TÍTULO: Dakota Fanning. "Nunca me he sentido una niña prodigio"

A sus 18 años, es una estudiante más de la prestigiosa Universidad de Nueva York, que compagina con su faceta de estrella de Hollywood,.Dakota Fanning foto es la rubia con sus amigas, etc,.

No cabe duda que, a pesar de su corta edad, la intérprete estadounidense es una de las actrices del momento en Hollywood. La hemos visto crecer a través de la gran pantalla y es que Dakota Fanning se ha pasado más de la mitad de su vida actuando despuntando en todos sus trabajos desde su más tierna infancia.

Fanning se dió a conocer en 2001 protagonizando junto a Sean Peen el largometraje 'Yo soy Sam' y, desde entonces, ha encadenado un proyecto tras otro, cosechando éxitos rotundos. Ahora, a sus 18 años, es una estudiante más de la prestigiosa Universidad de Nueva York que compagina con su faceta de estrella de Hollywood.

Sin embargo, Fanning, a la que hemos podido volver a ver como malvada vampira en la todopoderosa saga 'Crepúsculo', nunca se ha sentido una niña prodigio, tal y como ella misma ha admitido en una entrevista concedida a la revista británica 'Wonderland' de la que es portada en su edición del mes de abril.

"Realmente, nunca me he sentido como una niña prodigio. Ese nombre siempre me ha hecho sentir extraña. Simplemente, siempre me he sentido como una actriz de 6 años, una niña a la que le había tocado actuar. Pero cuando cumples 18 te das cuenta de que puedes hacer muchas más cosas y muchos más papeles", ha asegurado Fanning en el texto que acompaña al magnífico reportaje fotográfico publicado por 'Wonderland'.

Al igual que su compañera de reparto en la saga vampírica, Kristen Stewart, con la que también coincidió en 'The Runaways', Dakota es muy celosa de su vida privada por lo que odia las redes sociales.

"No necesito que las personas sepan donde estoy qué estoy haciendo. No tengo ni Facebook ni Twitter y nunca lo tendré. ¡Hay montones de impostores! Hay demasiadas Dakota Fannings en Twitter para todos nosotros", afirma la venerada y joven actriz.

TÍTULO: EL TEMPLO DEL JAZZ SE TRASLADA,.

Las luces del Lenox Lounge en Harlem (Nueva York), el club de jazz que abrió sus puertas en 1939 y por donde desfilaron Billie Holiday y Miles Davis entre otros, se apagaron a las cuatro de la madrugada del día de Año Nuevo, en plena fiesta de Nochevieja. Hoy solo quedan las sombras de las letras que iluminaban la calle cuando caía la noche, el rumor de la música y muchas historias de la América negra. El 288 de la avenida Lenox fue punto de referencia para Frank Sinatra y John Coltrane. Sus paredes han sido testigos de momentos cargados de significado para los afroamericanos, como la entrevista de Alex Haley a Malcolm X para su biografía. Desde este templo, el novelista Langston Hughes, conocido como el poeta del renacimiento de Harlem, narra la historia del jazz.

El cierre de este local puso el punto final a una larga disputa por el alquiler entre el dueño, Ricky Edmonds, y su inquilino y propietario del negocio, Alvin Reed. Más de 15.000 euros al mes -el doble de lo que pagaba antes- estaban detrás del desencuentro y del cierre del mítico bar. Sin embargo, parece que será solo un punto y aparte en la historia del Lenox Lounge, un icono de estilo Art Decó que sirvió de trampolín a jóvenes talentos y que se ha consolidado como una pieza de museo de la música negra en Nueva York. Reed, que compró el negocio a Dominic Greco en 1988 por 85.000 dólares, anunció en Nochevieja que el show continuará a dos manzanas, donde intentará llevar el espíritu del viejo bar y la música que le hizo famoso. «'¡Larga vida al Lenox Lounge!', coreaban los clientes, a la vez que brindaban y hacíamos fotos de la fiesta», recuerda emocionado el dueño de la marca.

A sus 73 años, este vecino de Harlem quiere seguir construyendo y contando la historia de su barrio, que nada tiene que ver con el que conoció en los 80 cuando tomó las riendas del negocio: «He puesto mi corazón y mi alma en el bar. He sudado lágrimas y he trabajado duro 25 años. Quiero seguir haciéndolo». Reed, que sabe lo que es comenzar desde abajo, lo hará en el 333 de la Avenida Lenox, un local que hasta hace poco albergaba un salón de belleza. El establecimiento está justo enfrente del restaurante Sylvia's, icono culinario del Harlem histórico que convive con la nueva cocina del Red Rooster, inaugurado en 2010. Ahí tiene previsto reabrir las puertas del Lenox Lounge este verano: ahora tendrá dos plantas, aunque el alquiler da opción a incorporar una tercera.

Escenario en el sótano

Las obras de remodelación no han comenzado todavía. Ahora es tiempo de hablar con los arquitectos. «Han pasado unos días desde que desalojamos el otro local», señala Reed, que tiene en mente llevar el escenario al sótano, donde los clubes de jazz lo tenían antiguamente. También está dándole vueltas al destino que le dará a la barra del bar, una de las piezas más valoradas del viejo Lenox, que data de los años 40 y que se ha llevado consigo. «Tenemos que ver si la cortamos, o dónde encaja mejor», apuntaba a este diario. Ante las críticas que ha recibido por haberse llevado parte del equipamiento del local, Reed niega haber provocado daño alguno y matiza que su contrato con Greco incluía todos los activos. El futuro Lenox, confirma Reed, tendrá una nueva sala Zebra, con su particular estampado en las paredes. En la del viejo bar, donde había días que no cabía un alfiler, Billie Holiday tuvo reservada una mesa.

En el despacho de su abogada, Tyreta Foster, las palabras de Reed conjugan emoción, tristeza y amargura. No entiende cómo los nuevos inquilinos, encabezados por Richard Notar -empresario y socio de uno de los restaurantes japoneses más reconocidos del mundo, Nobu, con 22 locales-, no hablaron con él en todo el proceso. «Tengo sentimientos encontrados. No quería llegar a este punto [trasladar el bar], pero no me han dejado elección. No se sentaron a hablar conmigo ni me respetaron como empresario», lamenta Reed. El 288 de la avenida Lenox reabrirá sus puertas esta primavera, según explicó el pasado mes de diciembre Notar. Su objetivo, señaló en el diario New York Times, es «no tocar nada» y mantener la esencia del club de jazz. Ahora bien, se pregunta Reed: «Ellos no pueden usar la marca. ¿Qué van a hacer?». Los nuevos inquilinos aún no se han pronunciado sobre el futuro nombre. Sea cual sea, «habrá una competición saludable entre ambos clubes», señala Reed, que recuerda cómo hace varias décadas Harlem contaba con decenas de locales que se han ido cerrando poco a poco.

TÍTULO: EL TORO Y LOS PROBLEMAS DE LA FIESTA SE DEBATEN EN FREGENAL DE LA SIERRA,.

Alrededor de un centenar de personas participaron la noche del pasado viernes del desarrollo de la IX Jornada Taurina 'Ciudad de Fregenal' ...

Alrededor de un centenar de personas participaron la noche del pasado viernes del desarrollo de la IX Jornada Taurina 'Ciudad de Fregenal' que centraba su atención en la importancia del toro.

Para hablar de ello se sumaban a la convocatoria de la asociación cultural taurina 'Amigos del Toro' los ganaderos Jaime Guardiola Domínguez -heredero de la vacada de Salvador Guardiola Fancony-, Luis Guillermo López Olea -Conde de la Corte- y Javier Morales -hierro de Pablo Romero-.

Tres singulares exponentes taurinos de este país, moderados por la periodista Fátima Ramírez Pérez, que se refirieron, sin complejos, a los muchos problemas por los que atraviesa la fiesta y en concreto las ganaderías de reses bravas.

Todo ello en un complicado momento económico que no esquivaron comentar los contertulios. «Estamos sentados aquí tres personas que si presentáramos la cuenta de resultados de la ganadería, y somos tres punteras e históricas, se nos caería la cara de vergüenza. ¿Cómo se puede ofrecer un toro que valga mil euros cuando con eso no se paga ni el mantenimiento de un mes?», cuestionó Luis Guillermo López Olea, en una de sus intervenciones, criticando la actuación de muchos propietarios de reses bravas que no son ganaderos.

Más adelante apuntó hacia la necesidad de adaptar la fiesta a las posibilidades de cada plaza. «Nos hemos acostumbrado -dijo- a que a nuestros pueblos venga papá Estado o papá Ayuntamiento y nos subvencione y hay espectáculos de grandes figuras que no caben en los pueblos. Por estas plazas -añadió Luis Guillermo López Olea- han pasado siempre todos, pero sin caballos, lo que no puede ser es que con las vacas gordas, todo vale, todos hemos querido grandes espectáculos y ahora lo estamos pagando. Es necesario arrimar el hombro entre todos, empezando por el empresario que tiene que montar espectáculos que den posibilidades a los nuevos valores y por supuesto el público aficionado, que debe responder a ello. O empezamos a remar todos en la misma dirección o el buque se va a pique».

Peligro

La jornada bajo el título de 'El toro íntegro. Los que las figuras evitan' permitió que los tres ganaderos defendieran la importancia del toro. Javier Morales puso de manifiesto la importancia de que el morlaco «sea divertido y que el espectador sepa que aquello tiene peligro porque en muchas ocasiones el animal es un aburrimiento».

En una línea similar se manifestaba Jaime Guardiola al señalar que el astado «tiene que tener casta buena que derive en bravura y esto debe derivar a su vez en nobleza», mostrando con ello el camino del ejemplar que se ha criado siempre en su casa.

Partiendo de sus particulares visiones de la fiesta, la charla puso de manifiesto la necesidad de que los toreros se mentalicen en que la situación actual tiene que cambiar para evitar adocenar el espectáculo. «Es cierto que las figuras han buscado siempre un toro muy específico y esto está provocando, incluso, un problema de subsistencia», apostilló Jaime Guardiola.

«El toro lo que tiene que ser es bravo y tener casta y luego el que se ponga delante que haga lo que pueda. De ahí tenemos que partir, no se puede hacer un toro específico», señaló Luis Guillermo Olea.

En otro sentido, se refirió Javier Morales a la importante caída en el número de espectáculos que se lidian, así como a la subida del precio de los piensos que, en ambos casos, tocan la línea de flotación de las explotaciones ganaderos y los tres se pusieron de acuerdo en la excesiva presencia de la fiesta en la televisión de pago, que hace que la gente no vaya a los toros en los pueblos.

Tras responder a los aficionados que participaban en la jornada, cerraba la misma la asociación músico cultural de Fregenal de la Sierra, dirigida por Juan Luis Generelo, que interpretó varios pasodobles.