ME CONSIDERO LA BIEN PAGADA,.
,.Llega Ana García Lozano-foto.- (Valencia, 1964) con un «espectáculo de la palabra». El lunes estrena en La 1 de TVE, Tenemos que hablar (18.30),.
Llega Ana García Lozano (Valencia, 1964) con un «espectáculo de la
palabra». El lunes estrena en La 1 de TVE, 'Tenemos que hablar' (18.30 horas),
un 'talk show' con el que la tele pública pretende reconquistar las mermadas
audiencias de la tarde. Compartirá franja con Anne Igartiburu, a la que le ha
'robado' una hora de programa: «Creo que encima le va a aliviar».
- ¿De qué tenemos que hablar que no sea de la
crisis y de la corrupción?
- ¡De todo! No solo de crisis y de corrupción vive el hombre. Vamos a
hablar de los mayores, del paro, de las adicciones en la red...
- 'Talk show', que en castellano viene a ser...
- Una charla, un espectáculo de la palabra. El 'show' debe estar en
las historias, aunque otros primen más la puesta en escena. No es nuestro
objetivo.
- Lleva un buen tiempo sin 'dar la cara'. No se
ofenda si alguien le pregunta si está 'oxidada'.
- (Risas). Hace mes y medio estaba colaborando en Telemadrid, eso
hace que no te oxides. El programa en TVE es un regalo. Le decía a una amiga:
'Esto no me suele pasar, estas cosas siempre le pasan a otros'.
- ¿Ya le ha perdonado Anne Igartiburu que le
haya 'robado' una hora de programa?
- ¡Ay qué pobre! No le importa, o no me ha hecho sentir al menos así.
Creo que, encima, le va a aliviar. Es encantadora.
- ¿Dónde están los hombres en TVE? Las estrellas
son mujeres.
- ¡Mujeres al poder! No lo había pensado, pero bienvenido. Quizá el
'talk show' es un programa más femenino. Históricamente, los han presentado
mujeres.
- Aunque han perdido brillo con los recortes
económicos.
- Hay que saber adaptarse a los tiempos y apretarse el cinturón.
Estamos viviendo una hecatombe y en cualquier empresa han bajado los sueldos.
Pero en ningún momento me echó eso para atrás.
- ¿No ganaría más en la privada?
- No me estoy planteando ganar más o menos. Me considero bien pagada.
No es un tema que me preocupe.
- ¿Qué valora a estas alturas más: el horario,
el sueldo...?
- Divertirme. Cuando no me lo paso bien se me hace cuesta arriba.
Ahora tengo la suerte de que mis hijos son adolescentes (16 y 14 años) y ellos
me han animado mucho con el nuevo programa. Los dos últimos años me he volcado
con ellos, porque había faltado mucho de casa.
- ¿Cómo lleva su adolescencia?
- Lo llevamos todos muy bien. Yo siempre les he respetado como
personas y les he dado cuerda, dejando claro lo que había. Además, ahora con los
móviles y el 'WhatsApp' si se retrasan cinco minutos ya me están avisando.
- El Consejo de Europa ha afeado a RTVE
injerencias políticas. ¿Se habla de eso en los pasillos o solo en los medios de
comunicación?
- Acabo de llegar y lo único que me tiene la cabeza ocupada es sacar
adelante el programa. No he estado atenta a nada más.
-¿Con qué audiencia sería un éxito el programa?
- No quiero decirlo porque me da miedo. ¿Te imaginas que me quedo
corta y me dicen: 'Bonita, con eso no renuevas'?
- ¿Por cuánto tiempo ha firmado con TVE?
- No lo voy a decir tampoco, porque da mala suerte.
- Enfrente tienen al mastodonte de 'Sálvame'.
- Y una serie fabulosa que se llama 'El secreto de Puente Viejo', un
concurso presentado por Arturo Valls... No subestimemos la otra
competencia.
- Todos tienen una audiencia muy fidelizada.
- ¿Y qué va a hacer entonces TVE... nada?,.
TÍTULO: ROCIITO VUELVE AL LÍO,.
Ser hija de la más grande no le ha librado de pasar toda
su vida pegada a un diminutivo. Le guste o no (y por lo visto no le gusta nada),
Rocío ...
Ser hija de 'la más grande' no le ha librado de pasar toda su vida
pegada a un diminutivo. Le guste o no (y por lo visto no le gusta nada), Rocío
Carrasco ha sido, es y será Rociíto, de igual modo que la Niña de los Peines fue
'niña' hasta que murió con 79 años. Tanto le ha marcado a Rociíto el papel de
hija que apenas había trascendido su rol como madre. Hasta hoy. Porque ahora ha
saltado la noticia de que podría perder la custodia de su primogénita, Rocío. La
adolescente, de 16 años, no se habla con su mamá desde hace más de seis meses.
En julio abandonó el hogar materno y se instaló en casa de su padre, Antonio
David Flores. La razón del portazo parece ser una bronca entre madre e hija. Tan
fuerte, que tuvo que intervenir incluso la Guardia Civil, el cuerpo del que
casualmente salió expulsado hace tiempo Antonio David.
En sus casi 36 años de vida (los cumplirá el próximo 29 de abril),
Rocío Carrasco ha conocido pocos periodos de calma. Pero precisamente el más
prolongado lo estaba viviendo ahora mismo. Tras décadas de coqueteos y
desengaños con la fama, se había refugiado por fin en un voluntario anonimato.
Esto, unido a su estabilidad sentimental con Fidel Albiac y al nada despreciable
desahogo económico que le procura ser la heredera universal de una estrella de
la canción como la difunta Rocío Jurado, le ha permitido llevar una vida muelle,
sin necesidad de ganarse el pan con el sudor de su frente. Sin embargo, de ese
dorado y privado paraíso la acaban de desterrar dos noticias preocupantes que la
sitúan de nuevo en el ojo público. Una es la posible pérdida de la custodia de
su hija. La otra, una amenaza de embargo.
Dicen quienes la conocen bien que la tozudez es, para bien y para
mal, el rasgo más sobresaliente de su carácter y que «si se la haces una vez, la
has perdido para siempre». Los hechos parecen confirmarlo. Con su exmarido,
Antonio David Flores, pasó del amor al odio sin transición ni matices. Desde que
se separó de él, hace ya más de doce años, no ha vuelto a mirarle a la cara ni a
dirigirle la palabra. Se comunican exclusivamente a través de sus abogados. Pero
esta vez la cosa está yendo demasiado lejos. Emulando a Fran Rivera, el
exguardia civil podría haber aprovechado la rabieta adolescente de su hija para
ponerle unas dolorosas banderillas negras a Rociíto arrebatándole la custodia de
la menor.
Descalza en la procesión
El posible embargo de sus bienes no es nada comparado con la dolorosa
punzada que ha debido de sufrir el corazón de madre de Rocío Carrasco al leer en
la portada de la revista 'Semana' esta lapidaria frase: «Su hija no quiere vivir
con ella».
El origen de la deuda, de poco más de mil euros, se remonta a 2010,
cuando Rociíto denunció a un programa de televisión por presunta vulneración de
su honor. Perdió. Y la jueza le condenó a pagar las costas del juicio, algo que
parece resistirse a liquidar, tal vez por esa obcecación que le atribuyen. En
cualquier caso, vuelven a pintar bastos para esta mujer cuyo popular diminutivo
contrasta con la dureza con que la ha tratado la vida. Sus padres se separaron
cuando era una cría. Perdió a su padre, el boxeador Pedro Carrasco, a los 23
años y a su madre, a los 29. De ella no heredó el talento artístico (lo heredó
más bien su prima Rosario) pero sí la devoción por la chipionera Virgen de
Regla, a cuya procesión acude todos los años descalza.
De muy joven, Rociíto intentó labrarse un futuro lo mismo haciendo de
presentadora junto al inclasificable padre Apeles como pasando modelos o
anunciando la dieta de la alcachofa, pero la fama le acabó propinando tanta
coces que ahora huye de ella como de la peste. La última vez que su voz se
escuchó en un plató fue hace año y medio, a través de una airada llamada
telefónica con la que intentaba desenmascarar a un aprovechado sin escrúpulos
que se jactaba de haber amortajado a Rocío Jurado. Fue una aclaración necesaria
tras la cual volvió a refugiarse en el silencio. Un silencio comprensible y
respetable, pero que nos priva de la Rociíto más genuina y espontánea. Ésa que
en una entrevista 'en profundidad' en ¡Hola!, cuando le preguntaron si se
gustaba al mirarse en el espejo, contestó: «Hombre, yo mal no me veo, pero
tampoco soy el chocolate del loro».
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