El nenúfar mexicano se extiende por todo el tramo urbano del río.-foto-.
Andrés y Luisa pasean por el puente de Palmas. Cuando llevan un tercio del viaducto recorrido se detienen y se asoman para mirar al Guadiana en dirección al puente de la Autonomía. Asombrados, señalan hacia la orilla del río y hablan sobre la plaga de plantas acuáticas que invade la superficie del caudal. «Madre mía, cómo está la margen del río», comentan.
Estos viandantes se refieren a los vegetales de hojas verdes y flor amarilla que se extienden por todo el cauce del río Guadiana a su paso por Badajoz. Se trata del nenúfar mexicano, una especie alóctona, es decir que no es originaria de España. Concretamente, procede del sureste de Estados Unidos y México. «Se parece al nenúfar autóctono, pero es una especie distinta», explica Nicolás Cifuentes, jefe de Servicio de Aplicaciones Forestales de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Este ejemplar invasor, cuyas hojas tienen el tamaño de la palma de una mano, está distribuido por todo el tramo urbano del río. Así, se puede encontrar desde la desembocadura del río Gévora hasta el azud de la Granadilla. Se localiza sobre todo en las orillas del cauce, ya que tiene tubérculos y enraíza en el fondo del río. «Por eso aparece en zonas que son poco profundas. A partir de los 2 metros de profundidad se ven con menos frecuencia», especifica Cifuentes.
Según recuerda, este tipo de nenúfar apareció por primera vez en España en el año 1985. Sin embargo, las plantas que actualmente se afincan en la capital pacense pertenece a un brote sobre el que la Confederación Hidrográfica del Guadiana lleva trabajando los últimos cinco años para ver cómo evoluciona y poder controlarlo. Pero durante este periodo de tiempo la población de nenúfar mexicano ha aumentado considerablemente, lo que hace que sea cada vez más visible y llame más la atención a los ciudadanos.
A ello se suma que en esta época del año dicho vegetal es más vistoso, porque está en flor. «Esta especie está en el río durante todo el año, lo que ocurre es que en invierno deja de crecer y está menos verde. Adquiere un color marrón o incluso se hunde. Las temperaturas hacen que por estas fechas vuelvan a crecer», indica Cifuentes.
Aunque esta especie invasora no supone un grave problema medioambiental, desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana están realizando un seguimiento a la evolución de esta planta acuática en el tramo urbano de Badajoz. «Causa mucha alarma porque llaman mucho la atención, pero no es peligrosa. No es especialmente dañina porque ambientalmente se comporta de una forma similar al nenúfar autóctono, incluso lo aprovecha la fauna del lugar. Es zona de refugio de aves y peces. No contamina el suelo y no es tóxica ni venenosa, pero desplaza al nenúfar normal», manifiesta Cifuentes.
Inconvenientes
El problema se origina cuando aparecen grandes concentraciones de estas poblaciones a lo largo de todo el río. El Guadiana se tiñe de verde y una gran sábana formada por este vegetal cubre parte del cauce e incluso, en determinados momentos, puede llegar a cerrarlo. Esta situación puede ocasionar inconvenientes a los pescadores o piragüistas, ya que puede impedir que desarrollen su actividad de manera normal y segura.
Trinidad Ruiz, profesora titular de Botánica en la Universidad de Extremadura y miembro del grupo de investigación en Biología de la Conservación, destaca también que cuando esta planta prospera la masa de hojas impide el paso de la luz. «Si no hay luz no hay vida porque no hay plancton, no se desarrollan algas ni otro tipo de plantas», apunta. Por este motivo, Ruiz incide en la necesidad de poner en marcha acciones para controlar estas poblaciones. «Es un problema que no se ataja fácilmente, porque la raíz y el tallo están hundidos en la tierra y eso hace que sea difícil luchar contra esta planta», agrega.
En este sentido, en este último lustro el citado organismo ha puesto en marcha varias medidas para frenar la expansión de esta planta a otras zonas. Así, trataron de retirar este tipo de nenúfar a mano, mediante cosechadoras e incluso aplicando varios productos para evitar que siga creciendo. «Estamos haciendo pruebas con diferentes tratamientos. Además, también estamos redactando en estos momentos un proyecto para poder abordar en el futuro este problema de raíz y poder quitar o disminuir esta especie», señala Cifuentes.
Según concreta el jefe de Servicio de Aplicaciones Forestales, para erradicar totalmente este tipo de nenúfar se tendría que dragar el fondo del río, acción que es muy costosa. «Habría que vaciar el azud y cuando esté en seco procederíamos a quitar las raíces. Pero esta opción es muy costosa, con lo que no va a ser de inmediato. Cuando dispongamos de mayor presupuesto, aplicaremos un plan más intensivo», asegura.
TÍTULO: APRENDIENDO A SER AGENTES.
TÍTULO: APRENDIENDO A SER AGENTES.
Los alumnos del Colegio Cerro de Reyes viven una jornada sobre seguridad ciudadana.
Todos los cuerpos de seguridad del Estado están para ayudar al ciudadano». Así lo destacó Mari Luz Romero, directora del 112 en Extremadura, quien fue la encargada de organizar y dirigir la jornada 'S.O.S. atendiendo a la ciudadanía' que ayer vivieron tanto los alumnos del Colegio Público Cerro de Reyes como el resto de vecinos del barrio que quisieron unirse a la actividad.
A las 10.00 horas, un gran 'sirenazo' anunció el comienzo de los diversos talleres del evento, dentro de la semana cultural del centro escolar. Bomberos, agentes de Policía Local, guardia civiles, sanitarios de Cruz Roja y técnicos del 112 se convirtieron en los profesores de los 212 alumnos, de 3 a 12 años de edad. El objetivo, descubrir el verdadero trabajo de estos cuerpos.
Para ello, los pequeños comenzaron la jornada con unas charlas y vídeos preventivos por parte de los agentes contra incendios. «Les enseñamos cómo pueden producirse, cómo prevenirlos y cómo actuar si se ven en un incendio», recalcó José Antonio Jiménez, cabo de Bombero. Estos niños también pudieron descubrir los secretos que se esconden dentro de los grandes camiones y grúas con las que estos bomberos pueden salvarles la vida, así como el puesto de mando del 112, desde donde se dirigen las actuaciones ante cualquier accidente de gran calibre. «Y para que sepan cómo reaccionar mejor, un simulacro de incendio y un rescate en un tejado. Así, lo ven en directo y lo entienden mejor», indicó Jiménez.
Pero los pequeños pueden verse inmiscuidos en otros tipos de emergencias, como pueden ser atracos, accidentes de tráfico o enfermedades. Según relató Mari Luz Romero, es imprescindible que desde muy pequeños empiecen a distinguir este tipo de situaciones y sepan cómo reaccionar, ya que, tal y como destacó, «los niños aprenden rápido y pueden ayudar».
Ante accidentes, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y Seguridad Ciudadana, les mostraron que lo primordial si se encuentran en uno es evitar más peligros, «tienen que tener cuidado de que no se agrave la cosa saliendo ellos a la carretera por ejemplo», apuntó el sargento Oscar Rebollo. Además, los pequeños conocieron los medios que este Cuerpo de Seguridad dispone para poder vigilar las carreteras y atender ante cualquier incidente. «Lo que más les gusta es ver el furgón y montarse en las motos».
Otra de las actividades más destacadas fue la del taller de reanimación cardiopulmonar. Primero comprueban que la persona no está dormida, luego que no respira. Abren los conductos aéreos y le realizan la reanimación. «Es un poco difícil, pero ya sé hacerlo», aseguró orgullosa Ana, una pequeña de tan solo 10 años.
Pero sin duda, lo que a los niños más les gustó fue «el perro policía», como lo definió José, también de 10 años. «Obedece mucho a la policía, el que yo tengo en casa no tanto, a veces hasta me muerde». Estos perros son Nala y Milka, las dos labradoras que forman la nueva sección canina de la Policía Local. La oficial Dolores Suárez, encargada de la formación de los animales, mostró a los pequeños cómo estos animales pueden encontrar droga o armas con varios juegos en los que ellos mismos pudieron ser los amos. «Nos gusta enseñarles esta función porque los animales consiguen trasmitir a los niños lo que quizás nosotros no podamos» explicó Suárez.
«Estos pequeños al menos ya tienen una noción de qué hacer y a quién acudir ante una urgencia», expresó Romero tras la jornada. Sin embargo, tal y como aseguró, uno de los principales objetivos de estas actividades, las cuales se están empezando a realizar por diversos colegios de la región, aunque este es el primero de la capital pacense, es que «los niños se acerquen a los agentes, no los vean como malos». Por ello, tal y como explicó, este centro ha sido uno de los elegidos ya que se ubica «en un barrio donde quizás estén peor vistos los Cuerpos de Seguridad del Estado». «Queremos que tengan contacto con ellos y les pierdan el miedo», añadió Teófila García, madre de dos niñas.
Además, según apuntó Manuel Bejarano, técnico del 112, «es imprescindible que comprendan nuestra labor para que entiendan que no hay que gastar bromas y movilizar recursos si no es necesario». Según indicó, entre el 60 y el 70% de las llamadas de socorro que reciben son nulas, muchas de ellas bromas de pequeños.
«Desde que hacemos estas jornadas de concienciación han bajado un 14%», destacó Mari Luz Romero. «Si entienden nuestro trabajo, lo respetan más».
Los alumnos del Colegio Cerro de Reyes viven una jornada sobre seguridad ciudadana.
Todos los cuerpos de seguridad del Estado están para ayudar al ciudadano». Así lo destacó Mari Luz Romero, directora del 112 en Extremadura, quien fue la encargada de organizar y dirigir la jornada 'S.O.S. atendiendo a la ciudadanía' que ayer vivieron tanto los alumnos del Colegio Público Cerro de Reyes como el resto de vecinos del barrio que quisieron unirse a la actividad.
A las 10.00 horas, un gran 'sirenazo' anunció el comienzo de los diversos talleres del evento, dentro de la semana cultural del centro escolar. Bomberos, agentes de Policía Local, guardia civiles, sanitarios de Cruz Roja y técnicos del 112 se convirtieron en los profesores de los 212 alumnos, de 3 a 12 años de edad. El objetivo, descubrir el verdadero trabajo de estos cuerpos.
Para ello, los pequeños comenzaron la jornada con unas charlas y vídeos preventivos por parte de los agentes contra incendios. «Les enseñamos cómo pueden producirse, cómo prevenirlos y cómo actuar si se ven en un incendio», recalcó José Antonio Jiménez, cabo de Bombero. Estos niños también pudieron descubrir los secretos que se esconden dentro de los grandes camiones y grúas con las que estos bomberos pueden salvarles la vida, así como el puesto de mando del 112, desde donde se dirigen las actuaciones ante cualquier accidente de gran calibre. «Y para que sepan cómo reaccionar mejor, un simulacro de incendio y un rescate en un tejado. Así, lo ven en directo y lo entienden mejor», indicó Jiménez.
Pero los pequeños pueden verse inmiscuidos en otros tipos de emergencias, como pueden ser atracos, accidentes de tráfico o enfermedades. Según relató Mari Luz Romero, es imprescindible que desde muy pequeños empiecen a distinguir este tipo de situaciones y sepan cómo reaccionar, ya que, tal y como destacó, «los niños aprenden rápido y pueden ayudar».
Ante accidentes, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y Seguridad Ciudadana, les mostraron que lo primordial si se encuentran en uno es evitar más peligros, «tienen que tener cuidado de que no se agrave la cosa saliendo ellos a la carretera por ejemplo», apuntó el sargento Oscar Rebollo. Además, los pequeños conocieron los medios que este Cuerpo de Seguridad dispone para poder vigilar las carreteras y atender ante cualquier incidente. «Lo que más les gusta es ver el furgón y montarse en las motos».
Otra de las actividades más destacadas fue la del taller de reanimación cardiopulmonar. Primero comprueban que la persona no está dormida, luego que no respira. Abren los conductos aéreos y le realizan la reanimación. «Es un poco difícil, pero ya sé hacerlo», aseguró orgullosa Ana, una pequeña de tan solo 10 años.
Pero sin duda, lo que a los niños más les gustó fue «el perro policía», como lo definió José, también de 10 años. «Obedece mucho a la policía, el que yo tengo en casa no tanto, a veces hasta me muerde». Estos perros son Nala y Milka, las dos labradoras que forman la nueva sección canina de la Policía Local. La oficial Dolores Suárez, encargada de la formación de los animales, mostró a los pequeños cómo estos animales pueden encontrar droga o armas con varios juegos en los que ellos mismos pudieron ser los amos. «Nos gusta enseñarles esta función porque los animales consiguen trasmitir a los niños lo que quizás nosotros no podamos» explicó Suárez.
«Estos pequeños al menos ya tienen una noción de qué hacer y a quién acudir ante una urgencia», expresó Romero tras la jornada. Sin embargo, tal y como aseguró, uno de los principales objetivos de estas actividades, las cuales se están empezando a realizar por diversos colegios de la región, aunque este es el primero de la capital pacense, es que «los niños se acerquen a los agentes, no los vean como malos». Por ello, tal y como explicó, este centro ha sido uno de los elegidos ya que se ubica «en un barrio donde quizás estén peor vistos los Cuerpos de Seguridad del Estado». «Queremos que tengan contacto con ellos y les pierdan el miedo», añadió Teófila García, madre de dos niñas.
Además, según apuntó Manuel Bejarano, técnico del 112, «es imprescindible que comprendan nuestra labor para que entiendan que no hay que gastar bromas y movilizar recursos si no es necesario». Según indicó, entre el 60 y el 70% de las llamadas de socorro que reciben son nulas, muchas de ellas bromas de pequeños.
«Desde que hacemos estas jornadas de concienciación han bajado un 14%», destacó Mari Luz Romero. «Si entienden nuestro trabajo, lo respetan más».
No hay comentarios:
Publicar un comentario