TÍTULO: ENRÉDATE 72 AÑOS NO SON NADA:
“No siento ninguna necesidad de alimentos y agua”, afirma Prahlad Jani de 83 años de edad, un indio asceta que vive en una cueva cerca al templo de Amba en el estado de Gujarat. Jani afirma que no ha comido ni bebido nada durante los últimos 72 años. A la edad de siete años, salió de su casa en busca de desarrollo espiritual. Jani dice que a la edad de once años fue bendecido por una diosa, que le otorgó un sustento de néctar que se filtró a través de un agujero en su paladar, quitándole la necesidad de orina o heces desde entonces.
“Tengo el elixir de la vida desde el agujero en el paladar, lo que me permite vivir sin comida ni agua”, dijo Jani.
Casi a diario Jani entra en un estado de Samadhi, caracterizada por extrema felicidad, luz en su interior y la enorme fuerza del cosmos. Jani afirma que nunca ha tenido problemas médicos. Además dijo que no habló durante un período de 45 años.
La investigación en 2003
2. El Sr. Jani no ha orinado durante estos 10 días.
3. No ha tomado nada por la boca o por cualquier otra vía en los 10 días.
4. Todos sus parámetros permanecieron dentro del rango normal determinado por el comité.
5. Se ha demostrado la evidencia de formación de orina, lo que parece ser reabsorbido por su pared de la vejiga. Sin embargo, en la actualidad el comité no tiene ninguna explicación científica para el fenómeno, siendo esta investigada por científicos de alto nivel y personal médico cualificado del país.
El informe concluía:
“Estamos sorprendidos de cómo ha sobrevivido a pesar de todo, sin orinar durante 10 días y permanecer en tan buena forma física en general. Carece de toda explicación científica de como ha podido sobrevivir sin sustento de alimentos, ni bebidas, ni orina y sin excreción de heces durante varios años.”
La investigación del 2010
Del 22 de abril hasta el 6 de mayo de 2010, Prahlad Jani volvió a ser investigado por el Dr. Sudhir V. Shah y un equipo de 35 investigadores de la India del Instituto de Defensa de Fisiología y Ciencias Afines (Dipas), así como otras organizaciones. Le realizaron pruebas muy parecidas a la investigación realidad en 2003. Después de quince días de observación sin comer, ni beber o ir al baño, declararon que Jani tenía mejor salud que alguien con la mitad de años que él.
“Tengo el elixir de la vida desde el agujero en el paladar, lo que me permite vivir sin comida ni agua”, dijo Jani.
Casi a diario Jani entra en un estado de Samadhi, caracterizada por extrema felicidad, luz en su interior y la enorme fuerza del cosmos. Jani afirma que nunca ha tenido problemas médicos. Además dijo que no habló durante un período de 45 años.
La investigación en 2003
En noviembre de 2003, después de más de un año de intentos para persuadir a Prahlad Jani para participar en un estudio de investigación científica, al final accedió. Un equipo de investigación médica de 21 especialistas, dirigidos por el Dr. Sudhir V. Sha., realizaron a Prahlad Jani una observación de 24 horas durante diez días en el hospital Sterling, en Ahmedabad. La investigación incluía pruebas cardiológicas, neurología, urología, gastroenterología, oftalmología, función renal, función pulmonar, análisis de otorrinolaringología, psiquiatría, medicina general y otras especialidades. A la conclusión de sus investigaciones intensivas médicas del equipo el resultado fue mucho más misterioso e inexplicable. Prahlad Jani se mantuvo inicialmente en la UCI durante las primeras 24 horas. Durante los siguientes nueve días se le mantuvo en una sala especialmente preparada con un inodoro acordonado y una puerta de cristal. La habitación estaba equipada con cámaras de vigilancia para monitorear continuamente a Prahlad Jani. Además, el personal fue asignado a permanecer en la misma habitación que Prahlad Jani durante todo el día para asegurarse de que no comiera, ni bebiera y observaran la orina o las heces. Para asegurar que no bebiera agua, Prahlad Jani no se baño en la investigación médica. Lo único que se le permitió fue una pequeña cantidad de agua para usar como enjuague bucal, para luego escupir el agua en un vaso para comprobar que era la medida inicial dada. Otros de los misterios fue al realizarle la ecografía hecha a la vejiga de Jani dos veces al día, indicó que no había acumulación de orina.
Al final de los diez días de observación, que Prahlad Jani no había tomado alimento o bebido líquidos. (Una persona normal no puede sobrevivir sin agua durante más de tres días.) El equipo concluyó que la salud de Jani no se había deteriorado durante el tiempo de la investigación. El Dr. Dinesh Desai, gerente del hospital, afirmó que Prahlad Jani es capaz de sobrevivir sin alimentos o líquidos siendo un misterio inexplicable para la ciencia.
El siguiente extracto forma parte del informe final realizado por el equipo de investigación:
1. El protocolo se ha respetado estrictamente.2. El Sr. Jani no ha orinado durante estos 10 días.
3. No ha tomado nada por la boca o por cualquier otra vía en los 10 días.
4. Todos sus parámetros permanecieron dentro del rango normal determinado por el comité.
5. Se ha demostrado la evidencia de formación de orina, lo que parece ser reabsorbido por su pared de la vejiga. Sin embargo, en la actualidad el comité no tiene ninguna explicación científica para el fenómeno, siendo esta investigada por científicos de alto nivel y personal médico cualificado del país.
El informe concluía:
“Estamos sorprendidos de cómo ha sobrevivido a pesar de todo, sin orinar durante 10 días y permanecer en tan buena forma física en general. Carece de toda explicación científica de como ha podido sobrevivir sin sustento de alimentos, ni bebidas, ni orina y sin excreción de heces durante varios años.”
La investigación del 2010
Del 22 de abril hasta el 6 de mayo de 2010, Prahlad Jani volvió a ser investigado por el Dr. Sudhir V. Shah y un equipo de 35 investigadores de la India del Instituto de Defensa de Fisiología y Ciencias Afines (Dipas), así como otras organizaciones. Le realizaron pruebas muy parecidas a la investigación realidad en 2003. Después de quince días de observación sin comer, ni beber o ir al baño, declararon que Jani tenía mejor salud que alguien con la mitad de años que él.
TÍTULO:CADA ENCUENTRO ES UN REGALO,.
Hace algún tiempo vino a verme una persona que llevaba una vida agitada. Poco antes de irse, inmersa en su vorágine de compromisos ineludibles, me dijo con un asombro no disimulado: “Es que usted vive aquí al margen del tiempo, como en el siglo XIX. Toma el té, conversa, se da un paseo. ¡Es increíble que sea capaz de vivir aún como en una novela rusa!”. En los siguientes días tuve la oportunidad de reflexionar sobre su observación. En un mundo en el que “el tiempo de las obligaciones” devora como un dios malvado el tiempo de los hombres, nos parecen extravagantes las situaciones en que esto no ocurre. Residir en el campo en lugar de en la ciudad, como hago yo, favorece en gran medida esta posibilidad (otros ritmos, otras relaciones, otros espacios), pero en el origen hay siempre una elección: la que antepone, por encima de cualquier otra cosa, lo humano. Esa veta humana que nos lleva a relacionarnos con los demás, que se pone de manifiesto en el encuentro verdadero con el otro, en saberlo mirar y escuchar, sin distracción alguna.
Cada encuentro es un regalo y un tesoro, pero es necesario ser conscientes de ello para comprenderlo. En los encuentros se esconde una gran magia secreta que nos impulsa a vivir el día a día con pasión. De hecho, cada mañana podemos abrir del todo esta enorme ventana que es nuestra vida y preguntarnos: “¿Con quién me encontraré hoy?”. Por desgracia, la sociedad contemporánea parece más bien inmune a esta magia. La mayor parte de las relaciones discurren ya por vía electrónica y, en este discurrir, muy a menudo se desvisten de los ropajes de su misma humanidad.
Poder hablar con un amigo que anda lejos gracias al correo electrónico o a Skype es un hermoso regalo que nos ofrece la tecnología, no como esa esclavitud de los móviles que trinan en cualquier momento del día. Hoy es imposible, de hecho, cambiar unas palabras con otro ser humano montados en un autobús, en un bar o en un tren, porque, a pesar de estar físicamente cerca, en realidad estamos lejos: el que manda mensajes compulsivamente, el que anda absorto en un videojuego, aquel otro trastornado por la música a toda máquina que le penetra por los auriculares... Tantas tremendas soledades que se rozan sin verse, una junto a la otra.
No se trata de moralismo, sino de saber leer la realidad que nos rodea. Una realidad que nos dice que, para la mayoría de nosotros, la vida se ha transformado en un lugar ajeno: nuestro cuerpo está en un sitio mientras que la mente (y, por tanto, las emociones, los pensamientos, los sentimientos) se encuentran en otro. De esta forma, el reto consiste en volver a estar totalmente presentes en el mismo momento y lugar. Presentes con el cuerpo, con la mente y con el corazón, para volver único y real cada uno de nuestros encuentros.
P. D.: Esta vida eternamente conectada esconde una trampa: la que nos hace vivir siempre en otro lugar. Nuestro cuerpo está en un sitio y la atención en otro. Y los encuentros, mientras estamos de continuo distraídos, corren el riesgo de perder la magia de lo que es único, haciéndonos sentir aún más solos.
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