jueves, 1 de agosto de 2013

El seudónimo de J. K. Rowling se paga a precio de oro,./ ESCRIBO ARTICULOS PERSIGUIDO LA INGENUA GLORIA DE SER ÚTIL A LA SOCIEDAD,.

TÍTULO; El seudónimo de J. K. Rowling se paga a precio de oro,.

El bufete que reveló quién era la autora de «The Cuckoo's Calling» indemnizará a la escritora


Chris Gossage, uno de los socios del bufete Russells, admitió haberse ido de la lengua ante la mejor amiga de su mujer, Jude Callegari, y desvelar que bajo la identidad de Robert Galbraith se ocultaba en realidad la creadora de Harry Potter. La amiga de la esposa del indiscreto letrado no tardó nada en contactar a través de Twitter con una columnista de The Sunday Times a la que filtró la confidencia. La informadora se hizo eco del notición, lo que provocó un maremoto en el mundillo editorial británico y se llegó a afirmar que todo obedecía a una artera maniobra de márketing.
J. K. Rowlling se puso como una hidra cuando trascendió que era ella quien se refugiaba bajo el seudónimo de Robert Galbraith para publicar The Cuckoo's Calling, su primera novela negra. Echó fuego por las siete cabezas cuando supo que la filtración había partido del bufete de abogados Russells, en el que tenía depositada plena confianza. Les demandó y sus abogados pagarán la indiscreción a precio de oro con un jugoso cheque -cuyo importe no ha trascendido- que no pasará por las manos de la multimillonaria escritora escocesa. Será para los veteranos de guerra que inspiraron la intriga.

«TÍTULO; Escribo artículos persiguiendo la ingenua gloria de ser útil a la sociedad,.

Escribo artículos persiguiendo la ingenua gloria de ser útil a la sociedad». «El desayuno de los extremeños debe ser HOY con café y migas».
 

«Escribo artículos persiguiendo la ingenua gloria de ser útil a la sociedad»

«Extremadura no tiene otro camino que industrializarse porque la situación de globalización mundial que vamos a vivir supondrá el resurgimiento de la vida, la riqueza y de la industrialización de zonas antes impensables»

«Escribo artículos persiguiendo la ingenua gloria de ser útil a la sociedad»
-Para quien no le conozca, ¿usted es.?
-Luciano Pérez de Acevedo y Amo, de 70 años, casado con 4 hijos y 6 nietos. Nacido en Badajoz, abogado con 48 años de ejercicio, publicista y político con ejercicio en los años de la Transición, como presidente de la Diputación de Badajoz por la UCD y diputado en la primera legislatura de la Asamblea de Extremadura. Retirado de la política activa desde 1987, ejerzo la profesión, estudio, leo y escribo en HOY artículos de orientación política y ciudadanía, persiguiendo la ingenua gloria de ser útil a la sociedad.
-¿Cómo resumiría brevemente la época que le ha tocado vivir?
-He vivido la oscuridad de la baja postguerra y aislamiento, el claroscuro del franquismo desde los años 60, la Transición larga hasta 2004, muy probablemente la mejor época de la historia de España, y un presente, desde 2004, en el que estúpidamente, algunos han hecho lo posible para arrojar por la borda lo que tanto esfuerzo costó alcanzar, la convivencia ordenada y pacífica de los españoles y un grado de bienestar importante. Lo peor de todo, que tengamos hoy toda una generación de jóvenes, magníficamente preparados, desaprovechados, sin oportunidades de trabajo, desorientados y sufriendo en sus carnes los crueles excesos que se han cometido, despilfarrando un dinero que no teníamos, colocando amigos, correligionarios y parientes en la Administración y en el sector público; y, en definitiva, gastándonos el capital de este país y empeñando sus posibilidades, dejándoles poco o nada a ellos. Por ello, entiendo la angustia y el cabreo que tienen. Nos cuesta mirarles a la cara, porque no tenemos perdón de Dios. Hay mucha gente que debería estar entre rejas.
-Será una época positiva o negativa porque.
-La época que vivimos es altamente negativa de por sí, pero confío en el genio y coraje de los españoles para salir de esta situación y ganar un futuro mejor. Todo dependerá de saber aprovechar la experiencia vivida para no volver a tropezar en la misma piedra, haciendo las cosas bien desde ya mismo: regenerar la democracia y las instituciones de gobierno central y autonómico; austeridad en el gasto público, adaptándolo a nuestras posibilidades reales; educar a la gente como hay que educarla, y muchas cosas más. En otro caso, continuaremos siendo un país de tercera división, subvencionado y sostenido por Europa.
-¿Cómo saldremos de esta en Extremadura? ¿Mejores, peores, más, menos, más lejos, más cerca.?
-Habitamos una región que no puede mantener por sus propios medios un estado de bienestar. España, en los años 60 pasó a ser un país industrializado, pero nosotros seguimos siendo una zona rural, que vive del empleo público y de una agricultura y ganadería fuertemente subvencionada. Hay gente aquí que ha creído que podíamos seguir viviendo del cuento. Y durante muchos años los políticos han manejado la situación bajo este prisma; pero la fiesta se acabó. Extremadura no tiene otro camino que industrializarse porque la situación de globalización mundial que vamos a vivir, aunque no lo parezca, va a suponer el resurgimiento de la vida, la riqueza y las posibilidades de todo orden en el desarrollo local, y desde luego, de la industrialización de zonas antes impensables, cuyos productos cada vez serán más valorados y demandados en un mercado mundial.
-¿Comentar la actualidad supone un reto, un riesgo, un placer, un dolor? ¿Por qué?
-Un riesgo, porque no todo el mundo interpreta adecuadamente lo que dices, pero al propio tiempo, para una persona comprometida con sus ideas, supone una obligación que no debes dejar de cumplir, si tienes aptitudes para ello. En mi caso, trato de orientar políticamente a la ciudadanía, algo importante en un sistema de opinión pública como es la democracia.
-¿Y hacerlo en HOY implica.?
-Implica continuar la fructífera tradición de un periódico que durante muchos años, primero desde la Editorial Católica y ahora, en el seno de una gran empresa periodística como es Vocento, ha sabido mantener una línea de moderación y prudencia en el justo medio del espectro ideológico de los dos últimos siglos; y supone un servicio a los ciudadanos y unos valores que es necesario seguir defendiendo.
-¿Son muchas las veces que se muerde la lengua? ¿Con qué temas, personas o noticias de actualidad?
-No suelo morderme la lengua; es mi gran defecto en el mundo que vivimos. Por eso, a veces, mis escritos son impublicables, pero trato siempre, en la medida de lo posible, de no personalizar para no causar daño. Hablo siempre de política y procuro que me entienda la gente, aunque a veces no lo consigo por la altura de los planteamientos.
-¿Cuáles son sus temas fetiche, aquellos por los que siente más atracción o interés?
-Mis artículos son una especie de pequeños ensayos -sobre temas actuales relacionados con la ciencia política, la historia del pensamiento, o la historia general de España y Occidente. Suelo buscar paralelismos históricos a los problemas de hoy para prevenir sobre consecuencias desagradables que ya ocurrieron en dicho momento histórico, dadas las soluciones que se adoptaron. Sigo el consejo de Cánovas del Castillo: «Aquellos pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla».
-¿En qué piensa cuando escribe? ¿A qué perfil o prototipo de lector se dirige?
-Cuando escribo tengo una doble preocupación: el espacio que no puedo sobrepasar, dada la amplitud de los temas que trato y emplear un lenguaje lo más llano posible para que se me entienda en asuntos tan profundos, tan poliédricos y enrevesados, a veces. Escribo para un lector ilustrado e iniciado en historia, política y filosofía y, sobre todo, para crear interés por estos temas en los jóvenes que comienzan ya a preocuparse por los asuntos públicos, como debe ser.
-¿ En quién se inspira? ¿Qué escritores o columnistas son sus referentes?
-Mi fuente de inspiración, como la de casi todos aquellos jóvenes de mi generación, comprometidos con el cambio político, ha sido siempre y sigue siendo José Ortega y Gasset y sus seguidores (Ridruejo, Laín Entralgo, Julián Marías, Varela Ortega, etc.). Sigo también las ideas de los grandes filósofos y publicistas liberales del siglo XX: Hayeck, Raimond Arón, Karl Popper, Isaiah Berlín, Michael Oakeshott, Hannah Arendt, Ralf Dahrendorf y los españoles Luis Díez del Corral, José Antonio Maravall, Juan J. Linz, Dalmacio Negro y José Mª Marco. Admiro como columnista a Benigno Pendás (3ª de ABC) y diariamente leo a Ignacio Camacho.
-¿Recuerda alguna columna especial por su repercusión o consecuencias, fuesen positivas o no?
-De mis escritos recuerdo el impacto de 'Izquierdas y derechas' e 'Ideologías', con el telón de fondo pacto PP-IU. Hubo polémica, pero no quise entrar al trapo, no debía hacerlo; son materias opinables y respeto todos los puntos de vista.
-¿Qué se pierden los extremeños que no leen a los columnistas de HOY?
-Pierden contacto con la realidad diaria de Extremadura y España en materia política, económica, social, educativa, cultural, ciudadana, etc. El papel, en un diario regional, es importante y seguirá siéndolo, y así lo deseo para las generaciones venideras. Decía González Ruano que el desayuno de los españoles era «ABC con café y churros», y el de los extremeños -añado yo- debe ser «HOY con café y migas».
-¿ En verano lee más de lo habitual? ¿Qué lee? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?.
-En verano se lee más porque dispones de más tiempo. Paso el verano en Cádiz y me dedico allí a leer y a navegar a vela. Todos los días, si no salgo a navegar, leo ABC y HOY durante el desayuno, voy a la playa un rato, como y duermo una pequeña siesta. Toda la tarde la dedico a leer y dar un paseo. El verano pasado leí en Cádiz 8 libros; al año leo entre 30 y 40. Leo, fundamentalmente, historia y pensamiento político; algunas novenas históricas y obras maestras de la literatura. Leo a los grandes historiadores españoles, europeos y americanos, y a esos magníficos hispanistas que han acabado con nuestra 'leyenda negra' y enseñado el camino de la historia a muchos españoles. En Extremadura tengo especial consideración por nuestro historiador local, Alberto González, y por Sánchez Adalid, que me entretiene y exhibe bastante rigor histórico.
-¿Estas fechas son idóneas para...?
-Para pensar, meditar, reconsiderar tu vida, disfrutar de la familia y amigos, practicar algún deporte o viajar, al que le guste y pueda. Yo no me muevo de Cádiz pero una semana de agosto navego con mis hijos y amigos hasta Huelva y el Algarve portugués, que tiene unos puertos deportivos preciosos.
-¿ El curso que viene se ha propuesto?
-Seguir viviendo como hasta ahora, trabajando, rodeado de libros, hijos y nietos, escribiendo y navegando lo que se pueda, que no suele ser mucho, y esperando que Extremadura y España se levanten de la actual postración, cumpliéndose aquello de que «no hay mal que por bien no venga».

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