a 14:00 h.

TÍTULO: LAS CALAVERAS DE WAMBA;

Ni la persona más templada puede permanecer indiferente ante espectáculo tan tétrico. Imposible que un escalofrío no recorra, de pies ,.
Ni la persona más templada puede permanecer indiferente ante espectáculo tan tétrico. Imposible que un escalofrío no recorra, de pies a cabeza, un cuerpo vivo que pronto o tarde se verá reducido a lo que presencian sus atónitos ojos. Y no digamos si el día es de tormenta -caso de nuestro viaje-, de cielo negro y relámpagos que vierten destellos atronadores sobre un recinto en el que se apilan miles de calaveras, omóplatos y fémures humanos. La sala es de piedra, fría como un cadáver. Al entrar, los ojos se desorbitan, pero pronto detectan la presencia invisible de unas manos cálidas que con paciencia, delicadeza y tesón fueron colocando sobre las paredes esos trofeos de la vida hasta lograr un equilibrio casi imposible. Está catalogado, a pesar de la ausencia de estudios rigurosos, como el osario medieval más importante de la Península y se encuentra junto a la iglesia mozárabe y románica de Santa María, en la localidad de Wamba, a 17 kilómetros de Valladolid.
El pueblo, el único de España que incorpora la uve doble a su topónimo, debe su nombre al rey visigodo que se coronó como tal en un lugar que allá por el siglo VI denominaba 'gérticos' a sus habitantes. La localidad, al igual que la que existe en la provincia de Zamora, se llamó durante mucho tiempo Bamba, hasta que a principios del siglo pasado un historiador decidió cambiar la B por la W, en honor al monarca, según sostiene José Luis Velasco, párroco y estudioso de la historia y del arte de la zona.
Cráneos de facultad
Quienes apilaron de forma tan minuciosa huesos y huesines fueron los propios habitantes del pueblo, hace más de 20 años, preocupados por las humedades que podrían mermar aún más un atractivo patrimonio histórico y turístico, ya reducido por las toneladas de huesos que de Wamba salieron hacia las facultades de Medicina de toda España, especialmente Madrid y Valladolid. «La diferencia para los alumnos entre estudiar un dibujo de una calavera a hacerlo sobre un cráneo real, era muy notable. Hasta don Gregorio Marañón se llevó de una tacada dos camiones para la capital de España», asegura el cura jubilado, de 72 años, que sigue dando misa a varios pueblos de la comarca de los montes Torozos ante la falta de vocaciones.
Marañón analizó los restos y concluyó que podían situarse entre los siglos XIV y XVII. Otra cosa muy distinta es su procedencia. Algunas tesis sostienen que los cadáveres corresponden a los frailes de la orden de San Juan Bautista de Jerusalén que durante varios siglos habitaron el monasterio adjunto a la iglesia, del que apenas quedan restos. Otros, como el párroco Velasco, creen que, además de pertenecer a los monjes, procedían de los muertos de todos los hospitales medievales que se extendían por territorios contiguos.
Sea como fuere, el osario es digno de visitar. Antes figuraba a su entrada un epitafio demoledor: 'Como te ves yo me vi, como me ves te verás, piénsalo y no pecarás'. Tal vez su hiperrealismo tuvo algo que ver con la decisión de suprimirlo, aunque el cura, don José Luis como le nombran los wambeños, le resta importancia. «Siempre se ha dicho que el hombre es sagrado en vida, muerte y huesos, pero morir solo significa un paso más en la vida». Él prefiere que el visitante explore la riqueza artística de una iglesia realmente coqueta, encantadora, y objeto de estudio para expertos, alumnos de arte, curiosos y licenciados.
Representa la iglesia de Santa María (monumento nacional desde 1931), una de las joyas más destacadas del mozárabe: un ábside poligonal del siglo X que en el interior luce pinturas policromadas medio borradas por el tiempo, pero que dejan ver aún, en rojo y negro, figuras de animales y vegetales. Unido al ábside se erige majestuosa la iglesia construida en románico tardío (siglo XIII) con exquisitos capiteles decorados con escenas vegetales, de animales y humanas que la confieren especial singularidad. A esa época pertenece la pila bautismal, caída en desuso, a pocos metros de otra romana. De mucho antes, del siglo VII aún quedan vestigios visigóticos, pero sobre todo leyendas sobre sus reyes. Dicen que Wamba estaba afanado con el arado cuando le avisaron de la muerte de su antecesor (y para algunos padre) Recesvinto. Si bien es cierto que este monarca murió en la localidad vallisoletana, a la que supuestamente eligió por sus aguas curativas, hay que poner en solfa lo del arado y la amenaza de un soldado de matarle, al negarse a aceptar su destino. También cuentan que en un sarcófago reposaron sus restos que después fueron trasladados a la catedral de Toledo, donde parece que fue coronado Wamba, pese a lo que digan los lugareños, que doña Urraca pasó allí el final de sus días y que muchos reyes asturleoneses se trasladaban a la localidad en sus días de asueto para entretenerse con la caza.

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