Se ríe cuando se le pregunta si alguna vez ha suspendido algún examen. «Sí, -contesta- cuando tenía nueve años suspendí uno de matemáticas». Lo recuerda hasta con cariño, como si fuera una trastada de niña pequeña. Y casi se puede considerar eso, porque Blanca es lo que se podría considerar una hija modelo y una alumna de esas que todos los profesores quisieran tener.
Blanca conoció ayer que ha sacado la mejor nota de las pruebas de Selectividad de toda Extremadura, que, por cierto, ha sido de un diez. Blanca también ha sido la que ha conseguido la mayor nota final, otro diez que ha alcanzado tras la suma del 60% del expediente y el 40% de la Selectividad.
La mejor puntuación sumando la fase específica (un examen opcional para mejorar la nota) la logró Inés Encabo Cáceres, del Instituto Augustóbriga de Navalmoral de la Mata, que consiguió un 13,900. La segunda mejor nota en esta categoría, un 13,814, fue para Fátima Durán Ruiz, del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Badajoz. La tercera es de nuevo para Blanca Hernández Donoso, que cosechó un 13,800.
Esta almendralejense, que ha cursado sus estudios en el Instituto de Enseñanza Secundaria Santiago Apóstol de Almendralejo, reconoce que aún está en estado de shock. «Si lo sabían antes algunos de mis amigos... Todavía no me lo creo», dijo momentos antes de participar anoche en el acto de graduación de su centro escolar.
Y es que, a pesar de ser una excelente estudiante desde niña y de que su media en el bachillerato haya sido también de un diez, pensaba que los nervios la podían traicionar en esta prueba, cuyas notas se dieron a conocer ayer al mediodía.
Pero las cuatro horas de media de estudio diario durante el curso no podían caer en saco roto ni siquiera por los nervios. Sobre todo cuando ese estudio se hace por el propio interés personal en aprender, en adquirir conocimientos disfrutando con ello. Sin embargo, a veces se le ha atragantado alguna asignatura, como la de Historia. «Me gusta, pero no me gusta tener que aprendérmela de memoria».
Gracias a esa disciplina y responsabilidad, no es necesario tener unos padres rígidos. «Ellos nunca me han obligado a estudiar, pero siempre me han inculcado el sentido de la responsabilidad», confiesa.
Ahora a Blanca le espera una brillante carrera, no solo en el plano académico sino también en el profesional si sigue en la misma línea dentro de la Medicina, la carrera que quiere estudiar. Aún no sabe en qué universidad. «Pensaba que tendría que hacerla donde me cogieran por la nota, pero ahora resulta que voy a poder elegir. Todavía no sé si la haré en Badajoz o Salamanca».
Precisamente esa vocación hacia la medicina es lo que ha motivado aún más a Blanca a llevar un alto nivel en notas durante el curso. Era consciente de que se trata de una de las carreras en las que solicitan una media de corte más elevada para cursarla.
Precisamente, según los datos hechos públicos ayer por la UEx, un 93,8 por ciento de los que se han presentado la han aprobado, 4.399 alumnos, un porcentaje muy similar al obtenido el año pasado.
Foto--Blanca, sentada en la mesa de estudio de su habitación.
TÍTULO: BLOC DEL CARTERO yo en la pista muerdo.
Foto--Blanca, sentada en la mesa de estudio de su habitación.
TÍTULO: BLOC DEL CARTERO yo en la pista muerdo.
Es la primera española que logra colarse en la Fórmula 1 como piloto de pruebas (escudería Marussia), pero no se va a quedar ahí. Porque María (madrileña, 32 años, hija del ex piloto Emilio de Villota) ha mamado gasolina y arde por estar en la parrilla de salida. Bajo su mono, una coqueta pulsera con una estrella de brillantes diseñada por Durán, firma de la que es embajadora.
-Una estrella como talismán. ¿Por qué?
-Es una historia un poco romántica que nunca había contado porque yo el romanticismo lo llevo muy por dentro. Resulta que el cinturón de Orión tiene forma de podium. Y los días malos miro a esa constelación para darme ánimos.
-¿La sensibilidad femenina no juega en contra en la pista?
-Yo soy muy competitiva. Cuando me subo a un coche de carreras me siento fuerte. Dentro de la pista, muerdo.
-¿Y ya se dejan morder los pilotos masculinos?
-Son pocos casos pero uno, hace años, me perseguía para arrearme... Yo eché a correr y él, detrás, je, je. Otro piloto alemán me dijo que me iba a tirar antes de acabar la carrera. Y lo hizo. Estaba muy presionado por su padre.
-Su padre, en cambio, la presionaba para que no fuera piloto.
-Me decía: Hija, ¿no puedes ser tenista o atleta olímpica?
-¿Fernando Alonso es tan huraño como dicen?
-Qué va. El problema es que a veces no llega. Echa horas como nadie. Es un trabajador salvaje.
-¿A usted tam bién la acusan de 'rubia' como a Carbonero?
-Coincidí con Sara hace años en unas conferencias en la Complutense y me pareció un portento. De rubia quizá llamo más la atención, pero no me paro a pensarlo. Ahora piloto con las uñas pintadas. Me da cierta vergüenza, pero tengo que ser yo.
-¿Le quedan todos los puntos en el carné de conducir?
-Tengo diez. Me quitaron dos hace mucho tiempo. Pero no fue por correr, sino por estacionar en un lugar prohibido. Conduzco un Smart, pero voy con levas y freno con el izquierdo.
-Creo que Bernie Ecclestone es su padrino.
-Gracias a él tuve la oportunidad de poder medirme en pista con un Fórmula 1 y saber si valía o no.
-¿Y cómo es el hombre que supuestamente elogió a Hitler?
-Conmigo, muy correcto y educado. No habla mucho, pero cuando lo hace dice justo lo que quiere decir.
-¿Ha conocido ya a Naomi Campbell?
-Qué va. Para una fiesta a la que iba a ir en Mónaco, me puse con fiebre. De momento, soy un poco muermo. Yo es que solo veo volantes. El otro día tenía delante a Banderas y ni lo veía.
-¿Es consciente de formar parte de un deporte caro y elitista?
-La F1 tiene mucho glamour. Pero de ahí para abajo el deporte del motor es ruido, gasolina, un bocata y a manchar el mono.
-¿A qué velocidad máxima ha llegado a rodar?
-315 kilómetros por hora, pero lo que sientes es el límite de adherencia. Impacta más una curva a 280 que una recta a 315.
-Y ni se despeina.
-Me acerco al fuego poquito a poco, con respeto, tanteando.
-¿Es adicta a la adrenalina?
-Yo diría que no, pero en cuanto llevo mucho tiempo sin subirme al coche mi hermana Isabel, que es la que mejor me conoce, me dice: «Se te nota ¿eh? A ver si tienes ya tu dosis».
-¿Su novio le sigue el ritmo?
-Lo tiene difícil, pero cuando vuelvo a Madrid para nosotros salir a correr por el campo y cenar tranquilos en casa es el planazo. Yo sé que en el fondo de mí hay una persona tranquila. Pero es que ahora tengo un objetivo entre ceja y ceja.
-Cuando logre estar en la parrilla, ¿se lo perdonarán?
-Si me lo perdonan bien y si no también. El mundo del automovilismo es más para nosotras de lo que nos dicen. La mujer tiene cualidades: la capacidad de análisis, estar a muchas cosas a la vez, la suavidad en la conducción, la visión periférica, incluso ese oído maternal ayuda para escuchar el motor. La F1 es como una sartén con aceite. Si la agitas mucho al final te quemas.
-¿Qué le dice ahora su padre?
-En los momentos bajos me suelta: «Oye, pero si todo lo que tú has conseguido es la bomba».
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