Las dos actrices parecen estar dispuestas a hacer lo que el actor no hace. Que los hijos de Sheen crezcan como hermanos
Las dos actrices parecen estar dispuestas a hacer lo que el actor no hace. Que los hijos de Sheen crezcan como hermanos
Hay historias en Hollywood que nunca llegarían a la gran pantalla. Porque cuando no hay drama, no hay película. Y todo va tan bien entre Denise Richards y Brooke Mueller... Ambas actrices estuvieron en su día casadas con el mismo hombre, Charlie Sheen, y ahora son amigas amiguísimas. La esposa 'número dos', Richards, y la esposa 'número tres', Mueller, tratan de hacer lo que el problemático actor no hace: asegurarse de que sus hijos crezcan como hermanos. Así que se han vuelto inseparables.
Denise, que estuvo cuatro años casada con Charlie Sheen, aporta a esta singular familia dos hijas, Sam y Lola Rose. Tras su divorcio, en 2006, él encontró consuelo en los brazos de Mueller, con la que tuvo gemelos, Bob y Max. Los seis, más la hija que adoptó Richards el año pasado, salieron la pasada semana de excursión como cualquier otro clan norteamericano a elegir calabazas para Halloween.
¿Y dónde queda papá? Pues parece que no está del todo desaparecido. Sus ex han olvidado sus abusos del pasado -ambas hablaron de que hubo altercados violentos en su relación- y le han aceptado en el grupo. Él estuvo con ellas cuando Denise preparó una fiesta sorpresa por el cumpleaños de Brooke.
Para Cassandra Jade, la primera hija de Charlie Sheen, esta reunión llega un pelín tarde. La joven tiene ya 26 años (nueve menos de la que fuera su exmadrastra, Brooke) y su propia familia; se casó en 2010. Su madre, la novia del instituto de Charlie, no es otra que la esposa 'number one'.
TÍTULO; REINVIDICAR MONFRAGÜE;
Promocionar la gastronomía, artesanía y turismo activo de Serrejón, a la vez que reivindicar su pertenencia al Parque Nacional de Monfragüe.
Promocionar la gastronomía, artesanía y turismo activo de Serrejón, a la vez que reivindicar su pertenencia al Parque Nacional de Monfragüe. Este es el objetivo de la tercera edición de Openlab Monfragüe Natural, celebrado el fin de semana en este municipio cacereño y su entorno más cercano.
La cerca de veintena de citas incluían desde una Feria de Artesanía, Gastronomía, Productos Locales y Turismo Activo -con la asistencia de artesanos, empresas, asociaciones y talleres formativos de toda la zona- hasta rutas senderistas y cicloturistas, visitas a explotaciones ganaderas de ovino, caprino y vacuno, talleres de artesanía en vivo y de innovación gastronómica, charlas de sensibilización, degustación de cocina tradicional, visitas a la berrea y un concierto folklórico, entre otras citas. Todas con un objetivo común: poner en valor lo que el Parque Nacional y Serrejón ponen a disposición de los visitantes. Y en parte, paso a paso, parece que se va consiguiendo, pues hasta el Openlab llegaron visitantes no solo de la comarca, sino de otras provincias como Toledo y Madrid. «La verdad es que me ha sorprendido, no me esperaba que desde Serrejón se pudieran hacer tantas cosas», apuntaba una turista de Madrid.
Precisamente esa necesidad de darse a conocer la reivindicaba la alcaldesa, Nélida Martín, quién junto al senador Juan Andrés Tovar inauguró el encuentro. «Es necesario que promocionemos nuestros recursos y los demos a conocer porque también somos Parque Nacional y tenemos mucho que ofrecer, pues parece que todo se concentra en Villarreal de San Carlos. Nosotros también queremos ser conocidos y visitados por la gente que viene al Parque», reivindicaba. Finalmente apuntaba la necesidad de trabajar junto a las poblaciones de la zona para ofrecer un paquete de actividades conjuntas que aporte riqueza a la zona. «A veces resulta un poco difícil trabajar todos los pueblos juntos, pero hay voluntad para ello».
El valor de los pueblos
Por su parte Tovar, expresidente de la Diputación Provincial de Cáceres, iba más allá y subrayaba la importancia de apoyar a pequeños municipios como Serrejón, aseverando que están sufriendo la crisis más que grandes ciudades «pues en ellos se están cerrando escuelas, centros sanitarios y se está quitando el transporte escolar. No tienen la culpa de la crisis y están cargando con el peso. Por eso ahora, más que nunca, hay que apoyarlos».
Finalmente insistía en que un pueblo puede ofrecer más oportunidades a un vecino que una gran ciudad. «Es una buena época para que la gente vuelva a los pueblos si desde aquí ofrecemos una buena calidad de vida», concluye
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