Los New York Giants ganaron la XLVI Super Bowl al derrotar a los New England Patriots por 21-17 y logran así su cuarto anillo de campeones. Como ocurriera hace cuatro años, la franquicia de Nueva York se impuso a su rival contra todo pronóstico y en los últimos instantes del encuentro en un partido muy emocionante que a punto estuvo de decantarse por los Patriots en la jugada final.
Los New York Giants ganaron la XLVI Super Bowl al derrotar a los New England Patriots por 21-17 y logran así su cuarto anillo de campeones. Como ocurriera hace cuatro años, la franquicia de Nueva York se impuso a su rival contra todo pronóstico y en los últimos instantes del encuentro en un partido muy emocionante que a punto estuvo de decantarse por los Patriots en la jugada final.
De esta manera, se convierten en la 'bestia negra' del equipo de Boston, al que ya privaron en 2008 de la temporada prefecta. Tom Brady sigue sin poder igualar a Joe Montana y Terry Bradshaw como el quarterback con más anillos, mientras que Eli Manning logra el segundo y ya supera a su hermano Peyton, del que siempre había vivido a su sombra hasta ahora.
Los Giants empezaron a forjar su victoria en el primer cuarto. Con un ataque perfecto y una defensa insuperable lograron establecer un 9-0 gracias a un touchdown de Cruz y un safety. Sólo cedieron ante los Patriots en un fieldgoal que dejó el 9-3. El segundo cuarto fue otra historia. Un drive maravilloso de New England que comenzó casi en su End Zone dio la vuelta al marcador justo antes del descanso. 96 yardas completó Brady antes del touchdown de Woodhead.
A la vuelta del halftime show que protagonizó Madonna, los Patriots repitieron con otro drive genial de 74 yardas en ocho jugadas que les puso con un cómodo 9-17, gracias al puertorriqueño Aarón Hernández. Con los dos drives, Brady estableción un nuevo récord en una Super Bowl: 16 pases completados consecutivas, superando los 13 del mítico Montana. Pero ahí se acabó la magia de Brady y los suyos. Como en 2008, resurgieron los Giants y a base de fe en sí mismos se metieron en el partido. Primero con dos fieldgoals que pusieron el 15-17. Y por fin con el touchdown de la victoria.
Un 'deja vú'
El final del partido recordó mucho al de la Super Bowl de 2008, tanto por la emoción como porque los Patriots llegaban por delante a los minutos finales y la posesión caía en manos de los Giants. Eso sí, esta vez no les restaban dos minutos y medio, sino cuatro, y no era obligatorio que hicieran un touchdown, sino un fieldgoal. Por si fuera poco, se volvió a ver una jugada maravillosa de Manning de 39 yardas que conectó Manningham que en cierta medida recordó al pase que le hizo cuatro años antes a Tyree, principalmente porque fue la jugada clave del encuentro. Ahí se fraguó el triunfo para New York.
Poco a poco fueron avanzando hasta que a falta de 57 segundos hicieron el touchdown por medio de Bradshaw permitido por los Patriots para poder éstos tener tiempo para un ataque más. Una decisión que llegó muy tarde y que ayudó a la victoria de su rival. Los Giants intentaron rizar el rizo con una jugada de dos puntos en vez del clásico extra point, pero no lo consiguieron. Tras dos pases que no supieron recoger Branch ni Hernández. Brady se la jugó con un pase final a este último a falta de cinco segundos y que a punto estuvo de conectar para touchdown Gronkowski, pero, como pasó en Phoenix, la historia se repitió. No hubo venganza. El favorito no respondió a las apuestas. Eli Manning volvió a ganar a Tom Brady.
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