martes, 8 de enero de 2013

CARLOS SE PONE SERIO,./ MUERE EL FOTOGRAFO QUE HIZO DE LA AVENTURA UN ARTE,.

TÍTULO: CARLOS SE PONE SERIO:
  -foto--El príncipe advierte del enredo legal que traerá el bebé de Kate. Pone reparos al cambio de leyes que permitirá a la mujer el acceso directo al .

El príncipe advierte del enredo legal que traerá el bebé de Kate. Pone reparos al cambio de leyes que permitirá a la mujer el acceso directo al trono,.

 

El príncipe de Gales siente más responsabilidad por las cuestiones ecológicas que siempre le han ocupado -el cambio climático, la agricultura orgánica, la homeopatía...- desde que sabe que será abuelo. No quiere dejar a su nieto «un mundo disfuncional», ha afirmado en una entrevista. Pero ha alertado también, aunque de forma más discreta, del enredo constitucional que trae el bebé.
Un día después de que se anunciase el embarazo de Catalina, el Gobierno reveló que ha logrado el visto bueno de los quince países de la Commonwealth que tienen a la monarquía británica como jefatura de sus estados para cambiar la ley de sucesión, de tal modo que el primogénito, sea niño o niña, herede la corona y también para que no se le prohíba contraer matrimonio con una persona católica.
Han pasado los días sin que ninguna voz airee desacuerdo alguno ante lo que parece un cambio acorde con los tiempos. Pero ayer, un periodista del 'Daily Mail', Simon Heffer, publicó un largo artículo en el que hace saber que «amigos del príncipe» le han dicho que ni el heredero ni la reina fueron consultados sobre los cambios y que Carlos, que no se opone en principio a ellos, ha comprobado que los funcionarios que redactaron el proyecto de ley ignoraban sus consecuencias.
La Iglesia de Inglaterra nació en 1531 de la disputa del rey Enrique VIII con el papa Clemente VII, que se negó a anular su matrimonio con Catalina de Aragón. El monarca fundó la Iglesia anglicana, con una combinación de creencias y ritos protestantes y católicos. Pero en 1701 el Parlamento dictó la prohibición de que reinasen católicos o de que los reyes contrajesen matrimonio con católicos en medio de una gran batalla política con ramificaciones europeas.
La Iglesia de Inglaterra es la oficial, pero no lo es de Reino Unido, porque en Escocia, Gales e Irlanda del Norte la ley es distinta. Para complicar un poco más la cosa, el regente es Supremo Gobernador de la Iglesia de Inglaterra. Entre sus funciones se incluye la de ratificar el nombramiento de obispos, que son aprobados también por el primer ministro, a propuesta de una comisión eclesial.
Carlos advierte que la ley Canónica, que es la que gobierna la Iglesia Católica, dice, en su capítulo 6 (De los Matrimonios Mixtos), del título 7, que regula el matrimonio, que solo se levanta la prohibición a los católicos de casarse con alguien de una iglesia protestante si la «parte católica declara que está dispuesta a evitar cualquier peligro de apartarse de la fe y promete sinceramente que hará cuanto le sea posible para que toda la prole se bautice y se eduque en la Iglesia católica».
Títulos y pleitos
Eso significa que, si el nieto de Carlos contrae matrimonio con una persona católica, habría que cambiar todas las reglas de la oficialidad de la Iglesia de Inglaterra, o bien aceptar que un rey católico nombre a los arzobispos y obispos anglicanos, de los que sería además su más elevada figura, o bien pensar en la posibilidad de que sus biznietos sean católicos y se les prohíba reinar, como ocurre ahora. El alto funcionario que redactó el proyecto de ley dijo a Carlos, según «los amigos del príncipe» citados por el Daily Mail, que habría que resolver tal enredo negociando con el Vaticano.
También la eliminación de la preferencia de los varones en la sucesión traerá problemas legales. Hasta ahora, una heredera no recibía el título de princesa de Gales, reservado para las esposas de los herederos varones, como lo fue Diana y como tendría que ser Camila, si el sentimiento de respeto hacia la memoria de la fallecida no se lo hubiera desaconsejado. La reina Isabel II fue duquesa de Edimburgo antes de ser coronada.
Los herederos varones son príncipes de Gales y duques de Cornualles. Si se cambia la preferencia como dice el proyecto de ley, creará un precedente que permitirá querellas de mujeres apartadas en la herencia de títulos. Es algo que ya ha causado múltiples pleitos en la aristocracia española, tras la ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios de 2006.
 
TÍTULO:  MUERE EL FOTOGRAFO QUE HIZO DE LA AVENTURA UN ARTE,.

Nació Enrique Meneses, en 1929, la misma semana que se produjo la quiebra financiera de Wall Street. Siendo sus padres periodistas, ...
 
Nació Enrique Meneses, en 1929, la misma semana que se produjo la quiebra financiera de Wall Street. Siendo sus padres periodistas, su vocación estaba encauzada. Leyenda del periodismo, la fotografía perdió ayer a uno de sus mejores profesionales. Cubrió todos los grandes hitos del siglo XX. Sus reportajes sobre Fidel Castro y el Che Guevara en Sierra Maestra dieron la vuelta al mundo, si bien sus retratos de Martin Luther King o el asesinato de Kennedy, sus trabajos sobre la guerra del Canal de Suez, de Rodesia, la independencia de Bangladesh o el asedio de Sarajevo no desmerecen en absoluto y forman parte de su mejor legado.
Había superado dos cánceres y estaba permanente conectado al oxígeno por la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que padecía, lo que no le impidió vivir a sus 83 años con espíritu vitalista y jovial. Su salud quebradiza no pudo aguantar más y murió ayer en el Hospital la Paz de Madrid.
Como dice su buen amigo Javier Fernández Barrera, estuvo bregando hasta el final y en sus más de sesenta años de profesión se jactaba de no haber ido a nunca a una rueda de prensa. Su ética profesional se resumía en el lema de «ser débil con el débil y fuerte con el fuerte». Meneses siempre fue por libre, un 'freelance' eterno, y eso que trabajó para el 'Paris Match', 'Life' y en 1976 dirigió la edición española de 'Playboy'. Periodismo y aventura eran para él la misma cosa.
Vietnam es uno de los pocos conflictos que Meneses no vivió por la mirilla. Estuvo ausente de esa guerra porque entonces su esposa luchaba contra un cáncer que la llevó a la muerte.
Jamás utilizó el trípode ni el flash. Cuando había poca luz, aguantaba la respiración, abría las piernas para utilizarlas como trípode y apretaba los codos contra el cuerpo. Así, con un minuto de exposición, inmortalizó a Fidel Castro en Sierra Maestra a la luz de una vela. Los negativos de la revolución cubana puso sacarlos ocultos en los pliegues de las enaguas de una muchacha y su publicación le costó la expulsión del país.
Su padre fue un 'bon vivant', un hombre que heredó una fortuna y la dilapidó en el Hotel Ritz. La Guerra Civil sorprendió a los Meneses en Biarritz. Como su progenitor había sido gobernador civil de Segovia con la República, su familia se exilió y montó en París la agencia Prensa Mundial para ganarse la vida. En la capital del Sena fue testigo de la ocupación nazi y vivió muy de cerca las fatigas del periodismo. No en vano, la sede de la agencia era la vivienda familiar.
Sangre y tinta
Su progenitor Enrique Meneses Puertas, había planeado que su vástago fuera diplomático, razón por la cual el joven estudió Derecho, una carrera que terminó con desidia y hacia la que nunca mostró el menor interés. Como «en lugar de sangre tenía tinta de imprenta», ingresó en 1952 en la Escuela Oficial de Periodismo.
Con un reportaje dedicado a la muerte del torero Manolete consiguió abrirse paso en el mundillo. Pronto se dio cuenta de los reportajes escritos estaban muy mal pagados, mientras que el lenguaje de la fotografía era universal. No por eso dejó de escribir. A su máquina de escribir Olivetti la llamaba Adelita, en homenaje a una prostituta que frecuentaba en sus años mozos en Salamanca.
Como reportero de guerra, tenía tres premisas claras que siempre cumplía a rajatabla: no correr, porque si uno se mueve se convierte en un blanco fácil; no mimetizarse con ninguno de los dos bandos y jamás portar armas. En Sierra Maestra Raúl Castro le ofreció un rifle y él le dijo que lo suyo era disparar con la cámara. Para cubrir la guerra del Canal de Suez, se plantó en El Cairo, paró un taxi y le dijo al conductor: «Lléveme a la guerra».
Pese a su magisterio, Enrique Meneses es conocido gracias a una generación de periodistas que hoy tiene cuarenta años. Sabía hacer de todo. Escribía sus crónicas, editaba sus películas y si era necesario hacía de locutor para la radio. Por eso cuando irrumpió la revolución digital, no le pilló desprevenido. Bloguero consumado, ubicaba sus fotos en baja resolución en Twitter.

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