El humorista -foto--Millán Salcedo visita 'El Hormiguero 3.0',.
Antena 3 emite, en prime time, una nueva edición de El Hormiguero 3.0. El espacio presentado por Pablo Motos y producido por 7 y acción recibe la visita de Millán Salcedo.
El humorista visita El Hormiguero 3.0 para charlar con Pablo Motos
sobre espectáculo 'De verden cuando', que está representando en el
Teatro La Latina de Madrid. Un show en el que junto al pianista Marcos
Cruz mezcla el monólogo, la música, el collage y los míticos números de
la época del dúo cómico Martes y 13. Millán ya ha llevado su espectáculo
(que está basado en su anterior obra, 'Yo me subí a un piano verde')
por varias ciudades, como Zaragoza, Bilbao o Barcelona, y se podrá ver
en Madrid hasta el próximo 3 de febrero.TÍTULO: EL HORMIGUERO JULIO ALBERTO,.UN barcelona inmaculado hace historia
Julio Alberto Moreno Casas (n. Candás (Principado de Asturias); 7 de octubre de 1958), futbolista asturiano. Se formó como futbolista en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, club con el que debutó en primera división en el año 1977, de la mano del entonces técnico madrileño Luis Aragonés.
Jugó cuatro temporadas en el Atlético de Madrid, entre la 1977/78 hasta la 1981/82. Durante sus años colchoneros no pudo ganar ningún título, pero destacó a nivel individual como uno de los laterales izquierdos más rápidos de España.
Julio Alberto siempre destacó por su rapidez, que le permitía hacer peligrosas incursiones ofensivas por la banda, y sobre todo, por la garra y la furia con la que siempre jugaba. Era un auténtico trabajador, un luchador que no paraba de correr en los noventa minutos.
En verano de 1982 fichó por el FC Barcelona, al que llegó junto a su compañero del Atlético, e íntimo amigo Marcos Alonso. En el FC Barcelona alcanzaría su madurez profesional y todos los títulos de su carrera. En sus primeras dos temporadas coincidió con jugadores de la talla de Diego Armando Maradona, Bernd Schuster, Francisco José Carrasco o Víctor Muñoz. No pudieron conseguir la Liga, pero sí la Copa de la Liga de 1982, la Copa del Rey de 1983 y la Supercopa de España de 1984.
En la temporada 1984/85, ya sin Maradona en el equipo, y con Terry Venables como entrenador, conquistó su primera Liga como profesional. A esa Liga le seguirían nuevos títulos, tanto nacionales como internacionales.
El único título que se le escapó a Julio Alberto fue la Copa de Europa, a pesar de que la tuvo muy cerca.
Jugó la final de Sevilla, el 7 de mayo de 1986, en que el FC Barcelona se enfrentó al conjunto rumano del Steaua de Bucarest. Julio Alberto, que jugó los noventa minutos de aquella final, vivió el día más amargo de su carrera deportiva al ver como al Barcelona se le escapaba el título en una fatídica tanda de penales. El partido, pese a ser dominado por el conjunto catalán durante los 120 minutos (prórroga incluida) y tener claras ocasiones de gol (2 palos incluidos), acabó con empate a cero. En la tanda de penales vio como el portero rumano Duckadam paraba los cuatro lanzamientos de sus compañeros Alexanko, Pedraza, Marcos y Pichi Alonso. Pese a que el azulgrana Urruti había parado los dos primeros penaltis lanzados por los rumanos, el título voló a Bucarest.
Julio Alberto no sólo había realizado un excelente partido en aquella final, sino también a lo largo de toda la competición. Uno de las imágenes más recordadas de su carrera es el gol que le marcó a la Juventus de Turín en el Camp Nou, de fuerte chut desde fuera del área, en el partido de ida de los cuartos de final. Aquel gol fue el del triunfo del Barcelona, que venció 1-0, y a la postre el que significaría la clasificación para semifinales.
Julio Alberto siempre anheló ganar la Copa de Europa, pero la mala suerte se volvió a cruzar en su camino. En 1991 decidió abandonar el FC Barcelona y retirarse del fútbol. La temporada siguiente, el 20 de mayo de 1992, el Barcelona ganó la Copa de Europa.
TÍTULO: UN barcelona inmaculado hace historia:
Messi lidera la victoria de un equipo que despliega su mejor fútbol para derrotar a un voluntarioso Málaga,.
MÁLAGA 1
BARCELONA 3
MÁLAGA | 1 |
BARCELONA | 3 |
El Barça cerró ayer en La Rosaleda una primera vuelta de
ensueño. Medio campeonato casi perfecto, en el que no ha conocido la
derrota, sólo ha cedido un empate (ante el Madrid en el Camp Nou) y ha
cosechado la friolera de 18 victorias de 19 partidos disputados.
Cincuenta y cinco puntos de 57, récord histórico de anotación en el
ecuador de la liga para un Barça que por momentos ha rozado el diez en
su juego.
Ese es el número mágico, el que además luce Messi,
protagonista absoluto de esta primera vuelta, con 28 goles, anotando en
las últimas nueva jornadas de forma consecutiva y, aunque parezca
mentira, superando los registros del año pasado, cuando cerró la liga
con 50 dianas, la mayor barbaridad en 85 años de Liga española y que
parecía que pasarían lustros hasta que alguien osara acercarse. Messi ha
sido el líder de la primera vuelta y el de Rosario volvió a comandar a
su equipo en La Rosaleda: hizo un gol, de pillo; dio el segundo, con un
pase imposible a Cesc, y se asoció con Thiago en el tercero para que
marcara el hispano brasileño.
Exhibición azulgrana
El Barça, ante el quinto clasificado de la Liga, un
equipo de 'Champions', que fue capaz de derrotar al Madrid y al Milan,
ofreció su mejor imagen, la de un líder muy sólido, muy consistente y
que está muy convencido de sus fuerzas. Los hombres de Tito Vilanova
dieron toda una exhibición de toques, combinaciones, paredes,
triangulaciones y apoyos. Fútbol control, casi de videoconsola, que
neutralizó a un Málaga que presionó muy arriba desde el pitido inicial
pero que tuvo que hincar la rodilla ante la superioridad mostrada por
los barcelonistas. No sin antes, eso sí, permitir que se viera un gran
partido, un choque de altos vuelos entre dos grandes escuadras.
Fluidez
Se encontraban, en esta ocasión, el pichichi y el zamora.
El que se llevó el gato al agua fue el más artillero, Messi, que no
tuvo piedad con dos camaradas de la selección albiceleste, Demichelis y
Willy Caballero, a los que buscó las cosquillas por tierra, mar y aire.
Junto al rosarino, Iniesta, Busquets y Xavi volvieron a sentar cátedra
en el centro del campo. De la misma manera que Isco, Toulalan o Joaquín
dieron muestras de su calidad.
Y es que el Barça se encontró con un buen Málaga en la
primera parte, con el esperado equipo andaluz que viene a ser una
versión algo más modesta del cuadro catalán. Ambos presionan muy arriba
la salida del balón del contrario y ambos acumulan muchos hombres en el
centro del campo capaces de destapar el frasco de las esencias. Los dos
equipos se verán las caras tres veces en 10 días: en liga y en la ida y
vuelta de Copa.
De momento, el Barça ha dado primero. Al equipo se le
nota en forma y se siente a gusto, y contra los andaluces demostró una
vez más que tiene mucha efectividad. Messi hizo el primero en el 26,
aprovechando una mala cesión de Camacho. A raíz del gol del argentino,
el Málaga disfrutó de sus mejores minutos. Pero en el 50, tras un gran
pase de Messi, Cesc puso el 0-2 en el electrónico y el partido se
decantó para los azulgrana. El 0-3 de Thiago y el 1-3 de Buonanote ya
fueron en los últimos instantes cuando ambos técnicos pensaban ya en la
Copa.
Tito Vilanova ha dado con la tecla del equipo. En defensa
es donde hay más cambios. Un día entra Puyol, otro Mascherano; Adriano
descansa o lo hace Alba o el mismo Alves.
Pero de centro de campo para arriba parece haber hallado
el seis que le gusta: la medular y la delantera con la que se jugará los
cuartos cuando a partir de marzo empiecen los choques de alta enjundia.
Sergio Busquets y Xavi llevan la manija, Iniesta y Messi aportan la
magia, Cesc da verticalidad y ofrece alternativas y cambios en las
posiciones y Pedro da profundidad, desborde y gol.
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