domingo, 20 de enero de 2013

QUIERA IRME DE ESTA VIDA CON UN ORGASMO PEDRO RUIZ SHOWMAN,/ SOLE SOLO HAY UNA,.

TÍTULO: QUIERA IRME DE ESTA VIDA CON UN ORGASMO PEDRO RUIZ SHOWMAN,.

Pedro Ruiz ( foto).
 
Poco amigo de saraos, soltero y sin compromiso, sin hijos por deseo propio («razón por la que han acabado todas mis parejas»). Pedro Ruiz ,.
Poco amigo de saraos, soltero y sin compromiso, sin hijos por deseo propio («razón por la que han acabado todas mis parejas»). Pedro Ruiz, a sus 65, está en plena forma. Juega al fútbol, se baña en piscinas heladas... Pero le ha dado por hablar de la muerte. Representa en su ciudad, Barcelona, 'No estoy muerto, estoy en el Apolo' y publica 'Testamento'.
- Le noto un poco obsesionado con la de la guadaña.
- Qué va. Eso ha formado parte natural de mi vida. La muerte nos libera. Después de ella no hay que dar explicaciones.
- Afirma en su libro que sus órganos no presentan deterioro, incluido el pene. ¿Era necesaria esta aclaración?
- Lo he escrito para que me lo pregunte usted, je, je...
- Mire que le van a decir eso de: 'Dime de qué presumes...'
- Ya, pero como no voy a enseñar de lo que carezco...
- Ha tenido éxito con las mujeres. Algo tendrá.
- En público no me acuerdo de mi pasado sentimental.
- Está en las hemerotecas.
- Como dice un amigo argentino: «Yo no leo periódicos, me miento solo». Cada vez que hablan de mí en ese tipo de programas me doy por eludido, con 'e'.
- Pero planea contarlo todo en un programa póstumo.
- Será un gran show. Se va a llamar 'En muerto y en directo'.
- ¿Le tiene miedo a la muerte?
- Nada. Lo peor que me podía haber pasado en la vida ya me pasó. Fue la muerte de mi madre.
- Derecha e izquierda se distancian. ¿De qué lado ha caído?
- Del lado de la abstención. No he votado nunca. No me votaría ni a mí. Pero no creyendo en ninguno de ellos, con mis impuestos les pago la tienda a todos.
- ¿Cuál le gustaría que fuera su última palabra?
- Un suspiro, un jadeo, un orgasmo, una larga hache aspirada.
- ¿De qué le aburre hablar a estas alturas?
- De mí. Me tengo ya muy sabido.
- Pues según Jordi Évole es usted el hombre que más tiempo ha dedicado a sí mismo. Un egocéntrico, vamos.
- Egocéntrico no me parece peyorativo. Una cosa es egocéntrico y otra, egoísta. El sistema no deja fisuras para hombres estrafalarios o libertarios como yo.
- ¿Marginado de la pomada?
- Absolutamente marginado, porque no chupo culos, ni doy masajes. Y llevo 25 años diciendo que esto iba a pasar.
- ¿Vaticinó la crisis?
- No como un vidente, pero sí hablé de esta crisis ética. España lleva 25 años de corrupción irresistible en la que los peores de la clase nos están dando clase.
- ¿Cuál es su peor virtud?
- Tengo una voluntad enfermiza. A veces me digo: ¿Qué quieres demostrar? En el fondo es una vanidad mal traducida.
- Ya sabe lo que le pregunta Woody Allen a la muerte con su guadaña: '¿Hay chicas?'
- Si hay chicas aparecerán solas. El gran Woody Allen... Yo cada día voy al cine. Es genial porque durante dos horas los problemas los tienen otros. Pero de 'Los Miserables' me salí a los quince minutos. No me gustan los musicales.
- ¿Y por qué fue?
- Por entrar. De la de Bin Laden también me salí. Me ha gustado 'Las sesiones'. Y 'Blancanieves' la he visto tres veces.
- Cuando Curro daba una espantá, los muy curristas decían: 'Qué bien se sabe de ir...' ¿A usted cómo le gustaría 'de irse'?
- Flojito. Y si es preciso, con eutanasia.
 
TÍTULO: SOLE SOLO HAY UNA,.
 
Cómo nos gustaba ver a Sole repartiendo collejas! Porque... ¿se acuerdan de Sole, verdad? Más que nada porque no ha habido otra en ,.
Cómo nos gustaba ver a Sole repartiendo collejas! Porque... ¿se acuerdan de Sole, verdad? Más que nada porque no ha habido otra en televisión. Bueno sí, una más, pero tuvo un papel tan pequeñito en 'Aída' que nadie lo recuerda. Sole será para siempre Amparo Baró, la protagonista de 'Siete vidas', la serie que inventó la 'sitcom' española. Cuentan los guionistas de aquella ficción que el nombre no tiene misterio ni historia. Fue un capricho, como ocurre la mayoría de las veces.
«Para los personajes de las series se buscan nombres que suenen bien, que sean acordes con el físico del actor, que no haya cacofonías. Por ejemplo, si uno se llama Jaime, a otro no le vamos a poner Javier porque se pueden confundir...», explica Antonio Sánchez, director de 'Fenómenos', la serie de Antena 3 para los martes, que tiene como escenario una emisora de radio.
Ellos eligieron un par de nombres fuera de lo común. A Luis Fernández, que hace el papel de técnico de sonido, le llamaron Willy, igual que el personaje de Joel Joan en 'Periodistas' años atrás. «Dudamos porque se trataba de una redacción también, pero 'Periodistas' se emitió hace muchos años y pensamos que la gente no lo iba a recordar». Probablemente tienen razón. ¿Y eso de que la encargada de la sección de tarot (Pepa Charro) se llame Anaís? «Inicialmente era un papel pensado para una actriz sudamericana, por eso buscamos algo un poco exótico, aunque al final se quedó el nombre pero cambiamos el perfil del personaje», cuentan sus responsables.
Los nombres de los personajes de ficción se escogen antes de empezar a escribir la 'biblia' de la serie, el documento en el que se detalla cómo serán desde los decorados a la personalidad de los protagonistas. «El nombre ayuda a reforzar el perfil. Por ejemplo, el hijo de Aída se llama Jonathan porque creímos que debía sonar un poco macarra, con un punto más actual y moderno», explica Julián Sastre, productor ejecutivo de la serie de Telecinco. Y algo parecido hay detrás de Lore. «Es un nombre muy poligonero, de barrio, y era lo que queríamos marcar de este papel, que fuera la nueva Belén Esteban».
En ocasiones se trata de guiños a amigos y familiares, «pequeños homenajes a la novia, a un amigo o una tía muy fan de la serie, porque son ellos quienes sufren nuestra ausencia». Es el caso de Mercedes, la protagonista de 'Cuéntame cómo pasó'. Se llama así en honor a la madre de Miguel Ángel Bernardeau, productor ejecutivo de la ficción y marido en la vida real de Ana Duato, la actriz que da vida a Mercedes. Lo de Antonio Alcántara no tiene historia. «Lo decidió un guionista y nunca me gustó demasiado. Me sigue sonando raro», reconoce hoy Bernardeau, después de 12 años en antena.
Otras veces el nombre se elige casi a la ligera, porque se trata de un personaje secundario o que saldrá solo en unos capítulos. Pero ojo, que a veces se ganan el derecho a ser protagonistas. Ocurrió así con el personaje de Gonzalo de Castro, en 'Siete vidas'. Él no es actor, trabajaba realmente de ayudante de dirección. «Un día necesitábamos a alguien y le pusimos a él a hacer el papel de camarero en el bar. Le preguntamos cómo quería que le llamásemos y él dijo: 'Pues Gonzalo, ¿cómo si no?'», recuerda uno de sus guionistas. Y luego acabó siendo protagonista. Y un actor con proyección.
¿Se acuerdan del frutero? Al pobre Santi Rodríguez no le buscaron ni identidad, pensando en prescindir de él en unos pocos capítulos. Y se quedó, sin nombre, pero con papel.
La novia de Carlos Moyá
¿Y los motes? Mecos, Bim Bam Bum, Baraja.... El que ha traspasado la pantalla es Machupichu, el camarero latinoamericano de 'Aída'. «Su actor, Óscar Reyes, empezó sin frase. Como Mauricio era un misógino y un homófobo pensamos en cómo se dirigiría a sus empleados de forma ofensiva. Y se nos ocurrió Machupichu». Luego le dieron frase y así hasta hoy... Y por mucho tiempo.
Otras veces, los nombres son auténticos jeroglíficos para los espectadores, pequeños retos. Como aquel capítulo de 'Hospital Central' en el que los guionistas decidieron que los pacientes llevaran los nombre originales de los actores que les atendían. Así, la enfermera Esther (Fátima Baeza) se ocupaba en ese capítulo de una chica de nombre Fátima, y los médicos Javier (Antonio Zabálburu) y Laura (Diana Palazón) atendían a Antonio y a Diana.
¿Y eso de que a Vero (Carolina Cerezuela) le gustara tanto el tenis? No lo explicaron nunca, pero muchos seguidores de 'Hospital Central' lo entendieron como una alusión a su relación con el tenista Carlos Moyá.

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