martes, 21 de febrero de 2012

ASÍ ES GIRONA--GRACIAS.

Probablemente Girona, sea una de las provincias menos conocidas, pero no con menor encanto, tampoco, no todo es la Costa Brava, las playas y los lugares turísticos donde nos alcanza el tren o los transportes públicos, las comarcas de Girona, tienen mucho encanto, tienen su fama, sus tradiciones y su historia, y para movernos por ella, es mejor ir en coche.

En la Comarca de la Garrotxa, nos encontramos con Besalú, un pueblo con una belleza indiscutible, siendo una localidad muy visitada, ya que además de ser conocida por sus carnes a la brasa y sus embutidos, también es muy conocida por los amantes de la historia, del arte, y convivir con las historias que se rememoran con el tiempo, perdernos por sus calles, a pie.

Un buen momento para visitar Besalú es durante el primer fin de semana de septiembre, cuando la ciudad se viste de gala para celebrar su tradicional festival medieval, durante los festejos, el Mediévolo se instala en ella, los lugareños cambian su vestimenta por ropajes clásicos y se preparan para disfrutar con el espectáculo de juglares, trovadores e incluso batallas entre caballeros, como si estuvieran en los tiempos del conde Bernat I, alias "Tallaferro", con quien Besalú vivió su época de gloria, en los s. X y XI.

El mejor sitio para entrar es cruzando el puente medieval, el puente viejo, del s.XII, que sobrepasa por el río Fluviá, y que desde antaño es el emblema de la ciudad, su estructura es de piedra, adaptada al curioso curso del río, con arcadas que cubren su recorrido de casi un metro y medio.

Debemos visitar el Monasterio de St. Pere de Besalú, la Iglesia de Sant Vicenç, en el centro del pueblo, del mismo estilo de construcción que el Monasterio, y un poco más elevada, se encuentra la Colegiata de Santa María, actualmente de propiedad privada, pero que podemos visitar el exterior.

También el entramado de calles que forma la antigua judería, es una invitación al deleite y la admiración, pues aquí encontraremos auténticas joyas arquitectónicas, sólo con entrar un poco por el laberíntico barrio judío, podremos encontrar plazas típicamente medievales como la de la Llibertat, rodeadas de antiguas casonas donde aún pueden apreciarse inscripciones con la fecha y autoría de la obra, según la costumbre de la comunidad hebrea.

Aún así, la joya de la judería, siguen siendo los llamados "miqwe", los antiguos baños utilizados por los judíos para la purificación de su cuerpo. Éstos, son de una estructura sencilla, rectangular, generalmente están cubiertos por una bóveda de cañón; los de Besalú datan del siglo XII y tienen el privilegio de ser los únicos que se conservan en toda la península.

No hay comentarios:

Publicar un comentario