viernes, 3 de mayo de 2013

DEPORTES, FÚTBOL. LA LIGA ANTES DE LA REVOLUCIÓN, SABADO-4- REAL MADRID--VALLADOLID--20:00 CANAL + DIGITAL LIGA, DOMINGO 5 BARCELONA--BETIS-- 21:00 CANAL + ./ LA EUROPESADILLA DE LA CLASE MEDIA,.

TÍTULO: DEPORTES, FÚTBOL. LA LIGA ANTES DE LA REVOLUCIÓN, SABADO-4- REAL MADRID--VALLADOLID--20:00 CANAL + DIGITAL LIGA, DOMINGO 5 BARCELONA--BETIS-- 21:00 CANAL + .


 LA LIGA ANTES DE LA REVOLUCIÓN

Líbero
La Liga antes de la revolución
El Barcelona paga la mala planificación, la falta de rotaciones, el cúmulo de lesiones y la ausencia de previsión incluso en el mercado de ...
 
El Barcelona intenta refugiarse en un título de Liga que todavía no está cerrado para protegerse del doloroso global de 7-0 en contra con el que el miércoles cerró su paso por la semifinal de la Liga de Campeones. El objetivo es dar al campeonato de la regularidad el realce que se merece, recordar que no es un consuelo, sino un éxito. Como dijo Alves tras la debacle europea ante el Bayern: «Si nos tomamos la Liga como un consuelo, mal vamos o no hemos entendido nada».
El trabajo de Tito Vilanova consiste ahora en levantar el ánimo de unos jugadores que por primera vez en sus últimos años de carrera se han sentido inferiores a un rival. La tarea es complicada porque el palo fue fuerte, pero el premio de ganar al Betis el domingo en el Camp Nou prácticamente sería el título. Levantar lo otro, el físico, es imposible a estas alturas de temporada. La mala planificación, la falta de rotaciones, el escaso fondo de armario, la encadenación de lesiones y la ausencia de una previsión incluso en el mercado de invierno han provocado que el Barça llegue agotado física y psicológicamente al mes de mayo. Tendrá que ganar la Liga con respiración artificial.
Pide Sandro Rosell a los medios de comunicación que desmenuzan la actualidad del club azulgrana que se respete este mes antes de publicar listas de fichajes y bajas, pero la necesidad de una renovación es tan evidente que por primera vez en la historia de la entidad son los propios jugadores, normalmente corporativistas, los que están pidiendo cambios. El primero fue Iniesta tras el 4-0 de la ida, cuando avisó: «Tenemos que mejorar en todo, y todos». Y después del 0-3 de la vuelta, todavía en caliente, Piqué fue todavía más directo: «El club debe tomar decisiones».

Sin Messi se desmonta el tinglado

Es la consecuencia de la frustración de un equipo que ya en el Allianz Arena supo que ante este Bayern no tenía ninguna opción. Y menos con Messi al 40% en Múnich y sin él en el Camp Nou por una lesión muscular que para colmo crea suspicacias provocadas por la opacidad del club. Justificada o no su ausencia en la vuelta, le doliera más o menos, se borrara para librarse de la humillación o no (al fin y al cabo nadie valoró su esfuerzo en la ida...), lo cierto es que no se puede montar todo un proyecto alrededor de un único jugador porque un día puede ser baja. El Barça ha tenido suerte de que sea su primera lesión en cinco años. Pero sin él se ha desmontado el tinglado.
Su caso es curioso.Víctima de su propio protagonismo, si juega en Múnich es porque manda más que el entrenador y se autoimpone en el once pese a no estar en condiciones. Y si no juega en el Camp Nou es porque se borra por cobarde. Seguro que ni una cosa ni la otra, pero no se puede negar que el Barça no ha sabido ser claro en ese asunto. Como tampoco en la operación de rodilla a la que se sometió Puyol por iniciativa propia, dicen que sin consultar con el cuerpo técnico, molesto porque tampoco se valoraba que jugara con molestias, irritado porque no se contaba con él ante el Milan. Otra cuestión que nadie ha querido aclarar, ni siquiera el propio jugador. Tampoco ayuda Tito Vilanova con su falta de autocrítica tras el 4-0 de la ida, calificado como un accidente. Posiblemente solo fuera una forma de tapar las carencias del equipo en este momento de la temporada, pero sonó fatal.
 
TÍTULO: LA EUROPESADILLA DE LA CLASE MEDIA,.
 

La 'europesadilla' de la clase media

Un Frankestein financiero de miembros inconexos y de movimientos poco dóciles que tarda una barbaridad en responder a las órdenes del ...
 
Un Frankestein financiero de miembros inconexos y de movimientos poco dóciles que tarda una barbaridad en responder a las órdenes del cerebro porque el hemisferio norte dice 'A' y el sur a veces ni dice ni comprende lo que es 'B'. Así queda retratada la Eurozona en 'Europesadilla. Alguien se ha comido a la clase media' (DeBolsillo), el nuevo trabajo de Aleix Saló, que tras intentar dar las claves de la crisis en España con 'Españistán' y 'Simiocracia', trata ahora de revisar la actual situación financiera y social del Viejo Continente con las mismas dosis de humor y acidez que le han caracterizado hasta el momento. «Es una conjunción de elementos muy dispares. Solo hay que ver que están economías tan diferentes como Holanda y Grecia compartiendo las mismas políticas monetarias. Cosas así son las que han creado este monstruo ingobernable», asegura el dibujante catalán.
Entre los muchos aspectos que Saló trata en esta «nueva reflexión satírica» destaca cómo la actual coyuntura económica ha torpedeado especialmente la línea de flotación de la clase media. «Está claro que va a tener que transformarse», responde cuando es preguntado si las clases adquisitivas más templadas tienen el fin marcado o puede hacerse 'la goma' con la fecha de caducidad al igual que Arias Cañete con los yogures. «Cada vez se está reduciendo la masa con esa fortuna y caminamos hacia un escenario mucho más polarizado de ricos y pobres», agrega. Evita señalar culpables concretos. Sin querer «resultar tibio», dice que esto es producto de «los tiempos que corren» en los que «el pastel a repartir es cada vez más pequeño» y «la habilidad de ciertas élites para distribuirlo» hace que no queden «demasiadas porciones a la hora de repartir riqueza».
En total, recoge treinta siglos largos de historia continental arrancando con la construcción de Stonehenge para posteriormente dar entrada a fenicios, egipcios y otras tantas civilizaciones. «Empecé con el reto de describir la UE, pero no podía si no explicaba Europa».
«Y esto tampoco se puede explicar sin explicar el resto del mundo. Y esa relación se fraguó hace años», recuerda. El catalán afirma que este «recorrido un tanto sintetizado» puede servir para entender problemas que afectan a los Veintisiete, un club con un «pifostio» institucional en el que no queda claro ni la cadena de mando.
Su viaje acaba con los rescates a Grecia, Portugal e Irlanda, que tuvieron que recurrir a la ayuda de la Troika para depurar sus más que maltrechas economías, privadas de herramientas propias y efectivas para combatir la tormenta. «Algunos países han vivido dopados con dinero que ha llegado del extranjero. Y ahora hay que devolver la factura que está sin pagar», argumenta.
Una situación que ha permitido la aparición en el Sur de Europa del 'Vampirus Ibéricus', otro de los personajes creados por Saló, que representa a esas «élites extractivas» de Robinson y Acemoglu para las que es imposible deshacerse «de ciertas redes completamente inútiles» y les resulta más sencillo «recortar en educación o sanidad». En este mal sueño ilustrado y caricaturizado por el catalán también habría sitio para los muertos vivientes. «Podrían estar en Chipre pero también en España», afirma. «Los bancos, sin duda, son auténticos 'zombies'», sentencia sobre el rescate a las entidades financieras.
La mala
«Merkel parece la mala de la película porque es la que está actuando con más diligencia y eso da mucha visibilidad», sostiene. «Tiene un plan bastante claro y lo va a llevar hasta las últimas consecuencias para lo bueno y lo malo», agrega sobre la canciller alemana, que «en cosas como ésta», le recuerda a la difunta Margaret Thatcher.
«Alemania ha estado acometiendo estos cambios durante décadas. Ahora no se puede exigir a otros países que las hagan en 2 o 3 años», lamenta sobre la falta de mano izquierda de la germana cuya «rigidez» podría acabar siendo catastrófica. Otra de las cosas que se recuperan en el libro es el debate de la globalización, una palabra que parece enterrada entre tanta prima de riesgo, déficit, ajuste y reforma.
«No hemos resuelto la adaptación a esta realidad. Es como la revolución industrial, imparable», agrega. Un escenario en el que un territorio «acostumbrado al eurocentrismo» tiene que competir en igualdad de condiciones con otros continentes como Asia. «Parece que mientras China ha estado adormecida Occidente ha ocupado ese hueco y ahora parece que lo está recuperando», opina aventurándose también a decir que no cree que el gigante asiático «capitalice la hegemonía financiera» del mañana,.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario