La víctima más joven en Badajoz es un chico de 12 años que denunció ante el Cuerpo Nacional de Policía haber sido acosado en internet.Foto.
No se conoce su nombre, pero se hacía pasar por Laura. Y el engaño causó furor entre los adolescentes de toda España. Cuando el Cuerpo Nacional de Policía dio a conocer su detención, 'Lau' había logrado contactar con 1.061 chicos de entre 13 y 17 años, algunos de ellos residentes en Badajoz. Todos cayeron en la trampa que les tendió una hermosa joven de 18 años que en realidad resultó ser un zamorano de 24.
Descubrir su verdadera identidad no resultó sencillo, pero el Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica que posee la Brigada Provincial de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía lleva tiempo siguiendo la pista a los pederastas que se refugian en la red. «Todas las denuncias que se presentan en Badajoz tienen una característica común: la familia llega a la comisaría con el menor llorando».
En el caso de la falsa Laura, la denuncia partió de un chico que reside en la provincia de Badajoz. Tiene 13 años y había establecido contacto con la supuesta joven dos meses atrás. Al final, la chica le envió unas fotos en las que aparecía sin ropa y solicitó al chico que también se mostrara desnudo. Pero él se negó y comenzaron las amenazas.
La inspectora jefe del Grupo de Delincuencia Tecnológica de Badajoz, María Eugenia Bote, reconoce que no es fácil desenmascarar a los pederastas. «La clave está en contar con verdaderos especialistas en estos temas y aquí los tenemos».
En la nómina de expertos que trabajan en Badajoz figura Enrique García, un agente que trabajó durante tres años en la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía, con sede en Madrid. «Cuando yo vine a Extremadura, todos los ejemplos que ponía en mis visitas a los institutos hacían relación a otras zonas de España, pero ahora hablo de casos reales ocurridos en esta región».
Ninguno de los pederastas a los que ha tenido que perseguir por contactar con menores de Badajoz logró contactar físicamente con sus víctimas, pero este investigador asegura que el vecino de Zamora arrestado ya poseía direcciones. «Yo suelo recomendar a los padres que usen el sentido común. Si ven algo raro, lo mejor es que hablen con sus hijos y que denuncien».
Enrique García sabe que la legislación impide a un menor de 14 años abrir perfil en Tuenti, pero la experiencia le dice que eso no se cumple. «Si el chico o la chica va a tener perfil, lo mejor es que esté supervisado por el padre. ¿Cómo? Una forma es que el padre sea uno de sus contactos en la red, de ese modo puede seguir la actividad de su hijo. Y otra es colocar el ordenador en una zona común de la casa, no en la habitación del menor».
Pero hay ocasiones en las que la prevención no basta y desde la Brigada Provincial de Policía Judicial se aconseja denunciar los posibles acosos cometidos a través de internet. «Cuanto antes se pille al pederasta, mucho mejor. Si no se denuncia es posible que siga acosando a otros menores que terminarán siendo sus víctimas».
Imágenes muy duras
El joven detenido en Zamora gracias al trabajo desarrollado en Badajoz terminó siendo acusado de un presunto delito de prostitución y corrupción de menores cometido a través de la red. Pero hay casos menos graves que también son investigados por el Grupo de Delincuencia Tecnológica de Badajoz. «Resolver un delito cometido a través de internet puede costar seis meses, pero en los casos más graves se aplica la máxima urgencia», destaca Enrique García.
Precisamente esas investigaciones son las que exigen un mayor compromiso y dedicación. «En ocasiones se han producido abusos incluso de bebés que estaban en la incubadora de un hospital. Me preguntan a veces que cómo somos capaces de enfrentarnos a unas imágenes así, pero en esos casos yo no veo a un niño, lo que yo veo son las circunstancias que rodean a ese niño y trato de buscar las pistas que conduzcan al delincuente. Es un trabajo difícil, pero se trata de un delito muy grave que debemos perseguir. En eso ponemos el máximo esfuerzo».
TÍTULO: MENÚS A 3,90€ -EUROS.
TÍTULO: MENÚS A 3,90€ -EUROS.
San Roque, San Fernando y Pardaleras son los más baratos, mientras que en el Centro y Valdepasillas los precios suben a unos 8 o 9 euros.
Alas de pollo, huevos con patatas fritas y una lata de refresco por 3,90 euros ó Cerveza más lomo, dos huevos fritos y patatas por 4,00 euros’. Así lo anuncia el Bar Entrepuentes, de la barriada de San Fernando, en una pizarra colgada en la puerta del establecimiento. «Son precios realmente económicos, pero tenemos que ponerlos así para sobrevivir. La crisis se nota demasiado», explica una de las empleadas, Raquel Ferrera. En los últimos dos años han pasado de ofrecer menús del día por 7 euros a 5 y, desde hace dos meses, por menos de 4 euros. «Tirando los precios hacemos una llamada de atención a los clientes para que al menos sigan viniendo», asegura.
Como este, son muchos los bares y restaurantes que han optado por bajar el precio de sus menús diarios o, en caso de no haberlos tenido con anterioridad, incluirlos en sus cartas para subsistir de lunes a viernes, las jornadas más duras. «Por los tiempos que estamos viviendo, hay que bajar precios por nuestros propios clientes», asegura Isidro Iglesias, empleado de Los Ibéricos. Algunos incluso plantean nuevos métodos para satisfacer a los clientes con calidad económica. Para ello, José Manuel Sánchez, de La Abecería San Juan, en el Casco Antiguo, propone un nuevo ‘menú’ bajo el nombre de ‘Plato único’. Se trata de una iniciativa que responde a la necesidad de «darle posibilidad a los clientes de reducir el coste y la comida, ya que muchos están acostumbrados a comer un único plato y lo prefieren antes que pagar más por comida que no les es necesaria». De esta manera, desde hace dos meses ofrece este mini menú por 5,50 euros, «algo que está funcionando muy bien y que tiene mucha aceptación entre el público». De igual manera, también ha reducido el precio del menú diario normal un euro debido a la situación de crisis, ahora lo tenemos por 7,90 euros.Este es el precio habitual que se puede observar en las pizarras que inundan las calles más hosteleras del Centro de la ciudad. Son menús que oscilan entre los 7 y 9 euros, uno o dos más económicos que hace unos años, cuando comenzó la crisis. Sin embargo, hay otras zonas más baratas como San Fernando, San Roque o Pardaleras. Ángela Sayago y Vicenta López trabajan como limpiadoras en hogares de diversos barrios. Ayer les tocó cerca de Pardaleras y, como cada día, salieron a buscar el bar con el menú más económico. Ya conocen la zona y eligieron ir a Los Ibéricos, donde se les ofrece una comida con dos platos, bebida, pan y café o postre por 5,90 euros. «Sale muy caro comer fuera de casa tantos días. Nosotros solemos hacerlo así que buscamos de verdad lo más barato, no te puedes meter en cualquier sitio a comer», indica Ángela.Por tan solo cincuenta céntimos más, 6,50 euros, se pueden encontrar los menús diarios en la barriada de San Roque, y con precios muy aproximados en San Fernando. Sin embargo, Valdepasillas es uno de los barrios más caros para comer. En esta zona los menús suelen oscilar entre los 8 y 10 euros. Según explican los propios empleados del Bar Don Juan, «nuestro menú de 8 euros puede ser el más económico». Según argumentan, los precios «no se pueden bajar más a pesar de la crisis porque ya están bajos en relación cantidad, calidad y precio». El motivo de este ajuste tan exhaustivo para los menús diarios se debe a que son la «salvación» de muchos bares para subsistir. «Lo normal es que acudan trabajadores y obreros de la zona. Lo que intentamos siempre es ofrecerles lo mejor, variado y a buen precio para que continúen viniendo porque estos clientes son los habituales y gracias a los cuales los días laborables seguimos teniendo gente», explica un trabajador de Don Juan.Y bien es cierto, ya que estos restaurantes llegan a dar de media unas 25 comidas diarias gracias a sus menús, «algo que con la carta no lograríamos», añade Sánchez. «A partir de las 14.00 horas comienzan a llegar los primeros en comer y luego se va llenando el bar. Lo normal es dar cerca de 24 o 25 comidas diarias, es la manera de que salga rentable». Así mismo, según comentan los empleados del Bar Don Juan, «prácticamente el 100% de la clientela en días laborables pide menú, es una buena opción».Otro de los secretos para que estas comidas funcionen es que sean caseras. En su mayoría, en las épocas de invierno los bares-restaurantes ofrecen platos de puchero. «Ponemos lentejas, cocidos, albóndigas caseras...comidas elaboradas, nada de precocinados. Y además variadas, a elegir entre ocho platos distintos, para que los que tienen que salir todos los días a comer fuera de casa, como son los trabajadores, no tengan que repetir, puedan tomar una cosa cada día», explica el dueño de La Abecería San Juan. Y en verano priman las ensaladas, ensaladillas rusas, gazpachos y otras comidas más frescas para combatir el calor de la ciudad.Gracias a estos menús, los bares también aprovechan para dar a conocer sus sabores y lograr atraer a la gente el resto de días. «Es una manera de promocionarnos», comenta la empleada del Bar Entrepuentes. «Si vienen a diario y les gusta, también vendrán a tomar las cervezas y a comer los fines de semana», añade Sánchez. Además, lo normal es que la clientela se vaya obteniendo del boca a boca. «La mayoría de la gente que viene aquí lo hace o bien porque ya conoce el menú o porque se lo han ido comentando. No hay nada mejor que los clientes propaguen que se puede comer bien y encima barato. Es la mejor propaganda», asegura Isidro Iglesias.
Alas de pollo, huevos con patatas fritas y una lata de refresco por 3,90 euros ó Cerveza más lomo, dos huevos fritos y patatas por 4,00 euros’. Así lo anuncia el Bar Entrepuentes, de la barriada de San Fernando, en una pizarra colgada en la puerta del establecimiento. «Son precios realmente económicos, pero tenemos que ponerlos así para sobrevivir. La crisis se nota demasiado», explica una de las empleadas, Raquel Ferrera. En los últimos dos años han pasado de ofrecer menús del día por 7 euros a 5 y, desde hace dos meses, por menos de 4 euros. «Tirando los precios hacemos una llamada de atención a los clientes para que al menos sigan viniendo», asegura.
Como este, son muchos los bares y restaurantes que han optado por bajar el precio de sus menús diarios o, en caso de no haberlos tenido con anterioridad, incluirlos en sus cartas para subsistir de lunes a viernes, las jornadas más duras. «Por los tiempos que estamos viviendo, hay que bajar precios por nuestros propios clientes», asegura Isidro Iglesias, empleado de Los Ibéricos.
Algunos incluso plantean nuevos métodos para satisfacer a los clientes con calidad económica. Para ello, José Manuel Sánchez, de La Abecería San Juan, en el Casco Antiguo, propone un nuevo ‘menú’ bajo el nombre de ‘Plato único’. Se trata de una iniciativa que responde a la necesidad de «darle posibilidad a los clientes de reducir el coste y la comida, ya que muchos están acostumbrados a comer un único plato y lo prefieren antes que pagar más por comida que no les es necesaria». De esta manera, desde hace dos meses ofrece este mini menú por 5,50 euros, «algo que está funcionando muy bien y que tiene mucha aceptación entre el público». De igual manera, también ha reducido el precio del menú diario normal un euro debido a la situación de crisis, ahora lo tenemos por 7,90 euros.
Este es el precio habitual que se puede observar en las pizarras que inundan las calles más hosteleras del Centro de la ciudad. Son menús que oscilan entre los 7 y 9 euros, uno o dos más económicos que hace unos años, cuando comenzó la crisis. Sin embargo, hay otras zonas más baratas como San Fernando, San Roque o Pardaleras.
Ángela Sayago y Vicenta López trabajan como limpiadoras en hogares de diversos barrios. Ayer les tocó cerca de Pardaleras y, como cada día, salieron a buscar el bar con el menú más económico. Ya conocen la zona y eligieron ir a Los Ibéricos, donde se les ofrece una comida con dos platos, bebida, pan y café o postre por 5,90 euros. «Sale muy caro comer fuera de casa tantos días. Nosotros solemos hacerlo así que buscamos de verdad lo más barato, no te puedes meter en cualquier sitio a comer», indica Ángela.
Por tan solo cincuenta céntimos más, 6,50 euros, se pueden encontrar los menús diarios en la barriada de San Roque, y con precios muy aproximados en San Fernando. Sin embargo, Valdepasillas es uno de los barrios más caros para comer. En esta zona los menús suelen oscilar entre los 8 y 10 euros. Según explican los propios empleados del Bar Don Juan, «nuestro menú de 8 euros puede ser el más económico». Según argumentan, los precios «no se pueden bajar más a pesar de la crisis porque ya están bajos en relación cantidad, calidad y precio».
El motivo de este ajuste tan exhaustivo para los menús diarios se debe a que son la «salvación» de muchos bares para subsistir. «Lo normal es que acudan trabajadores y obreros de la zona. Lo que intentamos siempre es ofrecerles lo mejor, variado y a buen precio para que continúen viniendo porque estos clientes son los habituales y gracias a los cuales los días laborables seguimos teniendo gente», explica un trabajador de Don Juan.
Y bien es cierto, ya que estos restaurantes llegan a dar de media unas 25 comidas diarias gracias a sus menús, «algo que con la carta no lograríamos», añade Sánchez. «A partir de las 14.00 horas comienzan a llegar los primeros en comer y luego se va llenando el bar. Lo normal es dar cerca de 24 o 25 comidas diarias, es la manera de que salga rentable». Así mismo, según comentan los empleados del Bar Don Juan, «prácticamente el 100% de la clientela en días laborables pide menú, es una buena opción».
Otro de los secretos para que estas comidas funcionen es que sean caseras. En su mayoría, en las épocas de invierno los bares-restaurantes ofrecen platos de puchero. «Ponemos lentejas, cocidos, albóndigas caseras...comidas elaboradas, nada de precocinados. Y además variadas, a elegir entre ocho platos distintos, para que los que tienen que salir todos los días a comer fuera de casa, como son los trabajadores, no tengan que repetir, puedan tomar una cosa cada día», explica el dueño de La Abecería San Juan. Y en verano priman las ensaladas, ensaladillas rusas, gazpachos y otras comidas más frescas para combatir el calor de la ciudad.
Gracias a estos menús, los bares también aprovechan para dar a conocer sus sabores y lograr atraer a la gente el resto de días. «Es una manera de promocionarnos», comenta la empleada del Bar Entrepuentes. «Si vienen a diario y les gusta, también vendrán a tomar las cervezas y a comer los fines de semana», añade Sánchez. Además, lo normal es que la clientela se vaya obteniendo del boca a boca. «La mayoría de la gente que viene aquí lo hace o bien porque ya conoce el menú o porque se lo han ido comentando. No hay nada mejor que los clientes propaguen que se puede comer bien y encima barato. Es la mejor propaganda», asegura Isidro Iglesias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario